Me dirijo a la Ermita de Sant Antoni de Bocairent, lugar donde dejo el auto e inicio la caminata de este miércoles.
Este templo está situado próximo a la carretera CV-81, en el extremo sur del término valenciano de Bocairent. Por su puerta pasa la GR, Camino del Cid o Camino de la Defensa, y yo la sigo, durante unos 300 metros y hacia el sur, en dirección a la población alicantina de Banyeres de Mariola.
Tomo después un desvío, a mano izquierda, que me lleva hacia el sureste/sur, hasta la Font del Roglar. Algo más de un kilómetro más tarde, en un cruce de caminos, continúo recto, en dirección sur, y me adentro en Banyeres.
Paso por entre las calles de la población… la Plaça dels Plátans, Avinguda dels Furs, Ramón y Cajal, Carrer Laporta, Carrer Serrella, Carrer Sant Josep y Carrer Josualdo Ferrero para enlazar con la GR Camino de la Defensa y entrar de lleno en el Espai Natural del Molí de l’Ombría.
Aquí se impone una parada, ya que en esta zona hay una serie de puntos de interés (el río Vinalopó, el Molí de l’Ombría, la Font del Molí, las pozas, etc…) y un entorno que invita a ello.
Después de un buen rato disfrutando del lugar comienzo el camino de regreso al punto de inicio.
Salgo del área recreativa y siguiendo la GR Camino de la Defensa y la PR-CV 313, hacia el noreste, llego a la carretera CV-795 , camino por ella durante 200 metros, y me incorporo, a mano derecha a la PR-CV 04, una senda que, en un ascenso pronunciado, me lleva al polideportivo municipal.
En el polideportivo hago una parada en su bar, el calor ahora es sofocante, y después de un refresco y unas patatas, vuelvo al camino para llegar al punto de partida.
Una breve entrada por alguna calle de la población para llegar de nuevo a la Plaça del Plátans, el Passeig Font del Cavaller y acceder a la carretera y la pista que, hacia el norte me conduce a la Ermita de Sant Antoni y al coche.
Regreso al hotel.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Han sido cerca de 11’50 kilómetros, con un desnivel de 300 metros, en una caminata absolutamente novedosa, hecha en muy buen tiempo, disfrutándola a tope y con una mañana magnífica.
Hoy me he decidido a efectuar una caminata en la que la máxima dificultad será, sin duda alguna, el calor sofocante. Comienzo bastante temprano y voy provisto de agua, creo que suficiente.
La ruta será la que comienza desde las afueras de la localidad de Lorcha, concretamente cerca de la Fábrica de Papel, la antigua estación de tren y el camino de subida al Castell de Perputxent, donde, en un claro de la pista, aparco el coche y doy inicio a este recorrido.
El itinerario va a ser el mismo de ida como de vuelta y lo voy a hacer, siguiendo el cauce del río Serpis, por la llamada Vía Verde del río homónimo.
Me dirijo hacia el noreste, ahora en la ida en suave descenso, encontrando a mi paso una gran carrasca centenaria, alguna de las casetas del ferrocarril y un acceso, a mano derecha, a la Font de Boteros, con su pequeña y, con estos calores, mermada balsa.
Continúo por la vía y en el kilómetro 2’8 del recorrido se encuentra el túnel, de unos 200 metros de longitud, que me hace pasar por debajo de la Penya dels Coloms.
Al otro lado, y a unos 500 metros, se encuentra el Azud de l’Infern, con su salto de agua, y las ruinas de la Casella de Parres y del Molí de l’Infern.
Hay que resaltar durante toda la caminata los extraordinarios paisajes que rodean al río Serpis.
Reflejar también que la Vía Verde, además de ser el antiguo itinerario del ferrocarril que unía las poblaciones de Alcoy y Gandía, llamado también el Tren dels Anglesos, es en la actualidad una maravillosa ruta senderista/cicloturista, la PR-CV207 y el Camino del Alba.
En el kilómetro 4’8 llego hasta otra nueva caseta del ferrocarril y un antiguo depósito de agua.
Por último, en el kilómetro 5’5 del recorrido, me encuentro con uno de los puentes de la Vía Verde y, al otro lado del Serpis, la Fábrica de la Llum y su pequeña área de descanso. En este lugar, aunque la vía continúa siguiendo al río hacia tierras valencianas, yo hago un stop para el refresco y considero esta parada como el final de mi caminata.
Comienza ahora el regreso al punto de partida. Nada a destacar, vuelvo a pasar por los mismos lugares que en la ida. Sólo que ahora el recorrido es en suave y sinuoso ascenso hacia el suroeste.
Dejo atrás la Fábrica de la Llum, el depósito de agua, la caseta del ferrocarril, la Casella de Parres, el Azud de l’Infern, el túnel y la Font de Boteros, entre algunos puntos de interés. Finalmente, llego a la Fábrica de Papel y al parking donde se encuentra el coche.
Vuelta a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro que sí, sin duda alguna. Han sido algo más de 11 kilómetros, con un desnivel sin relevancia, en un día de máximo calor y unos paisajes extremadamente hermosos.
Para esta primera salida del mes de julio me he decidido por un recorrido sin demasiada dificultad y por unos montes harto conocidos; las sierras de Biar y de Onil.
Me he dirigido hasta el puerto de montaña de Biar y, por la pista que va al Albergue Juvenil del Mas de Fontalbres y sube a las antenas del Reconco, en el claro donde se encuentra el depósito contra incendios, he dejado mi coche para comenzar la caminata de este martes.
La pista forestal que se dirige a Fontalbres coincide con un tramo de la PR-CV55 y con el Camino de Santiago del Sureste.
En el kilómetro 1’3 del recorrido llego al paraje de la Fonteta de Soriano y poco después, unos 200 metros, se encuentra una bifurcación, yo tomo el ramal de la izquierda, abandono la PR y me encamino hacia el Mas de Camarasa.
Cerca de dos kilómetros de pista descendente por el barranco de Fontalbres, y en dirección norte, accedo por senda/trocha, a mano derecha y en ascenso hacia el noreste, por la ladera de la sierra, la zona de Las Umbrías, el Forat Verd y Loma Rasa.
Éste es un interesante recorrido que me lleva, en un último tramo por un amplio cortafuegos, hasta un nuevo depósito contra incendios, en un cruce de sendas, cerca del Alt de la Creu.
Tomo la pista, a mano derecha y en dirección sur, que llanea hasta llegar a una importante intersección; diferentes sendas y pistas que llevan a lugares diversos.
Antes de este cruce hago una parada con el fin de refrescarme, comer alguna fruta e… intentar localizar, como ya he hecho en multitud de ocasiones, los petroglifos que hay en esta parte de la sierra.
Después de quinientas vueltas por los alrededores y dándome ya por vencido…
Sobre una roca, que había pasado desapercibida tantísimas veces, estaban los ansiados petroglifos.
Seguramente puede parecer una tontería pero… me ha hecho una ilusión tremenda.
Vuelvo a la pista, llego al cruce antes mencionado y, con una cara total de gilipollas, sigo el itinerario estipulado.
Me incorporo, a mano derecha y en dirección oeste, a la pista (PR-CV 55) que me lleva de regreso al punto de partida, pasando primeramente, y haciendo un pequeño desvío, por la Font del Xorro.
Vuelvo atrás, me incorporo a la PR, y, siguiendo en dirección oeste, me lleva hasta la Fonteta de Soriano, donde hago una breve parada.
Ahora ya sólo queda volver por el mismo camino de la ida, durante un kilómetros y medio, más o menos, llegar al depósito contra incendios y al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido unos 12 kilómetros, con un desnivel próximo a los 350 metros, hechos en un tiempo correcto y en un gran y luminoso día de verano.
Dentro del término municipal de Alcoy, y entre las montañas de la Sierra de Mariola y la Sierra del Menejador, se extiende el Valle de Polop, dividido administrativamente en Baix y Alt. Es en este último donde realizaré la caminata de este jueves.
Un recorrido por estas tierras de cultivo en las que se encuentran un conjunto de masías, unas más modernas que otras, dándole a esta parte del valle un toque especial.
Dejo el coche junto a la Ermita de San Isidro Labrador, un edificio construido entre los siglos XVII y XVIII para dar servicio religioso a los habitantes de las masías del valle.
Desde este punto doy comienzo la caminata de este jueves, en el sentido de las agujas del reloj, pasando por algunas de las principales edificaciones; algunas de ellas con varios siglos de antigüedad, incluso con su propia ermita.
AL FONDO, EL MASET NOUMAS DE LA CORDETA ERMITA SANT JAUME
En mi recorrido diviso el Maset Nou, más adelante, y algo más alejado, el Mas de la Cordeta y su Ermita de Sant Jaume. Ahora paso junto al Mas de l’Alquerieta y el el Mas de l’Alquería Vella.
MAS DE L’ALQUERIETAMAS DE L’ALQUERÍA VELLA
Llego a un cruce de caminos, tomo el de la izquierda, sigo en dirección oeste/suroeste, y a mano derecha tengo el Mas de l’Alquería Nova y el de Servereta de Baix, a mi izquierda, algo más alejado, el Mas Torre Redona.
MAS DE L’ALQUERÍA NOVAMAS DE SERVERETA DE BAIXMAS TORRE REDONAMAS SERVERETA DE DALTMAS EL CHOCOLATERO
El camino me lleva hasta el Mas El Chocolatero y, desde aquí, el camino/pista cambia ligeramente de dirección, ahora voy hacia el noroeste/noreste para llegar a las ruinas del Mas del Fondo de Baix.
MAS DEL FONDO DE BAIX (RUINAS)MAS DEL FONDO DE DALT
Cien metros después, y teniendo el Mas del Fondo de Dalt enfrente, hago un cambio total de dirección; ahora me dirijo al norte para pasar por la misma puerta del Mas de la Ferrera y alcanzar la carretera CV-803, la que une Onil con Banyeres.
MAS DE LA FERRERAAL FONDO, MAS DEL ALTET DE SANT VICENT
Tan solo 100 metros de asfalto y un nuevo cambio de sentido; ahora me dirijo hacia el noreste/este, teniendo al fondo, a lo lejos, el Mas de l’Altet de Sant Vicent.
MAS DE LA MENORA VELLA
Accedo al Mas de la Menora Vella o de Baix y vuelve a haber un cambio de dirección; ahora camino hacia el sureste durante unos 300 metros para volver al noreste y encontrarme con el Mas de la Menora Nova o de Dalt y su Font de la Menora. Esta es la parte más elevada del recorrido (990 ms.n.m.).
MAS DE LA MENORA NOVAFONT DE LA MENORAMAS DE LA MENORA NOVA
En este lugar comienza el regreso al punto de partida. Hacia el noreste primero y el sureste después, paso por las ruinas de un horno de cal y, más adelante, por el Mas de Don Pedro y su Ermita de San Roque, llegando, unos 700 metros después, al cruce de caminos del comienzo de la ruta.
HORNO DE CALERMITA DE SAN ROQUEMAS DE DON PEDROERMITA DE POLOP
Ahora tomo la pista de mi derecha, el llamado Camino del Chocolatero, llego a la carretera CV-795 y su intersección con la CV-801, que une las poblaciones de Banyeres de Mariola-Ibi-Alcoy, y poco después llego hasta la Ermita de Polop o de San Isidro, lugar donde se encuentra mi coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente recomendable. Es una ruta bastante cómoda, de algo más de 12 kilómetros, con un desnivel de 220 metros, hechos en un tiempo más que aceptable, por una zona con mucho encanto y en un día estupendo.
Hoy, otro día más de caminata. En esta ocasión me dirijo hasta la población de Banyeres para realizar un recorrido por la zona suroeste del Parque Natural Sierra de Mariola y visitar algunos de los puntos de interés de esta gran e importante serranía.
A las afueras de esta localidad alicantina, en el noreste, junto al polideportivo municipal, comienzo esta ruta, que me va a llevar, casi en un 95%, por el término valenciano de Bocairent.
Tomo la pista que me conduce hasta otra, más importante, el llamado Camí Vell de Banyeres o Camí de Mariola, coincidente con la PR-CV4, y que me llevará, por el noreste, entre hermosos pinares y fincas rurales, hasta la carretera CV-794.
Aquí, un cruce de sendas significativo, hago un cambio de dirección, tomando la pista, ahora hacia el sureste, el llamado Camí de Reiner, que me acerca hasta el Mas y la Font homónimas.
Un breve descanso en esta finca y sigo con el itinerario marcado.
Ahora un nuevo cambio de dirección, me dirijo por camino hacia el suroeste para llegar al Azagador de la Font Freda y enlazar, después, con el Camí de les Aguilelles.
Aquí se encuentran dos edificaciones muy emblemáticas en la zona, el Mas de la Aguilella y el Mas dels Combregants, con su ermita de la Concepción, al frente de unas fincas muy cuidadas.
Continúo hacia el suroeste y, en un punto determinado, tomo un desvío, por trocha, que asciende al cerro donde se encuentra el Castell del Vinalopó.
Ésta es una construcción morisca, ahora en ruinas, que data de los siglos XII y XIII y que entre sus funciones estaba la vigilancia, la protección de los habitantes de las alquerías vecinas ante cualquier ataque y como depósito, mediante un aljibe, de agua de lluvia.
Desciendo el cerro, por la cara oeste, y aquí se encuentra el Mas de les Torretes y las Casetes de Blanes.
El río Vinalopó ya está cerca y me dirijo, por senda, hacia la Font de la Coveta. Ésta fuente se indica como el nacimiento del río por ser la que más caudal aporta, aunque el Vinalopó recibe agua de varias fuentes, pozas y acuíferos, cauce arriba, más al noreste, y se determina como el Rincón de Bodí, el lugar inicial del río.
Sigo el curso de las aguas, ahora hacia el sur, hasta llegar a las ruinas de la Fábrica de Blanes.
La antigua fábrica de papel de Blanes funcionó entre 1781 y 1943, aunque con anterioridad hay indicios desde el siglo XV de la existencia de un batán textil en este lugar. En el siglo XVII se puso en marcha un molino harinero y en la segunda mitad del siglo XX, una «borrera». El complejo industrial forma parte del monte de utilidad pública denominado Mas de Galbis, perteneciente a la Generalitat. En su día, el Servicio de Gestión de Espacios naturales protegidos encargó un informe para la declaración de estado ruinoso de la fábrica y un proyecto para la demolición de la misma (algo que aún sigue pendiente).
Aquí abandono el Vinalopó y cambio de dirección, ahora camino hacia el oeste, paso por los restos de un antiguo Molino de Agua, tomo la pista Camí de la Font y, en acusado ascenso, llego a la entrada de Banyeres, donde se encuentra mi coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido cerca de 14 kilómetros, con un desnivel de unos 240 metros, hechos en un tiempo más que aceptable y en una mañana luminosa y agradable.
Para este segundo martes de junio, el grupo, formado por Pedro, Jesús, Raúl, Reme y yo, ha decidido hacer una caminata por los alrededores del Embalse de Tibi.
Ante el riesgo de tormentas, más o menos intensas, hemos elegido una pequeña ruta, cercana y, aparentemente, nada complicada recorriendo el entorno del pantano.
Hemos dejado el coche en el parking que hay en la carretera de acceso al embalse, justo antes de la valla de entrada.
Aquí, en lugar de seguir por el asfalto para iniciar el recorrido, hemos tomado una senda que, rodeando, por la cara norte, el monte llamado ‘La Cresta’, nos lleva, con alguna dificultad y trepada, hasta las ruinas de la Caseta del Pantanero.
Al llegar a la Caseta del Pantanero ya nos encontramos en la parte alta de la presa y, desde este punto, se puede observar la magnitud de esta obra de ingeniería.
Después de un buen rato admirando las panorámicas tomamos el camino de descenso a la base de la presa.
El embalse.
Se encuentra situado sobre el río Monnegre, en el término municipal de Tibi. En su época (siglo XVI) fue la presa más importante de Europa y de todo el mundo conocido por su altura de más de cuarenta metros, que no se superó hasta la construcción de las grandes presas del periodo ilustrado. Sus obras comenzaron en 1580 dirigidas por Juan Bautista Antonelli y su sobrino Cristóbal de Roda Antonelli por mandato del rey Felipe II en el cauce del río Monnegre. Es el segundo más antiguo en funcionamiento después del embalse de Almansa (Albacete).
En el descenso encontramos un par de hornos de cal y los puentes que cruzan el cauce del río.
Uno de ellos, con una columna y una inscripción que alude al rey Carlo IV.
Cruzamos el segundo puente y llegamos a la Ermita Divina Pastora.
La senda continúa hasta la misma base de la presa pero el acceso está prohibido, así que… hasta aquí llega nuestra caminata.
Deshacemos lo caminado, llegamos a la carretera que nos lleva hasta la barrera de entrada y al coche.
Ahora ya, cada mochuelo a su olivo.
Valoración: 3***
Recomendable: Siempre, aunque haya sido una ruta muy corta. Han sido cerca de los 5 kilómetros, con un desnivel de unos 200 metros (aprox.), una primera parte con cierta dificultad, el resto muchísima menos, hechos sin prisa, en un día plomizo y una compañía dorada.
En este primer jueves del mes me he decidido por una caminata desde las afueras de la población de Ibi, municipio de la comarca de l’Alcoiá y dentro de la subcomarca de la Foia de Castalla. Concretamente he dejado el vehículo en un lateral de la Avenida Joaquín Vilanova, CV-801, y, desde este punto, he iniciado mi recorrido.
Comienzo ascendiendo por el asfalto del Camino de la Solana del Barranco de les Rabosses, entre grandes casas y campos de cultivo, hasta incorporarme a la senda, PR-CV26, que, en fuerte subida hacia el noreste/norte/noreste, me lleva al Mas del Canyo, entrando de lleno en el Parque Natural del Carrascal de la Font Roja.
Termina esta tremenda subida 600 metros más al noreste para llegar al Pou de Neu del Canyo, una espectacular cava de nieve; una de las más bellas que hay en esta sierra.
Deshago mis pasos, desciendo hasta llegar, nuevamente, al Mas del Canyo y comienzo el regreso al punto de partida; aunque ahora lo haré por senda (PR-CV127), caminando, hacia el este, por la llamada Foia de la Fábrica y pasando por el Mas de Foiaderes y sus campos de cultivo.
Sigo hacia el este, descendiendo con más o menos desnivel, hasta llegar a una nueva construcción (en ruinas), el Mas de Foiaderetes, situada junto a un importante cruce de caminos.
En el mismo sentido el camino se torna pista y me lleva zigzagueando, 1600 metros después, hasta la entrada al llamado Barranco de los Molinos; en este punto hay un cambio de dirección, ahora el camino toma la orientación sur.
El paso por el barranco es ya el último tramo de la caminata. Ésta es una depresión donde hay algunas fuentes, como la Font de Santa María, convirtiendo el lugar en un frondoso paseo, con una hermosa área de recreo, con acequias donde el agua tiene un importante protagonismo, con algunas fincas, muchas de ellas son antiguos molinos… el Molí de la Penya, el Molí de la Tía Roseta, el Molí de la Lapissera, etc…
La caminata por esta espectacular rambla termina en la carretera CV-801 y un kilómetro después, por asfalto y hacia el este, llego al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Alguien podría dudarlo, claro que sí. Han sido algo más de 13 kilómetros, con un desnivel superior a 540 metros, hechos en un tiempo más que correcto y en una mañana luminosa y calurosa.
Para realizar la última caminata del mes, he elegido una ruta que llevaba un tiempo sin hacer. Me he dirigido a las afueras de la población de Petrer, concretamente a las proximidades del polígono industrial de Les Pedreres. En el parking que hay en la Rambla de la Arconal he estacionado el coche y, desde este punto, ha comenzado mi recorrido.
La mañana ya presagia que hoy va a ser un día de calor máximo.
Nada más comenzar tengo frente a mi uno de los puntos de interés del trayecto, el Arenal de l’Almorxó.
La senda, en dirección norte, me lleva a recorrer, entre pinos, los diferentes espacios de dunas del entorno, hasta llegar a la carretera que lleva a la pedanía de las Casas de Caprala.
Unos 600 metros caminando junto al asfalto para tomar una senda, a mano derecha y hacia el noreste, que me acerca hasta el caserio de Caprala.
Ahora sigo en la misma dirección, por pista, coincidente en un tramo con la GR7, para al Estret de Caprala y, cambiando de sentido, ahora hacia el sur, entrar en el espacio natural de L’Avaiol.
L’Avaiol se encuentra situado en un pequeño valle que da nombre al Espacio, totalmente rodeado de montañas, creando un paisaje de gran belleza, con desniveles que van desde los 650 m en lo más profundo del valle hasta más de 900 m en las cumbres.
Este es el primer espacio natural adaptado integralmente de la provincia y de la Comunidad Valenciana. Su desarrollo responde al objetivo de acercar la naturaleza a todos, creando un espacio sin barreras, en que pueda realizarse también una labor educativa y desarrollar terapias que mejoren la calidad de vida de las personas discapacitadas, todo ello en un entorno único, bien conservado y de enorme valor ambiental y paisajístico.
Unos momentos de relax, aprovechando el tiempo para beber, comer algo y disfrutar de este maravilloso entorno.
Comienzo ahora el retorno al punto de partida. Deshago mis pasos hasta casi la entrada a las Casas de Caprala. En este punto tomo una senda que recorre la Umbría de Marcos, en dirección sur/suroeste, y que me acerca hasta el Campamento de Caprala, otro hermoso espacio con albergue, zonas recreativas y todo tipo de infraestructuras para disfrutar de la naturaleza.
Dejo atrás el campamento y sigo en dirección sur/suroeste, por sendas, hasta conectar con la pista (GR7) que me conduce directamente hasta el Arenal del Almorxó y al parking donde se encuentra mi vehiculo.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto, muy recomendable. Han sido unos 12 kilómetros, con un desnivel de 250 metros, hechos en un tiempo más que aceptable y en una mañana muy agradable, aunque calurosa.
Hoy, Jesús y yo, nos hemos dirigido al término de Pinoso, municipio de la comarca del Vinalopó Mitjá, concretamente a las proximidades de la pedanía de Les Enzebres.
Muy cerca de esta localidad se encuentra la Zona Recreativa y Aula de la Naturaleza de Monte Coto, en la Sierra de la Taja, lugar en el que hemos dejado el auto para comenzar una caminata por estos parajes.
A unos 300 metros, hacia el oeste y por asfalto, tomamos una senda/pista, a mano derecha, que sube por la sierra, en dirección norte, pasando por un gran caserón en ruinas. Encontramos, en el kilómetro 1’3, una bifurcación. Optamos por el ramal de la derecha que nos dirige, en ascenso y hacia el este/sureste, por lo alto de la serranía.
Varios son los puntos elevados que encontramos en este camino, el Alto del Cargador (871m), el Alt de la Cova dels Ninyos (878m) y El Clot (910m), entre otros.
Llegamos ahora a un cruce de sendas (km. 3’4). Nosotros seguimos de forma ascendente en línea recta, en dirección sur primero y este después, para llegar al Alto Cordal Monte Coto (989m).
En este punto el ascenso se suaviza y comienza una senda menos exigente, hacia el sur/suroeste, por la zona de La Quitranera, hasta el kilómetro 7’5 de nuestra caminata.
En esta parte del camino nos encontramos con una bifurcación de sendas/trochas. Nos dirigimos, por la izquierda y en sentido suroeste, a la cima principal de la sierra, el vértice geodésico Algarejo (1043 msnm).
Un rato para el refresco, el disfrute de las panorámicas y las fotos de rigor… así como, por la fecha que es, tener, ante tanta inmensa belleza, un recuerdo a la memoria de mi padre, que hoy es el aniversario de su muerte.
Comienza ahora el regreso al punto de partida. Desandamos los brutales 700 metros que nos llevaron hasta la cumbre, nos encontramos con la bifurcación y ahora elegimos la senda de la derecha, la que nos lleva, en un exigente descenso y en dirección noroeste/norte/noroeste, por el Barranc de Caseta.
Llegamos finalmente, por pista, hasta el Área Recreativa y Aula de la Naturaleza del Monte Coto. Aquí, en la zona, hay un cruce de pistas. Podríamos acceder, hacía el sur, la que nos conduce a la Cantera Observatorio de Aves y la Cantera Teatro (lugar habilitado para ofrecer conciertos) pero, por la hora y el cansancio, desistimos y nos dirigimos directamente al parking y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente; el monte, la sierra, el campo, etc… es recomendable siempre. Han sido, entre unas cosas y otras, cercanos los 14 kilómetros, con un desnivel de unos 500 metros, hechos en un día estupendo y en muy buena compañía.
Hoy, ha sido pensado y hecho, me he dirigido, como el viernes pasado, a la Replana del Pino, en la carretera que va al Xorret de Catí, y desde aquí he comenzado la inesperada caminata de este jueves.
He tomado la pista que, en dirección este/sureste y a media altura de la Sierra del Carrascalet, me lleva a la Hoya de Planisses; la intención no es otra que la de realizar una ruta circular por la zona y visitar algunos de los puntos de interés de la misma.
A los 1200 metros de mi recorrido, la pista cambia de dirección, ahora camino en dirección sur, de manera ascendente, suave en ocasiones, más exigente en otras, hasta llegar a la bifurcación, en el mismo borde de la sierra (1200 msnm).
Las vistas, desde la cara sur, de las montañas del alrededor, así como del litoral alicantino son especialmente alucinantes.
En este cruce de pistas, tomo la de la derecha que me acerca un poco más arriba al Alt de Guisop (1232m), ofreciendo, desde esta otra atalaya, unas panorámicas estupendas.
Comienzo ahora el regreso al punto de partida. Deshago mis pasos hasta llegar al kilómetro 6 de mi recorrido. En este lugar tomo una trocha, a mano derecha, que me lleva, en descenso y hacia el este, hasta la Hoya de Planisses.
Aquí, las pistas y las sendas me acercan hasta el Pou de Neu homónimo y, siguiendo la pista hacia el norte, llegar a las Casas de Planisses.
Dejo atrás estos dos caserones en ruinas y, por pista primero (PR-CV85), por trocha después, en dirección noroeste, llegar a conectar con la primera de las pistas, la del comienzo, la que circula a media altura de la Sierra del Carrascalet.
Esta última pista, durante 1200 metros, me da acceso al lugar donde se encuentra mi coche, la Replana del Pino.
Vuelvo a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Han sido cerca de 11 kilómetros, con un desnivel de unos 340 metros, en una mañana estupenda y luminosa.
En un tramo de la conocida GR7, a unos 500 metros, hacia el norte, de la Font de Mariola, en plena Sierra homónima, dejo el auto y comienzo la caminata de este martes de mayo.
A escasos metros del aparcamiento, en una bifurcación, tomo la opción de la izquierda, dejando atrás la GR7, y me adentro, ahora en dirección norte/noroeste, por la pista que me va a llevar de forma ascendente hasta la Cova Bolumini.
Cova Bolumini es una sorprendente gruta ubicada en la cara norte del Parque Natural de la sierra de Mariola, en el término de Alfafara, al norte de la provincia de Alicante y lindando con la población vecina de Bocairent (Valencia). En ella se produjeron diferentes hallazgos, como algunos enterramientos humanos con sus respectivos ajuares, pertenecientes a la Edad del Cobre (Hace 5000 años).
Entre estos restos arqueológicos, destaca un ídolo oculado tallado en hueso (de oveja o de cabra) que, en sus días, habría sido un amuleto utilizado para diferentes fines.
También se han encontrado restos posteriores al Calcolítico (Edad del Cobre) y que se remontan, al menos, al Bronce Final. De tal época son numerosos fragmentos de cerámica decorada, los cuales se exponen actualmente en el Museo Arqueológico Municipal Camilo Visedo de Alcoy.
Después de visitar la espectacular cueva/abrigo y de admirar las hermosas vistas que, desde ella, se contemplan, continúo mi camino…
Me dirijo ahora, por pista y senda, en dirección noreste, para llegar a varios puntos de interés de esta zona de la sierra. En primer lugar accedo a la Roca dels Taulellets, seguidamente, a la Cava del Portín y, unos 200 metros después, al vértice geodésico Portín (1087 msnm).
Aquí, aparte de la fotos de rigor, aprovecho para hacer una primera parada, beber y comer alguna fruta.
Sigo en la misma dirección, noreste, y a unos 900 metros, por senda/trocha y en ascenso, llego hasta otro de los pozos de nieve importantes en esta serranía, la impresionante Cava de Don Miguel.
La Cava de Don Miguel, del siglo XVIII, está situada en la confluencia de los términos de Bocairent, Alfafara y Agres, a 1050 m.s.n.m.
Su aspecto externo se caracteriza por los contrafuertes que fue necesario construir para elevar la altitud del depósito. El interior de la planta es circular, revestido de mampostería de gran tamaño y con mortero. En las zonas inferiores se observa la roca tallada con señales de las perforaciones de barrenado. Tiene un diámetro de 14’50 metros y una altura de 10’20 metros. La cava posee tres bocas de acceso situadas a diferentes niveles. Dos de las puertas son de arco deprimido convexo y la del nivel medio con dintel plano formado por una sola pieza. El techo es abovedado.
El camino me lleva en ascenso a bordear la Penya del Rellotge, pasar por el Pou/Caseta de Don Ignasi y, ahora ya por pista y hacia el este, un kilómetros después, llegar a la Cava de Joan Despuig.
Continúa todavía la subida y, durante 1’7 kilómetros, paso por la pequeña Cava del Buitre y el Recingle para llegar hasta otro de los pozos de nieve más hermosos de la provincia, La Cava Gran o Cava Arquejada.
Este pozo de nieve o nevero es, sin ninguna duda, el emblema del Parque Natural de la Sierra Mariola. Se sitúa en pleno parque natural dentro del término municipal de Agres y data del siglo XV. Es uno de los más grandes y es el que tiene mejor estado de conservación. Además, es el primer museo al aire libre en la Provincia y su entrada es libre. Tiene unas dimensiones de 14’90 m. de diámetro, 12 m. de profundidad, 1960 m3 de capacidad y se mantuvo su uso hasta 1906.
Lugar perfecto para efectuar otro receso, beber, comer algo y disfrutar del entorno, ante la mirada pétrea del cercano Montcabrer.
Comienzo ahora el retorno al punto de partida. Tomo la pista que, en dirección suroeste/sur, enlaza con el Camí del Portell y con la GR7, a la altura del Mas de la Foia Ampla.
Sigo en la GR7, hacia el oeste, en descenso y durante 2 kilómetros, hasta llegar a la Font del Mas dels Arbres.
Después de 1’5 kilómetro, aproximadamente, en dirección suroeste, llego a la zona donde se encuentra mi coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Absolutamente aconsejable. Han sido algo más de 16 kilómetros, con un desnivel cercano a los 580 metros, con muchos puntos de interés, destacando la Cova y las Cavas del camino.
Hoy concluye esta ‘full week’ y termina con una caminata, no demasiado exigente y bastante cercana, que me lleva hasta la Replana del Pino, en un claro de la carretera que une las poblaciones de Castalla y Petrer, donde dejo aparcado mi coche e inicio esta última ruta de la semana.
Unos 300 metros de asfalto, en dirección sur y ascendiendo, hasta llegar al Collado del Portell.
Aquí tomo la senda, a mano derecha, que sube directamente, en dirección oeste y sin anestesia ( ), hasta la cima del Despeñador.
En este lugar, Sierra del Flare, es donde se encuentra el vértice geodésico, Despeñador (1261 msnm), y donde hago una parada, unos minutos para beber, comer alguna fruta y admirar la increíbles panorámicas de los alrededores.
Ante mi se encuentra la fabulosa Hoya de Castalla, las sierras del Maigmó, de Castalla, del Reconco, de Onil, de la Carrasqueta, entre otras muchas…
Doy comienzo el regreso y lo hago hacia el noroeste, por la pista/camino, bastante pedregosa, que desciende por la ladera de la Sierra del Flare y la rodea, coincidiendo con la PR-CV141.
Dos kilómetros después, en una bifurcación, cambio la dirección de la ruta, tomo la pista de la derecha, sigo descendiendo y rodeando la sierra, ahora en dirección sureste e incorporándome a un tramo de la PR-CV85.
Llego a la carretera, la del comienzo de la caminata, y un kilómetro después (aprox.), hacia el sur, en ascenso y por asfalto llego a la Replana del Pino y al auto.
Aquí termina esta ‘full week’ y regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Alguien puede ponerlo en duda? Por supuesto que sí. Este día sólo han sido, entre unas cosas y otras, algo más de 7 kilómetros, con un desnivel de 289 metros (concentrados, principalmente, en los primeros 1800 metros y en los últimos 700) , hechos en un tiempo aceptable y con un día maravilloso.
La caminata elegida para esta cuarta jornada de la semana me ha llevado hasta las proximidades de la población de Biar, más concretamente hasta la ermita de los Santos de la Piedra, donde he dejado aparcado el vehículo.
El pequeño templo se encuentra situado al norte de Biar, entre las faldas del castillo y el barranco del Derramador y la Solana de la Campaneta. Sobre una replana, con una zona recreativa que lo rodea, fue construido en el siglo XIII y está dedicado a los primeros mártires del cristianismo, San Abdón y San Senén.
Desde aquí comienzo la ruta de este jueves. Me dirijo por la pista de la Solana de la Campaneta, dirección noreste y en ascenso, y me adentro por la zona suroeste de la Sierra de Fontanella.
El camino me lleva, después de unos 3’3 kilómetros, hasta la Cova Negra.
La cueva es un gran abrigo, abierto en la roca y utilizado como corral y refugio de pastores.
Unos minutos en este hermoso rincón, contemplando las panorámicas que ofrece esta atalaya y continúo mi recorrido.
Ahora la senda desciende por la ladera de la sierra, hacia el sureste, y me conecta con una gran pista, la PR-CV35, que me llevará, sin demasiadas complicaciones, en dirección suroeste, hasta las proximidades de Biar, pasando antes por las casas de Segura y La Campaneta.
Después de la segunda casa, en una bifurcación, abandono la PR y tomo una senda, a mano derecha, que me hace pasar por la entrada a las Lomas de la Jara, un gran campamento y área recreativa famosa en la zona.
También el camino me acerca al Mas dels Molins y la Casa de Lluisianos, hago un giro hacia el noroeste y me incorporo a la pista del inicio de la ruta, llegando así a la Ermita de los Santos de la Piedra y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Naturalmente que sí. No ha sido una ruta excesivamente complicada. Han sido 9 kilómetros, con un desnivel de unos 280 metros, hechos en un tiempo más que correcto y con una mañana estupenda.
Hoy, tercera caminata en esta semana, he optado por hacer una ruta no demasiado complicada y bastante cercana.
Me dirijo, por la carretera CV-837, al paraje del Hotel de Xorret de Catí, lugar donde aparco el coche e inicio la caminata de este estupendo miércoles.
La zona de Catí está llena de pistas, sendas y caminos… y ofrece múltiples posibilidades y variantes.
Yo me encamino, por senda, hasta la zona de la Casa de la Administración (ahora es sólo un solar vacío). En ella se encuentra un hermoso castaño de indias y el pozo de nieve.
Elijo ahora el sendero que sube a la ermita y, antes de llegar a ella, tomo la pista que recorre de este a oeste el pequeño monte.
Llego a la torre de vigilancia forestal, lugar en el que puedo admirar la hermosura de todo el valle de Catí y las sierras que lo rodean.
En el kilómetro 3 de mi recorrido tomo un desvío, a mano izquierda, que me hace descender por la ladera sur del monte hasta llegar al Collado de Amorós.
Aquí hago una breve pausa para beber, comer algo y disfrutar del entorno.
Toda la zona tiene multitud de sendas oficiales (PR-CV 29/30/32/33/34/142/143, entre otras) y es muy fácil hacer rutas de todo tipo.
Después del pequeño descanso vuelvo a subir a lo alto de la serranía, esta vez por otra de sus pistas.
Conecto, en lo alto, con la pista que me vuelve a llevar, en dirección este, a la caseta de vigilancia forestal y, más allá, a la Ermita de la Purísima.
En todo el recorrido me encuentro rodeado por sierras conocidas y emblemáticas, como el Maigmó, el Cid, el Flare, Els Castellarets, entre otras.
Inicio ahora el camino de regreso al punto de inicio. Tomo, desde el cruce de sendas de La Ferrería, la pista que, en dirección norte, me lleva hasta la zona del Hotel de Xorret de Catí, su área recreativa y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto, muy recomendable. Ha sido una caminata corta pero muy hermosa. Han sido cercano a los 9 kilómetros, con un desnivel cercano a los 200 metros y hecho todo en un día maravilloso. Quizá sea, de todas las rutas preparadas para esta semana, la más sencilla pero… no por ello menos bonita.
Hoy, día de caminata en grupo. Jesús, Óscar y yo nos hemos acercado hasta los alrededores de la población de Ibi, más concretamente a las afueras del polígono industrial l’Alfaç.
Frente a la autovía A7, en un claro de una de sus vías de servicio, dejamos el coche y comenzamos la caminata de este martes que nos llevará hasta la Sierra del Quartell, por su ladera suroeste, y visitar su vértice geodésico, además de otros puntos de interés.
Caminamos durante 1 kilómetros por senda, en paralelo a la vía de servicio y la autovía, en dirección noreste, hasta tomar, por la derecha, la pista del barranco del Pla de Sempere, ahora hacia el sureste, que nos lleva hasta el Mas del Pla de Sempere; un gran caserón, semi abandonado, prueba del señorío de otras épocas.
Dejamos la masía, rodeada de tierras de cultivo todavía en explotación, y la pista se torna senda que se adentra en la sierra del Quartell.
Comienza ahora un ascenso por entre zona de pinos y carrascas, pasando por un barranco y alguna caseta de cazadores, hasta llegar al Collado Roch (933 metros)
Desde el collado, un último tramo de subida, unos 700 metros, para llegar al vértice de esta sierra, Quartell (1037 msnm)
Desandamos nuestros pasos, volvemos al collado y tomamos una senda/trocha, descendente, en sentido sur/sureste, en la zona del Racó de la Maciana, siguiendo el barranco de Argamells.
Seguimos esta rambla durante unos 700 metros para tomar un camino ascendente, a mano derecha, que nos incorpora a una nueva pista/senda, ahora descendente, hacia el noreste, que nos conecta con el barranco de Daroca, pasando por una caseta de labranza/cazadores.
Continuamos por la pista (asalfo/cemento), Camí de Daroqueta, en paralelo al barranco de Daroca, ahora nos encontramos en nuestro paso con más casas de campo y algún que otro chalé.
Llegamos a la CV-798, la que conecta Ibi con Tibi, y tras unos 100 metros de carretera, en dirección sur, tomamos una senda, a mano derecha, hacia el este y en dirección a la población de Ibi.
Pasamos el barranco de Ibi y llegamos a una bifurcación. Antes de dirigirnos al coche, por el camino de la derecha, tomamos la opción de la izquierda que nos conduce a otro de los puntos de gran interés en esta caminata; el Paraje Natural de la Font Negra.
Éste se trata de una pequeña área de recreo, muy cercana a la población de Ibi, con su arboleda, sus bancos, sus mesas y la fuente homónima, donde, sorprendentemente, corre el agua y a su paso forma pozas y un bonito salto de agua.
Después de unos minutos disfrutando de esta pequeña joya, deshacemos nuestros pasos, volvemos a la bifurcación que nos llevó hasta el paraje y, pocos metros después, llegamos al coche.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto, ha sido una jornada novedosa e interesante. Han sido cerca de 14 kilómetros, con un desnivel algo superior a los 400 metros, en un tiempo más que aceptable, con un día muy agradable y una gran compañía.
Lunes de una semana especial, espero que se vaya comprobando a medida que pasen los días.
Para hoy la caminata elegida se desarrolla desde el puerto de montaña de la Carrasqueta y, partiendo del Mas de Sant Ignasi, lugar donde dejo aparcado el vehículo, comienza la ruta de esta mañana.
Tomo, en dirección este/sureste, la pista, Camí de Vivens, que lleva a la gran hoya de estos parajes, pasando por el Maset de Brossa, la Casa de Miralles y el Mas de Don Francisco.
Continúo por el Camí de Vivens, hacia el este, pasando por el Puntal de los Quemados y, a los 400 metros, hago un cambio de dirección, tomo la pequeña senda, a mano derecha, que se adentra en el pinar y me lleva a la cara norte de esta sierra, la del Quartell.
Ahora, ya en la zona de la umbría, me incorporo a la pista que, hacia el noreste y en ascenso, me conduce hasta el refugio de montaña de Esbarzerets.
Dejo el edificio, paso de largo y sigo en el camino, y en la misma dirección, hasta llegar, después de 600 metros y un pequeño desvío hacia la izquierda, al vértice geodésico de esta otra sierra, Carrasqueta (1205 m)
Deshago mis pasos, vuelvo al refugio y… ahora sí, hago un receso para beber, comer algo y disfrutar del lugar y sus paisajes.
Comienzo el itinerario de regreso al punto de partida.
A unos 200 del refugio, hacia el sur, tomo una senda en descenso, el Camí Vell de la Torre de les Maçanes, coincidente también con un tramo del Camino de Santiago del Sureste, y que me acerca hasta la pista que tomé en un principio de la ruta, el Camí de Vivens.
Esta pista me lleva directamente hasta el Mas de Sant Ignasi.
Antes de volver al coche, me doy un ‘volteo’ por el alrededor de esta masía para contemplar su aljibe, su corral y su pozo de nieve.
Ahora ya sí, vuelvo al vehículo y…
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Han sido algo más de 11 kilómetros, 300 metros de desnivel, en una mañana estupenda y hecho todo en un tiempo más que correcto.
En este luminoso jueves de mayo me dirijo hasta el puerto de montaña de Confrides para realizar una ruta, no demasiado complicada, ida y vuelta por el mismo camino, que me hará recorrer parte de la ladera suroeste de la gran Sierra de la Serrella y llegar a uno de los dos vértices geodésicos de este estupendo macizo montañoso.
La sierra de la Serrella.
Se encuentra al norte de la provincia de Alicante y se extiende sobre los términos de Beniardá, Confrides, Castell de Castells, Benasau, Cuatretondeta, Facheca y Famorca durante un longitud aproximada de 15 km.
Su posición este-oeste con una naturaleza accidentada hace de barrera entre comarcas, teniendo por el sur a la Marina Baja y por el norte al Condado de Cocentaina y a la Marina Alta.
En ella podemos encontrar cuatro picos por encima de los 1.300 metros de altitud: la Hiedra (1.359 m), la Serrella (1359 m), el Plá de la Casa (1.379 m), y la Mallada del Llop (1.354 m).
Como ya he comentado, dejo el coche en el margen derecho de la CV-70, en el kilómetro 19, en pleno puerto de montaña.
Al otro lado del asfalto se encuentra una pista, Camino de Serrella, que se adentra de manera ascendente y en dirección suroeste primero, noroeste después, para llegar hasta un collado y confluencia de pistas, el Cruce de Benasau a Cuatretondeta.
En este punto, una pequeña parada con el fin de retomar el aliento y disfrutar de las maravillosas vistas de los alrededores.
Después del breve descanso continúo en ascenso por la pista Camino de Serrella, ahora en dirección noreste, durante 1’6 kilómetros hasta llegar a otro importante cruce de sendas, el Collado de la Caseta del Retor, donde se encuentra un depósito contra incendios y la senda/camino que conduce a la población de Cuatretondeta, en la ladera norte de la sierra.
Siguiendo la pista ascendente, ahora en dirección este durante 500 metros y hacia el norte unos 400 metros, llego a la zona llamada del Bancal del Clot. En este lugar hay abundante vegetación y un hermoso pinar, además del cruce de senderos, por la derecha se llega al pico de La Hiedra, con sus 1359 metros y tomando la senda de la izquierda, que es la que yo voy a tomar, se accede al vértice geodésico La Serrella, también con 1359 metros.
Unos 800 metros después, hacia el oeste, llego a la cumbre donde se encuentra uno de los dos vértices de la sierra, junto a una caseta de vigilancia forestal.
Desde aquí las panorámicas, tanto de la vertiente norte como las del sur, son realmente brutales; a mis pies tengo una parte importante de la provincia de Alicante.
El momento pide a gritos un buen rato de charla con Andrea, la vigilante forestal, una chavala super amable, que no dudó en hacerme las fotos junto al vértice… Muchas gracias por todo, ha sido un placer conocerte!!!
Y una vez que se han recargado las pilas, comienzo el retorno… Ahora todo es más sencillo, sólo hay que desandar lo caminado, es un descenso que me lleva, nuevamente, a pasar por los mismos puntos que en la subida, sin más complicación.
Fueron algo más de 5 kilómetros hasta la cima, ahora son los mismos hasta el puerto de montaña de Confrides.
Realizado el recorrido, disfrutando con calma de las hermosas vistas, llego al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido cerca de 11 kilómetros, con un desnivel próximo a los 475 metros, hechos en muy buen tiempo y en una mañana espléndida.
Desde nuestro punto de encuentro, Raúl, Pedro, Óscar, Jesús y yo, nos hemos dirigido a los alrededores de la ciudad de Alcoy, concretamente, y por la carretera CV-796, hasta la zona de la Font dels Patos.
En la partida del Barxell se encuentra el lavadero de la Font dels Patos, así como el conocido restaurante homónimo. En este punto, y en un claro frente a la carretera, hemos aparcado los vehículos y hemos comenzado nuestra caminata.
Nos dirigimos hacia el este, en paralelo al asfalto, por donde,… oh cielos!!!, se encuentra ‘casualmente’ un tramo de la GR7.
Caminamos siguiendo el curso del río Barxell o Riquer, pasamos por algún molino de la zona, como el Molí del Quicalo, y a la altura del Molí de Paia dejamos la GR7, cambiamos de dirección, ahora vamos hacia el sureste, y nos acercamos, en paralelo al asfalto, a las Casas del Salt.
A la entrada de las casas tomamos la senda que cruza el cauce (ahora seco) del río hasta llegar al mirador del Salt, pasando primero por la cueva/abrigo que hay en la ladera norte de la serranía.
Aquí, desde esta magnífica atalaya, podríamos disfrutar del salto de agua, que ofrece el río Barxell cuando hay abundantes lluvias, pero lo que sí tenemos son unas espléndidas vistas de la ciudad y de la Foia d’Alcoi.
Ahora seguimos la senda, la llamada Camí del Salt al Racó, en dirección suroeste, que nos acercará, en suave descenso, hasta la zona recreativa del Racó de Sant Bonaventura.
En este espacio de descanso encontramos una serie de pozas y saltos de agua que forma otro de los ríos de estas sierras, el río Polop.
Loa cauces de los ríos Polop y Barxell llegarán a unirse, unos kilómetros más adelante, para pasar por la ciudad y formar, con la ayuda de otros aportes, el Río Serpis.
Unos minutos de relax entre la arboleda de esta estupenda zona recreativa y… continuamos nuestra ruta.
Ahora tomamos el sendero que, en ascenso, nos lleva a seguir el cauce del río Polop, por entre las paredes de una hermosa garganta donde las aguas forman recovecos, meandros, pozas…
Seguimos ascendiendo, con alguna que otra dificultad, ayudados por cadenas para facilitar el paso, hasta a una zona algo más estrecha donde podemos admirar las enormes ‘columnas’ de piedra que llaman Los Canalones, un lugar de máxima belleza.
La senda nos acerca, ya al final de esta garganta, hasta un abrigo/cueva (Cova dels Canalons).
Ahora, en descenso, enlazamos con un nuevo tramo de la GR7, cruzamos el río y nos incorporamos a una senda, llamada Camí del Racó Paia-Font del Patos.
Esta nos llevará, ahora en un ascenso algo más exigente (o tal vez será ya el cansancio), hasta las inmediaciones del Castell de Barxell, pasando antes por la balsa y la fuente (totalmente seca) del Marqués.
Ya la caminata llega a su fin, la senda nos lleva, teniendo la vista del castillo como fondo, hasta la llamada ermita del Barxell y el restaurante de eventos anexo. Pocos metros después llegamos al descampado donde se encuentran nuestros coches.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Sin ninguna duda. Es una caminata llena de puntos de interés. Han sido cerca de 9 kilómetros, con un desnivel que no merece ni el comentario, hechos en un tiempo más que correcto, un día magnífico y con una compañía de cinco estrellas.
Para esta primera caminata de mayo me dirijo hasta la población de Planes de la Baronía, en la comarca del Comtat, y, tomando la carretera CV-711, la que va hasta el embalse, aparco el auto en un pequeño claro que hay muy cerca de la subida a la Ermita del Santo Cristo.
Desde este punto, doy comienzo a una de las rutas emblemáticas de la provincia; la que me llevará a recorrer el Barranco de la Encantada y algunos de los puntos de interés de la zona.
Subo, como en tantas otras veces, el zigzagueante camino que asciende hasta la ermita, en un bonito vía crucis, teniendo unas vistas espectaculares de Planes y las sierras que lo rodean.
Un momento de descanso en lo alto del cerro donde se encuentra el templo, rodeado de pinos y una pequeña zona recreativa. Las vistas del Embalse de Beniarrés, desde esta atalaya, son realmente hermosas.
Desciendo de la ermita por la pista asfaltada que, en dirección noreste, me lleva, ahora ya de forma ascendente y por campos de cultivo, a la zona de Les Penyetes.
Llego a una pista asfaltada, me dirijo, por ella, hacia el sur, hasta conectar con la carretera CV-700 y, unos 100 metros después, conecto, por la izquierda y hacia el norte, con otra pista cementada, llamada Camí de la Vall de Gallinera, que me lleva hasta el Gorg del Salt.
El Gorg del Salt es uno de los puntos de interés de esta ruta. Se trata de una gran poza de agua, alimentada por un salto de agua, en un entorno muy bonito. En esta ocasión la cascada, tristemente, apenas tiene un hilillo de agua, pero en época de lluvias llega a ser realmente alucinante.
Vuelvo a la pista cementada y, a pocos metros, tomo una entrada, a mano izquierda y en dirección oeste, que me introduce de lleno en el Barranco de la Encantada.
Las aguas que forman esta depresión, entre las Sierras de la Albureca, el Cantalar y el Tossal de la Dona, provienen de distintos aportes, diferentes barrancos, al oeste de estas tierras, en las cercanías de Alcalá de la Jovada, formando en este punto hermosas pozas y saltos de agua y llegando su caudal a engrosar el cauce del río Serpis, tras la presa del embalse de Beniarrés.
En mi acceso por esta depresión puedo contemplar las distintas pozas, saltos y fuentes (aunque en esta ocasión con muy poca agua), como el Toll de la Pau, Toll del Blavet, Toll de l’Estret, la Font del Molí, el Azud del barranco, etc… Y paso por algunas construcciones, ya ruinosas, entre las que se encuentra el conocido Molino de la Encantada.
Continúo por la senda, en suave ascenso, hasta conectar con la carretera asfaltada, Camí de Tormo, que, en dirección suroeste, entre campos de cerezos, almendros y olivos, me lleva directamente hasta el lugar donde se encuentra el auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. La valoración, de no ser por la cantidad de asfalto que tiene la caminata, podría ser más elevada. Han sido, entre unas cosas y otras, cerca de 12 kilómetros, con un desnivel superior a los 400 metros, en un día estupendo y hecho todo en un tiempo más que correcto.
Para despedir el mes de abril, Jesús, Reme, Óscar, y yo, hemos comenzado la caminata del día en el Coll del Raconet (también conocido como Collado del Tío Pellofa), en la carretera CV-705, la que conecta las poblaciones de Beniarrés (Alicante) con la de Salem (Valencia).
En este espacio, frontera entre las dos provincias, hemos dejado el auto y hemos comenzado una ruta que nos llevará por diversos puntos de interés en estos montes, a las faldas de la Sierra del Benicadell.
Frente al claro donde hemos aparcado, al otro lado del asfalto, tenemos una senda, en dirección noreste, que nos acerca de forma ascendente hasta la Cova de l’Or.
Después de estar un buen rato curioseando por la entrada de la cueva y disfrutando de las hermosas panorámicas que ofrecen los alrededores (la visita al interior se debe hacer con permiso y acompañados por un guía, en grupos de 15 personas), seguimos con nuestro camino.
Continuamos la senda, hacia el noreste, ahora en un ascenso algo más exigente, para llegar hasta la Nevera del Paller; pozo de nieve situado muy cerca del Alt de la Sima y el Alt de la Creu que recibe este nombre por un pajar que había en las proximidades y que servía tanto como alimento para las caballerías como para el embalaje y la conservación de las piezas de hielo.
Dejamos atrás las ruinas de esta construcción, seguimos hacia el noreste, ahora ya por pista, teniendo las bellas vistas, desde la vertiente alicantina, del embalse de Beniarrés y en el lado valenciano el magnífico Valle de Albaida y su embalse de Bellús.
Enlazamos con la pista principal, el Camino del Corral de Poldo, y, siguiendo en la misma dirección, rodeamos el cerro en el que está ubicados los restos del Castellet de la Barcella (de complicado acceso, de origen andalusí, siglos XII y XIII, y del que se conservan apenas partes de algunos muros). Dejamos la pista y, a mano derecha, tomamos una corta senda que nos lleva hasta la Nevera que lleva el mismo nombre.
La Nevera de la Barcella se encuentra a 700 metros de altitud, entre la loma de Ullastre y la muela del Castellet, justo en la línea divisoria entre los términos de Salem (Valencia) y L’Orxa (Alicante).
No hay mucha noticia documental sobre este pozo de nieve pero a finales del siglo XVIII y principios del XIX se sabe que era explotado por los mismos propietarios que la Nevera del Paller.
La última cosecha de hielo que se recuerda en la zona fue la que se efectuó a raíz de la ‘gran nevada’ del año 1926 y a partir de entonces las neveras pasarían a ser objeto exclusivo de interés arqueológico.
Deshacemos nuestros pasos, volvemos a la pista y nos incorporamos de nuevo al Camino del Corral de Poldo, dirigiéndonos ahora hacia el suroeste, teniendo como imagen, a nuestro frente, la imponente mole de roca del Benicadell.
Esta pista es ya, sin ninguna complicación, salvo unas gotas de lluvia en el último momento, nuestro camino de regreso.
Llegamos, después de unos 3’8 kilómetros, a la carretera CV-705 y, pocos metros más tarde, al vehículo.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro, por supuesto. Han sido unos 10 kilómetros aproximadamente, con un desnivel de unos 250 metros (+/-), en un día bastante agradable, aunque al final se ha nublado, y una compañía estupenda.
Después de casi siete años y medio (31/12/2016), me animo a realizar esta ruta, una de las más emblemáticas y difíciles de la provincia; la Catedral del Senderismo.
Hoy ha tocado madrugar en extremo para poder comenzar esta caminata con las luces del alba, me dirijo hasta la población de Benimaurell, uno de los núcleos que forman, junto a Campell, Fleix y Fontilles, el municipio de Vall de Laguar, en la comarca alicantina de la Marina Alta, y comienzo esta bella ruta.
Salgo de Benimaurell y, por la antigua carretera, paso por el lavadero y la Font de Benimaurell, me encamino hasta la Font Grossa y el lavadero, a la entrada de Fleix. Comienza aquí la PR-CV147, la también llamada ‘ruta de los 6000 escalones moriscos’, ‘ruta del barranco del infierno’ o La Catedral del Senderismo.
La caminata está compuesta por tres descensos y tres subidas, en un recorrido circular, que la convierten en una complicada ‘rompe piernas’.
Primer descenso, por camino zigzagueante de escalones irregulares, que me lleva hasta el lecho del Barranco del Infierno, pasando por el Forat de la Juvea y las rocas del Salt de Fleix.
Primero de los ascensos. También recorrido escalonado y serpenteante, de unos 2’5 kilómetros, que me acerca hasta las Juvees d’Enmig, pasando por el Pou de la Juvea.
Segunda bajada. Ahora un descenso sin apenas la presencia de escalones, recorrido algo caótico y pedregoso hasta llegar, nuevamente, el Barranco del Infierno y teniendo, a mi paso, el acceso a la Font de Reinós, donde puedo hacer un descanso, beber y comer alguna fruta.
Por el lecho del barranco me dirijo hasta la senda donde da comienzo la segunda subida. Un recorrido de 1’1 kilómetro que me lleva hasta las Juvees de d’Alt donde se encuentran dos pozos, y pasando antes por un curioso aljibe morisco.
En este punto comienzan los dos últimos tramos de esta espectacular ruta. El tercer descenso me lleva desde las Juvees de d’Alt hasta el lecho del barranco de Racons, caminando por la pendiente de otro lecho, el del barranco del Tuerto.
La última subida, quizá la más dura por tener la piernas muy tensionadas, es el recorrido que durante 2 kilómetros y con un brutal zigzag me acerca hasta la carretera Camí del Pla. Ahora, a pocos metros, puedo hacer una última parada para el descanso en la zona recreativa de la Font dels Olbis.
Un kilómetros después, en dirección este, llego a Benimaurell y al vehículo.
Regreso a Alicante.
Valoración: 5*****
Recomendable: Totalmente. Han sido unos 13/14 kilómetros aproximadamente, con un desnivel que ronda los 870/900 metros, hechos sin prisa, tomando el tiempo necesario para ir con calma y, todo esto, en una mañana maravillosa.
La caminata de este martes también se realiza en el término de Guardamar del Segura, como ya hice en solitario hace 11 días. En esta ocasión me acompañan Reme y Jesús.
El itinerario será algo diferente, aunque haremos una visita a uno de los lugares, de interés arqueológico e histórico, que efectué en la anterior ruta.
Partimos desde un claro que hay en la carretera ‘Camino la Torre‘, lugar que conduce hasta el espacio militar protegido ‘Radio Estación Naval‘ y su antena, también llamada ‘Torre de los Americanos‘.
Dejamos el auto e iniciamos nuestro recorrido por este monte. Nos dirigimos, por senda y pista, entre pinos y monte bajo, hasta el vértice geodésico de esta sierra, ‘Moncayo‘, con sus 107 msnm.
También muy cerca de este punto se encuentran restos de antiguas trincheras de la Guerra Civil, aunque yo, en las diversas veces que he estado, no he logrado encontrarlas y esta vez hemos tenido suerte.
Después del suave ascenso hasta el vértice, con su breve descanso para el refresco y las típicas fotos, comenzamos la bajada, por la zona de la ‘Cañada del León‘, por entre senderos, trochas y pistas, hasta llegar a la ‘Cañada de la Tía Rita‘.
Aquí nos encontramos con el ‘Camino del Dos‘ y el ‘Canal de los Riegos de Levante‘.
Nos dirigimos ahora, hacia el norte, por el camino que lleva a la carretera ‘Camino de Rojales‘, pasamos al otro lado del asfalto, seguimos hacia el norte por pista de tierra y llegamos, 500 metros después, hasta la ‘Fortaleza Fenicia del Cabezo Pequeño del Estaño‘.
Dejamos estos restos fenicios y volvemos, hacia el sur, a la carretera. Ahora tenemos que recorrerla durante unos 300 metros hasta tomar una senda, a mano derecha, que nos conduce a la pista ‘Camino del Dos‘.
Seguimos en la pista durante otros 300 metros para desviarnos, por la izquierda y hacia el este, al ‘Camino del Campo‘, que nos conduce, en suave ascenso, y con algún despiste que otro, por entre pistas y sendas, al sur de la población de Guardamar.
Ahora seguimos la pista que recorre la parte inferior de este monte, caminamos en paralelo al camino donde se encuentra el vértice geodésico, pero en dirección sur.
Aproximadamente en el kilómetro 11 de nuestro recorrido tenemos un último repecho que nos lleva, hacia el oeste, para encontrarnos con la pista inicial de nuestra caminata y al coche.
Regresamos a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro que sí, totalmente recomendable. Han sido, con algún despiste que otro, cerca de 13 kilómetros, con un desnivel que no merece ni comentar y todo ello hecho en un día estupendo, en muy buen tiempo y con una compañía de lujo.
En este jueves abrileño me dirijo hasta el puerto de montaña de Albaida, concretamente hasta la Casa del Guarda Forestal, en la ladera norte de la Sierra de Agullent, para comenzar una caminata, como tantas otras veces, por esta serranía.
Dejo el coche en la zona de parking y área recreativa de esta edificación y doy comienzo mi andadura por la pista que me conduce, en un primer momento, al Albergue Don Bosco.
Continúo por esta vía, que precisamente es uno de los tramos del Camino de Santiago del Sureste, hasta llegar a la Font del Patge; un punto interesante en este recorrido.
Sigo en dirección oeste y, 500 metros después de la fuente, dejo la pista y tomo una pequeña senda, a mano izquierda y en dirección sur, que asciende zigzagueante hasta la Foieta dels Carros, en la parte alta de la sierra.
Aquí arriba, límite de las provincias de Valencia y Alicante, está la pista ‘Camino de Agres’.
Me dirijo, por ella, hacia el este y llego al Collado de Santa Ana; un cruce importante de sendas.
En este lugar opto por la vereda/trocha llamada Sender dels Enginyers, que me conduce, durante un kilómetro, hasta el sendero de subida a la Cova Alta.
Un camino de algo más de dos kilómetros, ida y vuelta por el mismo sitio, por una zona que en el año 2022 sufrió un incendio, parece ser por el impacto de un rayo, y que me lleva a este espectacular abrigo desde el que se contemplan unas vistas maravillosas de la Vall d’Albaida y sus alrededores.
Regreso al Sender del Enginyers, sigo descendiendo en dirección este, enlazo con el Camí de la Umbría y, ahora hacia el noroeste/norte, llego a la Casa del Guarda Forestal y al coche.
Vuelvo a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Han sido casi 13 kilómetros, con un desnivel próximo a los 500 metros, hechos en un tiempo más que correcto y en una mañana despejada y calurosa.
Me viene al recuerdo que esta caminata fue la primera que hice, en marzo del 2013, cuando me quedé sordo; supuso para mi un mazazo terrible y me afectó muchísimo, aunque desde el primer momento he intentado superarlo.
Hoy la caminata se desarrolla por algunos de los senderos que recorren la Sierra de Onil.
Muy cerca del puerto de montaña de Canalis, en la carretera CV-803, y en un claro del km 4’8, dejamos el auto y, Jesús, Reme, Óscar y yo, damos comienzo la ruta de la jornada por esta sierra alicantina.
La senda nos lleva durante unos 300 metros, en dirección sur, hasta el Alt del Teular (1019m), uno de los puntos más elevados en nuestro itinerario.
Comenzamos después el descenso, más o menos exigente, por un sendero de un kilómetro y medio, ahora hacia el sureste/este, que nos conduce hasta el barranco de Taguenga y la GR7.
Seguimos la GR7 en suave ascenso y hacia el noreste, siguiendo el barranco durante un kilómetro, hasta llegar a una bifurcación; dejamos la rambla por la derecha, aunque seguimos en la GR, y comienza un ascenso de 1’2 km, un poco más severo, hacia el este.
Nos encontramos con otra importante intersección de caminos, abandonamos la GR, optamos por el ramal de la izquierda, que nos llevará, en dirección norte y suave descenso, al collado del Xocolater.
Una vez llegamos a este altozano, la senda nos vuelve a conectar con el barranco de Taguenga, seguimos en él, en dirección norte/noroeste, llegando hasta las ruinas del Mas del Fondo de Baix.
En este punto podríamos decir que comienza el regreso al punto de partida.
Unos 100 metros después de pasar por las ruinas, hacemos un cambio de dirección, tomamos una trocha hacia el sur y, durante unos 600 metros, nos volvemos a incorporar a esta serranía, llegando a la zona de la Loma Chover.
Ahora, en el kilómetros 8’5 de nuestra caminata, comienza el último tramo; una subida algo trabajosa, por una trocha, en dirección oeste, que nos hace recorrer la parte alta del Pinar de la Umbría (1086m) y que nos hará llegar, después de un descenso igual de arduo, hasta las inmediaciones del puerto de montaña de Canalis de Onil (1017m).
Sólo nos quedan unos 700 metros de carretera CV-803, llegar al claro de la sierra donde se encuentra el vehículo y…
Volver a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Aunque mi valoración ha sido de tres estrellas, los compañeros, que la han alucinado, le ponen cuatro. Han sido algo más de 11 kilómetros, con un desnivel cercano a 400 metros, en una mañana luminosa, calurosa, bastante apacible y con una compañía muy especial (alguien puede dudarlo?).
La salida de hoy es una mezcla de rural y urbana, en realidad es un recorrido por la población de Guardamar del Segura y sus alrededores, un itinerario por algunos de los puntos más importantes, a nivel histórico y arqueológico, de este municipio.
Comienzo dejando el auto en el polígono industrial de Santa Ana, en la ladera oeste del castillo de esta ciudad alicantina, perteneciente a la comarca de la Vega Baja del Segura.
Guardamar, por ser precisamente el municipio en el que desemboca el río Segura, tiene una importancia arqueológica que se remonta a la prehistoria. El paso de los pueblos íberos, fenicios, romanos y árabes han dejado en esta ciudad un sello cultural indiscutible, convirtiéndola en el año 2023 en una de las ciudades Capital Cultural de la Comunidad Valenciana.
En mi caminata voy a recorrer algunos de los lugares que arquitectónica e históricamente merecen su visita.
Me dirijo, desde el polígono industrial, hacia el norte, a uno de los márgenes del río, lugar donde se encuentra el…
Una construcción hecha sobre un edificio medieval. Este molino harinero y su azud son los últimos en la desembocadura del río.
Ahora, siguiendo la senda que recorre el camino del meandro del Segura, en dirección oeste, me alejo de la localidad para llegar hasta el yacimiento arqueológico…
Este yacimiento fenicio (siglos VIII y VII a.C.) y el yacimiento íbero de Cabezo Lucero (siglos del VI al III a.C.) son piezas fundamentales para entender el paso de esta cultura en la zona. En Cabezo Lucero se encontró la Dama de Guardamar.
Después de disfrutar de este espacio tan interesante (ya estuve en enero del 2022 y quedé maravillado) tomo la senda, en dirección norte, y accedo al margen derecho del río, el llamado Corredor Verde del Segura, y ahora, hacia el este, vuelvo de nuevo hacia la ciudad, cruzo el puente del meandro y llego, entre avenidas y calles, hasta la zona de las dunas.
En este espacio natural, y durante 500 metros de camino, llego hasta dos de los puntos clave de la zona: La Rábita y La Fonteta.
Data de los siglos VIII al VI a.C. y son los restos de una ciudad construida en la desembocadura del río que servía como puerto de salida y entrada de mercancías.
Dejo estos dos lugares de máximo interés y me dirijo, por entre las sendas de las dunas y en dirección sur/suroeste, hacia el municipio de Guardamar.
Ahora, por la avenida de la Dunas y la calle Alicante, llego hasta las inmediaciones del Castillo de la localidad.
Aunque los restos de esta construcción son árabes (siglo XII), se cree que podrían ser aún más antiguos (sobre el siglo VI a.C.). Ha tenido numerosas modificaciones, reformas, épocas de abandono e incluso los efectos de un gran terremoto. Actualmente ha sido parcialmente restaurado y se siguen realizando excavaciones arqueológicas.
Después de esta última visita ya sólo me queda rodear el castillo por la senda que desciende del cerro donde se encuentra, por su ladera oeste, llegar al polígono de Santa Ana y acceder al coche.
Regreso a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido algo más de 11 kilómetros llenos de riqueza cultural, con un desnivel que no merece comentario, en un día espléndido y luminoso.
Para este segundo martes de abril, Reme, Pedro, Jesús, Óscar, Elena, Raúl y yo, nos hemos dirigido hasta la población de Sax, municipio de la comarca alicantina del Alto Vinalopó, para iniciar una caminata por la cercana Sierra de Cabrera y sus alrededores.
Esta pequeña serranía, también conocida como Los Picachos de Cabrera, se extiende entre los términos municipales de Sax, Villena y Salinas.
Nosotros llegamos, por el Camino de Carboneras o Alto del Mesonero, hasta un pequeño grupo de viviendas donde aparcamos los vehículos y tomamos la senda ascendente que nos introduce a esta sierra.
Un camino, entre la Peña de la Moneda y las Peñas del Rey, que nos lleva a la Cueva del Tío Gregorio.
Seguimos el camino de subida, ascenso que se hace cada vez más acusado hasta llegar al vértice geodésico ‘Cabrera’ con sus 873m, (prácticamente el 80% del desnivel lo encontramos en estos primeros 2 kilómetros).
Aquí, en lo alto, las vistas son espectaculares y nosotros aprovechamos para hacer un receso, beber, comer alguna fruta y admirar las panorámicas.
Comenzamos el descenso y el regreso al punto de partida. En esta ocasión tomamos la senda que, por la ladera suroeste, nos conecta con la Cañada Real de Almansa y la Vía Augusta.
Ahora, siguiendo durante 1’2 kilómetros la cañada y la vía hacia el norte, llegamos a un desvío, a mano derecha, que nos lleva a pasar por los barrancos del Collado y de Cabreras.
La senda nos conduce hasta una importante intersección. Nosotros tomamos la pista de la derecha, que corresponde al Alto del Mesonero o Camino de Carboneras, y a los 2 kilómetros (+/-) llegamos al lugar donde se encuentran nuestros coches.
Cada mochuelo a su olivo; regresamos a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Eso siempre. Han sido cerca de 10 kilómetros, con un desnivel de unos 360 metros, hechos en un tiempo más que correcto, en una mañana muy limpia y luminosa… y con una compañía de luxe.
La publicación de la Ley del 30 de agosto de 1907 sobre Colonización y Repoblación Interior, fue el origen, en la provincia de Alicante, de tres colonias agro-forestales: «Els Plans» en Alcoy, «El Montgó» en Dénia y «Sierra de Salinas» en Villena.
Reglamento para la aplicación de la ley, diciembre de 1907
Sobre la primera de las colonias trata esta entrada.
La colonia de «Els Plans» se localizaba en el término municipal de Alcoy, a unos 9 kilómetros, y se extendía por la ladera oeste de la sierra homónima, unas tierras con bastante pendiente y muy complicadas para el cultivo.
El núcleo habitado más próximo a esta colonia está a 3 kilómetros, La Sarga, actualmente una pedanía perteneciente al municipio de Jijona, que también fue un proyecto colonizador de finales del siglo XVIII.
Hay que pensar que tres kilómetros no es demasiada distancia pero debemos tener en cuenta que los accesos entre poblaciones no eran, en aquellos años, como los de la actualidad; vamos, en pocas palabras, con mucha suerte eran caminos de cabras.
El propósito de la ley era, sin duda, tremendamente solidario… evitar la despoblación de amplias zonas rurales del territorio español, hacer productivas zonas agrícolas baldías y dar trabajo a familias pobres campesinas.
El proyecto establecía que el terreno, situado en la ladera de la sierra, en su parte alta, se roturaba para acoger a diez familias de colonos, cada una con su parcela y su casa correspondiente, y un espacio común que serviría para la residencia del guarda y una bodega. El desembolso inicial previsto para la creación de este espacio colonizado se elevó a 149.138’89 pesetas, presupuesto que englobaba la construcción de las viviendas para los beneficiarios, además de los medios de producción necesarios (aperos, ganado de labor, semillas, abonos, etc…), así como un anticipo de 1.500 pesetas a cada colono para el comienzo de la actividad agrícola.
La colonia se inauguró el 15 de diciembre de 1910 y los colonos procedían de Torremanzanas (4), Alcoy (3), Relleu (1), Benifallim (1) y del pueblo valenciano de Bufalí (1).
División territorial de las 10 parcelas de colonos y la de zona común.
En un primer momento el entusiasmo y el trabajo sobrehumano de los agricultores y sus familias para hacer productivas las tierras que se les habían asignado, y cuya titularidad pasaría a ser de su propiedad si a los cinco años se cumplían una serie de objetivos de producción y rendimiento previamente establecidos, se vio truncado al no llegar a las expectativas que demandaban las autoridades.
El entusiasmo inicial de los colonos se tornó en desánimo y desaliento y muchos de ellos abandonaron buscando un futuro y unas condiciones de trabajo con mejores perspectivas.
En septiembre de 1922 se produjeron los primeros abandonos de colonos, después de 12 años de arduos esfuerzos procurando sacar provecho a aquellos diez lotes agrarios montañosos.
El proyecto, que rozaba el ideal romántico y humanitario, tuvo como principal escollo la catalogación del terreno, determinando como agrícola la parte alta de la ladera, la más agreste, inhóspita y rocosa, y considerando la zona baja, la de las tierras con más posibilidades, como terreno forestal.
Ante esta enorme dificultad, el duro trabajo de los colonos no tuvo el éxito esperado y convirtió aquella tierra, aquel proyecto, en un auténtico fracaso. Todo ello, en plena época de la Restauración, bajo el reinado de Alfonso XIII, en unos años convulsos a los que siguieron la Dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República, la Guerra Civil y la dictadura de Franco.
Después de todas estas vicisitudes, en el año 1945, se dio por cancelada la colonia, las parcelas y sus viviendas, que eran propiedad del estado, cuando ya prácticamente se encontraban en un estado ruinoso, pasaron a ser propiedad de los colonos y sus herederos.
En la actualidad muy pocas son las que se han rehabilitado, sólo quedan los armazones o los muros de muchas de ellas y los caminos de acceso están, en muchos casos, ocultos bajo la maleza.
Hoy, después de casi 36 horas de malestar y fiebre, he despertado bastante despejado, he hecho algo de compra en el supermercado y me he animado a realizar una caminata, nada complicada y muy cercana, por algunos de los caminos de la Sierra de Santa Pola.
He aparcado el coche, como tantas y tantas veces, cerca del depósito de agua, próximo a Les Casetes de Meleja, y, desde este punto, he iniciado mi ruta.
Por el Camí del Far, hacia el este y durante unos cientos de metros, he tomado el desvío, a mano izquierda (PR-CV61), que me conduce a la Casa de la Pinada (ruinas).
Llego hasta la carretera del Faro, paso al otro lado y continúo, hacia el norte, por pista que me conecta con la PR-CV61 y con la Senda del Salt, ahora en dirección oeste.
Sigo en esta senda durante un kilómetro y medio, haciendo después un desvío a mano derecha y otro hacia la izquierda para conectar nuevamente con la carretera del Faro.
Vuelvo a cruzar al otro lado del asfalto y, doscientos metros después, enlazar, a mano izquierda y en sentido este, con la senda/trocha llamada del Conejo; interesante recorrido que me lleva, nuevamente, hasta la Casa de la Pinada.
Ahora camino en paralelo al asfalto hasta llegar a una pista, a mano derecha y en dirección sur, que me acerca hasta el Aljub del Tío Manyo.
Este espacio se presta para hacer un descanso y beber y comer alguna fruta.
Dejo atrás el aljibe, sigo hacia el sur, conecto con el Camí del Far y con una pista, en dirección sur/suroeste, que me da acceso a la Foia Roja; una pequeña y curiosa llanura de tierra colorada donde abundan los eucaliptos.
Ahora ya sólo resta salir de la Foia Roja, acceder al Camí del Far y, en dirección oeste durante un kilómetro, aproximadamente, llegar hasta el depósito de agua y al vehículo.
Regreso a casa.
Valoración: 2**
Recomendable: Por supuesto, aunque sea una caminata poco reseñable. Han sido cerca de 11 kilómetros, con un desnivel casi ridículo (86m), hechos en un tiempo más que correcto y en una mañana estupenda y luminosa.
Reme, Pedro, Óscar y yo llegamos hasta la entrada a la ciudad de Alcoy, en un claro de la carretera N-340, donde dejamos el vehículo y comenzamos esta primera caminata de abril.
Será ésta una ruta, entre rural y urbana, que nos hará recorrer, por sendas, caminos, pistas, etc…, los alrededores de Alcoy y podremos disfrutar de algunos de sus puntos de interés.
Pasamos al otro lado de la carretera y tomamos un camino/senda, en dirección suroeste, que nos hace pasar por la Caseta de la Sal, junto al Polideportivo Municipal Francisco Laporta, y después, caminamos en paralelo a la subida a la Font Roja, para acceder a uno de los tramos de la Vía Verde, concretamente junto a la fuente y al túnel de Cantagallet.
Antes de pasar por este túnel, nos dirigimos, en dirección sureste, al túnel de Caseta de la Sal, lo atravesamos, disfrutamos de las vistas que ofrece el otro lado, retrocedemos, volvemos a la fuente y, ahora, seguimos la Vía, hacia el oeste, pasando por los túneles de Cantagallet, del Mas de la Font de la Olivereta, del Mas de la Umbría del Manco y del Mas de Sant Benet.
En este último túnel, dejamos la Vía Verde de Alcoy y, por camino a la derecha y dirección norte/noroeste, llegamos hasta la Font del Quizet, una pequeña zona recreativa, muy popular en la ciudad, donde coinciden los cauces de los ríos Polop y Barxell en un pobre salto de agua, debido a la sequía.
Seguimos el cauce del río, que ahora se llama Riquer y más tarde será el Serpis, dirigiéndonos hacia la ciudad. Pasamos, por algunos de los molinos más populares del recorrido, el Molí de la Mesquita y el Molí del Romá.
La senda nos lleva ahora hasta el polígono industrial Sant Benet; comenzamos un tramo de recorrido urbano. Por entre naves industriales, después de un tramo totalmente desorientado (no me preguntéis ni cómo ni por qué), llegamos hasta la carretera N-340, pasamos al otro lado por una pasarela elevada y accedemos a una zona escolar y al Parque de Catagallet.
Este bonito parque nos da paso a un camino, el llamado Sendero del Molinar, que nos lleva directamente a una antigua zona industrial, junto al río Molinar.
Aquí, entre viejas construcciones de fábricas y molinos (Fábrica dels Solers, Molí Nou del Ferro, etc…), llegamos a la Font del Molinar, aporte acuífero del río Serpis.
Tomamos el camino de regreso, ahora es un trayecto corto que nos lleva hasta la carretera N-340 y al claro donde está aparcado nuestro coche.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido, entre unas cosas y otras, unos 13 kilómetros, con un desnivel superior a 390 metros, hechos en un tiempo bastante ajustado, con una mañana estupenda, unas hermosas vistas y una compañía insuperable.
Después del desapacible día de ayer, y pensando que hoy podía jugar una mala pasada el tiempo, han habido cambios de última hora, además de importantes ausencias, y se ha decidido hacer una caminata algo más relajada, aunque no exenta de máxima belleza.
Jesús, Reme, Pedro, Óscar y yo nos hemos dirigido a las proximidades de la población de Lorcha, municipio en el norte de la provincia de Alicante, limítrofe con la de Valencia, y perteneciente a la comarca de El Comtat, para iniciar un recorrido por la Vía Verde del Río Serpis.
Iniciamos el camino desde uno de los apeaderos del ferrocarril, junto a la fábrica de papel y la ladera del Castillo de Perputxent, construcción de gran interés histórico.
Seguimos, en dirección noreste, el antiguo trazado del tren de Alcoy-Gandía, que en 1893 supuso un gran aporte a la economía local. Dicho recorrido discurre en paralelo al río Serpis, algo que da a esta ruta un aire de frescor y unos rincones de muchísima belleza.
Dejamos atrás los restos del castillo y pasamos por una carrasca centenaria monumental, así como por diferentes casetas de ferrocarril, vestigios de la época industrial.
Llegamos, en nuestro recorrido, a la Font dels Boteros, un pequeño manantial que aporta agua a una balsa, rodeada de vegetación y haciendo que el lugar sea un rincón para el refresco.
Nuestros pasos por la Vía Verde no llevan hasta el primero de los túneles, de algo más de 100 metros de recorrido, que nos traslada al otro lado de un cerro por donde discurre el río, lleno de remansos y pozas.
Ahora llegamos al Azud de l’Infern, una presa que nos ofrece una bonita cascada y sus hermosas instantáneas.
Seguimos nuestro itinerario y nos encontramos con nuevas casetas de ferrocarril y un depósito de agua.
Accedemos a un puente, cruzamos el Serpis y nos encontramos al lado de la Fábrica de la Llum, una central eléctrica, y su pequeña área de descanso, con sus bancos y mesas.
Seguimos caminando hasta llegar a un segundo y diminuto túnel, el que llaman del Garrofer. Aquí iniciamos el regreso al punto inicial; ahora sólo hay que desandar lo recorrido y pasar por los mismos puntos que en la ida.
Todo se realiza con una mínima dificultad, volvemos a pasar por el depósito de agua, por las casas del ferrocarril, por el Azud del Infierno, por el túnel, por la Font dels Boteros, etc…
Y siempre acompañados por el río Serpis y el cantar de sus aguas.
Accedemos hasta las inmediaciones del Castillo de Pertputxent y al auto.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Han sido unos 13 kilómetros, con un desnivel casi imperceptible, en un día nuboso, ventoso, algo fresco pero muy agradable. La compañía, de lujo.
La ruta de este jueves se desarrolla entre los términos municipales de Bocairent (Valencia) y Alfafara (Alicante), en pleno Parque Natural de la Sierra de Mariola, un recorrido por entre algunas de las masías, pozos y fuentes de la zona.
FONT DE L’ALBORETMAS DE L’ALBORETBALSA DE L’ALBORET
Dejo el auto en las inmediaciones del Mas de l’Alboret, su balsa y su fuente; aquí comienza la caminata preparada en mi gps.
Tomo la pista, Camino del Figueral, en dirección sureste, para llegar hasta el Mas de Monserrades; antes, en la senda, y en todo momento de suave ascenso, encuentro una hermosa piedra de molino.
MAS DE MONSERRADESMAS DE MONSERRADES
Termina la subida y continúo llaneando en la pista, hacia el sur/sureste, accediendo al Mas de Mingol y el Mas del Cipreret, una construcción totalmente reformada y convertida en casa rural.
MAS DE MINGOLMAS DE MINGOLMAS DEL CIPRERETMAS DEL CIPRERET
Ahora el camino me lleva, hacia el este, hasta las ruinas del Mas de Casa Nova y el Pou y Mas de la Bassa Roja.
MAS DE LA CASA NOVAMAS DE LA BASSA ROJAPOU DE LA BASSA ROJA
Retrocedo unos metros y tomo una senda hacia el norte hasta llegar a un tramo de la GR7.
Desde este punto, y durante unos cientos de metros hacia el oeste, llego a un desvío, una pequeña senda a mano derecha, donde comienza el regreso y el descenso al punto de partida.
GR7CABEÇÓ DE MARIOLA O ALT DE LA COVA
Desde aquí la senda se complica, se torna en una diminuta trocha/torrentera que hace que la bajada se haga con muchísima dificultad. Por momentos se me pasa por la cabeza que si, en este lugar, tropiezas, caes y pierdes el conocimiento… no te encuentra ni Dios!!!
Ahora, un desvío, igual de complicado, hacia la derecha me lleva al Mas y el Teular de la Malagana (en ruinas).
TEULAR DE LA MALAGANAMAS DE LA MALAGANA
Durante casi un kilómetro de maldita trocha la senda se suaviza y llego a una fuente y una balsa.
Sigo hacia el noroeste y el camino conecta con una pista donde se encuentra el Mas y el Pou de les Dotze de d’Alt.
Esta masía está totalmente cercada y no encuentro una salida. Tengo que forzar una de las rejas para poder salir del recinto… O eso o dejo que me coman los caballos, jajaja.
MAS DE LES DOTZE DE D’ALTPOU DE LES DOTZE DE D’ALT
Una vez me incorporo a la pista, llego a una bifurcación, tomo el ramal de la izquierda, hacia el oeste, y accedo al Mas de les Dotze de Baix.
MAS DE LES DOTZE DE BAIXMAS DE LES DOTZE DE BAIX
Ahora la vía conecta con el Camí de l’Alboret, en dirección oeste, hasta llegar al Mas del mismo nombre, que es donde ha dado comienzo esta caminata.
Llego al auto y regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Ha sido una ruta algo arriesgada y novedosa que ha tenido cerca de 11 kilómetros de recorrido, con un desnivel de 400 metros, hecho todo en un tiempo más que aceptable y en una mañana bastante nublada, fresca y brumosa.
En esta mañana de marzo, he optado por una caminata, próxima a la población de Banyeres de Mariola, que me hará recorrer algunos puntos interesantes de la Serra de les Fontanelles.
Dejo aparcado el auto en la inmediaciones del paraje del Molí de la Umbría, zona de ocio junto al río Vinalopó, y, desde este punto, comienzo mi recorrido.
Me dirijo, por pista, hacia la colina de la Serrella. Una pequeña subida para llegar a la Cova homónima y contemplar, desde lo alto, el paisaje del Molí de la Umbría.
Sigo la pista, en dirección sur/suroeste, hasta una primera bifurcación, tomo el ramal de la derecha, el que me lleva hasta el Assagador del Perolitet, PR-CV313, y al Mas y la Font del Perolit.
Ahora el camino, sigue siendo la misma PR, comienza una subida, brutal y serpenteante, en dirección sur, hacia el Collado de la Blasca.
Aquí no hay más cojones que hacer una parada para tomar aire, beber agua y comer alguna fruta.
Tras el descanso quedan unos 400 metros de fuerte ascenso, incluso con alguna que otra trepada, para llegar al vértice de esta sierra, la Peña de la Blasca (1120 m.s.n.m.).
Las vistas, desde esta atalaya, son increíbles; las sierras de Biar, de Onil, de Beneixama, de la Villa, de Mariola, etc… están a mi alrededor con su máxima belleza.
Comienza el regreso. Ahora tengo que deshacer el sendero hasta el collado y tomar el camino de descenso por la cara sureste de la sierra; una bajada brutal, de unos 500 metros, por una pista llena de cantos y piedras sueltas.
Ahora llego a una pista de descenso, bastante cómoda y en sentido noreste, que me acerca a un horno de cal, un cortafuegos, la Caseta del Gallo, la Font de la Mata y al Assagador de la Fontanella para conectar con el camino inicial que me lleva hasta la zona del Molí de la Umbría.
Unos cientos de metros después, accedo al vehículo y regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro, totalmente. Han sido algo más de 10 kilómetros, con un desnivel de unos 500 metros, hechos en un buen tiempo y con una mañana espléndida.
Para este día tenía pensada otra caminata totalmente distinta a la que, finalmente, he decidido hacer.
Ya que para mañana tengo otra actividad preparada, he optado, este jueves, por una ruta cercana y ‘algo’ sencilla; elijo la sierra de la Argueña y la subida a su cumbre, la Replana.
Este es un recorrido que, con alguna que otra variante, he realizado en numerosas ocasiones, unas veces en solitario, otras en compañía, en días luminosos, en jornadas nubosas y de frío, con un calor bochornoso, con muchos y diferentes estados de ánimo, etc…
Hoy, mañana fresca y despejada, dejo el auto en las cercanías de la Font de la Carrasca y del depósito contra incendios, tomo la senda que sube, por la umbría de la sierra, hasta la pista donde se encuentra la magnífica finca del Mas del Carrascal, sigo subiendo, llego al Pou de Neu del Carrascal, una de las más bellas cavas de nieve de la provincia, continúo en ascenso hasta llegar al Collado de las Hermosas, aquí una breve parada y, seguidamente, me dispongo a afrontar el último trecho de fuerte subida para llegar a lo más alto y, después de llanear un rato, acceder al vértice geodésico de esta sierra de la Argueña, la Replana (1229 m).
Tiempo, en la cumbre, para el refresco y comer alguna fruta.
Seguidamente comienza el retorno al punto de partida. Sólo hay que deshacer los pasos realizados y pasar por los mismos lugares que en la ida, salvo que al llegar al Mas del Carrascal cambio el rumbo, sigo por la pista, rodeo el cerro de Cabeçó de Paella y accedo, por su ladera norte, al lugar donde se encuentra mi vehículo.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Han sido algo más de 9 kilómetros, con un desnivel superior a 400 metros, hecho todo en muy buen tiempo y con una mañana limpia y luminosa.
La caminata de hoy, cercana y sencilla, la iniciamos, Raúl, Paco, Pedro y yo, desde el parking del hotel de Xorret de Catí.
Dejamos el auto y nos dirigimos por pista, pasando por el área recreativa, con su arboleda, su fuente, su estanque y sus bancos, y nos encaminamos hacia el sur para realizar una caminata por esta estupenda zona del Paisaje Protegido de las Sierras del Maigmó y del Cid.
Llegamos hasta el cruce de caminos de la Ferrería; en esta encrucijada coinciden muchas de las rutas (pr’s) que atraviesan estas sierras alicantinas.
Tomamos la pista, a nuestra izquierda, para dirigirnos ahora hacia las Peñas de la Foradá, un curioso conjunto de elevados peñascos donde se practica escalada.
Rodeamos estos riscos y continuamos el camino, seguimos en dirección sur, llegando a la bifurcación que hay en la vertiente norte de los Rasos de Catí y las Lomas de Puça.
Siguiendo la senda de la derecha, entre un hermoso pinar, nos acercamos al Racó de la Servera.
Aquí nos incorporamos a la pista que, en dirección noroeste y pasando por la Casa del Calafate, nos lleva hasta el Cantal del Moro; otro gran peñasco también con vías de escalada.
Ahora, la estrecha senda nos dirige, hacia el oeste, al Albergue y Zona Recreativa de La Rabosa; un espacio de ocio muy conocido que pertenece al Centro Excursionista de Elda.
Un descanso en este lugar para beber y comer algo. Seguimos después el itinerario marcado.
Tomamos el camino de subida del Racó de la Bola, hacia el noreste, por donde pasa la PR-CV29 y la PR-CV33, y llegamos al Collado de Amorós; otra gran encrucijada de rutas.
Aquí seguimos la senda ascendente, por el noreste, hasta llegar a la pista, ahora hacia el oriente, como los Reyes Magos , pasando por la caseta de vigilancia y por la Ermita de la Purísima.
En este punto ya sólo nos queda volver al cruce de la Ferrería, deshacer el camino que nos llevó a ella, en el comienzo de la ruta, y volver al Hotel Xorret de Catí y al coche.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Siempre, por supuesto. Han sido cerca de 12 kilómetros, con un desnivel de unos 300 metros, en una jornada esplendida y una compañía fabulosa.
Hoy, la caminata me lleva hasta la población de ‘Les Cases del Senyor‘, pedanía de Monóvar, en la comarca del ‘Vinalopó Mitjà‘.
La ruta de este día comienza en el sur del municipio, en el ‘Barranc de la Caseta‘, a las faldas de Monte Coto (Sierra de la Taja), junto a la ‘Font de l’Almorquí‘, lugar donde dejo el auto.
Sigo la sinuosa pista del barranco que asciende, entre pinos, por la umbría de la sierra, hasta llegar al ‘Collado del Coto‘ y al ‘Pi Farola‘, un importante cruce de sendas, pasando antes por una curiosa carbonera y un horno de cal.
En esta encrucijada sigo, a mano izquierda y en dirección noreste, la misma pista, que lleva el mismo nombre, ‘Barranc de la Caseta‘, y que sigue ascendiendo hasta llevarme al puesto de vigilancia, en el ‘Alt Redó‘ (960 m), pasando por varias e importantes canteras de mármol.
Desde este punto, el más elevado de mi caminata, deshago mis pasos y vuelvo, por la misma pista, al ‘Collado del Coto‘. Ahora, en este cruce, tomo, en dirección suroeste, el ‘Camí de Robles‘.
En suave ascenso y durante unos 500 metros, paso por la Cueva de la Campana y un bonito mirador, desde el que se contempla la inmensidad de la sierra y sus alrededores. Llego a una primera bifurcación, tomo el ramal de la derecha, dejando la pista, y ahora la senda me conduce, durante 2’6 kilómetros, en suave descenso y en dirección oeste, a una importante bifurcación, pasando por ‘El Reclot‘ (914 m), el ‘Alt de la Cova dels Ninyos‘ (887 m) y el depósito contra incendios.
Una vez llegado aquí, tomo el ramal de la derecha, conecta con la PR-CV3, sigo en ella durante unos 700 metros, en dirección norte, y conecto con la vereda que me lleva al ‘Collado de les Enzebres‘.
En este último tramo (desde prácticamente el depósito contra incendios) estoy próximo a la población de Enzebras, pedanía del municipio de Pinoso.
Por pista de tierra, cemento y asfalto, llego al collado, aquí otra importante intersección, tomo, en este punto, el camino asfaltado de la derecha, coincidente con la GR7, que me lleva, de nuevo por el término municipal de Monóvar, hasta la ‘Font Canaletja‘.
En este manantial y en dirección este, dejo la GR7 y tomo la senda, a mano derecha, que me conduce hasta la ‘Font de l’Almorquí‘ y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro que sí, sin duda. Han sido, entre unas cosas y otras, cerca de 13 kilómetros, con un desnivel de algo más de 400 metros, hechos en un tiempo bastante correcto y en una mañana espectacular.
Para este primer martes de marzo, Paco, Raúl, Jesús, Óscar y yo, nos hemos dirigido a la población de Benilloba, en plena comarca de El Comtat, para realizar un recorrido por los alrededores de esta localidad y admirar algunos de los rincones interesantes de su término.
Dejamos el auto en plena ‘Avinguda de Valéncia‘, carretera CV-70, y comenzamos nuestra caminata dirigiéndonos, hacia el sur, por el callejón que entra al lavadero público.
Seguimos saliendo del pueblo, por el sur, llegando al cruce con el río Frainós (o río Penáguila).
En una primera bifurcación, tomamos el ramal de la derecha (vía cementada) que nos comunica con el cruce de la CV-787 (carretera de Benilloba a Benifallim).
Cruzamos al otro lado de la CV-787, seguimos la vía llamada ‘Costera de la Condomina‘, ahora en dirección suroeste y en ascenso, durante 900 metros, pasando por el ‘Maset d’Iborra‘.
Tomamos una pequeña senda, a mano izquierda, en sentido sureste/este, hasta llegar al ‘Alt de la Condomina‘ y, en este punto, comenzar a descender…
En nuestra bajada encontramos un pequeño y descuidado abrevadero y las ruinas de una antigua casa de cazadores; aquí hacemos una pausa para beber y comer algo.
Seguimos descendiendo hasta llegar a la CV-787.
Pasamos esta intersección, seguimos, ahora ascendiendo por senda, para llegar al ‘Tossal de Espinós‘ y, en este punto, nuestra intención es llegar al ‘Barranc del Pont‘, conectar con el antiguo viaducto y alcanzar el curso del río ‘Frainós‘.
Misión imposible, se queda sólo en la intención, no encontramos el camino que enlaza con el otro lado del barranco. Realizamos varios intentos, por otros caminos vecinos y no tenemos éxito.
Finalmente optamos por volver a la carretera y llegar a Benilloba por la calle cercana al lavadero público.
Entramos al pueblo, callejeamos por los alrededores de la Iglesia y tomamos la pista ‘Camí de la Teulería‘ que nos conduce, dirección norte, al ‘Paraje del Molí del Salt‘.
En este rincón del municipio podemos encontrar un recorrido corto y asequible, siguiendo las aguas del río Frainós/Penáguila, un área recreativa, un puente de piedra, unas pozas y el ‘Molí del Salt‘; una interesante construcción (en ruinas) del siglo XVIII y su bello salto de agua, aunque con esta persistente sequía apenas si tiene un hilo de agua.
Ahora ya sólo nos queda deshacer lo andado en esta zona de recreo, volver al pueblo, comer en uno de sus restaurantes, llegar al vehículo y… cada mochuelo a su olivo.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Absolutamente aconsejable. Han sido cerca de 12 kilómetros, con un desnivel de 400 metros, hechos a buen ritmo, en un día despejado y luminoso, y una compañía de lujo.
La caminata de este jueves, último día de febrero, es una de las que estaban preparadas para el martes pasado pero, debido al fuerte vendaval, se tuvo que posponer.
Hoy, en una mañana mucho más agradable, me he acercado a las inmediaciones de la localidad de Biar, concretamente a la bifurcación de pistas, la que conduce al Mas de Fontalbres y la que sube a la cima del Reconco. Allí, en una replana junto al depósito contra incendios, aparco el vehículo y comienza la ruta de esta jornada.
Mas de BovoMas de Soler
Tomo la pista hacia Fontalbres, que también es el Camino de Santiago del Sureste y la PR-CV55, y paso por los alrededores de algunas fincas, como el Mas de Bovo y el Mas de Soler.
Llego hasta el paraje de la Fonteta de Soriano y, unos 200 metros después, en la bifurcación, tomo el ramal de la izquierda para llegar al Mas de Camarasa.
Font de Soriano
Quinientos metros de descenso, en dirección norte, y llego al barranco de Fontalbres, 700 metros de pista y me incorporo, a mano derecha, a una senda estrecha que sube zigzagueando por la sierra, hacia el noreste, y me lleva a la zona de la Loma Rasa.
Mas de CamarasaBarranco de FontalbresAl fondo la población de Biar y su castillo
Ahora camino por la parte más alta de mi recorrido, la pista me lleva a conectar con la PR-CV55, muy próximo al Alt de la Creu.
Loma Rasa
Sigo en la PR, tomando la pista a mano derecha, y llego en descenso a una importante encrucijada; la pista de la derecha, que es la opción que tomo, me lleva hasta el paraje de la Font del Xorro.
Por una pequeña vereda llego a la fuente. Aquí, un rato de descanso en este surtidor de agua para beber y comer alguna fruta.
Font del Xorro
Deshago mis pasos y regreso a la pista (PR-CV55), ahora en dirección sureste.
Paso por las inmediaciones del Mas de Fontalbres y por el desvío al sendero botánico del Reconco.
Mas de FontalbresInicio sendero botánico
Poco después llego al cruce/desvío que me llevó, al comienzo de la ruta, hasta el Mas de Camarasa.
Font de Soriano
Ahora conecto con el camino inicial, paso nuevamente por la Fonteta de Soriano, las fincas del Mas de Soler y Mas de Bovo, llego hasta el depósito contra incendios y al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Han sido, entre subidas y bajadas, unos 12 kilómetros, con un desnivel de 330 metros, hechos en un tiempo correcto y una mañana espléndida.
Una jornada que ha comenzado bastante caótica; el fortísimo viento ha sido uno de los motivos por el que Paco no ha podido realizar la caminata y Raúl por asuntos familiares tampoco. Así que, finalmente, nos hemos animado Óscar, Jesús, Reme, Pedro y yo (aunque con bastantes reservas).
La rachas de viento han hecho que hayamos cambiado un par de veces de destino a la hora de hacer una caminata.
En el último momento hemos decidido acercarnos a la población de Biar para hacer una ruta urbana.
Primeramente nos hemos dirigido por el ‘Camí de la Mare de Déu’ hasta el ‘Santuari de la Mare de Déu de Grácia’, pasando antes por el pozo de nieve de la población.
Hay que sumarle al caos del día el hecho que, hasta la llegada al santuario, mi móvil, que funcionaba perfectamente, ha decidido morir (así como suena) y todas las fotos realizadas han desaparecido.
Las instantáneas que completan este reportaje son la realizadas por Pedro y, en su mayoría, por Óscar; sin su bondad y generosidad, esta entrada en la web sería una auténtica ‘cagarruta’.
Hemos hecho un recorrido por el pueblo y hemos subido al castillo desde donde hemos admirado sus bellísimas panorámicas.
Una bajada por la ladera norte y nos hemos puesto en camino hacia la ‘Avinguda de Banyeres’ para llegar, por sendas y trochas, al acueducto.
Unas cuantas fotos en esta maravilla arquitectónica y nos hemos puesto en marcha nuevamente para llegar al pueblo, por la ‘Rambla del Derramador’.
Callejeando llegamos hasta el restaurante donde vamos a comer; ahora todo perfecto.
Al terminar, nos dirigimos a los vehículos y… regresamos a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: A pesar de las dificultades iniciales, totalmente recomendable. Biar es un pueblo lleno de historia y de encanto. Han sido algo más de 6’50 kilómetros, con un desnivel de 170 metros, en un día algo chungo pero llevadero y con una compañía de lujo (echando de menos a los ausentes, por supuesto).
Curioseando en una página de senderos me fijé en una ruta que me llamó la atención; una zona que conozco bastante bien y me sorprendió lo que en ella podía encontrar.
No he dudado ni un momento, hoy me he dirigido al sur de la población de Ibi y, por hacer algo más de recorrido, he preparado una caminata que, primeramente, me llevará hasta la sierra del Quartell y, dando un rodeo por entre barrancos, me hará llegar hasta el punto que ha llamado totalmente mi atención.
Dejo el coche cerca del parking de camiones que hay entre la autovía del Mediterráneo y la rambla Gavarnera (barranco de Ibi), comienzo la andadura, en sentido norte, por la senda que va en paralelo al camino de servicio.
Giro a la derecha por la pista cementada que lleva al Pla de Sempere y 400 metros después tomo la senda de la derecha hasta llegar al viejo caserón (algo ruinoso).
Desde este lugar se pueden contemplar los campos de olivos y almendros de la zona; ya el almendro está perdiendo la flor y verdea.
Ahora sigo la vereda, en ascenso y dirección sureste, que me lleva a las estribaciones de la sierra del Quartell.
Ascenso primero, descenso después para llegar al barranco y el camino de Daroqueta, a la casa de los ‘colorinchis’ , la pista cementada de subida a la cima del Quartell y al collado Roch.
Vistas espectaculares de las sierras de los alrededores y de los distintos picos que, desde aquí, se contemplan.
Llegado al punto más elevado de esta caminata (988 metros) comienzo el regreso.
Tomo la senda/trocha, en dirección noroeste, del barranco dels Argamells, en ocasiones en brusco descenso,
Comienza ahora una subida hasta una pista para seguir descendiendo hasta llegar al barranco de Daroca, pasando antes por una pequeña caseta (seguramente de labranza) donde hago un receso para beber y comer una fruta.
La pista asfaltada me lleva en paralelo por el barranco de Daroca hasta llegar a la carretera CV-798, la que une las poblaciones de Ibi y Tibi.
Caminando unos pocos metros por esta vía para desviarme, a mano derecha, por los caminos que me acercan al Mas de la Riba Roja y nuevamente al barranco dels Argamells.
Paso por una antigua construcción y un pozo (en ruinas) y por una cantidad de parcelas de cultivos (campo a través) que me hacen pensar que hay que replantear esta parte del itinerario.
Pese a todo, por fin, accedo al Paraje Natural de la Font Negra.
Esto es realmente lo que ha motivado toda esta caminata.
Cuando vi las fotografías que otros senderistas y caminantes habían puesto en sus páginas y webs me quedé loco; no me esperaba que tan cerca de Ibi hubiera este magnífico salto de agua y esta poza.
Una pequeña área recreativa, con sus bancos, sus mesas y la fuente (la Font Negra en cuestión) con un abundante chorro de agua.
Sorprendido y ojiplático abandono esta zona de recreo y tomo la pista que, unos cientos de metros después, me acerca hasta el vehículo.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido, entre unas cosas y otras, cerca de 11 kilómetros y unos 350 metros de desnivel, en una mañana algo más fresca que en días anteriores, bastante ventosa pero agradable.
En esta ocasión, Jesús, Raúl, Paco, Reme, Pedro y yo, nos hemos dirigido a Catamarruch, localidad pedánea de la población de Planes, perteneciente a la comarca de El Comtat, para realizar una caminata por la vecina Sierra de la Almudaina y visitar algunos de sus puntos de interés.
Dejamos los autos en esta aldea, en la calle de Jeroni Bernat, junto a la estupenda plaza/terraza/mirador, y, desde aquí, damos comienzo nuestra andadura.
Tomamos la pista que, en dirección sur, se aleja del pueblo y nos lleva hasta el barranco de Benialfaquí. Comienza, desde este punto, el ascenso. Llegamos a una primera e importante bifurcación, tomamos el ramal de la derecha y, con una importante subida, por pista y por senda después, alcanzamos las imponentes paredes de las Peñas de la Cova Negra, en la cara norte de la Sierra de la Almudaina.
Llegamos a las peñas de la cueva y, en este abrigo, se debería poder contemplar el curioso petroglifo de una cruz sobre una piedra de sus paredes; algo que nos ha resultado totalmente imposible por más que hemos observado el lugar.
De todas formas, adjunto una foto del petroglifo tomada por otro usuario, para que veáis a qué me refiero.
Algo decepcionados, seguimos nuestro itinerario, bordeando la espectaculares paredes, hasta llegar al Corral de Cendra, una construcción en plena sierra, con unas magníficas vistas del Valle de Planes.
Continúa nuestro ascenso, por pista, pasando por el Bancal de Cabota y unos cientos de metros después, la dejamos para tomar una pequeña senda, a mano izquierda y en descenso, al camino de regreso.
No sólo iniciamos el retorno al lugar de partida, también, en este punto, el paisaje da un drástico giro y nos encontramos en los límites del incendio que hubo hace un par de años y que devastó más de 20.000 hectáreas.
Ahora caminamos en dirección este, hasta llegar a una nueva pista, en la zona de Els Cocons.
Pasaremos por El Portell y los corrales de Cantacuc y del Retor, rodeados de esqueletos de árboles calcinados.
Seguiremos por la serpenteante vía, en dirección noroeste, y llegaremos a la zona de La Planissa, ahora algo más verde y frondosa.
En esta parte del recorrido accedemos a la pista por donde comenzamos la ruta y, 1’3 kilómetro después, llegamos a Catamarruch y al auto.
Hacemos una parada en Planes para comer y…
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente. Han sido cerca de 12 kilómetros, con un desnivel de unos 500 metros.
Francamente se nos ha hecho bastante pesada, sobre todo el regreso por pista, muy pedregosa y con tanta arboleda quemada. El día caluroso y despejado y la compañía de lujo.
A unos 2’5 kilómetros al sur de la población de Relleu, en la zona de ‘Les Cases de les Rigueres’, en un claro del ‘Camí d’Amadorio’, dejamos los vehículos y, Reme, Paco, Pedro, Raúl, Jesús, Elena, Óscar y yo, damos comienzo la ruta que nos llevará, en este término de la comarca de ‘La Marina Baixa’, a visitar algunos de los puntos de interés de la misma.
Tomamos la senda que durante 1’7 kilómetros, y en dirección sureste, nos conduce hasta la presa del pantano. Llegamos hasta la caseta de acceso al llamado ‘caminito del rey alicantino’, a eso de las 11:15, tenemos reservadas las entradas, pagamos los tiques y realizamos el recorrido por la Pasarela de la Presa de Relleu.
En abril del 2022, algunos de los componentes, ya realizamos este trayecto pero, en esta ocasión, el grupo se ha incrementado y a la pasarela le han añadido un nuevo tramo, que no nos lo queríamos perder.
Terminada la visita, comenzamos el camino hacia el pueblo, en dirección noroeste, bordeamos el pantano por la zona de ‘Les Pequerines’, atravesamos el río Amadorio, accedemos a la pista asfaltada del ‘Camí d’Amadorio’ y, ascendiendo 2,5 kilómetros después, llegamos al municipio.
Nuestra idea, dependiendo de la hora de llegada a Relleu, es la de recorrer sus calles y visitar su castillo.
Hemos llegado con tiempo suficiente y, finalmente, unos hemos preferido quedarnos en el pueblo y tomarnos unas cervezas en la plaza de la iglesia de Sant Jaume, junto a Andrés y Carmen (dos colegas que han venido a comer con nosotros), mientras otros se han marchado a visitar el castillo, la ermita de Sant Albert y el lavadero municipal.
Después hemos llegado todos, a la hora convenida, al restaurante donde tenemos hecha la reserva y nos hemos pegado una comilona de tres pares de narices.
Al terminar la comida nos despedimos de Andrés y Carmen e iniciamos el regreso al punto de partida.
Tenemos que tomar la senda ‘Camí de la Depuradora’ que sale de Relleu, en paralelo a la CV-775, y nos conduce por ‘Las Mediasas’, cruzando nuevamente el río, pasando por el ‘Pla del Sagal’ y llegando al ‘Camí d’Amadorio’ y al lugar donde tenemos los coches.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: De todas todas. Han sido unos 11,23 kilómetros para los que han hecho el ascenso al castillo, 9,35 km para los que nos hemos quedado en el pueblo, con un desnivel que oscila entre los 305 y los 260 metros, según la opción, en un día estupendo y con una compañía magnífica.
Una vez más, como tantas otras, la caminata a realizar será por el Paisaje Protegido de las Sierras del Maigmó y del Cid, más concretamente en el espacio de la Replana del Pino, cerca del Collado del Portell de Catí.
Aquí dejo el coche y da comienzo la ruta preparada para este hermoso día de febrero.
En esta ocasión, Óscar y yo, tomamos una de las pistas que, hacia el este, rodea la Sierra del Carrascalet por su ladera de la umbría hasta llegar a una primera bifurcación. En este punto optamos por el ramal de la derecha, y en dirección sur, coincidiendo con las PR-CV 85 y PR-CV 31, nos dirigimos hacia el Alt de Guisop y las Antenas de Pedro Payá.
Obviamos el desvío al Alt de Guisop y llegamos a la zona de las antenas.
Aquí, ante las magníficas vistas de las cimas de los alrededores (Maigmó, Maigmonet, Alt de la Ximenera, Peñas de la Foradá, El Cid, etc…) y la costa alicantina, hacemos una pausa para contemplar, beber y comer algo.
Comienza ahora el camino de regreso al punto de partida. El descenso lo hacemos por la pista asfaltada de acceso a las antenas; una carretera zigzagueante, en sentido norte, que nos lleva en descenso, pasando por el depósito contra incendios, hasta la senda, a mano izquierda, que nos dirige al Pou de Neu de Planisses.
Llegamos a esta cava de nieve y seguimos la pista que nos conduce a las Casas de Planisses.
Después del paso por estas edificaciones (en estado ruinoso) y sus campos de cultivo, la pista, en dirección oeste, da paso a una estrecha senda, a mano derecha, que nos lleva, por entre un hermoso bosquecillo de carrascas y pinos, a conectar con la pista inicial (desde donde comenzó esta ruta) .
Sólo nos queda llegar hasta la Replana del Pino y acceder al auto.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido cerca de 11 kilómetros, con un desnivel de 320 metros y en una mañana, aunque algo brumosa, espléndida y luminosa.
Hoy estoy acompañado por Jesús, Pedro, Óscar, Paco, Reme y Raúl, nos dirigimos hasta la ciudad de Alcoy, concretamente al barrio de Batoi y, a las afueras del mismo, en un claro del ‘Sendera del Blai Giner al Regadiu’ dejamos el auto y comenzamos nuestra caminata de febrero por estos parajes alcoyanos.
Por pista, nos acercamos hasta la Font del Quinzet, lugar donde, además de la fuente (ahora sin agua), se reúnen los ríos Polop y Barxell. formando una pequeña zona recreativa, con su pequeña cascada (con esta sequía, muy muy pequeña), sus mesas y sus bancos.
Tomamos la pista que, en dirección sureste, nos incorpora, en suave ascenso, hasta un tramo de la Vía Verde. En este punto, ahora hacia el oeste/noroeste, caminamos por dicha vía atravesando dos de sus túneles y pasamos por un área de descanso para llegar al ‘Pont de las Set llunes’.
Seguimos por la Vía Verde, pasamos por un nuevo túnel, llegamos al Viaducto del Barxell y, poco después, a mano izquierda, encontramos una pequeña fuente y una senda ascendente que serpentea y nos conduce hasta las Casas del Salt.
Este núcleo urbano, situado al suroeste de la ciudad, próximo a la carretera CV-795, la que lleva a Banyeres de Mariola, destaca por estar ubicado sobre un gran acantilado desde, sobre todo en tiempos de lluvia, donde se puede disfrutar de su famoso Salt, una cascada efímera que ofrece el río Riquer o Barxell al precipitarse al vacío.
Dejamos las Casas del Salt y nos dirigimos, pasando al otro lado del río Barxell, a una senda donde se encuentra una cueva/abrigo y una serie de ‘miradores’ (las vistas son especialmente espectaculares). Seguimos el camino, ahora en descenso, para llegar a la zona del ‘Racó de Sant Bonaventura’.
En este gran espacio recreativo, el río Polop tiene una serie de saltos de agua que le dan un atractivo especial, una explanada con mesas y bancos, una hermosa arboleda y la ‘Font del Molí de Baix’.
Tras unos minutos de disfrute en este hermoso lugar tomamos la senda que, siguiendo el curso del río Polop, nos lleva hacia el este y nos hace pasar por debajo del Puente de las Siete Lunas.
En varias ocasiones tenemos que atravesar, entre la frondosa vegetación, las aguas por diferentes pasarelas, pasamos por algunas pozas, un azud y, finalmente, el camino nos lleva hasta la ‘Font del Quinzet’, unos doscientos metros después llegamos donde se encuentra el auto.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Ya sabéis, eso siempre. Han sido algo más de 10 kilómetros, con un desnivel de unos 313 metros, en una mañana relinda y con una compañía guapa, guapa, la matraca.
Hoy, para estrenar el mes, decido hacer una ruta nada complicada por uno de los montes alicantinos.
En el kilómetro 17’8 de la carretera CV-780, la que une las localidades de la Torre de les Maçanes con Benifallim, a la altura del puerto de montaña de la última población (1010 m), dejo el coche y comienzo la caminata de esta jornada.
Early morning: 0 clouds, 0 winds, 0 degrees.
Tomo la pista que, en dirección suroeste, me lleva primero en suave ascenso, por el llamado Azagador del puerto, hasta el depósito contra incendios.
Ahora la subida va en aumento, pasando por la senda que rodea la falda sur de la Serra de Rontonar, hasta llegar al Pou de Neu del mismo nombre.
Un breve descanso en esta cava de nieve para beber y contemplar las vistas de los alrededores y comienzo el último tramo hasta la cumbre.
Un ascenso algo más exigente por la cara sur de la Serra dels Plans, por vereda en un primer momento y por la pista, la Costera de la Mare de Déu, después, hasta alcanzar el vértice geodésico de esta sierra, Plans (1330 m).
Después de unos minutos en lo alto, gozando de las magníficas vistas, comienzo el regreso al punto de partida.
En esta caminata, tanto la ida como la vuelta, se hace por el mismo sitio. Ahora el sentido es hacia el noreste y paso por los mismos puntos que en el comienzo…
La Costera de la Mare de Déu, la vereda, el Pou de Neu, la senda por la cara sur de la Serra de Rontonar, el depósito contra incendios, la pista Azagador del puerto y el coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto, sin dudarlo. Han sido algo más de 9 kilómetros y con un desnivel de 310 metros.
En este día, y para despedir el mes de enero, Jesús, Paco, Pedro, Reme, Raúl y yo, hemos optado por una caminata conocida y sin demasiada dificultad por las sierras de la Carrasqueta y del Cuartel.
Dejamos el auto a unos trescientos metros del Mas de Sant Ignasi (1025 m) y a cuatrocientos del puerto de montaña de la Carrasqueta, donde comenzamos la ruta de esta jornada, fría y gris.
Tomamos, hacia el oeste, el Camí de Vivens, pasando por el Maset de Brossa y la Casa de Miralles.
Continuamos la pista, dejamos atrás el Mas de Don Francisco y llegamos al Puntal de los Quemados.
Las panorámicas, desde este punto, de las sierras alicantinas de la Penya Roja, con el Migjorn, de la Grana, de Almaens, del Cabeçó d’Or, etc… son realmente espectaculares.
A los pocos metros de pasar por el Puntal, cogemos una senda a mano derechaque nos hace pasar por la Penya Pina y nos acerca hasta la pista, ahora en dirección noreste, llamada Camino de la Umbría.
Por la cara norte de la sierra del Cuartel llegamos hasta el Refugio de montaña de Esbarzerets (1161 m) y, continuando la pista, accedemos al vértice geodésico, Carrasqueta (1205 m).
Aquí, las ya inevitables instantáneas en la cumbre.
Iniciamos el regreso al punto de partida, deshacemos nuestros pasos hasta el refugio y, ahora, tomamos una senda, a mano izquierda, Camí Vell de la Torre de les Maçanes, que, en suave descenso, nos comunica con el Camí de Vivens (a la altura, más o menos, de la Casa de Miralles).
Aquí sólo tenemos que seguir la pista hasta llegar al Mas de Sant Ignasi y, antes de llegar al coche, visitar el pozo y la cava de nieve de esta masía. Después, alcanzar el auto y…
Regresar a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido algo más de 11 kilómetros, con un desnivel cercano a los 300 metros, en un día estupendo y con una compañía fabulosa.
Para este último jueves del mes la ruta elegida ha sido una caminata por los alrededores de la población de Tibi, localidad a la que acudiremos, al finalizar la actividad, para realizar una comida de aniversario.
Jesús, Pedro, Paco, Reme, Raúl y yo hemos dejado el auto a la entrada del pueblo, cerca de la CV-8102, junto al cauce del Río Verde. Desde este lugar hemos comenzado nuestro itinerario tomando la senda que, yendo contra corriente, acompaña al río en dirección norte.
Pasamos por los molinos de David y de Colau, así como la casa de la Volta Blanca, teniendo que cruzar en varias ocasiones las aguas y llegando a la zona de la Foieta del Conill desde donde, ahora por camino asfaltado, nos dirigimos en dirección este, hasta el sendero que nos conduce, nuevamente hacia el norte, a la zona de El Cantalar.
El Cantalar es un monte coronado de grandes formaciones rocosas en el que se encuentran los restos de un asentamiento de la Edad de Bronce, grabados rupestres y multitud de cazoletas. Así como, en un punto del camino, restos de una gran carrilada, surcos que han dejado en la roca el paso de antiguos carruajes o carretas.
En su base, y de camino al norte, nos topamos con una enorme piedra, a modo de gran hito, con muchos e importantes símbolos cruciformes.
Seguimos ahora la pista, llamada Camí del Cantar de l’Orgue, pasamos por la Pedrera del Senyor Robat y por el Barranc del Fort, accediendo a las primeras casas de la Finca Terol.
Aquí, cambiamos de dirección y nos dirigimos al sur, primero por pista y por vereda después, llegando de nuevo al río Verde.
La senda, durante unos 400 metros, nos lleva a seguir el curso de las aguas, teniendo que cruzarlas con bastante dificultad en repetidas ocasiones.
Tenemos, algunas veces, que dar marcha atrás por la imposibilidad de seguir adelante, teniendo que optar por cruzar algunos campos de cultivo, pasando por los alrededores de la Caseta de Tararol, el Clot, Cases de Torrosella y la Casa de Gasparet.
Llegamos a la pista donde se encuentran las Casas de Cantallop y sus cuidados olivares.
En este punto volvemos hasta la senda que nos llevó a la Foieta del Conill y, desde aquí, volvemos a caminar siguiendo el curso del Río Verde y llegando sin mucho esfuerzo hasta donde tenemos aparcado el auto .
Nos dirigimos a Tibi para celebrar la comida que antes comenté, pero… eso ya es otra historia.
Al llegar al pueblo, en el restaurante se han unido al grupo Óscar, Elena, Andrés y Carmen; buena comida, mucha bebida, risas y momentos inolvidables.
Valoración: 2**
Recomendable: Totalmente. Han sido casi 9 kilómetros, con un desnivel de 150 metros, hechos en un buen tiempo, con una mañana maravillosa y una compañía estupenda.
La lluvia (por fin!!!) del pasado viernes ha hecho que se retrase, hasta hoy lunes, la salida a la sierra; una caminata nada complicada, por una zona muy conocida y cercana.
Me he dirigido hasta el parking del hotel de Catí para iniciar un recorrido por los alrededores, en pleno Paisaje Protegido de las Sierras del Cid y del Maigmó.
Tomo la pista, en dirección sur, coincidente con las PR-CV 29 y PR-CV 30, hasta llegar al cruce de caminos donde se encuentra La Ferrería.
Continúo hacia el sur, pasando por el Collado Vista Mar y llegando hasta las Peñas de la Foradá, elevaciones rocosas en las que se practica escalada. Las rodeo por el norte y llego a su cara sur hasta acceder, unos quinientos metros después, a otra confluencia de sendas (en este punto hay unas magníficas vistas del entorno).
Ahora tomo una vereda, que me lleva por entre pinos, en dirección oeste, al Racó de la Servera y a la Casa del Calafate (ruinas), en la zona homónima.
Sigo en la misma dirección, entre pistas y caminos, para llegar, primero, al Cantal del Moro y, después, al Albergue y Zona Recreativa de La Rabosa.
Aquí hago un stop para beber y comer algo, continuando luego con el itinerario preparado; realmente comienza en este momento el regreso al punto de partida.
Ahora retrocedo y, a los 500 metros, tomo una senda a la izquierda, en dirección norte, que me lleva en ascenso hasta el Collado de Amorós, un pequeño respiro para continuar subiendo hasta la pista cercana al Alto de Ponce.
Esta vía, en dirección este, corresponde a las PR-CV33 y PR-CV34, y me conduce hasta la torre de vigilancia, la Ermita de la Purísima y el cruce de la Ferrería.
En esta encrucijada sólo queda seguir la pista que tomé en un principio, llegar al Hotel de Catí y al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Por supuesto. Han sido cerca de 12 kilómetros, con un desnivel de uno 300 metros (+/-), hechos en un tiempo correcto, en una mañana bastante agradable y con la compañía de… ‘just myself’.
Una caminata realizada en muchas ocasiones, en solitario o en compañía, ha sido la elegida para el día de hoy. El grupo que me acompaña esta mañana está compuesto por Pedro, Reme, Óscar, Raúl y Jesús.
Nos dirigimos hasta la población de Onil y, después, por la CV-803, la carretera que conecta con Banyeres, llegamos hasta el desvío, a mano derecha, que lleva a la ermita de Santa Ana y la Casa Tápena, continuamos por dicha carretera llegando al Mas de l’Arcada. Frente a esta masía aparcamos el vehículo y comenzamos la ruta de la jornada.
Ascendemos suavemente, en dirección norte, por el barranco/rambla de la Arcada, tramo de nuestro recorrido que coincide también, y cómo no, con la GR7.
Una primera bifurcación y nosotros tomamos el ramal de la derecha, dejando en el de la izquierda la GR7, mientras nos adentramos, hacia el este, por el barranco de Monvarí.
Unos cientos de metros después visitamos el Mas de Monvarí, una finca con su casa, su fuente, su alberca y sus campos de cultivo.
Este barranco se extiende, hacia el oriente, entre las sierras de Biscoi y del Serral. Nosotros seguimos en ascenso por la pista que circula entre el margen derecho de la rambla y la falda norte de Biscoi, hasta llegar a un cruce de caminos.
En esta intersección encontramos, de nuevo, la GR7 y, después de hacer un ‘break’ para beber y comer algo, optamos por seguir la gran ruta, en dirección oeste, hasta el Mas del Palomaret, una importante finca situada en el otro margen de la rambla de Monvarí.
A pocos metros de la masía tenemos una bifurcación, tomamos el ramal de la derecha, dejando atrás la GR7, y encaminándonos hacia el collado del Xocolater por la ladera de la sierra de El Serral.
Una vez que llegamos hasta la colina, el camino nos lleva ahora, en dirección suroeste, al barranco de Taguenga, en el que a 1 kilómetro (+/-) volvemos a incorporarnos a la GR7.
Ahora ya seguiremos en ella durante todo el recorrido por la rambla de Taguenga.
Incluso seguirá con nosotros cuando nos incorporemos al barranco de la Arcada y lleguemos al Mas homónimo, donde tenemos el auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Eso, siempre. Han sido algo más de 11 kilómetros, con un desnivel de unos 250 metros, hechos en un tiempo más que aceptable, en una mañana fresca y algo nubosa, y con una compañía de 10.
Entre la Serrella y la Sierra de Aitana, en la Vall de Guadalest, un lugar por donde, entre otros, discurre el río Frainós, uno de los principales aportes del Serpis, da inicio la caminata preparada para esta mañana de enero.
Dirijo el auto hasta la población de Penáguila , en la comarca de l’Alcoiá, y, desde las afueras de la misma, muy cerca del Pont de l’Arcada, Óscar (que sorprendentemente se ha unido a esta salida) y yo comenzamos el recorrido de esta helada jornada.
Tomamos el camino/pista, en dirección este, que nos conduce hasta la localidad de Alcoleja, en la comarca alicantina del Comtat.
En este caso, entramos al pueblo por el norte y hacemos un recorrido por su centro donde se encuentra la Torre d’Alcoleja (o Palacio de Malferit), la iglesia de Sant Vicent Ferrer y el ayuntamiento.
Salimos ahora por el sur de la localidad y nos dirigimos hacia el noreste, pasando por el río Frainós, las casas de Cabrera y la piscina municipal.
Seguimos el camino en la misma dirección hasta llegar a la pequeña pedanía de Beniafé, un conjunto de casas pertenecientes al término de Alcoleja, con una bella ermita del siglo XVII en honor a la Mare de Déu dels Desamparats y una hermosa fuente, balsa y lavadero, en un rincón con espectaculares panorámicas.
Llegados a este punto, comenzamos el regreso al punto de partida.
Tomamos el camino de Beniafé, en dirección oeste/noroeste, pasando por el puente sobre el río Frainós y llegando a la carretera CV-770.
Después de 500 metros de asfalto, conectamos con el sendero/pista que nos llevó a Alcoleja, ahora vamos en sentido contrario hasta llegar a Penáguila.
En poco más de 2’5 kilómetros de sinuoso recorrido, con algún que otro desvío, llegamos al Pont de l’Arcada, a la población de Penáguila y al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro que sí… Alguien lo puede poner en duda? Han sido cerca de 10 kilómetros, con un desnivel de 360 metros, en una mañana gélida y luminosa, y con una compañía muy agradable con la que no han habido silencios incómodos, jajajaja.