Sábado de junio, desapacible y amenazante, aunque con buena temperatura.
Nosotros, Pablo y yo, nos hemos lanzado a las sierras alicantinas para realizar una caminata.
Nos hemos acercado hasta la entrada al Barranco de los Molinos, en las cercanías de la población de Ibi, para comenzar una ruta que nos ha llevado por la Solana del Barranco de las Zorras hasta el Mas del Canyo y su Pou de Neu, entre otro puntos de interés.
A muy pocos metros de la entrada al Barranco, cerca de la carretera CV-801, la que une las poblaciones de Ibi y Banyeres de Mariola, hemos dejado el auto.
Hemos tomado esa misma carretera en dirección a Ibi para llegar hasta sus primeros edificios y desviarnos después por camino asfaltado y enlazar con la senda de la Solana del Barranco de las Zorras.
Desde esta senda las vistas de La Foia de Castalla, los pueblos que la componen y las sierras que la limitan es especialmente espectacular.
Llegamos hasta el Mas del Canyo (1.253 mts.). Esta es una masía en la cara sur del Parque Natural del Carrascal de la Font Roja, a camino entre Ibi y el Menetjador (1.354 m.s.n.m.) con unas impresionantes vistas de este lado de la sierra.
A unos cientos de metros más arriba se encuentra el Pou de Neu de esta masía, el Pou del Canyo, perfectamente conservado y en un enclave único.
Hemos llegado al punto más alejado de esta ruta y ahora tomamos el camino de regreso.
Para ello volvemos sobre nuestros pasos hasta llegar al Mas del Canyo, tomamos ahora la senda que desciende hasta el Mas de Foiaderes, con sus campos de cultivo, para seguir por el camino que nos acerca al Mas de Foideretes.
Con esta primavera que se ha retrasado bastante, los campos están ahora, casi a la entrada del verano, exultantes, con una floración increíble y maravillosa que llena de múltiples colores la campiña alicantina.
Pasamos por el Mas de Foiaderetes y, en este cruce importante, tomamos la pista que desciende hasta el Barranco de los Molinos, pasando por diversas casas de labranza.
En todo nuestro recorrido el cielo ha estado descargando alguna llovizna que otra pero sin mucha importancia.
Ahora, en plena entrada al barranco, se ha animado a regalarnos una buena lluvia y unos buenos truenos.
Esto, aunque parezca que no, le da un toque a la caminata más emocionante.
Pasamos junto al área recreativa del barranco, varias zonas de escalada y algunas acequias que llevan bastante caudal y nos acompañan con los sonidos de las aguas.
Un par de masías, antiguos molinos, entre una vegetación frondosa y llegamos al lugar donde hemos dejado el coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Han sido algo más de 12 kilómetros, con un desnivel de casi 500 mts. y hechos a una velocidad media de 4,8 km/h.
Sábado realmente magnífico con una ruta que merecido la pena.