Hoy, sábado, pleno verano y con una luna llena que quita el ‘sentío’ nos hemos animado a hacer nuestra primera ruta senderista nocturna.
Tampoco es cuestión, por eso de ser la primera, de ponerle máxima dificultad al sendero.
Hemos optado por una caminata sencilla y, sabiendo que había planes de rutas nocturnas a través de la red, una sierra que no fuera de las más populares y concurridas.
Iván, José, Carlota, Pablo, Brutus y yo nos hemos dirigido hasta el Port d’Albaida, en la provincia de Valencia, para tener nuestra caminata nocturna por la Sierra de Filosa.
Dejamos el coche en la zona de recreo de las Casas del Guarda Forestal, nos ajustamos en la cabeza nuestros frontales y tomamos la pista que asciende a esta sierra.
A pesar de la luna llena, el cielo en esas horas (22:45) está bastante salpicado de nubes, algunas muy bajas que rozan las cumbres y dejan en el ambiente un nivel altísimo de humedad.
La noche y mi cámara no se llevan demasiado bien; así que he hecho lo que he podido, lo siento…
Seguimos circulando por pista y nos encontramos el primer habitante de la noche, esta rana, o sapo, tan simpático.
Alguno ha tenido la intención de besarlo por si se convertía en una princesa, jejeje
La oscuridad lo que tiene es que te centras en la zona que te alumbra el frontal y… tiras millas!!!
Cuando nos hemos querido dar cuenta ya estábamos en el Alt del Forner de Verda y, desde aquí, teníamos vistas de las poblaciones de los alrededores totalmente iluminadas… Albaida, Benisoda, Agullent, Ontinyent, Alfafara, Agres, etc…
También la poderosa luna, a pesar del velo de las nubes, nos mostraba las siluetas de sierras como Montcabrer y Benicadell, entre otras (pena que mi cámara no haya podido recoger las imágenes)
A este punto nos encontramos con otra de las fieras de estos lugares, un pedazo de alacrán que ha estado posando para nosotros con sus mejores galas.
Seguimos caminando un poco más, hasta llegar al Collado de Santa Ana.
Aquí hacemos un alto en el camino para pegarnos nuestro merecido fiestorro montañero…
Todos llevábamos en nuestras mochilas comida y bebida como para hacer una boda gitana… Así que, nos hemos puesto a ello.
Hemos tenido una parada para repostar de casi una hora y media. Entre bocatas, cervezas, refrescos y muchas risas… casi vemos el momento de comenzar el regreso, jejeje
Volvemos descendiendo, por senda, hasta la zona de recreo donde tenemos aparcado el auto.
En el camino nos topamos con este grillo tan majo y con esta pequeña arañita tan poco de fiar… La bajada la hemos hecho a una velocidad de vértigo.
Llegamos al vehículo, organizamos los bártulos y… regreso a Alicante.
Han sido casi ocho kilómetros y medio de ruta a un ritmo estupendo (sin contar la gran parada para comer, beber, etc…)
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Me ha dejado muy buen sabor de boca. Este verano no sé pero… el próximo aseguradas algunas rutas nocturnas.