Hoy sábado nos hemos levantado, no demasiado temprano, nos hemos ido a desayunar a un bar cercano y, después aseos y esas cosas, nos hemos puesto en camino. Nos espera una ruta algo, bastante, más completa que la de ayer.
Hemos tomado el camino hacia Arbolí, otro de los pueblos de Les Muntanyes de Prades.
Pasando por Reus, Les Borges del Camp y Alforja llegamos hasta esta pequeña y bonita población.
Dejamos el auto en uno de sus parkings e iniciamos el sendero preparado para el día de hoy.
Una primera parte del camino no lleva en ascenso hasta la población abandonada de Gallicant, desde aquí un nuevo ascenso hasta otro de los vértices geodésicos de estas montañas; el V.G. Gallicant, como el pueblo, con sus 1.009 m.s.n.m.
Parada de rigor para hacer las habituales fotos y un poco el pavo, cómo no.
Sorpresa en la cumbre, aparte del vértice también nos encontramos con un regalo conmemorativo de algún hecho para nosotros desconocido.
Descendemos y continuamos la senda, ahora por els Boscos de la Font de Verdú, para llegar al Riu dels Gorgs con sus conocidas pozas de refrescantes aguas, como las llamadas ‘Gorg’, ‘Gorget’ y ‘La Gorguina’.
Aquí hacemos un descanso más largo y aprovechamos para tomar baño.
Estos puntos de agua están especialmente más concurridos, sobre todo si tenemos en cuenta que es sábado y hace un calor asfixiante.
Continuamos nuestro camino, dejamos atrás las pozas y los saltos de agua y nos encontramos ya con el río Siurana.
Caminamos siguiendo su curso, incluso todavía yo me baño en alguna de sus pozas.
Al otro lado del Suriana se contemplan las espectaculares paredes de la Serra de la Gritella donde se encuentra también el pueblo que lleva el mismo nombre que el río; paredes que tienen unas de las más bellas zonas de escalada de toda Catalunya.
Pasamos por el Molí de l’ Esquirola y el Molí d’en Candi y, aquí, ya comenzamos un ascenso brutal para llegar al Collet de la Bassa y el Mas del Salín , pasando por el Grau de Vincabrer.
Aquí tengo que reconocer que ya me temblaban las piernas y me he empezado a cagar en todo lo que se menea, jejeje
Pero, bueno, al final todo se supera… Hemos llegado a la parte más alta, con unas vistas del Pantano de Siurana espectaculares.
Continuamos por pista hasta llegar a la Ermita de Sant Pau y, poco después, al pueblo de Arbolí.
Aquí hemos estado un buen rato en una de sus cafeterías para hacernos unos cuantos refrescos de cola en unos enormes vasos llenos de hielo, uhmmmm… ha sido muy reparador.
Después hemos tomado el auto y regreso al hotel.
Valoración: 5*****
Recomendable: Ha sido una ruta muy completa y especialmente bonita. Cerca de 17 kilómetros (quizá con algún despiste que otro se hayan superado) que contiene de todo, fuentes, pozas, vértice, ruinas, bosque, río, pista, sendero, veredas, etc… y unas vistas acojonantes. Muy recomendable.