Se marcha junio y yo decido decirle adiós realizando una caminata por una de las sierras de nuestra comunidad.
Por la autovía A-7 me dirijo hasta el puerto de montaña de Albaida para comenzar por la ladera oeste de la Sierra del Benicadell , en su vertiente valenciana.
Una mañana insultantemente calurosa y, a pesar de ello, con muchas muestras todavía primaverales en los caminos que recorro.
He optado por una caminata nada complicada, mezcla de dos itinerarios hechos en meses anteriores.
Por una parte, comienzo, desde el mismo puerto de montaña, hasta llegar al corral y nevero de Diego, tomando la senda de la izquierda en la bifurcación que hay en el barranco de Fontanares.
Un camino que representa muy bien el nombre que recibe la zona, ‘La umbría del Benicadell’.
Una vez llego al corral y al nevero de Diego, esto se encuentra en un cruce de sendas, me dirijo hacia el norte para llegar a la Font Freda; este itinerario lo he realizado en multitud de ocasiones.
A medida que me acerco a la fuente, la visión de la Vall d’Albaida debería ser todo un espectáculo pero… hoy no es así; una bruma cubre el valle y apenas deja ver su belleza.
Llego a una confluencia de pistas, lugar en el que hay una cruz conmemorativa dedicada a un joven senderista muerto hace años.
Un poco más allá, en dirección este, accedo al área recreativa de la fuente y hago un ‘break’ para beber agua y comer alguna fruta.
Después de unos minutos, deshago mis pasos, vuelvo al cruce de caminos y tomo ahora la pista que desciende, en dirección oeste, y me lleva hacia la Serreta de la Creu y Adzeneta d’Albaida.
Aquí comienza el tramo de regreso al auto que corresponde a otra ruta realizada no hace mucho.
Desde la senda puedo observar, a pesar de la neblina, el Castillo de Carrícola.
En la pista, frente a la casa de campo ‘Villa Lolita’, se encuentra un desvío, a mano izquierda, que me lleva por el ‘Camino del Corral de Diego’, no sólo a dicha construcción, si no, también al Corral de Penalba y al Nevero de Joaquín.
En un ascenso más o menos suave llego al cruce de camino, donde está el Corral de Diego y su nevero.
Pozo de nieve que apenas si se puede distinguir, ya que su foso está totalmente ocupado por una enorme higuera.
Ahora ya queda solamente tomar la senda que me llevó desde el punto inicial hasta aquí.
Me encuentro de nuevo con el cruce en el que se encuentra la Font de Fontanares.
Sigo la empedrada pista, ahora en suave descenso, y un kilómetro y medio después llego al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Distancia: Cerca de 9 kilómetros.
Desnivel: Sobre unos 300 metros.
Dificultad: Fácil
Recomendable:Alguien podría pensar que no la considero recomendable?, Para nada!!!.
Última jornada de estas mini vacaciones; hoy tenemos que dejar el alojamiento en Altura.
No hay una hora concreta del día para salir de esta maravillosa casa, así que nosotros desayunamos tranquilamente, preparamos nuestros bártulos y los dejamos listos para cuando volvamos de la última excursión.
Nos dirigimos con el coche hasta la población de Montanejos, donde realizaremos una corta caminata y disfrutaremos de sus pozas de agua.
Montanejos.
La villa es una pequeña localidad de unos 500 habitantes situada en el interior de Castellón, en la comarca del Alto Mijares, atravesada por el río homónimo.
La historia de Montanejos va ligada indiscutiblemente al río y a todo lo relacionado con el agua. Nos remontamos al período neolítico (como ejemplo, el yacimiento arqueológico de la Cueva Negra) y al paso de la cultura islámica con sus fuentes, molinos, batanes, puentes, lavaderos, huertas y regadíos, sobre todo en La Alquería, barrio primigenio de la localidad, resultado innegable de la prolongada presencia árabe.
Dejamos el auto a la entrada de la villa, por el norte, en la CV20, la carretera de Tales, junto a Fuente Montanejos.
Entramos a la localidad por la avenida Fuente de Baños, llegamos a la plaza de España, centro del pueblo, donde se encuentra el ayuntamiento y la Iglesia de Santiago Apóstol.
Por la calle Cantón volvemos a la carretera de Tales y, por una pequeña senda, a mano izquierda, accedemos al paseo Paraje Fuente de los Baños que siguiendo contracorriente el curso del río Mijares y pasando por algunas zonas de recreo, diferentes alamedas y puentes accedemos al balneario natural Fuente de los Baños.
Llegamos a una hora prudencial en la que no había demasiada gente y, por lo visto, hemos tenido mucha suerte ya que, según la foto que acompaño, entre semana y hasta el 30 de junio no hay que pagar entrada.
Una vez en la gran poza, con su playa de guijarros, su restaurante y sus aseos, nos pegamos un pedazo de baño que quita el ‘sentío’.
Incluso nos adentramos nadando por el estrecho cañón, donde las aguas cubren, y llegamos hasta un abrigo desde donde brotan aguas termales.
A medida que ha avanzado la mañana, el lugar se ha llenado de visitantes… Hora perfecta para recoger, tomar algo refrescante en el bar y regresar a Montanejos, donde tenemos reserva en uno de sus restaurantes para comer.
Después de la comida, y con una ‘chicharrera’ mortal, dejamos el pueblo y volvemos a Altura.
Aquí, Pedro, que es quien conduce, se toma un descanso para hacer una pequeña siesta y… cargamos el equipaje en el auto y regresamos a Alicante, dando por finalizados estos maravillosos días en tierras castellonenses.
La caminata desde Montanejos hasta la Fuente de los Baños, ida y vuelta, ha tenido un total de unos 5’5 kilómetros y un desnivel de sólo 75 metros. Todo en un entorno de fábula que ha puesto el broche de oro a estos cuatro días.
La ruta prevista para este domingo es la que nos va a llevar por los alrededores de Altura para visitar algunos de los puntos de interés de este municipio.
Después de un reparador desayuno y de haber encargado un pollo al horno y una refrescantes cervezas en uno de los hornos del pueblo nos hemos puesto en marcha.
Nos dirigimos, hacia el sureste, pasando por el Ayuntamiento, la calle San Vicente, la fachada de la Iglesia de San Miguel, las calles San Roque, San Juan y Segorbe para incorporarnos a la avenida de Valencia y seguir por las calles Agustín Sebastián, Jarea y Ermita hasta llegar a la Ermita de la Purísima.
Tomamos ahora una senda, entre campos de cultivo y atravesando el Barranco Hondo, para acceder a una pista, paralela a la autovía Mudéjar, cruzar por debajo de ella en un túnel y llegar al Batán de Valdecristo y su fuente.
Este lugar se construyó por los monjes cartujos a finales del siglo XV con la intención de rentabilizar la lana que se obtenía de sus rebaños, ya que aquí la transformaban en paños y, más tarde, la convertían en vestimentas.
El Batán se mantuvo con esta función exclusiva hasta finales del siglo XVII. En ese momento llegó la crisis ganadera, y el proceso de industrialización transformó este lugar en una fábrica de papel hasta mediados del siglo XIX.
Deshacemos nuestros pasos y volvemos, atravesando de nuevo el túnel, a la pista paralela a la autovía.
Nos dirigimos ahora a la Fuente del Berro pero antes nos encontramos con otra fuente, de aguas muy frescas, que aprovechamos para calmarnos, ya que el día de hoy es tremendamente caluroso.
Seguimos la pista, en dirección norte, hasta llegar a una senda, a mano izquierda que nos acerca directamente a la Fuente del Berro.
El paraje del Manantial del Berro no es exactamente el lugar donde nacen estas aguas. La fuente brota de manera subterránea mucho más arriba y en este lugar se construyó este área recreativa ya que era el idóneo para canalizar las profundas aguas del acuífero.
Salimos de la zona de la Fuente del Berro y, estando muy cerca, nos incorporamos a la Vía Verde Ojos Negros, en dirección sur, hasta llegar a Altura.
Aquí la vía pasa muy cerca de la población, llegando hasta el camping, el parque y las piscinas municipales.
Y es en este punto donde el grupo hace una parada para tomar un baño y yo decido dejarles chapoteando y seguir con la ruta que tenía preparada.
Continúo por la Vía Verde durante unos 700 metros, donde tomo un camino, a mano izquierda que me lleva, por entre casas de campo y terrenos de cultivo, hasta la Cartuja de Valdecristo.
La cartuja fue fundada por el entonces infante Don Martín de Aragón, que luego reinaría como Martín el Humano en 1385 gracias a una bula papal concedida por Clemente VII, primer antipapa del Gran Cisma de Occidente en el año 1383. El lugar elegido fue el Valle de Cánava, en donde el rey compró unas pequeñas masías que serían la base de la futura Cartuja. Tras su fundación con rango real le fue concedido el señorío de las cercanas villas de Altura y Alcublas además de otros lugares y privilegios.
La importancia de la cartuja se puede deducir por los personajes que moraron en ella como Bonifacio Ferrer (hermano de San Vicente Ferrer), que llegó a ser prior mayor, San Ignacio de Loyola o el antipapa Benedicto XIII (conocido como Papa Luna), así como las importantes decisiones que en ella se tomaron.
Después de la visita a la Cartuja, vuelvo sobre mis pasos y me dirijo hasta las piscinas municipales, donde me espera el grupo, nos tomamos unas cervezas en el bar del camping y volvemos al pueblo, recogemos el pollo y las cervezas encargadas en el horno y nos pegamos una buena comilona.
Después de una siesta volvemos a salir para realizar una pequeña visita a un paraje que nos quedó pendiente el día anterior.
La ruta matinal de hoy ha tenido 10 kilómetros de recorrido y un desnivel de unos 160 metros. Todo ello, y a pesar del sofocante bochorno, repleto de puntos de interés.
En la tarde nos dirigimos en coche hasta la población de Navajas, concretamente a la plaza del Matadero, lugar donde da inicio la senda que lleva al Salto de la Novia.
El Salto de la Novia es una cascada de 30 metros que se encuentra en la localidad de Navajas. Está casi a un kilómetro al sudeste de la población y está formada por la cascada del Brazal, un salto de agua que cae suspendido de la roca en un solo tramo.
Situado en un lugar emblemático, puesto que está a borde del río Palancia y es un paraje turístico visitado por miles de personas que se acercan, sobre todo en verano, ya que el ayuntamiento organiza eventos junto a la cascada.
Este salto se formó hace millones de años, igual que las paredes calcáreas, por la erosión del terreno y el paso del tiempo. Además, en los alrededores de la cascada hay muchas cuevas debido a la misma erosión del agua.
La leyenda local cuenta que, cuando las parejas iban a casarse, las novias tenían que saltar el río en este punto para demostrar que el amor a la pareja era verdadero, y si lo lograban, el matrimonio sería feliz. Pero, una vez, una no lo logró, y fue atrapada junto con su novio, que se lanzó a rescatarla por un remolino del río, donde los dos murieron.
Después de esta visita, volvemos al coche y regresamos a Altura, no sin antes hacer una parada en el supermercado para comprar algo para la cena y el desayuno del día siguiente.
Realizamos la última cena en la maravillosa casa turística del pueblo y nos vamos a descansar que… aún nos queda por realizar una actividad en la jornada del lunes.
Esta pequeña caminata vespertina sólo ha tenido un recorrido de cerca de 2 kilómetros, con un desnivel de 35 metros; todo ello muy corto pero muy interesante.
El grupo, después de un gratificante desayuno, se prepara para realizar una caminata en esta segunda jornada por tierras castellonenses.
Tomamos el coche y nos dirigimos hasta la población de Navajas, a unos 3’5 kilómetros de Altura, por el norte. Concretamente dejaremos el auto en el aparcamiento del camping Altomira y, desde aquí, comenzaremos nuestra ruta.
A muy pocos metros del coche tenemos la Vía Verde Ojos Negros, por la que realizaremos un pequeño tramo.
La senda acondicionada para senderismo y cicloturismo es de 182,2 km en total y va desde Ojos Negros (Teruel) hasta Albalat dels Tarongers (Valencia). En la actualidad constituye la vía verde más larga de España
Pasamos por un par de túneles, un área recreativa y el mirador del Embalse.
Llegamos a un punto en el que debemos salir de la Vía Verde y tomar una pista, a mano derecha, que nos conduce hasta la parte alta del Embalse del Regajo y su presa.
El embalse del Regajo , situado en el municipio valenciano de Jérica (Alto Palancia), es un embalse del río Palancia construido entre 1951 y 1959 con una capacidad de 6,60 Hm³. La toma de gravedad con planta recta y aliviadero superior, tiene una longitud de coronación de 383 metros y la superficie de la lámina de agua es de unas 82 Ha.
Se trata de la única gran obra hidráulica del Palancia, al menos hasta que se acabe de construir la presa de Algar, pocos kilómetros aguas abajo. Ambas pertenecen a la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Aquí encontramos a Sonia, una chavala que va también en nuestra dirección, aunque ella va corriendo.
Estamos un buen rato charlando y nos recomienda un itinerario distinto al que yo llevaba preparado en mi gps, evitando así un importante trecho de carretera; incluso se presta a acompañarnos en parte del recorrido.
Llegamos al paraje de la Fuente de los Baños, un sitio maravilloso, envuelto en frondosa vegetación, con una fuente de agua limpia, un puente y unas pozas que invitan al chapuzón.
Hacemos una pequeña pausa para remojarnos y, seguidamente, continuamos nuestro camino.
Llega un momento de la senda en la que Sonia debe desviarse, nos indica el camino a seguir, nos despedimos de esta amabilísima mujer y… continuamos en dirección a nuestro destino.
Menos de un kilómetro de asfalto y llegamos al coche, en el camping.
Regresamos a Altura.
Ya en la casa, preparamos algo de comida, una siesta, salimos a dar una vuelta por el pueblo, tomar unas copas y a cenar en un buen restaurante de la localidad.
Volvemos al alojamiento a descansar hasta el día siguiente, que también tiene su actividad.
Han sido unos 8 kilómetros muy sencillos, con un desnivel de unos 175 metros, hechos en muy buen tiempo y con unas vistas maravillosas.
En este viernes de junio, Paqui, Reme, Miguel, Pedro y yo, hemos salido de Alicante a eso de las 9:15 de la mañana y nos hemos dirigido a la población de Altura, en Castellón, para pasar unos días en esas tierras de la Comunidad Valenciana.
La Villa de Altura es un municipio que pertenece a la provincia de Castellón, en la comarca del Alto Palancia. Posee la categoría de «Villa» concedida por Martín I el Humano, en 1407. Está situado en el camino natural que une Aragón con la Comunidad Valenciana.
Llegamos y nos acomodamos en una estupenda casa del pueblo de finales del siglo XIX, recientemente restaurada y preparada con todo tipo de comodidades.
Después de nuestra llegada, algo de aseo y salimos a dar una vuelta por el pueblo, tomar un aperitivo, comprar algo de bebida y volver a la casa para hacer una paella.
Tras la siesta, nos dirigimos a Segorbe, que está a muy pocos kilómetros, para realizar una visita por su centro urbano.
Dejamos el coche en la calle Vicente Ruiz el Soro para encaminarnos a la plaza de Agua Limpia, donde se encuentra el Ayuntamiento de la localidad, pasando antes por la Oficina de Turismo y los restos de la antigua Ermita de Santa Bárbara.
En dirección norte, vamos hacia la Catedral Basílica de Segorbe, la Torre del Archivo, la Iglesia del Seminario Menor Diocesano y el Arco de la Verónica.
Pasamos por la plaza de la Cueva Santa y, por las calles Cebrián y Mezquita, llegamos a la Iglesia de San Pedro.
Ahora, por la calle Obispo Aguilar, nos dirigimos a la plaza del Almudín en la que se encuentran, entre otros edificios, el Teatro Serrano y la Comunidad de Regantes, donde se realizan Las Mandas.
Las Mandas es una de las tradiciones inmaterial más antiguas de la ciudad de Segorbe y trata sobre la distribución del agua para el riego en las distintas huertas segorbinas.
Entramos por la calle de Santa María hasta la plazuela en la que se encuentra el Museo Catedralicio y Archivo de la Catedral de Segorbe.
Retrocedemos sobre nuestros pasos y volvemos, de nuevo, por la plaza del Almudín, tomamos las calles de Santa Ana y de la Purísima para llegar a la Iglesia de San Joaquín y Santa Ana.
Nos encontramos en la calle Almas, justo a las faldas del Castillo de la Estrella, para subir, por su ladera sur, hasta lo alto de la fortaleza.
El Castillo, denominado de la Estrella, o de Sopeña, así como el Acueducto y las Murallas de Segorbe son un conjunto de construcciones que están catalogados, por declaración genérica, como Bien de Interés Cultural.
El Castillo se encuentra ubicado en uno de los cerros de la ciudad y sus basamentos estarían datados en época ibérica, cuando se produce la romanización de la zona, pasó a ser población romanizada y reconstruido, adaptándose a la nueva forma de entender los núcleos poblacionales del pueblo romano. Hay autores que afirman que el castillo fue acrópolis romana y posteriormente fortaleza de los visigodos y árabes.
Abandonamos el recinto por su salida norte, llegando hasta el paseo de Sopeña, que rodea el cerro y nos comunica con algunos miradores, las murallas medievales y el acueducto de la ciudad.
Las murallas por su parte se distribuyen desde los alrededores del castillo a la parte del núcleo poblacional que se haya más abajo, pudiéndose encontrar restos de la misma por todo el actual casco antiguo de la ciudad. Por su parte, los restos del Acueducto, del que sólo quedan unos cuando arcos, se ubican dentro del centro de Segorbe.
Al final de este recorrido encontramos la Torre del Verdugo, la Torre del Botxi y la de la Cárcel.
Por la calle Colón, pasamos por la fachada de la Iglesia de Santa María y por la plaza del Obispo Haedo, donde está el ‘monumento a la Entrada de toros y caballos’.
La ‘Entrada de toros y caballos’ es una fiesta que se celebra en Segorbe como resultado de la evolución del traslado de reses para ser corridas en un recinto cerrado o plaza de toros.
Esta celebración está declarada Fiesta de Interés Turístico, Fiesta de Interés Turístico Internacional y Bien de Interés Cultural Inmaterial.
Ahora ya sólo nos queda llegar hasta la calle donde tenemos el auto y regresar a la estupenda casa de Altura, no sin antes hacer una parada en un supermercado para realizar una compra para la cena y el desayuno del día siguiente.
Entre unas cosas y otras han sido cerca de 4 kilómetros de caminata, con un desnivel mínimo de unos 50 metros.
Ha sido una ruta urbana sencilla y muy interesante.
La ruta de este lunes la voy a realizar por los alrededores de la ciudad de Alcoy, en concreto, y como en otras muchas ocasiones, en las cercanías de la Font del Quinzet y su área recreativa.
Dejo el auto en un claro de una arboleda que hay a escasos 200 metros de la fuente. Es en este punto, en el que se unen los ríos Barxell y Polop, donde, prácticamente, da comienzo mi caminata.
La Font del Quinzet es una pequeña zona de recreo cercana a la ciudad de Alcoy. Dispone de buenas sombras, un salto de agua, mesas y bancos de piedra y madera y la fuente en sí. Además es un interesante cruce de caminos y senderos que conducen a distintos parajes de los alrededores.
Durante unos 300 metros sigo el curso del río para tomar un desvío, a mano derecha, que me lleva en ascenso, por senda y por pista, en dirección sureste, hasta la Vía Verde.
Seguiré el recorrido de esta vía por unos 2’2 kilómetros, pasando por cuatro de sus 14 túneles, un área recreativa y dos puentes: el ‘Pont de las Set Llunes’ y el ‘Viaducte del Barxell’.
Pasado el viaducto, junto a una pequeña fuente, me desvío, a mano izquierda, por una senda que me conduce a la pista que lleva, en modo ascendente, hasta las Casas del Salt.
Este pequeño núcleo urbano, situado al suroeste de la ciudad de Alcoy, próximo a la carretera CV-795, la que lleva a Banyeres de Mariola, destaca por estar ubicado sobre un gran acantilado desde, sobre todo en tiempos de lluvia, donde se puede disfrutar de su famoso Salt, una cascada efímera que ofrece el río Riquer o Barxell al precipitarse al vacío.
Al paso por la calle principal, sobresale, de manera especial, el edificio del Molino el Salt de Payá y los Jardines de Brutinel.
Ahora me dirijo, por senda, al otro lado del río para ver el hermoso paisaje desde el mirador, pasando antes por un curioso abrigo/cueva.
Me llevo una grata sorpresa cuando compruebo que, en pleno mes de junio y de manera excepcional, el Salt tiene una caída de agua bastante importante para la época en que estamos.
Unas cuantas fotos en el mirador y… continúo con el itinerario previsto. En suave descenso me encamino por entre pinares hasta el paraje del Racó de Sant Bonaventura, teniendo frente a mi el Parque Natural del Carrascal de la Font Roja.
Llego a los saltos de agua que ofrece en este lugar el río Polop.
Una hermosa arboleda surcada por las aguas y rodeada de mesas y bancos de madera.
En este punto hago una pequeña pausa para beber y comer alguna fruta.
Comienza el regreso al punto de partida.
Camino por la sinuosa senda que, siguiendo al río, me llevará a mi destino.
La corriente forma pequeñas pozas y con la ayuda de algún azud se producen saltos de agua que me acompañan durante todo mi recorrido.
Paso ahora por entre las columnas del Puente de las 7 Lunas.
La senda, de frondosa vegetación, me lleva, por fin, hasta la Font del Quinzet y, a unos 200 metros, al lugar donde tengo aparcado el auto.
Entre los términos municipales de Fontanars dels Alforins (Valencia) yBeneixama (Alicante) se desarrollan las caminatas de este día.
Paco, Raúl, Pedro, Reme y yo, nos hemos dirigido hasta el kilómetro 5’5 de la carretera CV-657, la que comunica Beneixama con Fontanars, en plena Sierra de la Solana. En este punto hemos tomado la entrada a una pistay, apenas acceder a ella, en un claro, hemos aparcado el auto.
Comenzamos la caminata por una vereda que hay junto a la pista, llamada ‘de la Replana’, a mano izquierda y que nos lleva, nada más entrar, a un llamativo horno de cal.
Éste es uno de los tres recorridos (el más largo) que haremos en esta mañana.
La senda nos dirige, por la zona llamada ‘Bancalets d’Alonso’, al Albergue de Rita.
Éste es uno de los cuatro refugios que dependen del ayuntamiento de Beneixama (los otros tres son: ‘La Talaeta’, ‘La Estación’ y ‘El Salze’). En concreto el de Rita tiene una capacidad para 25/30 personas con sacos de dormir. Está situado en plena Sierra de la Solana y es un lugar idóneo para la observación de los cielos nocturnos.
Salimos de la senda, dejando atrás el albergue, y enlazamos con la pista que, en dirección este/sureste, nos acerca, ahora en una subida algo importante, a una bifurcación.
El camino de la derecha nos lleva al Mirador del Blanquinal. En él yo esperaba encontrarme lo mismo que hace un par de años (en 2021) una caseta, un pozo y una mesa con sus bancos, realizada con piezas de madera de la antigua torre de vigilancia , que se quemó en el terrible incendio del 2017.
Al llegar hemos encontrado un señor tomando el sol en bolas justo en la caseta; es por ello que no sale esa construcción en las fotos.Todo lo demás también está en su sitio y… sorpresa, hemos encontrado una nueva torre de vigilanciaalgo que, la verdad, me ha emocionado muchísimo.
Las vistas, desde esta atalaya, del Valle de Beneixama y las sierras que lo rodean son espectaculares.
TORRE DE VIGILANCIA EN 2016DESPUÉS DEL INCENDIO DEL 2017NUEVA TORRE DE VIGILANCIA 2023
Volvemos sobre nuestros pasos hasta la bifurcación, tomando ahora la pista de la izquierda. Ésta nos llevara a muy pocos metros hasta el primero de los vértices de la sierra, Ascensión, con sus 1006msnm.
Las típicas fotos en la cúspide y comenzamos el regreso al punto de partida. Deshacemos nuestros pasos, llegamos al cruce y tomamos la pista que nos hizo llegar hasta allí, eludiendo el desvío al Refugio de Rita y llegando hasta la Pista de la Replana, donde tenemos el auto.
VÉRTICE ASCENSIÓN
Ahora, en coche, salimos a la CV-657 y en el kilómetro 6’2, en un claro de la carretera, dejamos nuevamente el vehículo.
Vamos en busca del segundo vértice.
Este recorrido es sumamente corto, apenas 400 metros, en dirección norte, por una cómoda senda, hasta llegar al… vértice geodésico? Eso hemos pensado en un primer momento, incluso nos hemos hecho las típicas fotos.
Pero realmente el verdadero vértice de esta parte de la sierra lo hemos encontrado unos cien metros en el interior y hasta allí nos hemos dirigido para realizarnos las pertinentes instantáneas él, Lloma Plana, con sus 996msnm.
Hemos resuelto que el falso lo vamos a considerar como medio vértice.
FALSO VÉRTICEVÉRTICE LLOMA PLANA
Ahora retornamos al auto.
Nos incorporamos a la carretera, nos dirigimos hacia Beneixama y en el kilómetro 7’5, donde se encuentra, junto a una amplia curva, un cruce de caminos y un claro.
La idea inicial era dejar el vehículo en el mismo claro y hacer el camino andando pero… estamos cansados, hace un calor del carajo y la pista de acceso al tercer vértice es bastante cómoda como para ir con el auto; eso es lo que hemos hecho.
Llegamos a menos de 100 metros de esta cumbre y ahí está, ante nosotros, el tercer vértice del día, Águila, con sus 983msnm.
Las instantáneas propias y vuelta al coche.
Ahora ya sí, regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Distancia: El total de las tres, algo más de 9’5 kilómetros.
Desnivel: Ruta del vértice Ascensió (105m), la del vértice Lloma Plana (1m) y la del vértice Águila (1m) .
Dificultad: Fácil
Recomendable:Por supuesto… SOBRE TODO LA COMPAÑÍA!!!
Hoy he decidido realizar una caminata por una zona bastante conocida por mi, y por la que he hecho muchas variantes, las sierras de Onil, Biar y Reconco.
En las proximidades de la población de Biar, a la altura del puerto de montaña homónimo tomo la carretera que sube a la cumbre del Reconco y al caserío de Fontalbres y, en la primera bifurcación, aparco el coche en el claro donde se encuentra el depósito contra incendios; aquí comienza el itinerario que llevo marcado.
Justo en esta replana hay varias opciones, varios caminos. Yo elijo la carretera que sube hasta las antenas, la caseta de vigilancia y el vértice geodésico del Reconco.
Después de 1’7 kilómetros de ascenso por asfalto llego hasta el vértice; aquí las ya habituales instantáneas.
Las vistas desde este elevado punto son realmente impresionantes.
Vuelvo sobre mis pasos unos 200 metros aproximadamente para tomar la senda botánica que, en dirección este, me lleva en suave descenso por la zona de ‘Els Castellars’ y la ‘Penya Buitrera’.
El sendero botánico aboca en la pista donde se encuentra la Casa de la Virgen de las Nieves, una antigua finca de esta serranía, ahora en ruinas.
Sigo el camino en dirección norte y me incorporo a la pista (PR-CV55) justo a la altura del Mas de Fontalbres, una finca en el interior de las sierras de Biar/Onil, con más de 200 hectáreas de encinas y pinos, con unas instalaciones muy completas y que funciona como albergue juvenil.
A 700 metros de la PR llego a un cruce de caminos, tomo la opción de la izquierda, una estrecha senda que me acercará hasta la Font del Xorro.
En esta fuente hago un alto para beber y comer alguna fruta, después continúo el itinerario preestablecido.
El sendero, en dirección oeste, me conduce por el Barranco de Garrancha hasta una gran pista. Tomo la opción de la izquierda que me lleva, en una subida más o menos importante, al Mas de Camarasa.
Sigo con el ascenso hasta enlazar con la PR-CV55, que también es el Camino de Santiago del Sureste, y llegar, por la derecha, a la Fonteta de Soriano.
Esta misma pista, donde se encuentra la fuente, es la que me llevará al punto inicial, donde se encuentra el depósito contra incendios y el coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Distancia: Algo más de 8 kilómetros.
Desnivel: 301 metros.
Dificultad: Fácil
Recomendable: Absolutamente recomendable. Ha sido corta pero intensa.
Para la caminata de este jueves, Raúl, Paco, Jesús, Reme, Pedro y yo, nos hemos dirigido a la población de Banyeres de Mariola, municipio de la provincia de Alicante, perteneciente a la comarca del Alcoiá.
En los aparcamientos que hay junto al cementerio municipal hemos dejado el vehículo y, desde aquí, hemos comenzado nuestro itinerario.
Frente al camposanto hemos tomado el ‘Camí de la Serra de Mariola’, una pista que, sin ninguna dificultad, nos ha introducido en plena sierra, en dirección noreste.
Hay que dejar claro que el 87% de esta ruta se realiza en la provincia de Valencia, concretamente en el término municipal de Bocairent.
El ‘Camí de la Serra’, entre la serranía del ‘Massís de Benifarraig’ (donde se encuentran el ‘Pic de la Creu’, el ‘Caponet de l’Águila’ y el ‘Morro del Porc’) y las zonas de la ‘Mallaeta’, Santa Rita y ‘Pla de Navarro’, nos acercan hasta el ‘Pla de l’Ánima’, junto a la carretera CV-794 donde haremos un cambio total de sentido.
Ahora tomamos una nueva pista, en dirección sur, entre casas de campo y terrenos de cultivo, hasta acercarnos al Mas de la Rambla.
En este punto llegamos al río Vinalopó y lo seguimos por la senda que circula acompañando su cauce.
En diversas ocasiones hay que atravesar sus aguas que, en los últimos días y debido a las lluvias, son algo más abundantes.
Llegamos a un punto de nuestro recorrido en el que el caudal es cada vez más importante; hay destacar que éste es un río que recibe, a lo largo de su recorrido, el aporte de muchos manantiales y fuentes (Font de la Cova, Font del Reiner, Font de la Carrasca, Font Freda, Font de la Malladeta, Font dels Brulls, Font de la Coveta, etc…)
Pasamos ahora por el ‘Mas de les Torretes’, el ‘Mas de Blanes’ y el desvío al ‘Castell del Vinalopó’.
Pocos metros después estamos junto a uno de los aportes más significativos para este río, la ‘Font de la Coveta’ (algunos, incluso señalan esta fuente como el nacimiento del Vinalopó).
Las aguas ahora corren con más volúmen y más entusiasmo, formando en algunos tramos pozas y pequeñas cascadas.
Nuestro itinerario nos acerca hasta el Molino de Blanes, ahora en ruina total, uno de los muchos que rodean estas aguas y que tuvieron su época de esplendor en el pasado.
Pasamos cerca de las deterioradas paredes de este gran molino, dejamos el cauce del río y nos adentramos en una pista cementada, con gran ascenso, que nos conduce a la entrada a Banyeres de Mariola, por la parte donde se encuentra el polideportivo municipal y el cementerio.
Llegamos al auto y regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Distancia: 11’5 kilómetros.
Desnivel: 138 metros.
Dificultad: Fácil
Recomendable: Por supuesto, ha sido una ruta sencilla y agradable. Y mucho más interesante por la compañía.
Primer lunes de junio y, para realizar la caminata de hoy, me he dirigido, por la N-340 (la carretera que entra a Alcoy, pasando por el barranco de la Batalla), al desvío, a mano derecha, que lleva a la Urbanización l’Estepar. A la entrada de esta colonia he aparcado el auto y he iniciado la ruta del día.
Camino unos pocos metros hasta llegar al área recreativa, junto a la entrada del túnel de l’Estepar, primero de los 14 que componen el recorrido de la Vía Verde de Alcoy.
En esta ocasión, caminaré por dicha Vía Verde durante un buen tramo pero mi recorrido lo haré en el sentido contrario; en dirección a la población de Ibi.
En el kilómetro 1’7 tomo un desvío, a mano izquierda, que me conduce hasta La Sarga, pasando antes por el Mas de la Sarga de Baix.
La Sarga es una pedanía que pertenece al municipio de Jijona, situada entre esta localidad y la ciudad de Alcoy, a los pies de las sierras de la Carrasqueta y Els Plans. Con no más de 20 casas, que en la actualidad sólo habitan dos vecinos durante todo el año. En el siglo XVIII llegó a constituirse como municipio independiente, en cambio, y debido al descenso de población, en el siglo XIX volvió a ser reabsorbido por Jijona.
Ahora sigo mi camino y me dirijo hacia el norte por pista.
La pedanía es más conocida por las pinturas rupestres que se hallan en las cuevas situadas junto al denominado Mas de la Cova, a unos 800 m de La Sarga, ya en el término municipal de Alcoy. En estos abrigos, se descubrieron en 1951 las Pinturas Rupestres de la Sarga que actualmente se encuentran en una zona vallada para su protección (se debe concertar la visita con el Museo de Arqueología de Alcoy). En ellas se aprecian las figuras de antiguos cazadores, animales, entre otras figuras geométricas.
Las pinturas, en buen estado de conservación, fueron declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad el 19 de diciembre de 1998 junto con la totalidad de las manifestaciones de arte rupestre prehistórico del arco mediterráneo de la península ibérica.
Junto al vallado de las pinturas, dejo la pista y tomo una senda, a mano izquierda, que me lleva por campos de cultivo y por vereda zigzagueante, descendiendo el cerro en el que me encuentro.
Llego finalmente a una pista que me conduce al Mas dels Ginerets.
En este punto el camino me conduce en dirección noreste/norte, rodeando la Urbanización l’Estepar, hasta la subida, en un principio asfaltada, del Puig de les Florencies.
Tramo ascendente de asfalto rodeado de grandes y espectaculares chalés, pertenecientes a la zona norte de la Urbanización l’Estepar. Seguidamente continúa una senda que me acerca al poblado íbero del Puig de les Florencies.
La historia del lugar, tal y como figura en la distinta cartelería que allí está dispuesta, cuenta que fue un asentamiento humano durante gran parte del primer milenio antes de la Era. Los restos más visibles son los de su último momento de ocupación en época ibérica clásica, en el s. IV a. C.
Una comunidad de unas 300 personas, escogieron el monte donde se encuentra el poblado para construir el asentamiento con casas cuadrangulares de piedra, articuladas en torno a calles rectas, siempre que lo permitía la topografía del lugar.
Las necesidades estratégicas y defensivas llevaron a los íberos a emplazar sus poblados en lo alto de montes y a protegerlos con sólidas fortificaciones. En El Puig las construcciones defensivas se concentran en el único camino de acceso. Un sólido torreón de forma cuadrangular, de 5 x 12 metros, fue construido hacia el s. IV a. C. coincidiendo con una gran reforma del poblado.
Una vez realizada la visita a este paraje de enorme interés arqueológico e histórico vuelvo atrás sobre mis pasos para regresar al lugar donde dejé el coche.
Paso nuevamente por la zona de grandes casas de la Urbanización l’Estepar; ahora es carretera totalmente asfaltada. Poco más de un kilómetro después llego al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Distancia: Algo más de 11 kilómetros.
Desnivel: 270 metros.
Dificultad: Fácil
Recomendable: Por supuesto, sin ninguna duda. Ha sido una gran caminata, llena de espacios muy interesantes, en una mañana limpia, fresca y agradable.
Esta mañana no he querido estrujarme demasiado los sesos y he optado por una caminata en una zona cercana y cómoda, la Sierra de Santa Pola.
Hasta los alrededores de esta población costera alicantina me he dirigido, concretamente a pocos metros de las ‘Casetes de Meleja’, donde he dejado el auto junto al depósito de aguas y he iniciado, como en tantas ocasiones, un recorrido por esta sierra.
Comienzo mi andadura por el ‘Camí del Far’ (PR-CV61), en dirección noreste, durante unos 300 metros. En este punto tomo el desvío, a mano izquierda y por el mismo sentido (NE), llamado ‘Camí de la Casa de la Pinada’ (PR-CV61).
Aproximadamente 1’5 kilómetros después llego hasta las ruinas de la Casa de la Pinada, una de las tantas que habían en esta sierra, dedicada a la explotación agrícola y ganadera. Hasta la mitad de siglo XX se utilizó como refugio de ovejas en los meses de invierno, luego el desuso y el abandono la relegó a ser un triste recuerdo de lo que fue.
Camino ahora por senda paralela a la carretera del faro durante unos 400 metros para pasar al otro lado del asfalto y entrar en una de las pistas que, durante 700 metros y en dirección norte, me lleva a enlazar nuevamente con otro tramo de la PR-CV61.
Ésta, en esta ocasión en dirección este, me conduce directamente hasta el faro.
Aquí comienza un camino perfectamente preparado con tablas de madera (lo que lo convierte en una senda adaptada) que lleva al borde del cabo y a sus pasarelas y miradores.
Todo ello para poder disfrutar de las vistas del Mediterráneo y la isla de Tabarca.
Dejo estas magníficas instalaciones y me encamino, por senda, hacia el interior para encontrarme con los asentamientos de baterías antiaéreas de la Guerra Civil y con el búnker/vértice geodésico.
Algunas fotos, ya clásicas, en el vértice y… prosigo el itinerario previsto.
Me incorporo de nuevo a la PR-CV61, en dirección oeste, y a unos 300 metros, en un cruce, tomo una nueva pista, por la izquierda y llamada ‘Camino de la Torre’, que me llevará, en dirección sur, a la Torre de Escaletes.
La torre de Escaletes es una de las muchas torres de vigilancia que se levantan en la costa alicantina con el fin de prevenir en su época los ataques de piratas berberiscos . Está situada en la sierra de Santa Pola y su construcción data del siglo XVI, concretamente en 1552, si bien parece ser que fue levantada sobre otra torre de origen andalusí. Erigida con muros de mampostería, su altura es de ocho metros y cuenta con ménsulas de piedra en su parte superior. Ha sido declarada Bien de Interés Cultural por el Consell de la Generalitat Valenciana.
Un buen rato para la contemplación de esta edificación, el mar y el paisaje, momentos para beber y comer alguna fruta y… reanudo mi camino.
Vuelvo sobre mis pasos, tomo la pista ‘Camino de la Torre’ y a unos 400 metros giro a la derecha y tomo el camino que me lleva al Pla de Sant Pere y a la ‘Senda de Roberto’.
Esta vereda, en dirección norte, me acerca al monolito en memoria de Roberto Castro, realizado por su hermano.
Al término de esta senda me incorporo, nuevamente, a la pista ‘Camino de la Torre’ y pocos metros después, a mano izquierda, tomo la vereda que me acerca al paraje de la ‘Foia Roja’.
Este rincón de la sierra rodeado de abundantes eucaliptos debe su nombre a la coloración roja de sus tierras.
Ahora ya, y siguiendo la senda, me incorporo de nuevo a la pista ‘Camino del Faro’ (PR-CV61 y, en dirección oeste, llego al lugar donde se encuentra aparcado mi coche.
Regreso a casa.
Valoración: 2**
Distancia: Cerca de 12 kilómetros.
Desnivel: 125 metros.
Dificultad: Fácil
Recomendable: Por supuesto, siempre recomendable. Esta sierra tiene un montón de sendas, caminos y pistas, todas ellas (salvo alguna excepción) muy fáciles y perfectas para pasar una jornada sin ninguna dificultad.