Hoy, tercera caminata en esta semana, he optado por hacer una ruta no demasiado complicada y bastante cercana.
Me dirijo, por la carretera CV-837, al paraje del Hotel de Xorret de Catí, lugar donde aparco el coche e inicio la caminata de este estupendo miércoles.
La zona de Catí está llena de pistas, sendas y caminos… y ofrece múltiples posibilidades y variantes.
Yo me encamino, por senda, hasta la zona de la Casa de la Administración (ahora es sólo un solar vacío). En ella se encuentra un hermoso castaño de indias y el pozo de nieve.
Elijo ahora el sendero que sube a la ermita y, antes de llegar a ella, tomo la pista que recorre de este a oeste el pequeño monte.
Llego a la torre de vigilancia forestal, lugar en el que puedo admirar la hermosura de todo el valle de Catí y las sierras que lo rodean.
En el kilómetro 3 de mi recorrido tomo un desvío, a mano izquierda, que me hace descender por la ladera sur del monte hasta llegar al Collado de Amorós.
Aquí hago una breve pausa para beber, comer algo y disfrutar del entorno.
Toda la zona tiene multitud de sendas oficiales (PR-CV 29/30/32/33/34/142/143, entre otras) y es muy fácil hacer rutas de todo tipo.
Después del pequeño descanso vuelvo a subir a lo alto de la serranía, esta vez por otra de sus pistas.
Conecto, en lo alto, con la pista que me vuelve a llevar, en dirección este, a la caseta de vigilancia forestal y, más allá, a la Ermita de la Purísima.
En todo el recorrido me encuentro rodeado por sierras conocidas y emblemáticas, como el Maigmó, el Cid, el Flare, Els Castellarets, entre otras.
Inicio ahora el camino de regreso al punto de inicio. Tomo, desde el cruce de sendas de La Ferrería, la pista que, en dirección norte, me lleva hasta la zona del Hotel de Xorret de Catí, su área recreativa y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto, muy recomendable. Ha sido una caminata corta pero muy hermosa. Han sido cercano a los 9 kilómetros, con un desnivel cercano a los 200 metros y hecho todo en un día maravilloso. Quizá sea, de todas las rutas preparadas para esta semana, la más sencilla pero… no por ello menos bonita.
Hoy, día de caminata en grupo. Jesús, Óscar y yo nos hemos acercado hasta los alrededores de la población de Ibi, más concretamente a las afueras del polígono industrial l’Alfaç.
Frente a la autovía A7, en un claro de una de sus vías de servicio, dejamos el coche y comenzamos la caminata de este martes que nos llevará hasta la Sierra del Quartell, por su ladera suroeste, y visitar su vértice geodésico, además de otros puntos de interés.
Caminamos durante 1 kilómetros por senda, en paralelo a la vía de servicio y la autovía, en dirección noreste, hasta tomar, por la derecha, la pista del barranco del Pla de Sempere, ahora hacia el sureste, que nos lleva hasta el Mas del Pla de Sempere; un gran caserón, semi abandonado, prueba del señorío de otras épocas.
Dejamos la masía, rodeada de tierras de cultivo todavía en explotación, y la pista se torna senda que se adentra en la sierra del Quartell.
Comienza ahora un ascenso por entre zona de pinos y carrascas, pasando por un barranco y alguna caseta de cazadores, hasta llegar al Collado Roch (933 metros)
Desde el collado, un último tramo de subida, unos 700 metros, para llegar al vértice de esta sierra, Quartell (1037 msnm)
Desandamos nuestros pasos, volvemos al collado y tomamos una senda/trocha, descendente, en sentido sur/sureste, en la zona del Racó de la Maciana, siguiendo el barranco de Argamells.
Seguimos esta rambla durante unos 700 metros para tomar un camino ascendente, a mano derecha, que nos incorpora a una nueva pista/senda, ahora descendente, hacia el noreste, que nos conecta con el barranco de Daroca, pasando por una caseta de labranza/cazadores.
Continuamos por la pista (asalfo/cemento), Camí de Daroqueta, en paralelo al barranco de Daroca, ahora nos encontramos en nuestro paso con más casas de campo y algún que otro chalé.
Llegamos a la CV-798, la que conecta Ibi con Tibi, y tras unos 100 metros de carretera, en dirección sur, tomamos una senda, a mano derecha, hacia el este y en dirección a la población de Ibi.
Pasamos el barranco de Ibi y llegamos a una bifurcación. Antes de dirigirnos al coche, por el camino de la derecha, tomamos la opción de la izquierda que nos conduce a otro de los puntos de gran interés en esta caminata; el Paraje Natural de la Font Negra.
Éste se trata de una pequeña área de recreo, muy cercana a la población de Ibi, con su arboleda, sus bancos, sus mesas y la fuente homónima, donde, sorprendentemente, corre el agua y a su paso forma pozas y un bonito salto de agua.
Después de unos minutos disfrutando de esta pequeña joya, deshacemos nuestros pasos, volvemos a la bifurcación que nos llevó hasta el paraje y, pocos metros después, llegamos al coche.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto, ha sido una jornada novedosa e interesante. Han sido cerca de 14 kilómetros, con un desnivel algo superior a los 400 metros, en un tiempo más que aceptable, con un día muy agradable y una gran compañía.
Lunes de una semana especial, espero que se vaya comprobando a medida que pasen los días.
Para hoy la caminata elegida se desarrolla desde el puerto de montaña de la Carrasqueta y, partiendo del Mas de Sant Ignasi, lugar donde dejo aparcado el vehículo, comienza la ruta de esta mañana.
Tomo, en dirección este/sureste, la pista, Camí de Vivens, que lleva a la gran hoya de estos parajes, pasando por el Maset de Brossa, la Casa de Miralles y el Mas de Don Francisco.
Continúo por el Camí de Vivens, hacia el este, pasando por el Puntal de los Quemados y, a los 400 metros, hago un cambio de dirección, tomo la pequeña senda, a mano derecha, que se adentra en el pinar y me lleva a la cara norte de esta sierra, la del Quartell.
Ahora, ya en la zona de la umbría, me incorporo a la pista que, hacia el noreste y en ascenso, me conduce hasta el refugio de montaña de Esbarzerets.
Dejo el edificio, paso de largo y sigo en el camino, y en la misma dirección, hasta llegar, después de 600 metros y un pequeño desvío hacia la izquierda, al vértice geodésico de esta otra sierra, Carrasqueta (1205 m)
Deshago mis pasos, vuelvo al refugio y… ahora sí, hago un receso para beber, comer algo y disfrutar del lugar y sus paisajes.
Comienzo el itinerario de regreso al punto de partida.
A unos 200 del refugio, hacia el sur, tomo una senda en descenso, el Camí Vell de la Torre de les Maçanes, coincidente también con un tramo del Camino de Santiago del Sureste, y que me acerca hasta la pista que tomé en un principio de la ruta, el Camí de Vivens.
Esta pista me lleva directamente hasta el Mas de Sant Ignasi.
Antes de volver al coche, me doy un ‘volteo’ por el alrededor de esta masía para contemplar su aljibe, su corral y su pozo de nieve.
Ahora ya sí, vuelvo al vehículo y…
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Han sido algo más de 11 kilómetros, 300 metros de desnivel, en una mañana estupenda y hecho todo en un tiempo más que correcto.
En este luminoso jueves de mayo me dirijo hasta el puerto de montaña de Confrides para realizar una ruta, no demasiado complicada, ida y vuelta por el mismo camino, que me hará recorrer parte de la ladera suroeste de la gran Sierra de la Serrella y llegar a uno de los dos vértices geodésicos de este estupendo macizo montañoso.
La sierra de la Serrella.
Se encuentra al norte de la provincia de Alicante y se extiende sobre los términos de Beniardá, Confrides, Castell de Castells, Benasau, Cuatretondeta, Facheca y Famorca durante un longitud aproximada de 15 km.
Su posición este-oeste con una naturaleza accidentada hace de barrera entre comarcas, teniendo por el sur a la Marina Baja y por el norte al Condado de Cocentaina y a la Marina Alta.
En ella podemos encontrar cuatro picos por encima de los 1.300 metros de altitud: la Hiedra (1.359 m), la Serrella (1359 m), el Plá de la Casa (1.379 m), y la Mallada del Llop (1.354 m).
Como ya he comentado, dejo el coche en el margen derecho de la CV-70, en el kilómetro 19, en pleno puerto de montaña.
Al otro lado del asfalto se encuentra una pista, Camino de Serrella, que se adentra de manera ascendente y en dirección suroeste primero, noroeste después, para llegar hasta un collado y confluencia de pistas, el Cruce de Benasau a Cuatretondeta.
En este punto, una pequeña parada con el fin de retomar el aliento y disfrutar de las maravillosas vistas de los alrededores.
Después del breve descanso continúo en ascenso por la pista Camino de Serrella, ahora en dirección noreste, durante 1’6 kilómetros hasta llegar a otro importante cruce de sendas, el Collado de la Caseta del Retor, donde se encuentra un depósito contra incendios y la senda/camino que conduce a la población de Cuatretondeta, en la ladera norte de la sierra.
Siguiendo la pista ascendente, ahora en dirección este durante 500 metros y hacia el norte unos 400 metros, llego a la zona llamada del Bancal del Clot. En este lugar hay abundante vegetación y un hermoso pinar, además del cruce de senderos, por la derecha se llega al pico de La Hiedra, con sus 1359 metros y tomando la senda de la izquierda, que es la que yo voy a tomar, se accede al vértice geodésico La Serrella, también con 1359 metros.
Unos 800 metros después, hacia el oeste, llego a la cumbre donde se encuentra uno de los dos vértices de la sierra, junto a una caseta de vigilancia forestal.
Desde aquí las panorámicas, tanto de la vertiente norte como las del sur, son realmente brutales; a mis pies tengo una parte importante de la provincia de Alicante.
El momento pide a gritos un buen rato de charla con Andrea, la vigilante forestal, una chavala super amable, que no dudó en hacerme las fotos junto al vértice… Muchas gracias por todo, ha sido un placer conocerte!!!
Y una vez que se han recargado las pilas, comienzo el retorno… Ahora todo es más sencillo, sólo hay que desandar lo caminado, es un descenso que me lleva, nuevamente, a pasar por los mismos puntos que en la subida, sin más complicación.
Fueron algo más de 5 kilómetros hasta la cima, ahora son los mismos hasta el puerto de montaña de Confrides.
Realizado el recorrido, disfrutando con calma de las hermosas vistas, llego al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido cerca de 11 kilómetros, con un desnivel próximo a los 475 metros, hechos en muy buen tiempo y en una mañana espléndida.
Desde nuestro punto de encuentro, Raúl, Pedro, Óscar, Jesús y yo, nos hemos dirigido a los alrededores de la ciudad de Alcoy, concretamente, y por la carretera CV-796, hasta la zona de la Font dels Patos.
En la partida del Barxell se encuentra el lavadero de la Font dels Patos, así como el conocido restaurante homónimo. En este punto, y en un claro frente a la carretera, hemos aparcado los vehículos y hemos comenzado nuestra caminata.
Nos dirigimos hacia el este, en paralelo al asfalto, por donde,… oh cielos!!!, se encuentra ‘casualmente’ un tramo de la GR7.
Caminamos siguiendo el curso del río Barxell o Riquer, pasamos por algún molino de la zona, como el Molí del Quicalo, y a la altura del Molí de Paia dejamos la GR7, cambiamos de dirección, ahora vamos hacia el sureste, y nos acercamos, en paralelo al asfalto, a las Casas del Salt.
A la entrada de las casas tomamos la senda que cruza el cauce (ahora seco) del río hasta llegar al mirador del Salt, pasando primero por la cueva/abrigo que hay en la ladera norte de la serranía.
Aquí, desde esta magnífica atalaya, podríamos disfrutar del salto de agua, que ofrece el río Barxell cuando hay abundantes lluvias, pero lo que sí tenemos son unas espléndidas vistas de la ciudad y de la Foia d’Alcoi.
Ahora seguimos la senda, la llamada Camí del Salt al Racó, en dirección suroeste, que nos acercará, en suave descenso, hasta la zona recreativa del Racó de Sant Bonaventura.
En este espacio de descanso encontramos una serie de pozas y saltos de agua que forma otro de los ríos de estas sierras, el río Polop.
Loa cauces de los ríos Polop y Barxell llegarán a unirse, unos kilómetros más adelante, para pasar por la ciudad y formar, con la ayuda de otros aportes, el Río Serpis.
Unos minutos de relax entre la arboleda de esta estupenda zona recreativa y… continuamos nuestra ruta.
Ahora tomamos el sendero que, en ascenso, nos lleva a seguir el cauce del río Polop, por entre las paredes de una hermosa garganta donde las aguas forman recovecos, meandros, pozas…
Seguimos ascendiendo, con alguna que otra dificultad, ayudados por cadenas para facilitar el paso, hasta a una zona algo más estrecha donde podemos admirar las enormes ‘columnas’ de piedra que llaman Los Canalones, un lugar de máxima belleza.
La senda nos acerca, ya al final de esta garganta, hasta un abrigo/cueva (Cova dels Canalons).
Ahora, en descenso, enlazamos con un nuevo tramo de la GR7, cruzamos el río y nos incorporamos a una senda, llamada Camí del Racó Paia-Font del Patos.
Esta nos llevará, ahora en un ascenso algo más exigente (o tal vez será ya el cansancio), hasta las inmediaciones del Castell de Barxell, pasando antes por la balsa y la fuente (totalmente seca) del Marqués.
Ya la caminata llega a su fin, la senda nos lleva, teniendo la vista del castillo como fondo, hasta la llamada ermita del Barxell y el restaurante de eventos anexo. Pocos metros después llegamos al descampado donde se encuentran nuestros coches.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Sin ninguna duda. Es una caminata llena de puntos de interés. Han sido cerca de 9 kilómetros, con un desnivel que no merece ni el comentario, hechos en un tiempo más que correcto, un día magnífico y con una compañía de cinco estrellas.
Para esta primera caminata de mayo me dirijo hasta la población de Planes de la Baronía, en la comarca del Comtat, y, tomando la carretera CV-711, la que va hasta el embalse, aparco el auto en un pequeño claro que hay muy cerca de la subida a la Ermita del Santo Cristo.
Desde este punto, doy comienzo a una de las rutas emblemáticas de la provincia; la que me llevará a recorrer el Barranco de la Encantada y algunos de los puntos de interés de la zona.
Subo, como en tantas otras veces, el zigzagueante camino que asciende hasta la ermita, en un bonito vía crucis, teniendo unas vistas espectaculares de Planes y las sierras que lo rodean.
Un momento de descanso en lo alto del cerro donde se encuentra el templo, rodeado de pinos y una pequeña zona recreativa. Las vistas del Embalse de Beniarrés, desde esta atalaya, son realmente hermosas.
Desciendo de la ermita por la pista asfaltada que, en dirección noreste, me lleva, ahora ya de forma ascendente y por campos de cultivo, a la zona de Les Penyetes.
Llego a una pista asfaltada, me dirijo, por ella, hacia el sur, hasta conectar con la carretera CV-700 y, unos 100 metros después, conecto, por la izquierda y hacia el norte, con otra pista cementada, llamada Camí de la Vall de Gallinera, que me lleva hasta el Gorg del Salt.
El Gorg del Salt es uno de los puntos de interés de esta ruta. Se trata de una gran poza de agua, alimentada por un salto de agua, en un entorno muy bonito. En esta ocasión la cascada, tristemente, apenas tiene un hilillo de agua, pero en época de lluvias llega a ser realmente alucinante.
Vuelvo a la pista cementada y, a pocos metros, tomo una entrada, a mano izquierda y en dirección oeste, que me introduce de lleno en el Barranco de la Encantada.
Las aguas que forman esta depresión, entre las Sierras de la Albureca, el Cantalar y el Tossal de la Dona, provienen de distintos aportes, diferentes barrancos, al oeste de estas tierras, en las cercanías de Alcalá de la Jovada, formando en este punto hermosas pozas y saltos de agua y llegando su caudal a engrosar el cauce del río Serpis, tras la presa del embalse de Beniarrés.
En mi acceso por esta depresión puedo contemplar las distintas pozas, saltos y fuentes (aunque en esta ocasión con muy poca agua), como el Toll de la Pau, Toll del Blavet, Toll de l’Estret, la Font del Molí, el Azud del barranco, etc… Y paso por algunas construcciones, ya ruinosas, entre las que se encuentra el conocido Molino de la Encantada.
Continúo por la senda, en suave ascenso, hasta conectar con la carretera asfaltada, Camí de Tormo, que, en dirección suroeste, entre campos de cerezos, almendros y olivos, me lleva directamente hasta el lugar donde se encuentra el auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. La valoración, de no ser por la cantidad de asfalto que tiene la caminata, podría ser más elevada. Han sido, entre unas cosas y otras, cerca de 12 kilómetros, con un desnivel superior a los 400 metros, en un día estupendo y hecho todo en un tiempo más que correcto.
Para despedir el mes de abril, Jesús, Reme, Óscar, y yo, hemos comenzado la caminata del día en el Coll del Raconet (también conocido como Collado del Tío Pellofa), en la carretera CV-705, la que conecta las poblaciones de Beniarrés (Alicante) con la de Salem (Valencia).
En este espacio, frontera entre las dos provincias, hemos dejado el auto y hemos comenzado una ruta que nos llevará por diversos puntos de interés en estos montes, a las faldas de la Sierra del Benicadell.
Frente al claro donde hemos aparcado, al otro lado del asfalto, tenemos una senda, en dirección noreste, que nos acerca de forma ascendente hasta la Cova de l’Or.
Después de estar un buen rato curioseando por la entrada de la cueva y disfrutando de las hermosas panorámicas que ofrecen los alrededores (la visita al interior se debe hacer con permiso y acompañados por un guía, en grupos de 15 personas), seguimos con nuestro camino.
Continuamos la senda, hacia el noreste, ahora en un ascenso algo más exigente, para llegar hasta la Nevera del Paller; pozo de nieve situado muy cerca del Alt de la Sima y el Alt de la Creu que recibe este nombre por un pajar que había en las proximidades y que servía tanto como alimento para las caballerías como para el embalaje y la conservación de las piezas de hielo.
Dejamos atrás las ruinas de esta construcción, seguimos hacia el noreste, ahora ya por pista, teniendo las bellas vistas, desde la vertiente alicantina, del embalse de Beniarrés y en el lado valenciano el magnífico Valle de Albaida y su embalse de Bellús.
Enlazamos con la pista principal, el Camino del Corral de Poldo, y, siguiendo en la misma dirección, rodeamos el cerro en el que está ubicados los restos del Castellet de la Barcella (de complicado acceso, de origen andalusí, siglos XII y XIII, y del que se conservan apenas partes de algunos muros). Dejamos la pista y, a mano derecha, tomamos una corta senda que nos lleva hasta la Nevera que lleva el mismo nombre.
La Nevera de la Barcella se encuentra a 700 metros de altitud, entre la loma de Ullastre y la muela del Castellet, justo en la línea divisoria entre los términos de Salem (Valencia) y L’Orxa (Alicante).
No hay mucha noticia documental sobre este pozo de nieve pero a finales del siglo XVIII y principios del XIX se sabe que era explotado por los mismos propietarios que la Nevera del Paller.
La última cosecha de hielo que se recuerda en la zona fue la que se efectuó a raíz de la ‘gran nevada’ del año 1926 y a partir de entonces las neveras pasarían a ser objeto exclusivo de interés arqueológico.
Deshacemos nuestros pasos, volvemos a la pista y nos incorporamos de nuevo al Camino del Corral de Poldo, dirigiéndonos ahora hacia el suroeste, teniendo como imagen, a nuestro frente, la imponente mole de roca del Benicadell.
Esta pista es ya, sin ninguna complicación, salvo unas gotas de lluvia en el último momento, nuestro camino de regreso.
Llegamos, después de unos 3’8 kilómetros, a la carretera CV-705 y, pocos metros más tarde, al vehículo.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro, por supuesto. Han sido unos 10 kilómetros aproximadamente, con un desnivel de unos 250 metros (+/-), en un día bastante agradable, aunque al final se ha nublado, y una compañía estupenda.
Después de casi siete años y medio (31/12/2016), me animo a realizar esta ruta, una de las más emblemáticas y difíciles de la provincia; la Catedral del Senderismo.
Hoy ha tocado madrugar en extremo para poder comenzar esta caminata con las luces del alba, me dirijo hasta la población de Benimaurell, uno de los núcleos que forman, junto a Campell, Fleix y Fontilles, el municipio de Vall de Laguar, en la comarca alicantina de la Marina Alta, y comienzo esta bella ruta.
Salgo de Benimaurell y, por la antigua carretera, paso por el lavadero y la Font de Benimaurell, me encamino hasta la Font Grossa y el lavadero, a la entrada de Fleix. Comienza aquí la PR-CV147, la también llamada ‘ruta de los 6000 escalones moriscos’, ‘ruta del barranco del infierno’ o La Catedral del Senderismo.
La caminata está compuesta por tres descensos y tres subidas, en un recorrido circular, que la convierten en una complicada ‘rompe piernas’.
Primer descenso, por camino zigzagueante de escalones irregulares, que me lleva hasta el lecho del Barranco del Infierno, pasando por el Forat de la Juvea y las rocas del Salt de Fleix.
Primero de los ascensos. También recorrido escalonado y serpenteante, de unos 2’5 kilómetros, que me acerca hasta las Juvees d’Enmig, pasando por el Pou de la Juvea.
Segunda bajada. Ahora un descenso sin apenas la presencia de escalones, recorrido algo caótico y pedregoso hasta llegar, nuevamente, el Barranco del Infierno y teniendo, a mi paso, el acceso a la Font de Reinós, donde puedo hacer un descanso, beber y comer alguna fruta.
Por el lecho del barranco me dirijo hasta la senda donde da comienzo la segunda subida. Un recorrido de 1’1 kilómetro que me lleva hasta las Juvees de d’Alt donde se encuentran dos pozos, y pasando antes por un curioso aljibe morisco.
En este punto comienzan los dos últimos tramos de esta espectacular ruta. El tercer descenso me lleva desde las Juvees de d’Alt hasta el lecho del barranco de Racons, caminando por la pendiente de otro lecho, el del barranco del Tuerto.
La última subida, quizá la más dura por tener la piernas muy tensionadas, es el recorrido que durante 2 kilómetros y con un brutal zigzag me acerca hasta la carretera Camí del Pla. Ahora, a pocos metros, puedo hacer una última parada para el descanso en la zona recreativa de la Font dels Olbis.
Un kilómetros después, en dirección este, llego a Benimaurell y al vehículo.
Regreso a Alicante.
Valoración: 5*****
Recomendable: Totalmente. Han sido unos 13/14 kilómetros aproximadamente, con un desnivel que ronda los 870/900 metros, hechos sin prisa, tomando el tiempo necesario para ir con calma y, todo esto, en una mañana maravillosa.
La caminata de este martes también se realiza en el término de Guardamar del Segura, como ya hice en solitario hace 11 días. En esta ocasión me acompañan Reme y Jesús.
El itinerario será algo diferente, aunque haremos una visita a uno de los lugares, de interés arqueológico e histórico, que efectué en la anterior ruta.
Partimos desde un claro que hay en la carretera ‘Camino la Torre‘, lugar que conduce hasta el espacio militar protegido ‘Radio Estación Naval‘ y su antena, también llamada ‘Torre de los Americanos‘.
Dejamos el auto e iniciamos nuestro recorrido por este monte. Nos dirigimos, por senda y pista, entre pinos y monte bajo, hasta el vértice geodésico de esta sierra, ‘Moncayo‘, con sus 107 msnm.
También muy cerca de este punto se encuentran restos de antiguas trincheras de la Guerra Civil, aunque yo, en las diversas veces que he estado, no he logrado encontrarlas y esta vez hemos tenido suerte.
Después del suave ascenso hasta el vértice, con su breve descanso para el refresco y las típicas fotos, comenzamos la bajada, por la zona de la ‘Cañada del León‘, por entre senderos, trochas y pistas, hasta llegar a la ‘Cañada de la Tía Rita‘.
Aquí nos encontramos con el ‘Camino del Dos‘ y el ‘Canal de los Riegos de Levante‘.
Nos dirigimos ahora, hacia el norte, por el camino que lleva a la carretera ‘Camino de Rojales‘, pasamos al otro lado del asfalto, seguimos hacia el norte por pista de tierra y llegamos, 500 metros después, hasta la ‘Fortaleza Fenicia del Cabezo Pequeño del Estaño‘.
Dejamos estos restos fenicios y volvemos, hacia el sur, a la carretera. Ahora tenemos que recorrerla durante unos 300 metros hasta tomar una senda, a mano derecha, que nos conduce a la pista ‘Camino del Dos‘.
Seguimos en la pista durante otros 300 metros para desviarnos, por la izquierda y hacia el este, al ‘Camino del Campo‘, que nos conduce, en suave ascenso, y con algún despiste que otro, por entre pistas y sendas, al sur de la población de Guardamar.
Ahora seguimos la pista que recorre la parte inferior de este monte, caminamos en paralelo al camino donde se encuentra el vértice geodésico, pero en dirección sur.
Aproximadamente en el kilómetro 11 de nuestro recorrido tenemos un último repecho que nos lleva, hacia el oeste, para encontrarnos con la pista inicial de nuestra caminata y al coche.
Regresamos a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro que sí, totalmente recomendable. Han sido, con algún despiste que otro, cerca de 13 kilómetros, con un desnivel que no merece ni comentar y todo ello hecho en un día estupendo, en muy buen tiempo y con una compañía de lujo.
En este jueves abrileño me dirijo hasta el puerto de montaña de Albaida, concretamente hasta la Casa del Guarda Forestal, en la ladera norte de la Sierra de Agullent, para comenzar una caminata, como tantas otras veces, por esta serranía.
Dejo el coche en la zona de parking y área recreativa de esta edificación y doy comienzo mi andadura por la pista que me conduce, en un primer momento, al Albergue Don Bosco.
Continúo por esta vía, que precisamente es uno de los tramos del Camino de Santiago del Sureste, hasta llegar a la Font del Patge; un punto interesante en este recorrido.
Sigo en dirección oeste y, 500 metros después de la fuente, dejo la pista y tomo una pequeña senda, a mano izquierda y en dirección sur, que asciende zigzagueante hasta la Foieta dels Carros, en la parte alta de la sierra.
Aquí arriba, límite de las provincias de Valencia y Alicante, está la pista ‘Camino de Agres’.
Me dirijo, por ella, hacia el este y llego al Collado de Santa Ana; un cruce importante de sendas.
En este lugar opto por la vereda/trocha llamada Sender dels Enginyers, que me conduce, durante un kilómetro, hasta el sendero de subida a la Cova Alta.
Un camino de algo más de dos kilómetros, ida y vuelta por el mismo sitio, por una zona que en el año 2022 sufrió un incendio, parece ser por el impacto de un rayo, y que me lleva a este espectacular abrigo desde el que se contemplan unas vistas maravillosas de la Vall d’Albaida y sus alrededores.
Regreso al Sender del Enginyers, sigo descendiendo en dirección este, enlazo con el Camí de la Umbría y, ahora hacia el noroeste/norte, llego a la Casa del Guarda Forestal y al coche.
Vuelvo a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Han sido casi 13 kilómetros, con un desnivel próximo a los 500 metros, hechos en un tiempo más que correcto y en una mañana despejada y calurosa.
Me viene al recuerdo que esta caminata fue la primera que hice, en marzo del 2013, cuando me quedé sordo; supuso para mi un mazazo terrible y me afectó muchísimo, aunque desde el primer momento he intentado superarlo.
Hoy la caminata se desarrolla por algunos de los senderos que recorren la Sierra de Onil.
Muy cerca del puerto de montaña de Canalis, en la carretera CV-803, y en un claro del km 4’8, dejamos el auto y, Jesús, Reme, Óscar y yo, damos comienzo la ruta de la jornada por esta sierra alicantina.
La senda nos lleva durante unos 300 metros, en dirección sur, hasta el Alt del Teular (1019m), uno de los puntos más elevados en nuestro itinerario.
Comenzamos después el descenso, más o menos exigente, por un sendero de un kilómetro y medio, ahora hacia el sureste/este, que nos conduce hasta el barranco de Taguenga y la GR7.
Seguimos la GR7 en suave ascenso y hacia el noreste, siguiendo el barranco durante un kilómetro, hasta llegar a una bifurcación; dejamos la rambla por la derecha, aunque seguimos en la GR, y comienza un ascenso de 1’2 km, un poco más severo, hacia el este.
Nos encontramos con otra importante intersección de caminos, abandonamos la GR, optamos por el ramal de la izquierda, que nos llevará, en dirección norte y suave descenso, al collado del Xocolater.
Una vez llegamos a este altozano, la senda nos vuelve a conectar con el barranco de Taguenga, seguimos en él, en dirección norte/noroeste, llegando hasta las ruinas del Mas del Fondo de Baix.
En este punto podríamos decir que comienza el regreso al punto de partida.
Unos 100 metros después de pasar por las ruinas, hacemos un cambio de dirección, tomamos una trocha hacia el sur y, durante unos 600 metros, nos volvemos a incorporar a esta serranía, llegando a la zona de la Loma Chover.
Ahora, en el kilómetros 8’5 de nuestra caminata, comienza el último tramo; una subida algo trabajosa, por una trocha, en dirección oeste, que nos hace recorrer la parte alta del Pinar de la Umbría (1086m) y que nos hará llegar, después de un descenso igual de arduo, hasta las inmediaciones del puerto de montaña de Canalis de Onil (1017m).
Sólo nos quedan unos 700 metros de carretera CV-803, llegar al claro de la sierra donde se encuentra el vehículo y…
Volver a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Aunque mi valoración ha sido de tres estrellas, los compañeros, que la han alucinado, le ponen cuatro. Han sido algo más de 11 kilómetros, con un desnivel cercano a 400 metros, en una mañana luminosa, calurosa, bastante apacible y con una compañía muy especial (alguien puede dudarlo?).
La salida de hoy es una mezcla de rural y urbana, en realidad es un recorrido por la población de Guardamar del Segura y sus alrededores, un itinerario por algunos de los puntos más importantes, a nivel histórico y arqueológico, de este municipio.
Comienzo dejando el auto en el polígono industrial de Santa Ana, en la ladera oeste del castillo de esta ciudad alicantina, perteneciente a la comarca de la Vega Baja del Segura.
Guardamar, por ser precisamente el municipio en el que desemboca el río Segura, tiene una importancia arqueológica que se remonta a la prehistoria. El paso de los pueblos íberos, fenicios, romanos y árabes han dejado en esta ciudad un sello cultural indiscutible, convirtiéndola en el año 2023 en una de las ciudades Capital Cultural de la Comunidad Valenciana.
En mi caminata voy a recorrer algunos de los lugares que arquitectónica e históricamente merecen su visita.
Me dirijo, desde el polígono industrial, hacia el norte, a uno de los márgenes del río, lugar donde se encuentra el…
Una construcción hecha sobre un edificio medieval. Este molino harinero y su azud son los últimos en la desembocadura del río.
Ahora, siguiendo la senda que recorre el camino del meandro del Segura, en dirección oeste, me alejo de la localidad para llegar hasta el yacimiento arqueológico…
Este yacimiento fenicio (siglos VIII y VII a.C.) y el yacimiento íbero de Cabezo Lucero (siglos del VI al III a.C.) son piezas fundamentales para entender el paso de esta cultura en la zona. En Cabezo Lucero se encontró la Dama de Guardamar.
Después de disfrutar de este espacio tan interesante (ya estuve en enero del 2022 y quedé maravillado) tomo la senda, en dirección norte, y accedo al margen derecho del río, el llamado Corredor Verde del Segura, y ahora, hacia el este, vuelvo de nuevo hacia la ciudad, cruzo el puente del meandro y llego, entre avenidas y calles, hasta la zona de las dunas.
En este espacio natural, y durante 500 metros de camino, llego hasta dos de los puntos clave de la zona: La Rábita y La Fonteta.
Data de los siglos VIII al VI a.C. y son los restos de una ciudad construida en la desembocadura del río que servía como puerto de salida y entrada de mercancías.
Dejo estos dos lugares de máximo interés y me dirijo, por entre las sendas de las dunas y en dirección sur/suroeste, hacia el municipio de Guardamar.
Ahora, por la avenida de la Dunas y la calle Alicante, llego hasta las inmediaciones del Castillo de la localidad.
Aunque los restos de esta construcción son árabes (siglo XII), se cree que podrían ser aún más antiguos (sobre el siglo VI a.C.). Ha tenido numerosas modificaciones, reformas, épocas de abandono e incluso los efectos de un gran terremoto. Actualmente ha sido parcialmente restaurado y se siguen realizando excavaciones arqueológicas.
Después de esta última visita ya sólo me queda rodear el castillo por la senda que desciende del cerro donde se encuentra, por su ladera oeste, llegar al polígono de Santa Ana y acceder al coche.
Regreso a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido algo más de 11 kilómetros llenos de riqueza cultural, con un desnivel que no merece comentario, en un día espléndido y luminoso.
Para este segundo martes de abril, Reme, Pedro, Jesús, Óscar, Elena, Raúl y yo, nos hemos dirigido hasta la población de Sax, municipio de la comarca alicantina del Alto Vinalopó, para iniciar una caminata por la cercana Sierra de Cabrera y sus alrededores.
Esta pequeña serranía, también conocida como Los Picachos de Cabrera, se extiende entre los términos municipales de Sax, Villena y Salinas.
Nosotros llegamos, por el Camino de Carboneras o Alto del Mesonero, hasta un pequeño grupo de viviendas donde aparcamos los vehículos y tomamos la senda ascendente que nos introduce a esta sierra.
Un camino, entre la Peña de la Moneda y las Peñas del Rey, que nos lleva a la Cueva del Tío Gregorio.
Seguimos el camino de subida, ascenso que se hace cada vez más acusado hasta llegar al vértice geodésico ‘Cabrera’ con sus 873m, (prácticamente el 80% del desnivel lo encontramos en estos primeros 2 kilómetros).
Aquí, en lo alto, las vistas son espectaculares y nosotros aprovechamos para hacer un receso, beber, comer alguna fruta y admirar las panorámicas.
Comenzamos el descenso y el regreso al punto de partida. En esta ocasión tomamos la senda que, por la ladera suroeste, nos conecta con la Cañada Real de Almansa y la Vía Augusta.
Ahora, siguiendo durante 1’2 kilómetros la cañada y la vía hacia el norte, llegamos a un desvío, a mano derecha, que nos lleva a pasar por los barrancos del Collado y de Cabreras.
La senda nos conduce hasta una importante intersección. Nosotros tomamos la pista de la derecha, que corresponde al Alto del Mesonero o Camino de Carboneras, y a los 2 kilómetros (+/-) llegamos al lugar donde se encuentran nuestros coches.
Cada mochuelo a su olivo; regresamos a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Eso siempre. Han sido cerca de 10 kilómetros, con un desnivel de unos 360 metros, hechos en un tiempo más que correcto, en una mañana muy limpia y luminosa… y con una compañía de luxe.
La publicación de la Ley del 30 de agosto de 1907 sobre Colonización y Repoblación Interior, fue el origen, en la provincia de Alicante, de tres colonias agro-forestales: «Els Plans» en Alcoy, «El Montgó» en Dénia y «Sierra de Salinas» en Villena.
Reglamento para la aplicación de la ley, diciembre de 1907
Sobre la primera de las colonias trata esta entrada.
La colonia de «Els Plans» se localizaba en el término municipal de Alcoy, a unos 9 kilómetros, y se extendía por la ladera oeste de la sierra homónima, unas tierras con bastante pendiente y muy complicadas para el cultivo.
El núcleo habitado más próximo a esta colonia está a 3 kilómetros, La Sarga, actualmente una pedanía perteneciente al municipio de Jijona, que también fue un proyecto colonizador de finales del siglo XVIII.
Hay que pensar que tres kilómetros no es demasiada distancia pero debemos tener en cuenta que los accesos entre poblaciones no eran, en aquellos años, como los de la actualidad; vamos, en pocas palabras, con mucha suerte eran caminos de cabras.
El propósito de la ley era, sin duda, tremendamente solidario… evitar la despoblación de amplias zonas rurales del territorio español, hacer productivas zonas agrícolas baldías y dar trabajo a familias pobres campesinas.
El proyecto establecía que el terreno, situado en la ladera de la sierra, en su parte alta, se roturaba para acoger a diez familias de colonos, cada una con su parcela y su casa correspondiente, y un espacio común que serviría para la residencia del guarda y una bodega. El desembolso inicial previsto para la creación de este espacio colonizado se elevó a 149.138’89 pesetas, presupuesto que englobaba la construcción de las viviendas para los beneficiarios, además de los medios de producción necesarios (aperos, ganado de labor, semillas, abonos, etc…), así como un anticipo de 1.500 pesetas a cada colono para el comienzo de la actividad agrícola.
La colonia se inauguró el 15 de diciembre de 1910 y los colonos procedían de Torremanzanas (4), Alcoy (3), Relleu (1), Benifallim (1) y del pueblo valenciano de Bufalí (1).
División territorial de las 10 parcelas de colonos y la de zona común.
En un primer momento el entusiasmo y el trabajo sobrehumano de los agricultores y sus familias para hacer productivas las tierras que se les habían asignado, y cuya titularidad pasaría a ser de su propiedad si a los cinco años se cumplían una serie de objetivos de producción y rendimiento previamente establecidos, se vio truncado al no llegar a las expectativas que demandaban las autoridades.
El entusiasmo inicial de los colonos se tornó en desánimo y desaliento y muchos de ellos abandonaron buscando un futuro y unas condiciones de trabajo con mejores perspectivas.
En septiembre de 1922 se produjeron los primeros abandonos de colonos, después de 12 años de arduos esfuerzos procurando sacar provecho a aquellos diez lotes agrarios montañosos.
El proyecto, que rozaba el ideal romántico y humanitario, tuvo como principal escollo la catalogación del terreno, determinando como agrícola la parte alta de la ladera, la más agreste, inhóspita y rocosa, y considerando la zona baja, la de las tierras con más posibilidades, como terreno forestal.
Ante esta enorme dificultad, el duro trabajo de los colonos no tuvo el éxito esperado y convirtió aquella tierra, aquel proyecto, en un auténtico fracaso. Todo ello, en plena época de la Restauración, bajo el reinado de Alfonso XIII, en unos años convulsos a los que siguieron la Dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República, la Guerra Civil y la dictadura de Franco.
Después de todas estas vicisitudes, en el año 1945, se dio por cancelada la colonia, las parcelas y sus viviendas, que eran propiedad del estado, cuando ya prácticamente se encontraban en un estado ruinoso, pasaron a ser propiedad de los colonos y sus herederos.
En la actualidad muy pocas son las que se han rehabilitado, sólo quedan los armazones o los muros de muchas de ellas y los caminos de acceso están, en muchos casos, ocultos bajo la maleza.
Título: Sí, sirve. Microrrelato: ¿Para qué demonios sirve saber que se llaman coleópteros? Pues, tal vez tengas razón, no sirve de mucho pero… de algo debe servir. No sé, por pensar… Imagina que estás en plena naturaleza, practicando, qué te voy a decir, barranquismo, senderismo, escalada, etc… Estás en un sitio complicado y, de pronto, das un mal paso, te tuerces un tobillo o sufres una mala caída… Te toca llamar a los servicios de ayuda, vamos al 112… ‘Por favor, he tenido un accidente en la montaña, no puedo moverme… Necesito que me manden un coleóptero’. Ves, ahora ya sirve de algo saber cómo se llama.
Título: Día de campo. Microrrelato: Para qué demonios sirve saber que se llaman coleópteros, insectos artrópodos, polífagos, cucugiformes y cucujoideos si cuando estás en el campo con tu mujer y los niños, en una luminosa mañana, y extiendes la manta de cuadros en la verde pradera, sacas la cesta de los bocadillos y la tortilla de patatas, la nevera con las bebidas, las servilletas de papel, los vasos de plástico… y te dispones a disfrutar de un agradable y suculento almuerzo dominguero… De pronto te das cuenta que junto a uno de los platos de cartón se mueven dos pequeños seres, llamas entonces a los pequeños y les dices… ‘!Chavales, mirad, dos mariquitas!’
Título: Mi paz mental. Microrrelato: ‘Y dale a enviar ya, ellos deben saberlo, antes que sea demasiado tarde y se enteren por otros.’ Me susurraba, mientras miraba fijamente el parpadeante puntero del ratón sobre la palabra Send de la pantalla del ordenador. Por motivos de trabajo dejé mi ciudad, mi país y mi familia. ¡Una excusa perfecta para alejarme de una asfixiante situación! Ahora, dos años más tarde, había encontrado, al otro lado del mundo y sin buscarlo, una vida perfecta, mi paz mental y una ilusión para seguir vivo. No voy a regresar y ellos se merecen esta explicación. Segundos después el correo electrónico se dirigía a su destino.
Título: Regresaré. Microrrelato: Y mucha, muchísima mala hostia, cuando supe que no había sido elegido para el puesto de trabajo. Casi me había convencido que, al ser un día especial, esta sería la definitiva. Después de tantas entrevistas, de tantos ‘deja tu curriculum, ya te llamaremos’, de tantos ‘ya, pero sin experiencia…’ Ahora volveré con esta mala leche, con mi perpetua depresión, con una impotencia multiplicada. Regresaré a la tristeza de todos los días, a la casa de mis padres, a mi habitación sin ventana, a una vida sin salida. Mamá me espera, ella habrá preparado mi tarta preferida por mi 40 cumpleaños.
Título: La tierra llama. Microrrelato: De allí nadie volvía sin la sensación de haber estado en un lugar tranquilo y seguro. Era, sin duda, lo más parecido a una tierra prometida. El hambre y la guerra, entre otras circunstancias, habían hecho que se marcharan buscando una mejor vida. En cambio, nadie se planteaba, salvo si les sorprendía la muerte, permanecer para siempre en ese ‘paraíso’. Todos, tarde o temprano, tenían ese impulso de regresar, de volver a sus raíces. La tierra que les vio nacer, donde se desarrollaron sus primeras vivencias, donde vivieron sus padres, sus hermanos, sus amigos de la infancia; todo eso pesa mucho en sus mochilas.
Título: Mala racha. Microrrelato: Con una piruleta como único consuelo marchó a su casa el muchacho, con la cabeza gacha, las manos en los bolsillos de su chaqueta y sorteando los charcos de la calle ancha. No había sido ésta una gran noche… ‘Qué mala racha’, pensaba. Había roto con su chica, con sus padres ni se hablaba, su trabajo se tambaleaba y acababa de perder sus ahorros en el póquer y el black jack… ¿Qué más podía pasar? Quitó el plástico al dulce que cogió a la salida del casino, se lo metió en la boca y, en el envoltorio, leyó… ‘Enhorabuena, has ganado el viaje de tu vida’.
Título: Una salida. Microrrelato: Mañana podrá comprarle sus malditos cuadernos, esos que le piden con insistencia en el instituto, pero hoy tendrá que conformarse con los apuntes de los compañeros. Con suerte, si comprueba que está ingresada la manutención, realizará ese gasto… e incluso llenará la nevera, ese electrodoméstico vacío desde hace días. Su empresa lleva meses sin abonar las nóminas y Jorge, su ex, no siempre es puntual con las obligaciones. En esta situación a Raquel el mundo se le viene encima, necesita una salida, una luz al final del túnel. Mientras, sus ojos llenos de lágrimas, sólo se fijan en el ventanal del salón, en la planta catorce.
Título: Tiempo de fantasmas. Microrrelato: Mañana podrá comprarle sus malditos cuadernos de dibujo y esas ceras que tanto deseaba por su cumpleaños, pero… ‘De momento, tendrás que esperar’, le dijo, mientras le lanzaba una amplia sonrisa de oreja a oreja, más falsa que un euro de corcho… ‘Te vas a quedar con las ganas’, pensó para sus adentros. Se despidió del chaval, con un dulce beso en la comisura de los labios, y tomó la avenida, camino a su casa, dejándolo con cara de idiota ilusionado. Manuel tenía pensado hacer eso tan ‘maravilloso’ que se ha puesto de moda en muchas relaciones, el ‘ghotsting´, ignorarlo en WhatsApp y borrar su teléfono.
Título: Blanca soledad Microrrelato: Una calavera, pequeña. Y un conejo, un gran conejo que salió, días atrás, brincando y dejando un espacio vacío en ese todo tan tremendamente frío y solitario. Laura se quedó paralizada, mirando de izquierda a derecha, de arriba abajo, pensando con qué podría llenar esa inmensa soledad. Y mientras tanto recordaba las palabras de Mario… ‘Aún tienes una calavera, pequeña. Y un conejo’. Francamente, ni lo uno ni lo otro. Tan sólo recuerdos de tiempos pasados, de épocas de abundancia. Laura, que estaba perdida ante ese blanco panorama, cerró la puerta del frigorífico y se dijo… ‘Tengo que hacer compra y llenarlo’
Título: Embobado Microrrelato: Me preguntaba en qué momento se había complicado tanto ser poeta. Embobado, mirando fijamente la gran pared del cuarto. Tal vez espero que las musas me envíen una luz, una idea, un mensaje… Algo que me haga reaccionar y empezar a escribir en esos folios, tan blancos, tan vacíos, tan solitarios… Tanto tiempo sin plasmar absolutamente nada en el papel que me avergüenzo cuando la gente me reconoce por la calle, me pide un autógrafo o simplemente me dice… ‘¡¡¡ Me encantan sus novelas y sus poesías!!!’. Yo, dando gracias con la boca pequeña y una media sonrisa, bajo la cabeza. Ahora sólo pienso qué color irá bien a esa pared.
Título: Rojo percance Microrrelato: Dejó la calle llena de líricos cadáveres mientras el furgón, con las puertas traseras abiertas, se alejaba velozmente de la escena del ‘crimen’. Esa noche, alguien, que fumaba en el balcón, oyó los impactos, vio el asfalto teñido de rojo y avisó al 112. No tardaron en oírse las sirenas. Al llegar los servicios de emergencia quedaron perplejos… Alain, en su afán de llegar a su destino, no se percató que, al esquivar al gato que se cruzó en su camino, dio varios tumbos, golpeó un par de coches, se abrieron las puertas de la furgoneta y los tarros de grosella quedaron poéticamente desparramados por la calzada.
Título: Deuda divina Microrrelato: Pagaba al asesino por el trabajo realizado y ambos, sin mediar palabra, desaparecían del reservado. Ya en la calle, cada uno tomaba un rumbo distinto y, así, quedaba zanjado el asunto. A su llegada de Roma, Julia, que había tenido que adelantar su regreso por la triste noticia, se encontraba desolada y abatida. En ese pozo de máximo dolor ni la compañía de sus seres queridos podía consolarla. El accidente que se había llevado a Manuel la sumió en una enorme depresión. Días después, en el entierro, Julia, horrorizada, se desplomó, perdiendo el conocimiento… cuando reconoció en la cara del sacerdote al cobrador de la deuda.
Lo cierto es que resulta complicado hacer un breve recorrido por la extensa vida de este hombre.
Resumir e intentar destacar aspectos, vivencias y recuerdos… no es nada fácil.
Y no es por no tener de dónde elegir; cien años dan mucho de sí.
Cien años. Cien años. Cien años, seis meses y seis días, para ser más exactos.
En aquellos lejanos tiempos, en un pequeño pueblo de León, frontera con Asturias y al pie de los Picos de Europa, en una humilde familia numerosa, nació el hombre que nos ocupa.
Sus padres no se complicaron mucho. Nació el día 22 de noviembre, el día de Santa Cecilia, y le pusieron el nombre del santo. Cecilio.
Las ganas de conocer mundo, tal vez empujado por sus hermanos mayores, tal vez por las necesidades de los tiempos que corrían, le llevaron a dejar su Cistierna natal para aventurarse, a través del ejército, a recorrer lugares y países que sólo existían en los mapas de la escuela.
Hay que pensar que vivió de manera directa la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial.
Estuvo en Rusia. Contaba durísimas anécdotas de su periplo por las tierras de aquella antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Historias que dejaban con la boca abierta a todos los que las escuchábamos. Incluso nos podía enseñar físicamente las huellas de aquella lucha con el frío más intenso; su pierna retorcida y seriamente dañada por los efectos de la congelación.
Después, y como una gran vuelta de tuerca, cambió las estepas y las gélidas temperaturas por el calor más sofocante y el desierto por excelencia; estuvo en los últimos tiempos del antiguo Sahara Español.
Algunas veces yo he llegado a preguntarle sobre estas dos etapas y él siempre ha contestado que el ejercito le sirvió para tener una profesión en un futuro pero, sobre todo, sobre todo, para vivir aventuras. Era algo que resaltaba sobre manera. Incluso llegó a decir que le quedaba pendiente hacer un safari en África.
Doce rocines dan vueltas al tiovivo. Doce corceles giran cada año. A este carrusel le dan los doce su sentido. Suben y bajan al son del calendario. Abril dejó a su trote olor a incienso, suspiros de Pasión y amor en nuestro espíritu. Aquí llega mayo, el potro de la luz, majestuoso lucero de crines plateadas, que inunda los espacios de primaverales aires. Mayo pasea su alegre galanura como un blanco caballo. Orgulloso galopa su donaire y su belleza, su garbo y su hermosura. Y a su paso las calles, avenidas, plazas, parques, gentes… la ciudad entera se rinde a sus encantos y engalana fachadas y portales. Con sus cabriolas estallan ventanas y balcones, saturándose de rosas, geranios, gitanillas y claveles. Las noches se suavizan y se adornan con aires de azahar y de jazmines. El mar ondula y coquetea con nuestra blanca costa.
¿Con qué fuerza pisa Mayo cada uno de sus días? Sin duda es el mes, por excelencia, de la Naturaleza, de la Tierra, del Trabajo, de María y de la Madre.
Hoy, después de casi 36 horas de malestar y fiebre, he despertado bastante despejado, he hecho algo de compra en el supermercado y me he animado a realizar una caminata, nada complicada y muy cercana, por algunos de los caminos de la Sierra de Santa Pola.
He aparcado el coche, como tantas y tantas veces, cerca del depósito de agua, próximo a Les Casetes de Meleja, y, desde este punto, he iniciado mi ruta.
Por el Camí del Far, hacia el este y durante unos cientos de metros, he tomado el desvío, a mano izquierda (PR-CV61), que me conduce a la Casa de la Pinada (ruinas).
Llego hasta la carretera del Faro, paso al otro lado y continúo, hacia el norte, por pista que me conecta con la PR-CV61 y con la Senda del Salt, ahora en dirección oeste.
Sigo en esta senda durante un kilómetro y medio, haciendo después un desvío a mano derecha y otro hacia la izquierda para conectar nuevamente con la carretera del Faro.
Vuelvo a cruzar al otro lado del asfalto y, doscientos metros después, enlazar, a mano izquierda y en sentido este, con la senda/trocha llamada del Conejo; interesante recorrido que me lleva, nuevamente, hasta la Casa de la Pinada.
Ahora camino en paralelo al asfalto hasta llegar a una pista, a mano derecha y en dirección sur, que me acerca hasta el Aljub del Tío Manyo.
Este espacio se presta para hacer un descanso y beber y comer alguna fruta.
Dejo atrás el aljibe, sigo hacia el sur, conecto con el Camí del Far y con una pista, en dirección sur/suroeste, que me da acceso a la Foia Roja; una pequeña y curiosa llanura de tierra colorada donde abundan los eucaliptos.
Ahora ya sólo resta salir de la Foia Roja, acceder al Camí del Far y, en dirección oeste durante un kilómetro, aproximadamente, llegar hasta el depósito de agua y al vehículo.
Regreso a casa.
Valoración: 2**
Recomendable: Por supuesto, aunque sea una caminata poco reseñable. Han sido cerca de 11 kilómetros, con un desnivel casi ridículo (86m), hechos en un tiempo más que correcto y en una mañana estupenda y luminosa.
Reme, Pedro, Óscar y yo llegamos hasta la entrada a la ciudad de Alcoy, en un claro de la carretera N-340, donde dejamos el vehículo y comenzamos esta primera caminata de abril.
Será ésta una ruta, entre rural y urbana, que nos hará recorrer, por sendas, caminos, pistas, etc…, los alrededores de Alcoy y podremos disfrutar de algunos de sus puntos de interés.
Pasamos al otro lado de la carretera y tomamos un camino/senda, en dirección suroeste, que nos hace pasar por la Caseta de la Sal, junto al Polideportivo Municipal Francisco Laporta, y después, caminamos en paralelo a la subida a la Font Roja, para acceder a uno de los tramos de la Vía Verde, concretamente junto a la fuente y al túnel de Cantagallet.
Antes de pasar por este túnel, nos dirigimos, en dirección sureste, al túnel de Caseta de la Sal, lo atravesamos, disfrutamos de las vistas que ofrece el otro lado, retrocedemos, volvemos a la fuente y, ahora, seguimos la Vía, hacia el oeste, pasando por los túneles de Cantagallet, del Mas de la Font de la Olivereta, del Mas de la Umbría del Manco y del Mas de Sant Benet.
En este último túnel, dejamos la Vía Verde de Alcoy y, por camino a la derecha y dirección norte/noroeste, llegamos hasta la Font del Quizet, una pequeña zona recreativa, muy popular en la ciudad, donde coinciden los cauces de los ríos Polop y Barxell en un pobre salto de agua, debido a la sequía.
Seguimos el cauce del río, que ahora se llama Riquer y más tarde será el Serpis, dirigiéndonos hacia la ciudad. Pasamos, por algunos de los molinos más populares del recorrido, el Molí de la Mesquita y el Molí del Romá.
La senda nos lleva ahora hasta el polígono industrial Sant Benet; comenzamos un tramo de recorrido urbano. Por entre naves industriales, después de un tramo totalmente desorientado (no me preguntéis ni cómo ni por qué), llegamos hasta la carretera N-340, pasamos al otro lado por una pasarela elevada y accedemos a una zona escolar y al Parque de Catagallet.
Este bonito parque nos da paso a un camino, el llamado Sendero del Molinar, que nos lleva directamente a una antigua zona industrial, junto al río Molinar.
Aquí, entre viejas construcciones de fábricas y molinos (Fábrica dels Solers, Molí Nou del Ferro, etc…), llegamos a la Font del Molinar, aporte acuífero del río Serpis.
Tomamos el camino de regreso, ahora es un trayecto corto que nos lleva hasta la carretera N-340 y al claro donde está aparcado nuestro coche.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido, entre unas cosas y otras, unos 13 kilómetros, con un desnivel superior a 390 metros, hechos en un tiempo bastante ajustado, con una mañana estupenda, unas hermosas vistas y una compañía insuperable.
Después del desapacible día de ayer, y pensando que hoy podía jugar una mala pasada el tiempo, han habido cambios de última hora, además de importantes ausencias, y se ha decidido hacer una caminata algo más relajada, aunque no exenta de máxima belleza.
Jesús, Reme, Pedro, Óscar y yo nos hemos dirigido a las proximidades de la población de Lorcha, municipio en el norte de la provincia de Alicante, limítrofe con la de Valencia, y perteneciente a la comarca de El Comtat, para iniciar un recorrido por la Vía Verde del Río Serpis.
Iniciamos el camino desde uno de los apeaderos del ferrocarril, junto a la fábrica de papel y la ladera del Castillo de Perputxent, construcción de gran interés histórico.
Seguimos, en dirección noreste, el antiguo trazado del tren de Alcoy-Gandía, que en 1893 supuso un gran aporte a la economía local. Dicho recorrido discurre en paralelo al río Serpis, algo que da a esta ruta un aire de frescor y unos rincones de muchísima belleza.
Dejamos atrás los restos del castillo y pasamos por una carrasca centenaria monumental, así como por diferentes casetas de ferrocarril, vestigios de la época industrial.
Llegamos, en nuestro recorrido, a la Font dels Boteros, un pequeño manantial que aporta agua a una balsa, rodeada de vegetación y haciendo que el lugar sea un rincón para el refresco.
Nuestros pasos por la Vía Verde no llevan hasta el primero de los túneles, de algo más de 100 metros de recorrido, que nos traslada al otro lado de un cerro por donde discurre el río, lleno de remansos y pozas.
Ahora llegamos al Azud de l’Infern, una presa que nos ofrece una bonita cascada y sus hermosas instantáneas.
Seguimos nuestro itinerario y nos encontramos con nuevas casetas de ferrocarril y un depósito de agua.
Accedemos a un puente, cruzamos el Serpis y nos encontramos al lado de la Fábrica de la Llum, una central eléctrica, y su pequeña área de descanso, con sus bancos y mesas.
Seguimos caminando hasta llegar a un segundo y diminuto túnel, el que llaman del Garrofer. Aquí iniciamos el regreso al punto inicial; ahora sólo hay que desandar lo recorrido y pasar por los mismos puntos que en la ida.
Todo se realiza con una mínima dificultad, volvemos a pasar por el depósito de agua, por las casas del ferrocarril, por el Azud del Infierno, por el túnel, por la Font dels Boteros, etc…
Y siempre acompañados por el río Serpis y el cantar de sus aguas.
Accedemos hasta las inmediaciones del Castillo de Pertputxent y al auto.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Han sido unos 13 kilómetros, con un desnivel casi imperceptible, en un día nuboso, ventoso, algo fresco pero muy agradable. La compañía, de lujo.
La ruta de este jueves se desarrolla entre los términos municipales de Bocairent (Valencia) y Alfafara (Alicante), en pleno Parque Natural de la Sierra de Mariola, un recorrido por entre algunas de las masías, pozos y fuentes de la zona.
FONT DE L’ALBORETMAS DE L’ALBORETBALSA DE L’ALBORET
Dejo el auto en las inmediaciones del Mas de l’Alboret, su balsa y su fuente; aquí comienza la caminata preparada en mi gps.
Tomo la pista, Camino del Figueral, en dirección sureste, para llegar hasta el Mas de Monserrades; antes, en la senda, y en todo momento de suave ascenso, encuentro una hermosa piedra de molino.
MAS DE MONSERRADESMAS DE MONSERRADES
Termina la subida y continúo llaneando en la pista, hacia el sur/sureste, accediendo al Mas de Mingol y el Mas del Cipreret, una construcción totalmente reformada y convertida en casa rural.
MAS DE MINGOLMAS DE MINGOLMAS DEL CIPRERETMAS DEL CIPRERET
Ahora el camino me lleva, hacia el este, hasta las ruinas del Mas de Casa Nova y el Pou y Mas de la Bassa Roja.
MAS DE LA CASA NOVAMAS DE LA BASSA ROJAPOU DE LA BASSA ROJA
Retrocedo unos metros y tomo una senda hacia el norte hasta llegar a un tramo de la GR7.
Desde este punto, y durante unos cientos de metros hacia el oeste, llego a un desvío, una pequeña senda a mano derecha, donde comienza el regreso y el descenso al punto de partida.
GR7CABEÇÓ DE MARIOLA O ALT DE LA COVA
Desde aquí la senda se complica, se torna en una diminuta trocha/torrentera que hace que la bajada se haga con muchísima dificultad. Por momentos se me pasa por la cabeza que si, en este lugar, tropiezas, caes y pierdes el conocimiento… no te encuentra ni Dios!!!
Ahora, un desvío, igual de complicado, hacia la derecha me lleva al Mas y el Teular de la Malagana (en ruinas).
TEULAR DE LA MALAGANAMAS DE LA MALAGANA
Durante casi un kilómetro de maldita trocha la senda se suaviza y llego a una fuente y una balsa.
Sigo hacia el noroeste y el camino conecta con una pista donde se encuentra el Mas y el Pou de les Dotze de d’Alt.
Esta masía está totalmente cercada y no encuentro una salida. Tengo que forzar una de las rejas para poder salir del recinto… O eso o dejo que me coman los caballos, jajaja.
MAS DE LES DOTZE DE D’ALTPOU DE LES DOTZE DE D’ALT
Una vez me incorporo a la pista, llego a una bifurcación, tomo el ramal de la izquierda, hacia el oeste, y accedo al Mas de les Dotze de Baix.
MAS DE LES DOTZE DE BAIXMAS DE LES DOTZE DE BAIX
Ahora la vía conecta con el Camí de l’Alboret, en dirección oeste, hasta llegar al Mas del mismo nombre, que es donde ha dado comienzo esta caminata.
Llego al auto y regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Ha sido una ruta algo arriesgada y novedosa que ha tenido cerca de 11 kilómetros de recorrido, con un desnivel de 400 metros, hecho todo en un tiempo más que aceptable y en una mañana bastante nublada, fresca y brumosa.
En esta mañana de marzo, he optado por una caminata, próxima a la población de Banyeres de Mariola, que me hará recorrer algunos puntos interesantes de la Serra de les Fontanelles.
Dejo aparcado el auto en la inmediaciones del paraje del Molí de la Umbría, zona de ocio junto al río Vinalopó, y, desde este punto, comienzo mi recorrido.
Me dirijo, por pista, hacia la colina de la Serrella. Una pequeña subida para llegar a la Cova homónima y contemplar, desde lo alto, el paisaje del Molí de la Umbría.
Sigo la pista, en dirección sur/suroeste, hasta una primera bifurcación, tomo el ramal de la derecha, el que me lleva hasta el Assagador del Perolitet, PR-CV313, y al Mas y la Font del Perolit.
Ahora el camino, sigue siendo la misma PR, comienza una subida, brutal y serpenteante, en dirección sur, hacia el Collado de la Blasca.
Aquí no hay más cojones que hacer una parada para tomar aire, beber agua y comer alguna fruta.
Tras el descanso quedan unos 400 metros de fuerte ascenso, incluso con alguna que otra trepada, para llegar al vértice de esta sierra, la Peña de la Blasca (1120 m.s.n.m.).
Las vistas, desde esta atalaya, son increíbles; las sierras de Biar, de Onil, de Beneixama, de la Villa, de Mariola, etc… están a mi alrededor con su máxima belleza.
Comienza el regreso. Ahora tengo que deshacer el sendero hasta el collado y tomar el camino de descenso por la cara sureste de la sierra; una bajada brutal, de unos 500 metros, por una pista llena de cantos y piedras sueltas.
Ahora llego a una pista de descenso, bastante cómoda y en sentido noreste, que me acerca a un horno de cal, un cortafuegos, la Caseta del Gallo, la Font de la Mata y al Assagador de la Fontanella para conectar con el camino inicial que me lleva hasta la zona del Molí de la Umbría.
Unos cientos de metros después, accedo al vehículo y regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro, totalmente. Han sido algo más de 10 kilómetros, con un desnivel de unos 500 metros, hechos en un buen tiempo y con una mañana espléndida.
En este viernes de marzo, mi amiga Fina y yo, hemos realizado una caminata urbana por una localidad a la que yo le tengo un cariño muy especial, Otos.
Este es un municipio de la Comunidad Valenciana que pertenece a la provincia de Valencia, en la comarca de La Vall d’Albaida.
Según Joan Coromines, el topónimo Otos proviene del íbero y significa ‘aliaga’, arbusto esclerófilo muy extendido a lo largo de su territorio.
Durante la dominación árabe, Otos fue una alquería de la que, cuando la conquista cristiana, el rey Jaime I dio tierras a varios caballeros el 2 de mayo de 1248.
En este pequeño pueblo, de apenas 436 habitantes, podemos admirar sus monumentos más destacables, que son:
Castillo de Carbonera.
Antigua fortaleza situada en el Tossal de Carbonera en la sierra del Benicadell a 630 m de altitud. Esta construcción musulmana, dotada de un doble muralla, ocupaba una extensión superior a 3.500 m2 y en el siglo XV ya estaba destruida. Todavía conserva parte de sus murallas y el aljibe, así como la distribución de su interior.
Iglesia Parroquial.
Está dedicada a la Purísima Concepción y se edificó en la primera mitad del siglo XVIII. Es de estilo jesuítico y cuenta con tres naves, crucero y cúpula encamonada. Dañada durante la Guerra Civil, posteriormente ha sido restaurada en varias ocasiones.
Ermita de la Virgen de los Dolores.
Edificio del siglo XVIII y remodelada en el siglo XIX y en 2005. Situada en la zona alta del casco urbano muestra en sus bóvedas interesantes pinturas al fresco de estilo romántico, seguramente de la escuela de Muñoz Degrain.
Palacio del Marqués de Sant Josep.
(Siglo XVIII). Edificio señorial que presenta la estructura característica de los palacios de la Corona de Aragón, con tres alturas destacando en la superior una lonja formada por 18 ventanas de medio punto. Tras constantes cambios de uso y de propietarios, el edificio fue rehabilitado entre 1996 y 2002. En la actualidad alberga la sede del ayuntamiento y de otros servicios públicos como la biblioteca municipal, la sala de exposiciones y una colección etnológica, además de un interesante jardín.
Y, por supuesto:
La ruta de los relojes de sol.
Por ello, a día de hoy, Otos es considerado el pueblo de los relojes de sol.
En el año 2005 se inauguró en el municipio la ruta de los relojes con estas primeras ocho piezas de autores de renombre:
1 – ‘La norma no es un dogma‘, de Andreu Alfaro.2 – ‘Reloj de barro‘, de Arcadi Blasco.
3 – ‘Unión‘, de Elisa Martí.4 – ‘Reloj de los pimientos‘, de Rafael Armengol.
5 – ‘Reloj bicicleta‘, de Antoni Miró.6 – ‘Venimos del norte, venimos del sur‘, de Rafael Amorós y Joan Olivares.
7 – ‘Polifemo‘, de Manuel Boix.8 – ‘Melón sol‘, de Artur Heras.
Desde entonces, se fueron incorporando muchos más relojes, ya no sólo de sol, también de luna, hasta superar, a día de hoy, los cuarenta.
SIMFONÍAELS FRUITS DEL FORN9 D’OCTUBREL’HORTA DEL TÍO BRUNORELOJ ECUATORIAL9 DE ABRILMUIXERANGAFRONTERA DEL PALACIOMUSSOLCARPE DIEMVIVERE MEMENTOSUM SI SOL SITPRIMAVERESQUI TÉ SOL QUÉ MES VOL?LA FONT DE LA VIDARELOJ DEL LAVADEROEL TIEMPO ENSEÑARELOJ DE LA DISCAPACIDAD Y LA SUPERACIÓNRELOJ AGNOMÓNICOEL AÑO 10RELOJ ANDALUSÍRELOJ DE LA ACOGIDARELOJ DEL REPOBLAMENTHOMENAJE AL TIEMPOPEDRA DE BASSETEL SOL BRILLA PER A TOTSSOL LUCIT OMNIBUSRELOJ EL PLANETARIRELOJ ANALEMÁTICCOMPENDIUMRELOJ ECUATORIAL IIIRELOJ ECUATORIAL IIRELOJ ECUATORIAL I
Fina y yo hemos intentado, al máximo, exprimir las bellezas que muestra esta población, a pesar de ser una localidad tan pequeña.
Hemos acabado la jornada comiendo en el restaurante de ‘Ca les Senyoretes’ para ponerle el broche de oro a este día tan especial.
Regresamos después a Alicante.
RELOJ ENSALADILLA RUSA 🙂
Valoración: 4****
Recomendable: Alguien puede pensar que voy a decir que no, al contrario… muy recomendable. Gran día e insuperable compañía.
Para este día tenía pensada otra caminata totalmente distinta a la que, finalmente, he decidido hacer.
Ya que para mañana tengo otra actividad preparada, he optado, este jueves, por una ruta cercana y ‘algo’ sencilla; elijo la sierra de la Argueña y la subida a su cumbre, la Replana.
Este es un recorrido que, con alguna que otra variante, he realizado en numerosas ocasiones, unas veces en solitario, otras en compañía, en días luminosos, en jornadas nubosas y de frío, con un calor bochornoso, con muchos y diferentes estados de ánimo, etc…
Hoy, mañana fresca y despejada, dejo el auto en las cercanías de la Font de la Carrasca y del depósito contra incendios, tomo la senda que sube, por la umbría de la sierra, hasta la pista donde se encuentra la magnífica finca del Mas del Carrascal, sigo subiendo, llego al Pou de Neu del Carrascal, una de las más bellas cavas de nieve de la provincia, continúo en ascenso hasta llegar al Collado de las Hermosas, aquí una breve parada y, seguidamente, me dispongo a afrontar el último trecho de fuerte subida para llegar a lo más alto y, después de llanear un rato, acceder al vértice geodésico de esta sierra de la Argueña, la Replana (1229 m).
Tiempo, en la cumbre, para el refresco y comer alguna fruta.
Seguidamente comienza el retorno al punto de partida. Sólo hay que deshacer los pasos realizados y pasar por los mismos lugares que en la ida, salvo que al llegar al Mas del Carrascal cambio el rumbo, sigo por la pista, rodeo el cerro de Cabeçó de Paella y accedo, por su ladera norte, al lugar donde se encuentra mi vehículo.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Han sido algo más de 9 kilómetros, con un desnivel superior a 400 metros, hecho todo en muy buen tiempo y con una mañana limpia y luminosa.
La caminata de hoy, cercana y sencilla, la iniciamos, Raúl, Paco, Pedro y yo, desde el parking del hotel de Xorret de Catí.
Dejamos el auto y nos dirigimos por pista, pasando por el área recreativa, con su arboleda, su fuente, su estanque y sus bancos, y nos encaminamos hacia el sur para realizar una caminata por esta estupenda zona del Paisaje Protegido de las Sierras del Maigmó y del Cid.
Llegamos hasta el cruce de caminos de la Ferrería; en esta encrucijada coinciden muchas de las rutas (pr’s) que atraviesan estas sierras alicantinas.
Tomamos la pista, a nuestra izquierda, para dirigirnos ahora hacia las Peñas de la Foradá, un curioso conjunto de elevados peñascos donde se practica escalada.
Rodeamos estos riscos y continuamos el camino, seguimos en dirección sur, llegando a la bifurcación que hay en la vertiente norte de los Rasos de Catí y las Lomas de Puça.
Siguiendo la senda de la derecha, entre un hermoso pinar, nos acercamos al Racó de la Servera.
Aquí nos incorporamos a la pista que, en dirección noroeste y pasando por la Casa del Calafate, nos lleva hasta el Cantal del Moro; otro gran peñasco también con vías de escalada.
Ahora, la estrecha senda nos dirige, hacia el oeste, al Albergue y Zona Recreativa de La Rabosa; un espacio de ocio muy conocido que pertenece al Centro Excursionista de Elda.
Un descanso en este lugar para beber y comer algo. Seguimos después el itinerario marcado.
Tomamos el camino de subida del Racó de la Bola, hacia el noreste, por donde pasa la PR-CV29 y la PR-CV33, y llegamos al Collado de Amorós; otra gran encrucijada de rutas.
Aquí seguimos la senda ascendente, por el noreste, hasta llegar a la pista, ahora hacia el oriente, como los Reyes Magos 😉 , pasando por la caseta de vigilancia y por la Ermita de la Purísima.
En este punto ya sólo nos queda volver al cruce de la Ferrería, deshacer el camino que nos llevó a ella, en el comienzo de la ruta, y volver al Hotel Xorret de Catí y al coche.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Siempre, por supuesto. Han sido cerca de 12 kilómetros, con un desnivel de unos 300 metros, en una jornada esplendida y una compañía fabulosa.
Hoy, la caminata me lleva hasta la población de ‘Les Cases del Senyor‘, pedanía de Monóvar, en la comarca del ‘Vinalopó Mitjà‘.
La ruta de este día comienza en el sur del municipio, en el ‘Barranc de la Caseta‘, a las faldas de Monte Coto (Sierra de la Taja), junto a la ‘Font de l’Almorquí‘, lugar donde dejo el auto.
Sigo la sinuosa pista del barranco que asciende, entre pinos, por la umbría de la sierra, hasta llegar al ‘Collado del Coto‘ y al ‘Pi Farola‘, un importante cruce de sendas, pasando antes por una curiosa carbonera y un horno de cal.
En esta encrucijada sigo, a mano izquierda y en dirección noreste, la misma pista, que lleva el mismo nombre, ‘Barranc de la Caseta‘, y que sigue ascendiendo hasta llevarme al puesto de vigilancia, en el ‘Alt Redó‘ (960 m), pasando por varias e importantes canteras de mármol.
Desde este punto, el más elevado de mi caminata, deshago mis pasos y vuelvo, por la misma pista, al ‘Collado del Coto‘. Ahora, en este cruce, tomo, en dirección suroeste, el ‘Camí de Robles‘.
En suave ascenso y durante unos 500 metros, paso por la Cueva de la Campana y un bonito mirador, desde el que se contempla la inmensidad de la sierra y sus alrededores. Llego a una primera bifurcación, tomo el ramal de la derecha, dejando la pista, y ahora la senda me conduce, durante 2’6 kilómetros, en suave descenso y en dirección oeste, a una importante bifurcación, pasando por ‘El Reclot‘ (914 m), el ‘Alt de la Cova dels Ninyos‘ (887 m) y el depósito contra incendios.
Una vez llegado aquí, tomo el ramal de la derecha, conecta con la PR-CV3, sigo en ella durante unos 700 metros, en dirección norte, y conecto con la vereda que me lleva al ‘Collado de les Enzebres‘.
En este último tramo (desde prácticamente el depósito contra incendios) estoy próximo a la población de Enzebras, pedanía del municipio de Pinoso.
Por pista de tierra, cemento y asfalto, llego al collado, aquí otra importante intersección, tomo, en este punto, el camino asfaltado de la derecha, coincidente con la GR7, que me lleva, de nuevo por el término municipal de Monóvar, hasta la ‘Font Canaletja‘.
En este manantial y en dirección este, dejo la GR7 y tomo la senda, a mano derecha, que me conduce hasta la ‘Font de l’Almorquí‘ y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro que sí, sin duda. Han sido, entre unas cosas y otras, cerca de 13 kilómetros, con un desnivel de algo más de 400 metros, hechos en un tiempo bastante correcto y en una mañana espectacular.
Para este primer martes de marzo, Paco, Raúl, Jesús, Óscar y yo, nos hemos dirigido a la población de Benilloba, en plena comarca de El Comtat, para realizar un recorrido por los alrededores de esta localidad y admirar algunos de los rincones interesantes de su término.
Dejamos el auto en plena ‘Avinguda de Valéncia‘, carretera CV-70, y comenzamos nuestra caminata dirigiéndonos, hacia el sur, por el callejón que entra al lavadero público.
Seguimos saliendo del pueblo, por el sur, llegando al cruce con el río Frainós (o río Penáguila).
En una primera bifurcación, tomamos el ramal de la derecha (vía cementada) que nos comunica con el cruce de la CV-787 (carretera de Benilloba a Benifallim).
Cruzamos al otro lado de la CV-787, seguimos la vía llamada ‘Costera de la Condomina‘, ahora en dirección suroeste y en ascenso, durante 900 metros, pasando por el ‘Maset d’Iborra‘.
Tomamos una pequeña senda, a mano izquierda, en sentido sureste/este, hasta llegar al ‘Alt de la Condomina‘ y, en este punto, comenzar a descender…
En nuestra bajada encontramos un pequeño y descuidado abrevadero y las ruinas de una antigua casa de cazadores; aquí hacemos una pausa para beber y comer algo.
Seguimos descendiendo hasta llegar a la CV-787.
Pasamos esta intersección, seguimos, ahora ascendiendo por senda, para llegar al ‘Tossal de Espinós‘ y, en este punto, nuestra intención es llegar al ‘Barranc del Pont‘, conectar con el antiguo viaducto y alcanzar el curso del río ‘Frainós‘.
Misión imposible, se queda sólo en la intención, no encontramos el camino que enlaza con el otro lado del barranco. Realizamos varios intentos, por otros caminos vecinos y no tenemos éxito.
Finalmente optamos por volver a la carretera y llegar a Benilloba por la calle cercana al lavadero público.
Entramos al pueblo, callejeamos por los alrededores de la Iglesia y tomamos la pista ‘Camí de la Teulería‘ que nos conduce, dirección norte, al ‘Paraje del Molí del Salt‘.
En este rincón del municipio podemos encontrar un recorrido corto y asequible, siguiendo las aguas del río Frainós/Penáguila, un área recreativa, un puente de piedra, unas pozas y el ‘Molí del Salt‘; una interesante construcción (en ruinas) del siglo XVIII y su bello salto de agua, aunque con esta persistente sequía apenas si tiene un hilo de agua.
Ahora ya sólo nos queda deshacer lo andado en esta zona de recreo, volver al pueblo, comer en uno de sus restaurantes, llegar al vehículo y… cada mochuelo a su olivo.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Absolutamente aconsejable. Han sido cerca de 12 kilómetros, con un desnivel de 400 metros, hechos a buen ritmo, en un día despejado y luminoso, y una compañía de lujo.
La caminata de este jueves, último día de febrero, es una de las que estaban preparadas para el martes pasado pero, debido al fuerte vendaval, se tuvo que posponer.
Hoy, en una mañana mucho más agradable, me he acercado a las inmediaciones de la localidad de Biar, concretamente a la bifurcación de pistas, la que conduce al Mas de Fontalbres y la que sube a la cima del Reconco. Allí, en una replana junto al depósito contra incendios, aparco el vehículo y comienza la ruta de esta jornada.
Mas de BovoMas de Soler
Tomo la pista hacia Fontalbres, que también es el Camino de Santiago del Sureste y la PR-CV55, y paso por los alrededores de algunas fincas, como el Mas de Bovo y el Mas de Soler.
Llego hasta el paraje de la Fonteta de Soriano y, unos 200 metros después, en la bifurcación, tomo el ramal de la izquierda para llegar al Mas de Camarasa.
Font de Soriano
Quinientos metros de descenso, en dirección norte, y llego al barranco de Fontalbres, 700 metros de pista y me incorporo, a mano derecha, a una senda estrecha que sube zigzagueando por la sierra, hacia el noreste, y me lleva a la zona de la Loma Rasa.
Mas de CamarasaBarranco de FontalbresAl fondo la población de Biar y su castillo
Ahora camino por la parte más alta de mi recorrido, la pista me lleva a conectar con la PR-CV55, muy próximo al Alt de la Creu.
Loma Rasa
Sigo en la PR, tomando la pista a mano derecha, y llego en descenso a una importante encrucijada; la pista de la derecha, que es la opción que tomo, me lleva hasta el paraje de la Font del Xorro.
Por una pequeña vereda llego a la fuente. Aquí, un rato de descanso en este surtidor de agua para beber y comer alguna fruta.
Font del Xorro
Deshago mis pasos y regreso a la pista (PR-CV55), ahora en dirección sureste.
Paso por las inmediaciones del Mas de Fontalbres y por el desvío al sendero botánico del Reconco.
Mas de FontalbresInicio sendero botánico
Poco después llego al cruce/desvío que me llevó, al comienzo de la ruta, hasta el Mas de Camarasa.
Font de Soriano
Ahora conecto con el camino inicial, paso nuevamente por la Fonteta de Soriano, las fincas del Mas de Soler y Mas de Bovo, llego hasta el depósito contra incendios y al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Han sido, entre subidas y bajadas, unos 12 kilómetros, con un desnivel de 330 metros, hechos en un tiempo correcto y una mañana espléndida.
Una jornada que ha comenzado bastante caótica; el fortísimo viento ha sido uno de los motivos por el que Paco no ha podido realizar la caminata y Raúl por asuntos familiares tampoco. Así que, finalmente, nos hemos animado Óscar, Jesús, Reme, Pedro y yo (aunque con bastantes reservas).
La rachas de viento han hecho que hayamos cambiado un par de veces de destino a la hora de hacer una caminata.
En el último momento hemos decidido acercarnos a la población de Biar para hacer una ruta urbana.
Primeramente nos hemos dirigido por el ‘Camí de la Mare de Déu’ hasta el ‘Santuari de la Mare de Déu de Grácia’, pasando antes por el pozo de nieve de la población.
Hay que sumarle al caos del día el hecho que, hasta la llegada al santuario, mi móvil, que funcionaba perfectamente, ha decidido morir (así como suena) y todas las fotos realizadas han desaparecido.
Las instantáneas que completan este reportaje son la realizadas por Pedro y, en su mayoría, por Óscar; sin su bondad y generosidad, esta entrada en la web sería una auténtica ‘cagarruta’.
Hemos hecho un recorrido por el pueblo y hemos subido al castillo desde donde hemos admirado sus bellísimas panorámicas.
Una bajada por la ladera norte y nos hemos puesto en camino hacia la ‘Avinguda de Banyeres’ para llegar, por sendas y trochas, al acueducto.
Unas cuantas fotos en esta maravilla arquitectónica y nos hemos puesto en marcha nuevamente para llegar al pueblo, por la ‘Rambla del Derramador’.
Callejeando llegamos hasta el restaurante donde vamos a comer; ahora todo perfecto.
Al terminar, nos dirigimos a los vehículos y… regresamos a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: A pesar de las dificultades iniciales, totalmente recomendable. Biar es un pueblo lleno de historia y de encanto. Han sido algo más de 6’50 kilómetros, con un desnivel de 170 metros, en un día algo chungo pero llevadero y con una compañía de lujo (echando de menos a los ausentes, por supuesto).
Curioseando en una página de senderos me fijé en una ruta que me llamó la atención; una zona que conozco bastante bien y me sorprendió lo que en ella podía encontrar.
No he dudado ni un momento, hoy me he dirigido al sur de la población de Ibi y, por hacer algo más de recorrido, he preparado una caminata que, primeramente, me llevará hasta la sierra del Quartell y, dando un rodeo por entre barrancos, me hará llegar hasta el punto que ha llamado totalmente mi atención.
Dejo el coche cerca del parking de camiones que hay entre la autovía del Mediterráneo y la rambla Gavarnera (barranco de Ibi), comienzo la andadura, en sentido norte, por la senda que va en paralelo al camino de servicio.
Giro a la derecha por la pista cementada que lleva al Pla de Sempere y 400 metros después tomo la senda de la derecha hasta llegar al viejo caserón (algo ruinoso).
Desde este lugar se pueden contemplar los campos de olivos y almendros de la zona; ya el almendro está perdiendo la flor y verdea.
Ahora sigo la vereda, en ascenso y dirección sureste, que me lleva a las estribaciones de la sierra del Quartell.
Ascenso primero, descenso después para llegar al barranco y el camino de Daroqueta, a la casa de los ‘colorinchis’ , la pista cementada de subida a la cima del Quartell y al collado Roch.
Vistas espectaculares de las sierras de los alrededores y de los distintos picos que, desde aquí, se contemplan.
Llegado al punto más elevado de esta caminata (988 metros) comienzo el regreso.
Tomo la senda/trocha, en dirección noroeste, del barranco dels Argamells, en ocasiones en brusco descenso,
Comienza ahora una subida hasta una pista para seguir descendiendo hasta llegar al barranco de Daroca, pasando antes por una pequeña caseta (seguramente de labranza) donde hago un receso para beber y comer una fruta.
La pista asfaltada me lleva en paralelo por el barranco de Daroca hasta llegar a la carretera CV-798, la que une las poblaciones de Ibi y Tibi.
Caminando unos pocos metros por esta vía para desviarme, a mano derecha, por los caminos que me acercan al Mas de la Riba Roja y nuevamente al barranco dels Argamells.
Paso por una antigua construcción y un pozo (en ruinas) y por una cantidad de parcelas de cultivos (campo a través) que me hacen pensar que hay que replantear esta parte del itinerario.
Pese a todo, por fin, accedo al Paraje Natural de la Font Negra.
Esto es realmente lo que ha motivado toda esta caminata.
Cuando vi las fotografías que otros senderistas y caminantes habían puesto en sus páginas y webs me quedé loco; no me esperaba que tan cerca de Ibi hubiera este magnífico salto de agua y esta poza.
Una pequeña área recreativa, con sus bancos, sus mesas y la fuente (la Font Negra en cuestión) con un abundante chorro de agua.
Sorprendido y ojiplático abandono esta zona de recreo y tomo la pista que, unos cientos de metros después, me acerca hasta el vehículo.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido, entre unas cosas y otras, cerca de 11 kilómetros y unos 350 metros de desnivel, en una mañana algo más fresca que en días anteriores, bastante ventosa pero agradable.
La salida de este jueves no se puede considerar como actividad senderista, pero sí como una visita de gran interés cultural y geológico.
Reme y yo nos hemos dirigido, en coche, a la provincia de Almería, más concretamente al término municipal de Pulpí, donde tenemos una reserva on-line para ver la Geoda de Pulpí.
La formación de la geoda responde a un proceso mixto kárstico-hidrotermal por el cual en una primera fase se produjo la disolución de la dolomía y posteriormente, en una segunda fase, a la formación de los cristales de yeso gracias, entre otros factores, a la inyección de aguas hidrotermales procedentes del vulcanismo residual de Cabo de Gata, que llevaban en disolución los elementos necesarios para el crecimiento de los cristales.
La Geoda se encuentra entre el tercer y cuarto nivel de explotación de la mina, a unos 60 metros de profundidad bajo la superficie.
La génesis de la geoda responde a un proceso en dos etapas:
– Una primera etapa de formación del hueco mediante un proceso kárstico (acción de disolución del agua subterránea y de infiltración sobre la roca carbonatada).
– Este hueco es el que quedó tapizado de cristales durante una segunda etapa de cristalización durante la cual se produjo el crecimiento de los grandes cristales de yeso en su interior.
Ambas etapas se realizan en un ambiente subacuático. La Geoda estuvo inundada por el agua subterránea durante todo el proceso de su formación.
Recientemente la Universidad de Almería ha datado la edad de los cristales en 165 000 años, lo que sitúa el crecimiento de la Geoda en el Pleistoceno (periodo Cuaternario).
Se trata de la geoda más grande del mundo al ser una cavidad totalmente tapizada de cristales, en este caso de Yeso Selenítico. Son reseñables sus dimensiones, así como la transparencia y perfección de los cristales de yeso que tapizan su interior, que alcanzan hasta 2 metros de longitud.
Ocupa un volumen hueco de 10,7 m³ (8 m de largo, por 1,8 m de ancho, por 1,7 m de alto) y está situada a 60 m de profundidad en la Mina Rica , antigua mina de hierro, plomo y plata de Pilar de Jaravía, en la Sierra del Aguilón, en el término municipal de Pulpí, y a 3 km de la línea de costa.
A la salida de la mina, nos hemos dirigido a la tienda de recuerdos, hemos hecho algunas compras y hemos dado la dirección de correo electrónico para el envío de la fotos.
Dejamos el recinto y, ahora ya son las 14:10, tomamos el auto y nos vamos a comer al bar ‘El Botas’ de Pilar de Jaravia; sencillo y rico menú, buena calidad y mejor precio.
Al terminar la comida, ya son casi las 16:00, decidimos acercarnos a Pulpí para visitar su ‘Espacio Escénico‘, un centro muy moderno donde se realizan todo tipo de actividades artísticas.
Nos atiende Isabel, la encargada y guía de dos de las salas que vamos a recorrer.
En la primera tenemos la exposición del pintor local Pedro Antonio Martínez Expósito (1886-1977), unas obras bellísimas donde la mujer tiene una especial relevancia. El cuadro de ‘Baco’ me parece de una sensibilidad bestial.
Isabel nos hace un recorrido sobre la vida y la obra de este pintor; fabuloso.
Pasamos ahora a la segunda sala, la de los minerales luminiscentes.
La luminiscencia se puede presentar en varias categorías pero principalmente son:
– Fluorescencia: Es la emisión de energía en forma de luz visible de algunos compuestos cuando sus átomos o moléculas son irradiados por luz de longitudes de onda más corta, como la de los rayos-X o luz ultravioleta.
– Fosforescencia: Su diferencia con la fluorescencia se debe a que en los materiales fluorescentes la emisión perdura en el tiempo. Es por eso que estos materiales pueden brillar luego de que la energía que los irradia ha desaparecido.
La Sala Negra, que así se llama este espacio de minerales luminiscentes, es la más grande de Europa en la que los visitantes pueden admirar la belleza y peculiaridad de la colección compuesta por 1.000 minerales luminiscentes. “Fluorescentes con onda larga y onda corta, fosforescentes e incluso escorpiones luminiscentes procedentes de Marruecos”.
Una auténtica espectacularidad de la geología que destaca por el cromatismo de los minerales, con hasta 200 variedades y que provienen de distintas partes del mundo.
Tras esta interesantísima visita guiada y amenizada por Isabel, Reme y yo finalizamos la estupenda y provechosa jornada en tierras almerienses y comenzamos el regreso a Alicante.
Valoración de la experiencia: 5*****
Recomendable: Absolutamente recomendable. Ha sido un día muy especial y en muy buena compañía.
En esta ocasión, Jesús, Raúl, Paco, Reme, Pedro y yo, nos hemos dirigido a Catamarruch, localidad pedánea de la población de Planes, perteneciente a la comarca de El Comtat, para realizar una caminata por la vecina Sierra de la Almudaina y visitar algunos de sus puntos de interés.
Dejamos los autos en esta aldea, en la calle de Jeroni Bernat, junto a la estupenda plaza/terraza/mirador, y, desde aquí, damos comienzo nuestra andadura.
Tomamos la pista que, en dirección sur, se aleja del pueblo y nos lleva hasta el barranco de Benialfaquí. Comienza, desde este punto, el ascenso. Llegamos a una primera e importante bifurcación, tomamos el ramal de la derecha y, con una importante subida, por pista y por senda después, alcanzamos las imponentes paredes de las Peñas de la Cova Negra, en la cara norte de la Sierra de la Almudaina.
Llegamos a las peñas de la cueva y, en este abrigo, se debería poder contemplar el curioso petroglifo de una cruz sobre una piedra de sus paredes; algo que nos ha resultado totalmente imposible por más que hemos observado el lugar.
De todas formas, adjunto una foto del petroglifo tomada por otro usuario, para que veáis a qué me refiero.
Algo decepcionados, seguimos nuestro itinerario, bordeando la espectaculares paredes, hasta llegar al Corral de Cendra, una construcción en plena sierra, con unas magníficas vistas del Valle de Planes.
Continúa nuestro ascenso, por pista, pasando por el Bancal de Cabota y unos cientos de metros después, la dejamos para tomar una pequeña senda, a mano izquierda y en descenso, al camino de regreso.
No sólo iniciamos el retorno al lugar de partida, también, en este punto, el paisaje da un drástico giro y nos encontramos en los límites del incendio que hubo hace un par de años y que devastó más de 20.000 hectáreas.
Ahora caminamos en dirección este, hasta llegar a una nueva pista, en la zona de Els Cocons.
Pasaremos por El Portell y los corrales de Cantacuc y del Retor, rodeados de esqueletos de árboles calcinados.
Seguiremos por la serpenteante vía, en dirección noroeste, y llegaremos a la zona de La Planissa, ahora algo más verde y frondosa.
En esta parte del recorrido accedemos a la pista por donde comenzamos la ruta y, 1’3 kilómetro después, llegamos a Catamarruch y al auto.
Hacemos una parada en Planes para comer y…
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente. Han sido cerca de 12 kilómetros, con un desnivel de unos 500 metros.
Francamente se nos ha hecho bastante pesada, sobre todo el regreso por pista, muy pedregosa y con tanta arboleda quemada. El día caluroso y despejado y la compañía de lujo.
En el término municipal de Albaida, concretamente en un claro de la carretera CV-6170, la que conduce a la Casa del Guarda Forestal y a la Cova Alta, da comienzo la caminata de este jueves de febrero.
Dejo el auto y tomo la pista que, a mano izquierda, se adentra en el Paisaje Protegido de la Umbría del Benicadell, en su vertiente oeste, para efectuar una ruta por algunos lugares interesantes de esta parte de la sierra.
A pocos metros de la pista, tomo una senda, por la izquierda, que me lleva hasta las ruinas de la Ermita Monasterio de Santa Ana, una serie de construcciones, cercadas para su protección, que datan de entre los años 1410 y 1560, que se trata de un Bien de Relevancia Local y que, en su día, fue visitado por San Vicente Ferrer.
Ahora me dirijo, en dirección norte, hasta el Molí de d’Alt / Casa Molino Martínez, tomando después, hacia el este, la senda que me lleva, en suave subida, a la Fuente de San Luis.
FONT DE SANT LLUIS (APENAS UNAS GOTAS)
Sigo ascendiendo durante unos 400 metros para llegar a pista descendente, en dirección norte, que me conduce hasta el Albergue Municipal El Regit y la entrada al municipio de Atzeneta de Albaida.
Aquí, sin entrar en el pueblo, me desvío por pista, hacia el sureste y siguiendo el Barranco de Atzeneta, hasta llegar a la Font de l’Arrier.
FONT DE L’ARRIER (SECA)
En este punto la pista se torna senda y me lleva, en subida algo más potente, a una nueva fuente, la de l’Anohueret.
FONT DE L’ANOHUERET (SECA)
Conecto con una nueva pista, que casualmente es parte del Camino de Santiago del Sureste, y me conduce a otra de las fuentes de esta ruta, la Font de Pla de Roda.
FONT DE PLA DE RODA (TOTALMENTE SECA)
En este punto, hay varias sendas, toda ellas en distintas direcciones. La que me señala el gps es otra totalmente diferente, intento seguir los pasos marcador por la máquina y me lleva a un campo a través, lleno de maleza, aliagas y espinos. Hago algún que otro intento y, finalmente, decido retroceder, volver al cruce que me llevaba a la Font del Anohueret… y allí replantearme la ruta.
Al llegar al cruce decido continuar la pista, el Camino de Santiago del Sureste, pero, esta vez, en dirección suroeste.
A unos 300 metros tomo una trocha, a mano izquierda, que me llevará a incorporarme al camino que me indica el gps.
Llego hasta Les Tosquetes, un lugar que cuando hay lluvias (algo que hace muchísimo tiempo ni se ve por la zona) se forma una curiosa y atractiva cascada. Aquí surge otro contratiempo, la senda que lleva a Les Tosquetes está llena de maleza, ramas, troncos y, todo esto, hace casi imposible realizar la visita.
Un ligero retroceso para tomar la pista que, primero hacia el este, unos 200 metros al sur y después al oeste, andando en paralelo a la autovía A7, pasando por la Casa del Sau (en ruinas), hará que comience el regreso al punto de partida.
Continúo en la pista, durante unos 2,5 kilómetros, y paso por debajo de la autovía para encontrarme con el Nacimiento Sequia del Port.
Ahora toca seguir, en dirección norte, el curso del río Albaida hasta llegar a la pista que me lleva al claro donde se encuentra mi auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Para nada. Nooooo, es broma!!! Claro que es recomendable. Han sido, entre unas cosas y otras, algo más de 11 kilómetros, con un desnivel de 300 metros, hechos en un tiempo aceptable y en una mañana estupenda.
A unos 2’5 kilómetros al sur de la población de Relleu, en la zona de ‘Les Cases de les Rigueres’, en un claro del ‘Camí d’Amadorio’, dejamos los vehículos y, Reme, Paco, Pedro, Raúl, Jesús, Elena, Óscar y yo, damos comienzo la ruta que nos llevará, en este término de la comarca de ‘La Marina Baixa’, a visitar algunos de los puntos de interés de la misma.
Tomamos la senda que durante 1’7 kilómetros, y en dirección sureste, nos conduce hasta la presa del pantano. Llegamos hasta la caseta de acceso al llamado ‘caminito del rey alicantino’, a eso de las 11:15, tenemos reservadas las entradas, pagamos los tiques y realizamos el recorrido por la Pasarela de la Presa de Relleu.
En abril del 2022, algunos de los componentes, ya realizamos este trayecto pero, en esta ocasión, el grupo se ha incrementado y a la pasarela le han añadido un nuevo tramo, que no nos lo queríamos perder.
Terminada la visita, comenzamos el camino hacia el pueblo, en dirección noroeste, bordeamos el pantano por la zona de ‘Les Pequerines’, atravesamos el río Amadorio, accedemos a la pista asfaltada del ‘Camí d’Amadorio’ y, ascendiendo 2,5 kilómetros después, llegamos al municipio.
Nuestra idea, dependiendo de la hora de llegada a Relleu, es la de recorrer sus calles y visitar su castillo.
Hemos llegado con tiempo suficiente y, finalmente, unos hemos preferido quedarnos en el pueblo y tomarnos unas cervezas en la plaza de la iglesia de Sant Jaume, junto a Andrés y Carmen (dos colegas que han venido a comer con nosotros), mientras otros se han marchado a visitar el castillo, la ermita de Sant Albert y el lavadero municipal.
Después hemos llegado todos, a la hora convenida, al restaurante donde tenemos hecha la reserva y nos hemos pegado una comilona de tres pares de narices.
Al terminar la comida nos despedimos de Andrés y Carmen e iniciamos el regreso al punto de partida.
Tenemos que tomar la senda ‘Camí de la Depuradora’ que sale de Relleu, en paralelo a la CV-775, y nos conduce por ‘Las Mediasas’, cruzando nuevamente el río, pasando por el ‘Pla del Sagal’ y llegando al ‘Camí d’Amadorio’ y al lugar donde tenemos los coches.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: De todas todas. Han sido unos 11,23 kilómetros para los que han hecho el ascenso al castillo, 9,35 km para los que nos hemos quedado en el pueblo, con un desnivel que oscila entre los 305 y los 260 metros, según la opción, en un día estupendo y con una compañía magnífica.
Una vez más, como tantas otras, la caminata a realizar será por el Paisaje Protegido de las Sierras del Maigmó y del Cid, más concretamente en el espacio de la Replana del Pino, cerca del Collado del Portell de Catí.
Aquí dejo el coche y da comienzo la ruta preparada para este hermoso día de febrero.
En esta ocasión, Óscar y yo, tomamos una de las pistas que, hacia el este, rodea la Sierra del Carrascalet por su ladera de la umbría hasta llegar a una primera bifurcación. En este punto optamos por el ramal de la derecha, y en dirección sur, coincidiendo con las PR-CV 85 y PR-CV 31, nos dirigimos hacia el Alt de Guisop y las Antenas de Pedro Payá.
Obviamos el desvío al Alt de Guisop y llegamos a la zona de las antenas.
Aquí, ante las magníficas vistas de las cimas de los alrededores (Maigmó, Maigmonet, Alt de la Ximenera, Peñas de la Foradá, El Cid, etc…) y la costa alicantina, hacemos una pausa para contemplar, beber y comer algo.
Comienza ahora el camino de regreso al punto de partida. El descenso lo hacemos por la pista asfaltada de acceso a las antenas; una carretera zigzagueante, en sentido norte, que nos lleva en descenso, pasando por el depósito contra incendios, hasta la senda, a mano izquierda, que nos dirige al Pou de Neu de Planisses.
Llegamos a esta cava de nieve y seguimos la pista que nos conduce a las Casas de Planisses.
Después del paso por estas edificaciones (en estado ruinoso) y sus campos de cultivo, la pista, en dirección oeste, da paso a una estrecha senda, a mano derecha, que nos lleva, por entre un hermoso bosquecillo de carrascas y pinos, a conectar con la pista inicial (desde donde comenzó esta ruta) .
Sólo nos queda llegar hasta la Replana del Pino y acceder al auto.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido cerca de 11 kilómetros, con un desnivel de 320 metros y en una mañana, aunque algo brumosa, espléndida y luminosa.
Hoy estoy acompañado por Jesús, Pedro, Óscar, Paco, Reme y Raúl, nos dirigimos hasta la ciudad de Alcoy, concretamente al barrio de Batoi y, a las afueras del mismo, en un claro del ‘Sendera del Blai Giner al Regadiu’ dejamos el auto y comenzamos nuestra caminata de febrero por estos parajes alcoyanos.
Por pista, nos acercamos hasta la Font del Quinzet, lugar donde, además de la fuente (ahora sin agua), se reúnen los ríos Polop y Barxell. formando una pequeña zona recreativa, con su pequeña cascada (con esta sequía, muy muy pequeña), sus mesas y sus bancos.
Tomamos la pista que, en dirección sureste, nos incorpora, en suave ascenso, hasta un tramo de la Vía Verde. En este punto, ahora hacia el oeste/noroeste, caminamos por dicha vía atravesando dos de sus túneles y pasamos por un área de descanso para llegar al ‘Pont de las Set llunes’.
Seguimos por la Vía Verde, pasamos por un nuevo túnel, llegamos al Viaducto del Barxell y, poco después, a mano izquierda, encontramos una pequeña fuente y una senda ascendente que serpentea y nos conduce hasta las Casas del Salt.
Este núcleo urbano, situado al suroeste de la ciudad, próximo a la carretera CV-795, la que lleva a Banyeres de Mariola, destaca por estar ubicado sobre un gran acantilado desde, sobre todo en tiempos de lluvia, donde se puede disfrutar de su famoso Salt, una cascada efímera que ofrece el río Riquer o Barxell al precipitarse al vacío.
Dejamos las Casas del Salt y nos dirigimos, pasando al otro lado del río Barxell, a una senda donde se encuentra una cueva/abrigo y una serie de ‘miradores’ (las vistas son especialmente espectaculares). Seguimos el camino, ahora en descenso, para llegar a la zona del ‘Racó de Sant Bonaventura’.
En este gran espacio recreativo, el río Polop tiene una serie de saltos de agua que le dan un atractivo especial, una explanada con mesas y bancos, una hermosa arboleda y la ‘Font del Molí de Baix’.
Tras unos minutos de disfrute en este hermoso lugar tomamos la senda que, siguiendo el curso del río Polop, nos lleva hacia el este y nos hace pasar por debajo del Puente de las Siete Lunas.
En varias ocasiones tenemos que atravesar, entre la frondosa vegetación, las aguas por diferentes pasarelas, pasamos por algunas pozas, un azud y, finalmente, el camino nos lleva hasta la ‘Font del Quinzet’, unos doscientos metros después llegamos donde se encuentra el auto.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Ya sabéis, eso siempre. Han sido algo más de 10 kilómetros, con un desnivel de unos 313 metros, en una mañana relinda y con una compañía guapa, guapa, la matraca.
Hoy, para estrenar el mes, decido hacer una ruta nada complicada por uno de los montes alicantinos.
En el kilómetro 17’8 de la carretera CV-780, la que une las localidades de la Torre de les Maçanes con Benifallim, a la altura del puerto de montaña de la última población (1010 m), dejo el coche y comienzo la caminata de esta jornada.
Early morning: 0 clouds, 0 winds, 0 degrees.
Tomo la pista que, en dirección suroeste, me lleva primero en suave ascenso, por el llamado Azagador del puerto, hasta el depósito contra incendios.
Ahora la subida va en aumento, pasando por la senda que rodea la falda sur de la Serra de Rontonar, hasta llegar al Pou de Neu del mismo nombre.
Un breve descanso en esta cava de nieve para beber y contemplar las vistas de los alrededores y comienzo el último tramo hasta la cumbre.
Un ascenso algo más exigente por la cara sur de la Serra dels Plans, por vereda en un primer momento y por la pista, la Costera de la Mare de Déu, después, hasta alcanzar el vértice geodésico de esta sierra, Plans (1330 m).
Después de unos minutos en lo alto, gozando de las magníficas vistas, comienzo el regreso al punto de partida.
En esta caminata, tanto la ida como la vuelta, se hace por el mismo sitio. Ahora el sentido es hacia el noreste y paso por los mismos puntos que en el comienzo…
La Costera de la Mare de Déu, la vereda, el Pou de Neu, la senda por la cara sur de la Serra de Rontonar, el depósito contra incendios, la pista Azagador del puerto y el coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto, sin dudarlo. Han sido algo más de 9 kilómetros y con un desnivel de 310 metros.
En este día, y para despedir el mes de enero, Jesús, Paco, Pedro, Reme, Raúl y yo, hemos optado por una caminata conocida y sin demasiada dificultad por las sierras de la Carrasqueta y del Cuartel.
Dejamos el auto a unos trescientos metros del Mas de Sant Ignasi (1025 m) y a cuatrocientos del puerto de montaña de la Carrasqueta, donde comenzamos la ruta de esta jornada, fría y gris.
Tomamos, hacia el oeste, el Camí de Vivens, pasando por el Maset de Brossa y la Casa de Miralles.
Continuamos la pista, dejamos atrás el Mas de Don Francisco y llegamos al Puntal de los Quemados.
Las panorámicas, desde este punto, de las sierras alicantinas de la Penya Roja, con el Migjorn, de la Grana, de Almaens, del Cabeçó d’Or, etc… son realmente espectaculares.
A los pocos metros de pasar por el Puntal, cogemos una senda a mano derechaque nos hace pasar por la Penya Pina y nos acerca hasta la pista, ahora en dirección noreste, llamada Camino de la Umbría.
Por la cara norte de la sierra del Cuartel llegamos hasta el Refugio de montaña de Esbarzerets (1161 m) y, continuando la pista, accedemos al vértice geodésico, Carrasqueta (1205 m).
Aquí, las ya inevitables instantáneas en la cumbre.
Iniciamos el regreso al punto de partida, deshacemos nuestros pasos hasta el refugio y, ahora, tomamos una senda, a mano izquierda, Camí Vell de la Torre de les Maçanes, que, en suave descenso, nos comunica con el Camí de Vivens (a la altura, más o menos, de la Casa de Miralles).
Aquí sólo tenemos que seguir la pista hasta llegar al Mas de Sant Ignasi y, antes de llegar al coche, visitar el pozo y la cava de nieve de esta masía. Después, alcanzar el auto y…
Regresar a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido algo más de 11 kilómetros, con un desnivel cercano a los 300 metros, en un día estupendo y con una compañía fabulosa.
Para este último jueves del mes la ruta elegida ha sido una caminata por los alrededores de la población de Tibi, localidad a la que acudiremos, al finalizar la actividad, para realizar una comida de aniversario.
Jesús, Pedro, Paco, Reme, Raúl y yo hemos dejado el auto a la entrada del pueblo, cerca de la CV-8102, junto al cauce del Río Verde. Desde este lugar hemos comenzado nuestro itinerario tomando la senda que, yendo contra corriente, acompaña al río en dirección norte.
Pasamos por los molinos de David y de Colau, así como la casa de la Volta Blanca, teniendo que cruzar en varias ocasiones las aguas y llegando a la zona de la Foieta del Conill desde donde, ahora por camino asfaltado, nos dirigimos en dirección este, hasta el sendero que nos conduce, nuevamente hacia el norte, a la zona de El Cantalar.
El Cantalar es un monte coronado de grandes formaciones rocosas en el que se encuentran los restos de un asentamiento de la Edad de Bronce, grabados rupestres y multitud de cazoletas. Así como, en un punto del camino, restos de una gran carrilada, surcos que han dejado en la roca el paso de antiguos carruajes o carretas.
En su base, y de camino al norte, nos topamos con una enorme piedra, a modo de gran hito, con muchos e importantes símbolos cruciformes.
Seguimos ahora la pista, llamada Camí del Cantar de l’Orgue, pasamos por la Pedrera del Senyor Robat y por el Barranc del Fort, accediendo a las primeras casas de la Finca Terol.
Aquí, cambiamos de dirección y nos dirigimos al sur, primero por pista y por vereda después, llegando de nuevo al río Verde.
La senda, durante unos 400 metros, nos lleva a seguir el curso de las aguas, teniendo que cruzarlas con bastante dificultad en repetidas ocasiones.
Tenemos, algunas veces, que dar marcha atrás por la imposibilidad de seguir adelante, teniendo que optar por cruzar algunos campos de cultivo, pasando por los alrededores de la Caseta de Tararol, el Clot, Cases de Torrosella y la Casa de Gasparet.
Llegamos a la pista donde se encuentran las Casas de Cantallop y sus cuidados olivares.
En este punto volvemos hasta la senda que nos llevó a la Foieta del Conill y, desde aquí, volvemos a caminar siguiendo el curso del Río Verde y llegando sin mucho esfuerzo hasta donde tenemos aparcado el auto .
Nos dirigimos a Tibi para celebrar la comida que antes comenté, pero… eso ya es otra historia.
Al llegar al pueblo, en el restaurante se han unido al grupo Óscar, Elena, Andrés y Carmen; buena comida, mucha bebida, risas y momentos inolvidables.
Valoración: 2**
Recomendable: Totalmente. Han sido casi 9 kilómetros, con un desnivel de 150 metros, hechos en un buen tiempo, con una mañana maravillosa y una compañía estupenda.
La lluvia (por fin!!!) del pasado viernes ha hecho que se retrase, hasta hoy lunes, la salida a la sierra; una caminata nada complicada, por una zona muy conocida y cercana.
Me he dirigido hasta el parking del hotel de Catí para iniciar un recorrido por los alrededores, en pleno Paisaje Protegido de las Sierras del Cid y del Maigmó.
Tomo la pista, en dirección sur, coincidente con las PR-CV 29 y PR-CV 30, hasta llegar al cruce de caminos donde se encuentra La Ferrería.
Continúo hacia el sur, pasando por el Collado Vista Mar y llegando hasta las Peñas de la Foradá, elevaciones rocosas en las que se practica escalada. Las rodeo por el norte y llego a su cara sur hasta acceder, unos quinientos metros después, a otra confluencia de sendas (en este punto hay unas magníficas vistas del entorno).
Ahora tomo una vereda, que me lleva por entre pinos, en dirección oeste, al Racó de la Servera y a la Casa del Calafate (ruinas), en la zona homónima.
Sigo en la misma dirección, entre pistas y caminos, para llegar, primero, al Cantal del Moro y, después, al Albergue y Zona Recreativa de La Rabosa.
Aquí hago un stop para beber y comer algo, continuando luego con el itinerario preparado; realmente comienza en este momento el regreso al punto de partida.
Ahora retrocedo y, a los 500 metros, tomo una senda a la izquierda, en dirección norte, que me lleva en ascenso hasta el Collado de Amorós, un pequeño respiro para continuar subiendo hasta la pista cercana al Alto de Ponce.
Esta vía, en dirección este, corresponde a las PR-CV33 y PR-CV34, y me conduce hasta la torre de vigilancia, la Ermita de la Purísima y el cruce de la Ferrería.
En esta encrucijada sólo queda seguir la pista que tomé en un principio, llegar al Hotel de Catí y al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Por supuesto. Han sido cerca de 12 kilómetros, con un desnivel de uno 300 metros (+/-), hechos en un tiempo correcto, en una mañana bastante agradable y con la compañía de… 😉 ‘just myself’.
Una caminata realizada en muchas ocasiones, en solitario o en compañía, ha sido la elegida para el día de hoy. El grupo que me acompaña esta mañana está compuesto por Pedro, Reme, Óscar, Raúl y Jesús.
Nos dirigimos hasta la población de Onil y, después, por la CV-803, la carretera que conecta con Banyeres, llegamos hasta el desvío, a mano derecha, que lleva a la ermita de Santa Ana y la Casa Tápena, continuamos por dicha carretera llegando al Mas de l’Arcada. Frente a esta masía aparcamos el vehículo y comenzamos la ruta de la jornada.
Ascendemos suavemente, en dirección norte, por el barranco/rambla de la Arcada, tramo de nuestro recorrido que coincide también, y cómo no, con la GR7.
Una primera bifurcación y nosotros tomamos el ramal de la derecha, dejando en el de la izquierda la GR7, mientras nos adentramos, hacia el este, por el barranco de Monvarí.
Unos cientos de metros después visitamos el Mas de Monvarí, una finca con su casa, su fuente, su alberca y sus campos de cultivo.
Este barranco se extiende, hacia el oriente, entre las sierras de Biscoi y del Serral. Nosotros seguimos en ascenso por la pista que circula entre el margen derecho de la rambla y la falda norte de Biscoi, hasta llegar a un cruce de caminos.
En esta intersección encontramos, de nuevo, la GR7 y, después de hacer un ‘break’ para beber y comer algo, optamos por seguir la gran ruta, en dirección oeste, hasta el Mas del Palomaret, una importante finca situada en el otro margen de la rambla de Monvarí.
A pocos metros de la masía tenemos una bifurcación, tomamos el ramal de la derecha, dejando atrás la GR7, y encaminándonos hacia el collado del Xocolater por la ladera de la sierra de El Serral.
Una vez que llegamos hasta la colina, el camino nos lleva ahora, en dirección suroeste, al barranco de Taguenga, en el que a 1 kilómetro (+/-) volvemos a incorporarnos a la GR7.
Ahora ya seguiremos en ella durante todo el recorrido por la rambla de Taguenga.
Incluso seguirá con nosotros cuando nos incorporemos al barranco de la Arcada y lleguemos al Mas homónimo, donde tenemos el auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Eso, siempre. Han sido algo más de 11 kilómetros, con un desnivel de unos 250 metros, hechos en un tiempo más que aceptable, en una mañana fresca y algo nubosa, y con una compañía de 10.
Entre la Serrella y la Sierra de Aitana, en la Vall de Guadalest, un lugar por donde, entre otros, discurre el río Frainós, uno de los principales aportes del Serpis, da inicio la caminata preparada para esta mañana de enero.
Dirijo el auto hasta la población de Penáguila , en la comarca de l’Alcoiá, y, desde las afueras de la misma, muy cerca del Pont de l’Arcada, Óscar (que sorprendentemente se ha unido a esta salida) y yo comenzamos el recorrido de esta helada jornada.
Tomamos el camino/pista, en dirección este, que nos conduce hasta la localidad de Alcoleja, en la comarca alicantina del Comtat.
En este caso, entramos al pueblo por el norte y hacemos un recorrido por su centro donde se encuentra la Torre d’Alcoleja (o Palacio de Malferit), la iglesia de Sant Vicent Ferrer y el ayuntamiento.
Salimos ahora por el sur de la localidad y nos dirigimos hacia el noreste, pasando por el río Frainós, las casas de Cabrera y la piscina municipal.
Seguimos el camino en la misma dirección hasta llegar a la pequeña pedanía de Beniafé, un conjunto de casas pertenecientes al término de Alcoleja, con una bella ermita del siglo XVII en honor a la Mare de Déu dels Desamparats y una hermosa fuente, balsa y lavadero, en un rincón con espectaculares panorámicas.
Llegados a este punto, comenzamos el regreso al punto de partida.
Tomamos el camino de Beniafé, en dirección oeste/noroeste, pasando por el puente sobre el río Frainós y llegando a la carretera CV-770.
Después de 500 metros de asfalto, conectamos con el sendero/pista que nos llevó a Alcoleja, ahora vamos en sentido contrario hasta llegar a Penáguila.
En poco más de 2’5 kilómetros de sinuoso recorrido, con algún que otro desvío, llegamos al Pont de l’Arcada, a la población de Penáguila y al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro que sí… Alguien lo puede poner en duda? Han sido cerca de 10 kilómetros, con un desnivel de 360 metros, en una mañana gélida y luminosa, y con una compañía muy agradable con la que no han habido silencios incómodos, jajajaja.
La caminata elegida para este segundo martes de enero ha sido una ruta que realicé (exactamente la misma) en marzo del 2018. En esta ocasión estoy acompañado por Raúl, Jesús y Pedro, y hasta la población valenciana de Bocairent nos hemos dirigido para, dejando el coche en el centro de la localidad, iniciar el recorrido de esta jornada invernal.
Tomamos la avenida de España, continuamos por travesía Obispo Miró, entramos por el Arc a la plaza del Ayuntamiento y, desde aquí, nos dirigimos por el camino del Santísimo Cristo al puente y a la zigzagueante subida por el Vía Crucis para llegar a la Ermita del Santo Cristo.
Hermosa atalaya desde la que se contempla toda la villa de Bocairent, así como la espectacular Sierra de Mariola.
Después de este ascenso, una breve pausa y seguimos el itinerario marcado.
Por pista, en dirección noroeste primero, noreste después, pasamos por el Alt del Quincaller, en la zona del mismo nombre.
En el kilómetro 4’9 de esta caminata, cogemos un desvío a mano derecha, el Camí dels Enginyers, que nos acercará, ahora en suave descenso hasta la entrada al Barranc dels Tarongers.
Aquí comienza el camino de regreso al punto de partida, encontramos primeramente a nuestro paso la Font del Barranc y continuamos en suave ascenso, a contracorriente, el curso de uno de los aportes principales del río Clariano.
Este es un bello recorrido, con abundante vegetación, por el que se pasa por una serie de construcciones, antiguos molinos (algunos en ruinas), como el de Lluna, el de Pep Joan, etc…
A la altura de este último molino, en el kilómetro 8’6 de la ruta, dejamos el curso del río y comienza un ascenso algo más acusado por la zona de la Massarra.
Esta pista nos lleva a las proximidades de la Ermita de Sant Antoni y las primeras casas en la entrada del pueblo.
Llegamos hasta la Font y Llavador d’en Ferris y, a los pocos metros, al Pont Medieval de Darrere la Vila (aquí, una magnífica postal de Bocairent).
Entramos al pueblo bordeando el barrio medieval hasta llegar a la Plaza del Ayuntamiento, el Arco de la Villa y, por la travesía Obispo Miró y la avenida de España, acceder al auto.
Regresamos a Alicante.
Valoración 4****
Recomendable: Totalmente recomendable. Han sido algo más de 12 kilómetros, con un desnivel que ha rozado los 500 metros, hechos en un tiempo bastante aceptable, en una jornada nubosa y con una agradable compañía.
Para esta primera caminata del 2024, hemos elegido una ruta que ya estaba pensada desde hace varias semanas. Raúl, Paco, Óscar, Jesús y yo, nos hemos dirigido hasta las proximidades de los términos de Villajoyosa y Finestrat, concretamente a la cala de la segunda localidad, aunque nuestro itinerario se hará en un 99% por el municipio de Villajoyosa.
Dejamos el coche en la calle ‘Tramuntana’ de la Cala de Finestrat y, desde este punto, comenzamos nuestra andadura.
A mano derecha tomamos el acceso que sube al monte en el que, a través de diferentes caminos y sendas, visitaremos algunos de los distintos puntos de interés que contiene esta montaña.
Primeramente, en dirección este, nos encontramos con el primero de los miradores, después, hacia el suroeste, pasamos por una serie de construcciones abandonadas.
Estas edificaciones son el antiguo cuartel de Carabineros que fueron entre 1824 y 1940 los encargados de la vigilancia de costas, fronteras y aduanas. Su principal función era evitar el contrabando. Los guardias civiles solían alojarse en casas como estas, situadas en puntos estratégicos de la costa. El cuerpo toma su nombre del arma reglamentaria, la carabina Máuser. Ahora esta zona de montaña situada entre la Cala de Finestrat y Villajoyosa se ha convertido en una zona ‘cruising’ o sea una zona gay al aire libre
Ahora, desde aquí, nos encaminamos, hacia el norte/sureste, ascendiendo el cerro ‘Castilla’ hasta llegar al vértice geodésico homónimo (166 msnm).
Momento en lo alto para hacer una breve parada, admirar las hermosas vistas y hacernos las típicas instantáneas en la ‘cumbre’.
Desandamos nuestros pasos hasta llegar nuevamente a las casas en ruinas y seguir nuestro recorrido planificado.
Tomamos una de las muchas pistas, en dirección suroeste, que hay en el monte y que nos acercará hasta el acceso de la ‘Cala del Racó del Conill’.
Seguimos hacia el este, pasando por las estribaciones de la ‘Cala Fonda’ y nos vamos acercando hasta la ‘Playa del Torres’, lugar en el que se encuentra uno de los puntos importantes de esta ruta, la Torre de Sant Josep o de Hércules.
Construida en tiempos del emperador Hadriano, a mediados del s. II, forma parte probablemente de la necrópolis urbana del municipio de La Vila Joiosa, una de las diez ciudades romanas de la Comunidad Valenciana. Fue el sepulcro de un personaje importante, cuya identidad se desconoce, y es la torre funeraria mejor conservada de la Comunidad. Midió originalmente 12 m de altura, de los que se conservan en pie unos 8, aunque los elementos dispersos por los alrededores permitirían su reconstrucción.
Ubicada en la Playa del Torres (llamada de este modo por ser la desembocadura del río/rambla del mismo nombre).
Después de hacer un corto recorrido por el paseo marítimo de esta playa, comenzamos el regreso. Volvemos sobre nuestros pasos, en dirección este, haciendo algún que otro desvío por otras sendas, más o menos complicadas (más bien más) admirando las vistas del mar desde alguno de sus miradores y de las cercanías de la ‘Cala del Racó del Conill’, llegando, después, hasta los alrededores de las ruinas de las casas de los carabineros.
Desde aquí, y por pista, ascendemos hasta el otro punto de interés de esta caminata, la ‘Torre del Aguiló’.
La torre del Aguiló es una torre defensiva construida en el siglo XVI bajo el reinado de Felipe II situada en el término municipal de Villajoyosa y que formó parte del sistema de torres vigías de la costa alicantina contra la piratería.
Desde esta atalaya las vistas de la costa son espectaculares, la Cala de Finestrat, la ciudad de Benidorm y sus playas, la Serra Gelada, el islote de Benidorm, etc…
Comenzamos el regreso al punto de partida, desandamos nuestro camino, descendiendo por pista, cerca de las casas de los carabineros y, nuevamente por pista, accedemos a la calle ‘Tramuntana’ y al auto.
Volvemos a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente. Han sido casi 10 kilómetros, con un desnivel de 345 metros, en una mañana espectacular, unas vistas (y alguna cuesta que otra) de infarto y una compañía de cinco estrellas.
Otro año más pasa por nuestras vidas y nos deja grandes vivencias, hermosos recuerdos y desgarradoras cicatrices. El tiempo es lo que tiene, cabalga inexorable entre nosotros y nos marca, tanto para lo bueno como para lo malo.
Enero – Sierras alicantinas.
LA SERRELLA (ALICANTE)SIERRA DE BISCOI (ALICANTE)CASTILLO DE BIAR (ALICANTE)CATÍ (ALICANTE)
Hoy termina este ciclo de 365 días y, centrándome exclusivamente en la actividad de montaña, senderismo, viajes y caminatas urbanas, debo decir que el balance ha sido realmente positivo.
Febrero – Sierras alicantinas.
AITANA (ALICANTE)AITANA (ALICANTE)
Ha habido multitud de salidas por las sierras de la provincia, con momentos de verdadera belleza, sendas rebosantes de vegetación, caminos entre paredes rocosas, alcorces entre aguas transparentes, majestuosas cumbres de vistas increíbles, cielos infinitos y luminosos, innumerables sensaciones…
COLL DE RATES (ALICANTE)CASTELL DE COCENTAINA (ALICANTE)
Marzo – Primavera en tierras de Alicante y Valencia.
ALCOY AL FONDO (ALICANTE)ALMENDROS EN FLORAL FONDO EL CID (ALICANTE)SIERRA DELS PLANS (ALICANTE)
Abril y Mayo – Por Alicante, Valencia, Región de Murcia y una jornada insular.
PLANES (ALICANTE)SALEM (VALENCIA)ISLA DE TABARCA (ALICANTE)ISLA DE TABARCA (ALICANTE)BENIMASSOT (ALICANTE)CARRÍCOLA (VALENCIA)CARRASQUETA (ALICANTE)MONTE ARABÍ, YECLA (MURCIA)
Alicante tiene todo eso y más, aparte de la costa, que es lo que todo el mundo conoce y que también ha tenido sus rutas (aunque he de admitir que no es lo que más me entusiasma).
GRAFITI S. CRISTÓFOL-ALCOY (ALICANTE)GRAFITI S. CRISTÓFOL-ALCOY (ALICANTE)GRAFITI S. CRISTÓFOL-ALCOY (ALICANTE)
Junio – Tierras de Alicante y Castellón.
TORRE ESCALETES, STA. POLA (ALICANTE)L’ESTEPAR, ALCOY (ALICANTE)SIERRA DE BANYERES (ALICANTE)SIERRA DE LA SOLANA (ALICANTE)NAVAJAS (CASTELLÓN)MONTANEJOS (CASTELLÓN)
Estos doce meses también han tenido salidas por distintos lugares de las otras dos provincias de la comunidad; Valencia y Castellón.
2023: Un total de 900 kilómetros caminados, en unas 94 salidas (todo ello sin contar el viaje a Sudamérica).
Agosto – Comunidad Foral de Navarra
IRATI (NAVARRA)IRATI (NAVARRA)IRATI (NAVARRA)IRATI (NAVARRA)SELVA DE IRATI (NAVARRA)SELVA DE IRATI (NAVARRA)
Además se han hecho rutas por otras dos comunidades autónomas, la Región de Murcia y la Comunidad Foral de Navarra.
Septiembre/Octubre – Chile y Bolivia.
Mención especial ha tenido el gran viaje de este 2023 a tierras de Chile y Bolivia.
VALPARAISO (CHILE)VALPARAISO (CHILE)VALPARAISO (CHILE)VALPARAISO (CHILE)PALACIO DE LA MONEDA, SANTIAGO (CHILE)RAPA NUI (CHILE)RAPA NUI (CHILE)RAPA NUI (CHILE)RAPA NUI (CHILE)RAPA NUI (CHILE)RAPA NUI (CHILE)RAPA NUI (CHILE)RAPA NUI (CHILE)
Visitar Santiago, Valparaíso, Viña del Mar, Rapa Nui, Calama, San Pedro de Atacama, Uyuni, Punta Arenas, Puerto Natales, Isla Grande de Tierra de Fuego, Patagonia, Magallanes y muchos más lugares, pueblos, museos, lagunas, volcanes, salares, géiseres, montañas, glaciares, etc…
MUSEO DE ARTE PRECOLOMBINO, SANTIAGO (CHILE)MUSEO DE ARTE PRECOLOMBINO, SANTIAGO (CHILE)MUSEO DE ARTE PRECOLOMBINO, SANTIAGO (CHILE)LAGUNAS BALTINACHE – ATACAMAVALLE ARCO IRIS – ATACAMAPIEDRAS ROJAS Y SALAR – ATACAMAGÉISERES DEL TATIO – ATACAMA
Sin dejar de lado a toda esa gente con la que he tenido una conexión especial y he compartido momentos llenos de complicidad, de conversaciones, de risas, etc… Mikel, Xavi, Jonathan, Andrei, René, Chloe, Víctor, Ethel, Thais, Robson, Jonathan Gómez, Jorge y Joaquín; ellos han hecho que el viaje, que ha sido ‘la hostia’, fuera mucho más maravilloso.
SALAR DE UYUNI (BOLIVIA)SALAR DE UYUNI (BOLIVIA)SALAR DE UYUNI (BOLIVIA)SALAR DE UYUNI (BOLIVIA)PUNTA ARENAS – MAGALLANESPUNTA ARENAS – MAGALLANESPUNTA ARENAS – MAGALLANESPATAGONIA CHILENAPATAGONIA CHILENAPATAGONIA CHILENATORRES DEL PAINE (CHILE)LAGO Y GLACIAR GREY (CHILE)
Noviembre y Diciembre – Sierras de Alicante.
EL PRAILE, BIAR (ALICANTE)AGRES, DESDE LA MOLA (ALICANTE)MONCAYO, GUARDAMAR (ALICANTE)LA SARGA, ALCOY (ALICANTE)EMBALSE DE BENIARRÉS (ALICANTE)
En la rutas que no he realizado en solitario,estos han sido los compañeros habituales de este 2023…
Paco, Jesús, Óscar, Elena, Pedro, Reme y Raúl…
A todos ellos agradecer su ilusión, entusiasmo y apoyo en cada una de las caminatas que hemos compartido.
GRAFITI ‘EL GERNIKA’, GUARDAMAR (ALICANTE)
Y desearle a todo el mundo un 2024 tan lleno de bellos momentos como los que hemos tenido en este 2023.