La ruta de este magnífico y particular miércoles la hemos realizado Carol y Pauli, Salva y yo… Dadas las normas y restricciones que marca la Comunidad Valenciana desde hace algunas semanas (no más de dos personas juntas), e intentando respetarlas y cumplirlas al máximo, nos hemos dirigido hasta el inicio de la caminata en dos coches y en todo momento hemos hecho el recorrido con una distancia más que prudencial entre cada pareja.
Hemos llegado hasta Alcoy y, desde aquí, nos hemos dirigido a la CV 796, la carretera que nos lleva hasta el Preventori y a la entrada al Barranc del Sinc.
En este punto hemos aparcado los autos y hemos comenzado nuestra caminata; un acusado ascenso que nos acerca a la Ermita de Sant Cristófol.
Una vez llegados a la zona recreativa, y teniendo en cuenta que a mi me ha dado en la subida una pájara/bajada de tensión, hemos modificado los planes y en lugar de visitar la ermita primero nos hemos ascendido a la zona rocosa, al borde del barranco, donde se conforman una serie de miradores desde los que se pueden observar los buitres.
Hemos estado un buen rato entre las rocas esperando la llegada de estas aves carroñeras, aprovechamos también el momento para hacer un suculento piscolabis.
A su paso por entre las paredes del barranco, las ya indispensables fotos de rigor.
Comenzamos ahora el regreso, por la misma senda que hemos utilizado para la ida, pasando por la Ermita de Sant Cristófol.
Aquí también momentos para el disfrute de las hermosas vistas que ofrece este mirador y de esta pequeña capilla, decorada de manera bastante psicodélica.
Aún podemos disfrutar del vuelo de los buitres, mientras descendemos el último tramo de esta caminata.
Lo que ha sido una importante subida es ahora una bajada considerable.
Llegamos por fin a la entrada del barranco y a los vehículos.
Volvemos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto, aunque no ha sido, finalmente, la ruta que estaba planeada (tendrían que haber sido unos 7,5 kms), nos hemos acercado a los 6 kilómetros, con un desnivel de más de 450 mts, con unas vistas espectaculares, con una compañía de lujo y con la enorme sorpresa del vuelo de los buitres.
Para este lunes de febrero, húmedo y ceniciento, Salva y yo hemos realizado una caminata en la que el agua ha sido la principal protagonista.
Nos hemos acercado, por la carretera CV 837, al Restaurante Molino de la Reja, donde hemos dejado el vehículo y hemos comenzado nuestra andadura.
Dejamos el restaurante a nuestras espaldas, nos topamos con la Font de la Reixa y ascendemos por la Rambla de Puça, con bastante caudal y bajo una sutil pero penetrante lluvia, en dirección al paraje de Pantanet.
Cuánta diferencia hay en el mismo camino cuando se hace bajo una sol de justicia o, como en esta ocasión, rodeados de nubes, de lluvia y pisando barro en todo momento.
No deja, por ello, de rodearnos una extraordinaria belleza.
Llegamos al Pantanet. Se trata de una antigua presa construida a finales del siglo XVII. Es poco visible dado que a los pocos años quedó colmatada y actualmente se utiliza como tierra de cultivo.
Llegamos a la parte alta de la presa y comenzamos el regreso al coche.
El chirimiri nos ha dejado bastante empapados y, en este momento, decidimos modificar el recorrido de la caminata con el fin de evitar el andar por sendas embarradas y acabar rebozados como croquetas.
Tomamos, para el regreso, la carretera y, en punto concreto, el desvío por senda hasta el Mas del Poeta, un restaurante y alojamiento rural de bastante renombre en la zona.
Algo más de carretera y llegamos al auto.
Aún nos queda un último y corto recorrido, desde el parking, nos encaminamos, rambla abajo, hasta el Chorro de la Mina y dos de las cascadas de Puça.
A esta altura, el camino se hace frondoso y estas caídas de agua le dan al paisaje un toque extremadamente bello.
Desde aquí, solo nos queda regresar de nuevo al coche y volver a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Aunque hemos acabado remojados como garbanzos, han sido casi 8 kilómetros, con un desnivel mínimo de 210 metros y todo ello hecho en muy buen tiempo.
Una mañana estupenda, ideal para realizar una caminata por esas sierras del Señor. Hoy, Salva y yo, nos hemos acercado al límite de las provincias de Valencia y Alicante, concretamente a la zona del puerto de Albaida, para iniciar una ruta desde las Casas del Guarda Forestal, en plena Sierra d’Agullent, que nos ha llevado a visitar algunos puntos de interés de la misma.
Una vez aparcado el coche, dejamos atrás la zona recreativa de las Casas del Guarda Forestal para comenzar el ascenso por la pista del Camí de la Umbría y la senda del Camí de la Cova Alta.
Una subida, todo hay que decirlo, bastante ‘tocahuevos’.
Finalmente llegamos a la Cova Alta, un gran abrigo situado en la parte superior de esta sierra, desde donde se pueden admirar las espléndidas panorámicas de las montañas vecinas, Serra del Benicadell, Serra Grossa, Serra de la Solana, Serra de Requena, Serra de Buixcarró, etc… todas ellas en la parte de la provincia de Valencia, así como el imponente Valle de Albaida.
Aquí arriba hemos hecho una pausa para el descanso y tomar un pequeño refrigerio.
Después hemos seguido con nuestro camino, esta vez por una senda que circula en paralelo a las grandes paredes rocosas de la cumbre, hasta llegar a la parte superior por un pequeño y complicado acceso, donde hemos retomado la senda que conduce a la Cruz.
Nos encontramos en este momento en esta fantástica atalaya. La Cruz y el Vértice Geodésico son dos elementos clave en esta zona. El tercer elemento son las hermosas vistas que ofrece la vertiente valenciana y las fascinantes que nos regala la vertiente alicantina.
Después de las fotos de rigor nos ponemos en ruta, ahora comienza el regreso.
En dirección oeste, por una senda estrecha y accidentada llegamos a la pista que nos acerca al Collado de Santa Ana.
En este cruce de caminos, desde donde podemos observar, en las faldas de la Sierra de Mariola, poblaciones como Agres, Alfafara, Bocairent, etc… tomamos la Senda dels Enginyers, que nos llevará en descenso hasta el Camí de la Umbría.
Ya solo nos queda seguir este camino y encontrarnos con el área de recreo, las Casas del Guarda Forestal y el auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Han sido algo más de ocho kilómetros, con un desnivel cercano a los 500 metros y hechos en muy buen tiempo.
Para este martes de febrero, día nublado, frío y desapacible, la salida a la sierra ha sido una caminata muy sencilla en las cercanías de la población de Cocentaina, localidad del norte de Alicante, capital de la comarca del Comtat.
Una vez he llegado a la localidad, me he dirigido al ‘Paratge de Sant Cristófol’, una hermosa y amplia zona recreativa con la ermita que lleva el nombre de este santo.
He dejado el coche en el parking y, en este mismo punto, he comenzado el ascenso, por camino cementado, hasta llegar al Castillo de Cocentaina.
El recorrido está rodeado de fincas de cultivo y de recreo, entre almendros, ahora en flor, pinos y olivos.
El Castillo de Cocentaina:
Situado en el cerro de San Cristóbal y presidiendo la localidad de la que lleva el nombre y los valles de Travadell y de Seta, es un edificio de estilo gótico valenciano militar. Construido a finales del siglo XIII y principios del XIV, sobre los restos de otras construcciones defensivas anteriores de origen musulmán. En la revuelta mudéjar de 1303 fue saqueado e incendiado. Se trata de una gran torre cuadrada de 13,5 metros de lado por 12 metros de altura sentada sobre un talud de sillería. Tiene dos plantas, la primera consta de patio de luces con un aljibe y dos aspilleras, una habitación cuadrada y otra rectangular. En el primer piso se repiten las estancias pero con ventanas geminadas al exterior. La parte alta es todo una terraza. Recientemente ha sido completamente restaurado y en su interior se ha ubicado una muestra de restos arqueológicos encontrados en esta zona.
Comienzo ahora el descenso del cerro por senda empedrada hasta llegar, de nuevo, al camino cementado que me llevará a la zona recreativa de la Ermita de Sant Cristófol.
Hay una senda de tierra que da entrada, entre pinos, a la parte alta del área de descanso de la ermita. Se desciende por entre suaves pendientes y grandes escalones accediendo a diversos espacios, la zona de barbacoas, los miradores, la de mesas y bancos de piedra, la de juegos infantiles, la de acampada, etc…
Al final se llega hasta los edificios de la cafetería y la Ermita de Sant Cristófol.
También se accede al parking y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Por supuesto. El recorrido en sí ha sido, como diría mi abuela, una cagarruta. Tan solo unos cinco kilómetros, con un desnivel de 260 metros y hechos con toda la calma del universo. Ahora bien, el encuentro con el espacio recreativo de la ermita, el importante castillo y las vistas panorámicas de las sierras de los alrededores son brutales. Esto hace que sea absolutamente recomendable.
Hoy ha sido un jueves bastante nuboso, apenas sin viento y con una temperatura muy agradable. Nosotros, Salva y yo, hemos realizado una caminata que hemos iniciado desde el Mas de Sant Ignasi, en el kilómetro 29’50 de la carretera CV-800, la que une las poblaciones de Alcoy y Jijona, en pleno Port de la Carrasqueta.
Dejamos el coche y comenzamos a discurrir por el Camí de Vivens, pasando por las cercanías del Maset de Brossa. Tomamos la senda a la derecha que conduce, en ascenso, al Refugio de l’Albarzeret.
Seguimos después la senda ascendente que nos acerca hasta el vértice de esta sierra, Carrasqueta, con sus 1205 metros sobre el nivel del mar.
Breve parada para contemplar las increíbles vistas de las sierras de los alrededores y hacernos las fotos de rigor.
Retrocedemos y volvemos al refugio. Aquí hacemos una señora parada para tomar un almuerzo, esta vez en condiciones, tortilla de patatas, empanadillas y cervezas… Todo muy rico y saludable, jajaja
Es una forma de suplir el cierre de la hostelería, por las restricciones que se han impuesto con la pandemia.
Retomamos la marcha. Ahora caminamos por la senda que discurre por la cara norte de la Sierra del Cuartel hasta, por estrecha senda, enlazar con la pista donde, en la zona del Puntal de los Quemados, volvemos al Camí de Vivens.
Esta parte de la sierra está en plena remodelación y limpieza de sus bosques de pinos, algo que las montañas alicantinas necesitan como agua de mayo.
Por esta pista, en la que ya iniciamos el retorno al auto, pasamos por algunas de las casonas que destacan en la sierra, Mas de Don Francisco y Casa de Miralles.
Llegamos al desvío que nos llevó al refugio y siguiendo la pista inicial, un kilómetro después, nos encontramos con el Mas de Sant Ignasi y el coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Claro que sí. Han sido algo más de 10 kilómetros, nada complicados, con un desnivel de unos 280 metros, unas cervezas súper frías, unas empanadillas fabulosas, una tortilla de chef… Y además, una compañía, una conversación y unas risas de lujo… Cómo no va a ser recomendable?
En este lunes, día extremadamente ventoso, con ráfagas de componente noroeste que han sobrepasado los 60 km/h, ha dado comienzo el mes de febrero… Y yo me he animado a hacer una caminata por esos campos de nuestra provincia.
En esta ocasión me he dirigido a las proximidades de Villena, concretamente a la pedanía de Las Virtudes. Muy cerca de la Ermita de Nuestra Señora he aparcado el auto y he iniciado la ruta que llevaba preparada.
Entre caminos y sendas, casas y campos de cultivo me dirijo, por esta zona, paraje que antiguamente ocupaba la Laguna de Villena, hasta la Acequia del Rey.
Más allá de los Saleros, por la misma pista, se encuentra el Puente de los Espejos.
No queda muy claro dónde se ubica el origen de esta construcción, ni tampoco su nombre. Se le llama de los Espejos, de los Cristales, el Puente Romano, etc… Lo que si podemos asegurar es que, en un plano topográfico del siglo XVIII, se le llama Puentecillo del Salero y su cometido era el de facilitar el transito de mercancías y de sal, sorteando las aguas de la laguna.
Llegado a este punto, comienzo la vuelta al punto de partida por el mismo camino de la ida.
Llego a la pedanía y doy un pequeño paseo por el parque, donde se encuentra la Fuente del Chopo, y por los alrededores de la Ermita de Ntra. Señora de las Virtudes.
Llego al coche y, en lugar de regresar a casa, me dirijo hasta la carretera CV-813, a la altura de la Partida de Casas de Jordán, donde se encuentra Cabezo de Terlinques, un cerro en el que se pueden observar los restos de un yacimiento arqueológico de la Edad de Bronce, así como el vértice geodésico, que lleva el mismo nombre.
No hay una senda clara, o al menos yo no la he visto, y el viento, a esa hora y en esa zona, es horrible, brutal…
Después de estar peleando con las rachas salvajes y viendo que me iban a hacer caer, desisto y comienzo el regreso al vehículo.
Ese cerro, esas ruinas y ese vértice quedan pendientes para otra ocasión.
Vuelvo a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Han sido, entre unas cosas y otras, unos 11’5 kilómetros, sin apenas desnivel y hecho todo en muy buen tiempo. Un día muy especial, a pesar del viento ‘tocahuevos’.
Para este último miércoles de enero, Salva y yo, nos hemos dirigido hasta las afueras de la población de Banyeres de Mariola para realizar un recorrido, ya en tierras valencianas, término municipal de Bocairent, que nos ha llevado por algunos puntos de interés de esta zona de la comunidad.
En un margen del Camino de la Font, ya en la provincia de Valencia, dejamos el auto y nos dirigimos, por pista, hacia el río Vinalopó.
Pasamos por el Antiguo Molino de Agua y la ruinosa Fábrica de Blanes.
Cruzamos el río por unos bloques de piedra y nos encaminamos por la pista, por la que discurre la GR 7, y nos acerca a una sucesión de Masías.entre las que se encuentran el Mas de l’Altet y la Casa Guilella.
Ésta última, una hacienda con una extensión de tierra enorme, con un montón de campos de cultivo, destacando las viñas sobre todo, y una espectacular casa señorial de varias plantas y una ermita que sobrecoge.
Seguimos el camino hasta el cruce que señala la dirección de la Font Freda.
En este punto se pueden observar, más cerca o más lejos, otras masías de esta zona de la Sierra de Mariola, el Mas de la Penyeta, Mas de Reiner, Mas de l’Escorial, etc…
Llegamos a la Font Freda después de una ascensión importante por pista.
Hacemos una breve parada para beber y volvemos sobre nuestros pasos.
Llegamos de nuevo al cruce y pasamos por la Casa Guilella.
A los pocos metros, tomamos a la derecha una pequeña senda que luego nos obligará a subir campo a través hasta llegar a las ruinas del Castillo del Vinalopó.
Descendemos dicho risco hasta llegar a las Casetes de Blanes y hasta el cauce del río.
Seguimos la senda que circula en paralelo con las aguas hasta llegar a la Font de la Coveta, nacimiento que representa una de las mayores aportaciones del río Vinalopó, considerándose como su nacimiento, aunque realmente este río se nutre de muchas fuentes de esta sierra.
Siguiendo el curso de las aguas llegamos nuevamente a la Fábrica de Blanes y a la pista que nos devuelve hasta el lugar donde tenemos aparcado el auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Naturalmente que sí. Han sido unos 10’50 kilómetros sencillos, con un desnivel de unos 225 metros, hechos en muy buen tiempo, en un entorno maravilloso, lleno de espectaculares vistas y con la suerte de disfrutar de un tiempo primaveral y una grata compañía.
Mañana fresca y algo ventosa, entre nubes y claros, pero ideal para realizar un recorrido por la sierra.
Hoy la caminata la he hecho en solitario, dirigiéndome hasta las proximidades de la población de Biar, concretamente a su puerto de montaña. Por la carretera que accede a las antenas del Reconco, en el claro donde se encuentra el depósito contra incendios, he dejado el auto y he comenzado esta ruta por sendas de las Sierras del Reconco y de Biar.
En este punto, la pista, que conduce a la Font de Soriano y las Casas de Fontarbres, está bastante embarrada y tengo que llevar mucho cuidado de no meter las botas donde no debo.
Para mi sorpresa, y a pesar de los últimos fenómenos atmosféricos, la Font de Soriano está más seca que la mojama.
Continúo por la pista, paso Fontarbres y me dirijo, en ascenso, al Alt de la Creu.
Desde aquí arriba, las vistas de las sierras son espectaculares. Buena prueba de ello son las hermosas panorámicas que se acompañan.
Ahora la pista (que pertenece a la PR-CV55) se bifurca, tomo el desvío de la izquierda, abandonando esta PR, y me dirijo a la zona de la Loma Rasa y el Forat Verd.
También desde aquí se pueden ver, en el horizonte, vistas maravillosas: la Peña La Blasca, la población de Banyeres de Mariola, entre otras.
Al fondo, y entre nubes, se distinguen las poblaciones de Villena y Caudete, así como varias de las serranías de Albacete.
En este punto tomo una senda, a mano izquierda, que, atravesando los barrancos de Garrancha y Fontarbres, me lleva hasta la Font del Xorro.
En esta fuente, que sí tiene bastante agua, hago una pequeñísima parada, enlazo con la pista con la que inicié esta caminata y comienzo el regreso al coche.
Poco más de 2’5 kilómetros después, y volviendo a pasar por la Font de Soriano, llego hasta el auto y vuelvo a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Vamos, claro que sí!!! Han sido 10 sencillos kilómetros, con un desnivel de 220 metros y hechos en un tiempo más que aceptable. Una recarga de energía necesaria, sobre todo en estos días que se empieza a barajar nuevamente el confinamiento domiciliario.
Después de las fiestas navideñas, la borrasca Filomena, las nuevas restricciones y recomendaciones por el Covid-19, etc…, hoy ha sido la primera vez que parte del grupo, Salva, Carol, Pauli y yo (ha faltado Fuen), nos hemos dirigido a la sierra para efectuar una salida senderista.
Hemos llegado hasta la población de Agres para realizar un recorrido por los alrededores de este hermoso municipio y contemplar algunos de los muchos puntos de interés que tiene.
Dejamos el auto en la Calle de las Eras y comenzamos el ascenso hasta llegar al Llavadoret y la Font de Barxeta.
A la altura de la Placeta de Vilana, giramos a la derecha por la Calle San Antonio y, después, a la izquierda por el Carrer de la Mare de Déu de Agres, que nos llevará a la Zona Recreativa del Molí Mató.
Antes, hacemos un pequeño desvío para ver otra de las fuentes, la Font de Bonell, y continuamos en dirección a la zona recreativa pasando antes por las cercanías de una interesante torre.
Llegamos al Área Recreativa y al Refugio. Y, antes de tomar el camino de la Font, ascendemos por la pista que conduce a la Cava de Don Miguel.
Una zona que, al estar en plena cara norte de la sierra, aún conserva gran cantidad de nieve (ahora ya hielo) del último temporal.
En un determinado punto regresamos al Refugio y a la Zona Recreativa donde tomamos la senda que conduce a la Font del Molí Mató.
Volvemos sobre nuestros pasos y nos encaminamos, por asfalto, hacia el Santuario/Castillo de la Mare de Déu d’Agres, un conjunto absolutamente hermoso, en un entorno de ensueño.
También aquí encontramos otra de las fuentes del municipio, la Font del Convent.
Volvemos al pueblo por la Calle Purísima y llegamos a otra fuente, la Font del Raval. Seguimos por las calles de Los Sants de la Pedra, Sant Gaietá y de la Esglesia, para llegar a la Parroquia de San Miguel Arcángel.
Plaza de España y Carrer Major, donde se encuentra la Font del Mig, y, después de unas cuantas vueltas por las calles de Agres, buscando un lugar donde tomar alguna cerveza (algo difícil, ya que el pueblo está en un confinamiento voluntario), volvemos al coche y…
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Han sido 7,5 kilómetros (tenían que haber sido algunos más pero el tiempo se nos echaba encima), nos han quedado algunos puntos de interés pendientes de visitar, con un desnivel de 318 metros, unas panorámicas espectaculares y una compañía de lujo.El pueblo y sus alrededores merecen muchas más visitas.
En este despejado y luminoso miércoles de enero no he podido resistir la tentación y me he acercado hasta la sierra para realizar un sencillo y cómodo recorrido. El lugar elegido, Catí.
Apenas unas imperceptibles manchas de nieve en la cara norte de estas sierras, son, en este día, el testimonio del paso de Filomena por esta zona de Alicante.
Dejo el auto en una claro de la carretera, frente a la Casa del Pantanet, e inicio la marcha. Caminata que me lleva, desde el Barranco de Badallet, por senda, hasta la Casa de Catchuli y su Barranco.
Aquí se llega a la pista que, en suave ascenso, me conduce al Collado de Amorós.
Hermosas vistas de las cumbres de los alrededores… Maigmó, Maigmonet, Rasos de Catí, Lomas de Puça, La Foradada, etc…
Un último tramo de ascenso hasta llegar a la vía pecuaria que me lleva a la torre de vigilancia y a la Ermita de la Purísima.
Llego al cruce de caminos, La Ferrería, y comienzo el regreso al punto de partida.
Ahora todo el recorrido es prácticamente por pista y en descenso. Paso de nuevo por la torre de vigilancia y continúo, en dirección oeste, muy cerca del Alto de Ponce, punto más elevado de esta Sierra de Catí.
Dos kilómetros más de estrecha senda por la cara norte de esta montaña y llego hasta el coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Claro que sí. Han sido cerca de 8’5 kilómetros, con un desnivel de unos 230 metros y todo ello hecho en un tiempo más que aceptable. Un día maravilloso y espectacular.
Para estrenar los senderos de este 2021, me he dirigido hasta la población de Santa Pola para realizar una sencilla caminata que me ha llevado por algunos de los puntos de interés de la Sierra que lleva el mismo nombre.
Al norte de la población, en el paraje de las ‘Cases de Meleja’, he comenzado este recorrido, concretamente cerca del Depósito de la Sierra.
Una larga pista en dirección este que lleva directamente al faro.
En el kilómetro 1’3 tomo el desvío que me lleva, rumbo al sur, al Barranco de l’Hermanet, al Paraje de la Fulla Rotja y al Barranco del Buen Mosso.
El sendero que discurre en paralelo a este último barranco, me conduce directamente hasta la parte norte de Santa Pola y a la Torre de Escaletes.
Esta construcción pertenece al conjunto de Torres Vigías que recorren la costa alicantina y su principal misión era la de controlar la costa, en concreto ésta prestaba especial atención a cualquier embarcación que pudiera esconderse en la isla de Tabarca. En el caso de ver barcos enemigos cruzaba señales de alerta con la Torre Talaiola (actual faro de la sierra) y el Castillo de Santa Pola.
Ahora tomo la pista que, prácticamente en línea recta, me conduce de nuevo al norte y al vértice geodésico de la sierra.
Como es habitual, unas cuantas fotos de este curioso vértice (se encuentra sobre un refugio de la guerra).
Alrededor, dada la proximidad del final del cabo, hay varias plataformas para cañones antiaéreos de la guerra civil.
También, desde aquí, se tiene una espléndida panorámica de la costa y de la isla de Tabarca. Para ello contribuyen los miradores que se han construido no hace mucho.
El faro, otra de las construcciones, puntos de interés en esta sierra.
Construido aprovechando la otra de las torres vigías del lugar, la Torre Talaiola.
Ahora ya toca el regreso. Vuelvo hasta el vértice y, aquí, tomo la pista que, casi en línea recta, 2’5 kilómetros después, me lleva al lugar donde tengo aparcado el coche.
Vuelvo a casa.
Valoración: 2**
Recomendable: Absolutamente sí. Han sido cerca de 11 kilómetros, con un desnivel mínimo y hecho a muy buena velocidad. El día, frío pero estupendo, y las vistas de los alrededores, geniales.
Para esta mañana despejada y luminosa, víspera del día de Nochebuena, me he dirigido en solitario a una de las emblemáticas sierras alicantinas.
En esta ocasión he elegido la cara sur del Parque Natural de la Font Roja que, desde la población de Ibi, me ha llevado a visitar algunos de los puntos de interés de esta parte de la sierra.
Aparco el auto a las afueras de Ibi, cerca de la carretera CV-801, que une esta localidad con la de Banyeres de Mariola.
Tomo el camino del Barranco de las Zorras, primero por pista asfaltada y después senda, en acusado ascenso, hasta llegar a la pista forestal del Camí dels Gelators y, posteriormente, al Mas del Canyo.
Aquí arriba, desde esta hermosa masía, hago un breve descanso para el refresco y para la observación de las espectaculares panorámicas de la gran Foia de Castalla y las sierras de los alrededores.
Comienzo ahora el regreso, esta vez en dirección oeste, por el camino que me lleva al Mas de Foiaderes y al Mas de Foiaderetes.
En esta última masía se encuentra un cruce de caminos importante. Hacia el norte, subiría a lo alto de la sierra y a su cumbre, el Menejador. Hacia el sur, por una estrecha y acusada bajada, volvería a Ibi. Tomando el camino del oeste, que es finalmente el que he elegido, se desciende zigzagueando por pista, en muchas ocasiones cementada, a la entrada del Barranco de los Molinos.
El último tramo de esta ruta, el del barranco, es un recorrido muy entretenido. Hay rincones con mucha vegetación, con agua, con acéquias, con molinos, con un área recreativa interesante y, claro está, más transitada que el resto de la caminata…
Es evidente que en estos tiempos en los que estamos, las sierras estén más concurridas de lo normal. A veces da la sensación de estar en plenas rebajas.
Finalizo el recorrido por el barranco, accedo a la carretera y, después de seiscientos metros, llego al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente sí. Han sido 11 kilómetros, con un desnivel de 430 metros, hechos en un tiempo muy correcto, con una mañana magnífica y una compañía extraordinaria (upsss, si he ido solo, jajajaja)
Un miércoles más de caminata por esas sierras de la Comunidad. En esta ocasión, Pauli, Carol, Fuen y yo, nos hemos dirigido al municipio valenciano de Bocairent para, desde el centro de esta población, comenzar el sendero de este día.
Una vez aparcado el coche, caminamos hacia la plaza del Ayuntamiento y, desde aquí, al Vía Crucis que nos lleva a la Ermita del Santo Cristo.
Desde allá arriba, y ante Bocairent en su máximo esplendor, una pequeña parada y las fotos obligadas.
Una mañana maravillosa, fresca pero agradable, con un pueblo que empieza a despertar con la Sierra de Mariola como telón de fondo.
Dejamos atrás la ermita y seguimos las pistas de esta serranía que, con bastante comodidad, nos conducen al vértice geodésico.
Llegamos a esta cima, Subterránea (787 m.s.n.m.), que pertenece al término municipal de Ontinyent.
A pocos metros se encuentra también esta cruz conmemorativa.
Para no perder la costumbre, aquí hacemos otra breve pausa y las fotos de rigor.
Comienza ahora el regreso. En esta ocasión es tan sencillo como volver sobre nuestros pasos. Estaba preparado otro retorno pero, ante la proximidad de cazadores en los alrededores, optamos por esa alternativa.
Llegada a Bocairent, cerveza en la plaza del ayuntamiento para saludar a mi amiga Manoli. Comida, después, en el Bar Sifó de la población, menú magnífico y servicio impecable. Risas y más risas durante la comida. Genial.
Tomamos el coche y nos acercamos a las afueras para hacer las últimas instantáneas del pueblo.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Bocairent y cualquiera de las sendas que lo rodean, siempre es súper recomendable. Han sido 11,140 kilómetros de caminata, con un desnivel de 300 metros, hechos en un tiempo muy aceptable y una compañía de lujo.Risas por un tubo!!! Gracias chicas!!!
Mañana de viernes con nubes amenazantes y viento ‘tocahuevos’. Nosotros, Pedro, Jesús y yo, nos hemos lanzado a la sierra.
En esta ocasión hemos optado por una pequeña caminata por los alrededores de Beniarrés, a las faldas de la cara sur de la Sierra del Benicadell.
El recorrido ha sido, para nosotros, una auténtica novedad.
Hemos partido desde el kilómetro 1’5 (aproximadamente) de la Vía Verde que va en paralelo a la carretera CV-701, en dirección Lorcha desde Beniarrés.
Ascendemos por pequeñas sendas por la Loma de la Picadora, entre refugios, campos y terrazas del cultivo del olivo, y nuestro objetivo es el de llegar a la Cova de l’Or.
Las vistas de los alrededores, a medida que ascendemos, son espectaculares. Ante nosotros el embalse de Beniarrés, que contiene las aguas del Serpis y sus afluentes, la Sierra de Mariola, con su cima el Montcabrer, Sierra del Cantalar, la de la Albureca, el Barranco de la Encantada y la cresta de la Sierra del Benicadell, entre otras muchas.
A medida que nos acercamos a nuestro objetivo la senda es más estrecha y complicada.
Por fin llegamos a la Cova de l’Or.
La Cova de l’Or, considerada como B.I.C., es un yacimiento arqueológico que se encuentra en los relieves que conforman la Sierra del Benicadell, dentro del término municipal de Beniarrés en la comarca del Comtat, provincia de Alicante. Situado a 675 metros sobre el nivel del mar, se trata de un importante enclave neolítico datado sobre el sexto milenio antes de nuestra Era (alrededor del 5600 a. C.). De ella se han extraído una gran cantidad de materiales que se encuentran, la gran mayoría de ellos, en el Museo de Prehistoria de Valencia y en el Museo arqueológico Camil Visedo de Alcoy.
Hemos pasado una rato en la entrada de la cueva, descansando y refrescándonos para comenzar el regreso al automóvil.
Hemos podido comprobar que, para evitar el complicado ascenso que nos ha llevado hasta allí, hay otra senda más cómoda y sencilla que nos ayuda en la bajada y la conexión con la pista.
Seguimos las indicaciones del gps, pasamos por pista, sendas, campos de olivares y refugios, y llegamos hasta la carretera (Vía Verde) donde, unos cientos de metros después, nos espera el auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Han sido unos 8 kilómetros, nada complicados, con un desnivel de unos 350 metros, hechos con tranquilidad y disfrutando de las vistas, de la pureza del aire y de la compañía.
Para este miércoles, día de frío extremo y terrible viento, el grupo, Pauli, Carol, Fuen, Salva y yo, nos hemos dirigido a la Sierra del Fraile, en las proximidades de Castalla, para realizar una caminata ni muy larga ni muy complicada, debido a un evento organizado para después.
Al ser este es el mes de las grandes fiestas familiares y, como no queremos coincidir con las aglomeraciones que se prevén, hoy hemos preparado una comilona de hermandad senderista.
Partimos de la Replana del Pino, donde hemos aparcado el coche, hemos seguido por carretera hasta el Collado del Portell y, desde aquí, por senda, hemos comenzado un acusado ascenso para llegar al vértice geodésico de esta sierra, El Despeñador (1261 m.s.n.m.)
Al llegar a la cumbre, el frío y el viento eran tan intensos (estoy convencido que la sensación térmica era de algunos grados bajo cero, seguro) que apenas hemos admirado las espectaculares vistas de los alrededores, unas cuantas fotos de rigor y hemos comenzado el regreso.
Ahora la bajada, hecha por la ladera noroeste y norte de la sierra, es bastante escalonada, aunque muy pedregosa.
Entre risas, bromas, chanzas y payasadas varias, nos hemos despistado del camino y le hemos hecho a la caminata medio kilómetro de más.
Volvemos al camino estipulado y tomamos la pista que nos lleva, por la cara norte, hasta la carretera de Petrer-Castalla.
Un kilómetro de asfalto después y en ascenso, llegamos a la Replana del Pino y al auto.
Tomamos ahora dirección Castalla donde nos espera la ya comentada comida de hermandad.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Aunque haya sido una ruta de apenas 6 kilómetros, con un desnivel de 300 metros y hecha en un tiempo más que correcto, las risas que nos hemos ‘pegado’ en todo el recorrido y el pedazo de festín que nos hemos metido entre pecho y espada han hecho que la mañana haya sido de ‘traca’.
Comenzamos diciembre haciendo una ruta por una zona cercana a la ciudad de Alicante. En esta mañana, algo ventosa, fría y nubosa, Jesús, Pedro y yo nos hemos dirigido hasta el hotel de Xorret de Catí para iniciar un recorrido por estos parajes y disfrutar de sus pinadas y sus espectaculares panorámicas.
Dejamos el coche en el parking del hotel y, por pistas, entre campos de cultivo, nos dirigimos hasta el macizo rocoso de las Peñas de la Foradá, lugar de bastantes vías de escalada, tanto por su vertiente norte como por la sur.
Rodeamos estas peñas y en los alrededores ya se presentan algunas de las sierras y los picos más emblemáticos de esta parte de la provincia, Maigmó, Maigmonet, Alt de Guisop, Alt de la Xumenera, Rasos de Catí, Silla del Cid, Els Castellarets, etc…
Ahora tomamos la senda y la pista que nos lleva hasta La Rabosa, donde se encuentra la zona recreativa Parque de Montaña Daniel Esteve.
Antes tenemos que pasar por El Racó de la Servera y el Cantal del Moro, una enorme peña rocosa que destaca entre un mar de pinos.
En esta conocida área de recreo hacemos una pequeña parada para el descanso y beber y comer algo.
Comenzamos un ascenso, algo acusado, y también el regreso al punto de partida.
Ahora sólo queda llegar hasta la Ermita de la Purísima, pasando antes por la conocida torre de vigilancia.
Desde aquí, siguiendo la pista, nos dirigimos hasta el hotel de Catí, lugar donde nos espera el coche y…
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Hoy era un día que no tenía claro, hasta el último momento, dónde ir. Finalmente han sido algo más de 11 kilómetros, con un desnivel de unos 300 metros, hechos en un tiempo más que aceptable. Todo ello, cómo no, con una compañía de lujo.
Finalizamos el mes de noviembre haciendo una nueva caminata.
En esta mañana fresca y luminosa, Fuen, Carol, Pauli, Salva y yo, nos hemos dirigido a las afueras de la población de Novelda, en plena comarca del Vinalopó Mitjá, concretamente en las proximidades del Castillo de la Mola y el Santuario de la Magdalena.
Dejamos el coche en las faldas del Castillo, en la Partida de Molinos, y, desde allí, hemos iniciado nuestra ruta.
Siguiendo el curso del río Vinalopó, en dirección a Monóvar. Al llegar al arroyo de Salinetes, que se une al río, seguimos este nuevo cauce.
Hoy, y debido a las lluvias de esta semana, hay momentos que el agua que desciende es bastante abundante y los alrededores están muy embarrados.
Lo cierto es que esta senda se hace muy entretenida, sorteando las aguas y las tierras enfangadas.
Estamos en las llamadas ‘Ramblas de Salinetes’ y nuestro propósito es llegar hasta los dos nacimientos que hay al norte.
Llegamos a la primera fuente, ésta es de agua dulce, y aporta al cauce que hemos remontado un buen caudal.
Un kilómetro más arriba nos encontramos el otro manantial, la Font de Salinetes (ésta es de agua salada). En esta zona hay una pequeña área recreativa y un acceso desde la carretera. Estas aguas tienen, según dicen, propiedades curativas para las afecciones de la piel.
Comenzamos ahora el regreso al punto de partida.
Tomamos una pequeña senda que hay al otro lado de la autovía, pasando un puente, y después por una la carretera que nos lleva hasta la que llaman la ‘Senda del Kalifa’.
Por este recorrido ya no nos acompañan las aguas de Salinetes, aunque hay algunas ramblas por las que, en estos últimos días, ha circulado el líquido elemento.
Atravesamos dos túneles. Uno es el del trayecto ferroviario Madrid-Alicante y el otro el de la línea de Alta Velocidad (AVE).
Enlazamos por pista con el Camino del Sur (Monforte del Cid-Petrer), siguiendo el curso del Vinalopó. Pasamos por uno de los varios nacimientos que hay en los márgenes de río y casi 2 kilómetros después llegamos al auto.
Una vez hemos llegado al coche, y por las horas que eran, nos hemos dirigido a la entrada de Novelda para tomar unas cervezas y unos bocadillos.
Después, en coche, hemos llegado hasta el parking del Castillo de la Mola y el Santuario de la Magdalena.
Hemos dado un pequeño paseo por la zona, una cuantas fotos y hemos regresado a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Eso, siempre. Sinceramente yo pensaba que esta caminata no iba a terminar de convencerme pero… me ha sorprendido bastante. Han sido 10 kilómetros, apenas sin desnivel, hechos, sin prisa pero sin calma, en un tiempo más que aceptable. No me esperaba tanta agua, hecho que le ha dado a la ruta un cierto encanto.
Destacar, sobre todas las cosas, a los compañeros de caminata… Vaya grupo más encantador. Nos lo pasamos de lujo, nos reímos de todo y por todo y… son lo más de lo más. Gracias.
Para este último miércoles de noviembre, Pedro, Jesús y yo, hemos realizado una caminata por las cercanías de la ciudad de Alcoy.
En esta mañana, fría y luminosa, hemos comenzado en la pequeña área recreativa de la Font del Quinzet, paraje donde se une el río Polop al río Barxell o Riquer.
En este lugar comienza una senda, bordeando el río Polop, rodeados de hermosos árboles, alfombras de hojas y la música de las aguas, que nos ha llevado hasta el Racó de Sant Bonaventura.
Pasamos por entre las altísimas columnas del Puente de las Siete Lunas.
A nuestra llegada al Racó de Sant Bonaventura disfrutamos contemplando esta otra área recreativa, una gran zona arbolada, con mesas y bancos, con sus chorros de agua y sus cascadas, todo para el disfrute del personal.
Ahora comienza un ascenso por senda y pista que nos conduce hasta otro de los puntos de interés de la ruta, el Salt.
El río Barxell, de irregular curso, depende de las lluvias para tener abundante caudal. Es en estos momentos cuando las aguas se precipitan por este precipicio de unos 70 metros de altura y ofrecen el maravilloso espectáculo de su cascada.
En esta ocasión, y con las escasas lluvias de este verano y otoño, no hemos podido contemplar esa caída.
Llegamos hasta las llamadas Casas del Salt y, desde aquí, por pista comenzamos el descenso hasta llegar a la zona de la Vía Verde de Alcoy.
Nos incorporamos a la Vía Verde a la altura de una pequeña fuente, junto a uno de sus túneles, ya muy cerca de Alcoy.
Pasamos por el Viaducto de Barxell, el Puente de las Siete Lunas, varios túneles y alguna zona recreativa.
En un punto determinado, tomamos la pista, a mano izquierda, que nos vuelve a llevar a la Font del Quinzet.
Una vez en ella, vemos en un panel informativo que, a unos cientos de metros en dirección a la ciudad de Alcoy, hay un salto de agua que puede ser interesante. Hacia él vamos.
Unas cuantas fotos del salto de agua y sus alrededores y… volvemos a la Font y, desde allí, al lugar donde tenemos aparcado el auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Sin duda alguna. Han sido cerca de 11 kilómetros, con un desnivel de 350 metros, hechos en un tiempo más que correcto, disfrutando con tranquilidad del maravilloso entorno y de la agradable compañía; nos ha encantado a los tres esta caminata.
Hoy nos hemos dirigido a la población de Muro d’Alcoi, al norte de la provincia de Alicante, dentro de la comarca de El Comtat.
Desde allí, Carol, Fuen, Pauli, Salva y yo, hemos realizado una caminata que nos ha llevado, siguiendo en muchos momentos el curso del río Agres, por distintos puntos de interés dentro de su término municipal.
Seguimos las aguas del río, en una mañana que, al principio, ha llegado a alcanzar los 4º
Tomamos la senda, el camino y la carretera que nos conduce, pasando por encima de la Autovía A7, hasta la pedanía de Turballos.
Antes de llegar al pequeño pueblo, hemos parado en la Font de la Carrasca, un hermoso chorro de agua que se vierte en un bonito estanque de piedra, todo ello rodeado de una frondosa arboleda.
Accedemos a Turballos.
Turballos, una pequeña pero preciosa pedanía de Muro de Alcoy, se encuentra al pie de la sierra de Benicadell en un entorno único, rodeada de campos de cultivo y antiguas vías o caminos hoy asfaltados.
Es una auténtica máquina del tiempo, pues parece que los años no hayan pasado por sus calles empedradas y sus casas de estilo tradicional, todo ello digno de visitar.
Al norte, por una pequeña senda, vamos al encuentro de otra de las fuentes del lugar. En esta ocasión la Font de Turballos está totalmente seca. Deberá, seguramente, llegar la época de las lluvias para, muy probablemente, verla rebosante de agua.
Volvemos al pueblo, unas cuantas fotos con la iglesia de San Francisco de Paula y… tomamos la pista que nos lleva, por el sur y cruzando de nuevo la autovía, a otra de las pedanías de Muro, Cela de Núñez.
Por el camino, otra fuente, en un pequeño descanso de la carretera, con su mesa y bancos para el descanso.
Llegamos a Cela de Núñez.
Otro de los pueblos pedáneos de Muro de Alcoy. Entramos por el norte hasta llegar, en un par de calles, a la plaza del ayuntamiento y la iglesia de San Juan Bautista.
Fotos de rigor y… continuamos nuestro camino. Ahora volvemos a seguir, por senda, el curso del río Agres.
Quizá sea esta la parte más bonita de nuestro recorrido. La vegetación y el agua que nos rodea le dan a este último tramo una belleza especial.
Queda ya poco para llegar a Muro de Alcoy.
Como con la pandemia no nos está permitido, nosotros tomamos energía abrazando los árboles del camino.
Hacemos una pequeña parada en un rincón, con la música del río y la belleza otoñal a nuestro alrededor.
Llegamos al pueblo. Antes del regreso a casa buscamos un lugar para beber unas cervezas y comer alguna cosa. Después, todos al coche y… vuelta a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Han sido cerca de 12 kilómetros, entre unas cosas y otras, con un desnivel muy bajo (195 metros), todo ello hecho en un muy buen tiempo. Lo malo es que esta ruta tiene mucho asfalto y eso le resta encanto pero los dos pueblos, las fuentes, el río y el paisaje le suma y la convierte en una ruta interesante.
Para este viernes de noviembre, Pedro, Jesús y yo, nos hemos dirigido a unas tierras, entre Aigües de Busot y Relleu, bastante desconocidas para nosotros; terrenos de secano, campos desolados, baldíos y yermos en los que a malas penas sobreviven algunos almendros.
Entre las partidas de Macaroves, Fassamais y el Racó de Cortés se ha desarrollado nuestra caminata.
Dejamos el auto en un cruce de pistas, en la zona de Macaroves, para iniciar el recorrido. Por asfalto primero y por senda después accedemos a la parte alta del Racó de Cortés.
En este punto había dos propósitos principales:
Uno ha sido el disfrute de las increíbles vistas que, desde aquella altura, se pueden contemplar; todo el valle, el Embalse de Amadorio, Benidorm y el mar en el horizonte.
El otro ha sido el encontrar las pinturas rupestres que hay en este espectacular circo, rodeado de grandes rocas calizas.
Hay que decir que nos ha llevado bastante tiempo el encontrarlo. Hemos recorrido el abrigo por todos sus lados hasta, por fin, llegar a visualizar esa pequeña figura humana.
En el año 1998, María Francia Galiana y Palmira Torregrosa, de la Universidad de Alicante, descubrieron el panel con estas pinturas del arte rupestre levantino. Este es unos de los últimos descubrimientos que se han realizado en la provincia.
El original actualmente
Calco de personaje humano del Racó de Cortés
Alguna de las varias representaciones de carrasca
Esta figura humana, de más de 5000 años, lleva en la mano una vara o un haz de flechas y el pintor aprovechó un pequeño saliente de la roca para representar una bolsa que el personaje lleva a la cintura.
También se observa que la figura mira a la derecha donde hay algunos símbolos que se han reconocido como representaciones de carrascas.
Ya digo que nos ha costado un huevo descubrir al personaje en cuestión pero… una vez encontrado, no damos por perdido el tiempo; al contrario, con eso ya ha merecido la pena la ruta.
Pantano de Amadorio (Benidorm al fondo)
Dejamos el Racó de Cortés y volvemos a las sendas que recorren, ahora, la partida de Fassamais, en dirección al Pantano de Relleu.
Entre miles de madrigueras de conejos, bastantes comederos y bebederos para animales, decenas de pequeños refugios para el acecho del cazador y varios caminos privados y cortados, nos hemos acercado hasta el paraje del ‘Embalse de Relleu’, en esta ocasión no es más que una seca llanura.
Ahora hemos comenzado el retorno. Entre pistas, sendas, caminos e, incluso, campo a través hemos llegado hasta el coche.
No ha sido nada complicado. A nuestro alrededor, a pesar de lo estéril del campo, la visión espectacular de algunas de las sierras alicantinas.
Poco más… Volvemos a Alicante.
Sierra de Aitana
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente. Tenía yo ganas de toparme cara a cara con el personaje de la prehistoria. Una ruta nada complicada, han sido cerca de 9 kilómetros, con un desnivel mínimo (175 metros), hechos con bastante tranquilidad, con una compañía de lujo y con una recompensa que no tiene precio.
Hoy miércoles también hemos tenido una de nuestras caminatas semanales. En esta ocasión nos hemos dirigido a la zona del Xorret de Catí desde donde hemos iniciado nuestro recorrido.
Dejamos los vehículos en la Replana del Pino, muy cerca del Collado del Portell, y nuestra intención ha sido la de acceder a algunos de los puntos de interés de estas magníficas serranías alicantinas que se engloban en el Paisaje Protegido de la Sierra del Maigmó y la Sierra del Sit.
Salva, Pauli, Carol, Fuen y yo nos hemos puesto en marcha.
Iniciamos el ascenso hasta llegar al Pou de neu del Carrascalet y, seguidamente, hemos alcanzado la parte más alta del Cerro de la Perdigonada.
Cuando hemos salido de la ciudad para llegar a estas sierras, la mañana había amanecido con una espesa niebla y daba toda la impresión de que el día nos sorprendería con lluvia.
Aquí, al contrario, nos ha acompañado un profundo cielo azul.
Llegamos a otro de los puntos de interés de nuestro recorrido, la Cova de Mossén Francés. Desde esta atalaya podemos contemplar la increíble panorámica del valle de Catí.
Seguimos nuestro camino. Ahora nos dirigimos al Alt de Guisop.
Después de algunos descensos y varias subidas de cierta importancia, nos encontramos en el Alt de Guisop (1250m.s.n.m.)
En este punto las vistas son espectaculares pero… hoy se encuentran cubiertas por un tupido mar de nubes que, también, lo convierten en una interesante instantánea.
Encontramos la explicación al sentimiento de posible lluvia que tuvimos por la mañana cuando salimos de Alicante; la niebla todavía lo estaba cubriendo todo. y no nos permitía disfrutar de la vista del mar y la ciudad de Alicante.
Comenzamos el retorno a los coches.
Antes vamos a pasar por Planisses, pasearemos por sus campos de cultivo, observaremos su pozo de nieve y haremos una parada en las proximidades de sus casas (en ruinas).
Dos kilómetros más, por sendas y pistas, y… llegamos a los autos.
Hoy hemos traído, cada uno, algo para comer (bueno, algo es un decir!!!).
Subimos a los coches y nos hemos dirigido a una zona recreativa que hay cerca del hotel de Catí y, allí, nos hemos pegado una comilona de esas de aupa (tortilla de patatas, jamón, lomo, pamplonés, queso, empanadillas, frutos secos variados, pan, cervezas, vino, fruta, rollitos de canela, etc…).
Después… cada mochuelo a su olivo. Regreso a la ciudad.
Valoración: 3***
Recomendable: Bueeeeno, estas caminatas con ‘final feliz’ son extremadamente recomendables. Han sido cerca de 10 kilómetros, con un desnivel próximo a los 370 metros, hechos en muy buen tiempo, en un entorno maravilloso, con una compañía inmejorable, entre risas y comida de lujo. No se puede pedir más!!!
En este jueves de noviembre, casi casi veroño todavía, nos hemos acercado a los alrededores de la población de Biar. Concretamente al carrer Bonavista, próximo al Parat de les Foietes, donde hemos dejado el auto y, Salva, Fuen, Carol, Pauli y yo, hemos iniciado esta caminata que nos ha llevado por gran parte de la Sierra del Fraile.
Nos hemos adentrado a la sierra por el norte, por pista inicialmente y senda después, hasta llegar al Alto de las Vueltas, como primer punto en nuestro ascenso.
Seguimos subiendo mientras contemplamos en panorámica la población de Biar y las sierras que nos rodean; una hermosa instantánea que, en el día de hoy, ha ganado en belleza por los bancos de niebla que han ocupado los valles.
Llegamos hasta la zona del Alt Redondo. Aquí también nos detenemos para admirar los cortados rocosos de la sierra y las frondosas pinadas.
Seguimos la senda, ahora en ligero descenso y luego volvemos a subir, para llegar al vértice geodésico de estos montes, Fraile (1034 m.s.n.m.)
Aquí, en lo alto, hacemos una pequeña parada para el refresco y, cómo no, para hacer las ya habituales fotos.
Ainsss, allá a lo lejos!!! Mugrón, mi Mugrón!!! Sniff…
Comenzamos la bajada, por pequeña senda, para llegar a la pista forestal e iniciar el regreso hasta el vehículo.
En este momento, ya en la pista, el recorrido nos es nada especial; un trayecto en suave descenso por la cara noroeste, la llamada umbría de la Sierra del Fraile.
Tranquilamente, a medida que nos acercamos al pueblo, estamos cada vez más cerca del lugar donde tenemos el auto.
Una vez en él, nos hemos dirigido a Biar, hemos buscado un lugar donde tomar algo y, ya animados, hemos comido (la verdad, de rechupete) entre buenos platos, buenas cervezas y grandes risas… Más tarde, hemos regresado a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto!!! Cerca de 10 kilómetros, con un desnivel de 377 metros, en un tiempo más que correcto, con unas vistas alucinantes… Recomendable del todo. Si además añadimos una compañía de lujo, una buena comida, una buena bebida y un millón de risas… Recomendable a tope!!!
En los últimos tres días, en la provincia, hemos estado en alerta naranja por fenómenos metereológicos (lluvias torrenciales, fuertes vientos, etc…) pero… esta mañana , aunque con una potente niebla, se ha presentado bastante tranquila y con muy buena temperatura.
Fuen, Carol y yo (ha fallado Salva!!!), nos hemos acercado a la población de Confrides y, desde aquí, por estrecha carretera, hemos llegado a la Font de l’Arbre para comenzar nuestra caminata por la Sierra Aitana.
La Font de l’Arbre se encuentra en plena reparación, por lo que no hemos podido disfrutar de su agua.
Hemos ascendido por la pista por la que discurre la PR-CV20, en plena cara norte de la sierra, hasta llegar al Coll del Ventisquer.
Encontramos rincones donde las rocas sirven de mirador para contemplar el magnífico panorama de las sierras vecinas.
Preparados, listos…
Ya!!!
El primero de los pozos de nieve en nuestro recorrido.
Desde allá arriba nos ‘observa’ la base militar, con todas sus antenas y artilugios.
Y allá abajo, las montañas envueltas en un mar de nubes.
El segundo pozo de nieve.
Nos vamos acercando a la Font de la Forata.
Esta fuente nos espera sin ningún problema. Está perfecta, con sus pequeñas pilas escalonadas dejando correr el agua con su agradable música.
Font de la Forata.
Tercer pozo de nieve en nuestro camino.
Comenzamos el regreso, ahora por otra senda que desciende por un espeso bosque de pinos hasta llegar al Fondo d’Aitana.
Las recolectoras de piñas!!!
Carol, con su bolsa (llena de piñas) parece recién llegada de las rebajas, jajajaja
Termina el descenso y el bosque. Ahora la pista llanea por la zona llamada El Clavilló.
Poco queda ya hasta llegar nuevamente a la Font de l’Arbre.
Al fondo, a través de campos de cultivo, se observa la Sierra de Aitana, magnífica, con el techo de la provincia de Alicante (1559 m.s.n.m.)
El coche ya está cerca. Antes Carol ve, a través de una cerca de un corral, un gran rebaño de cabras (se vuelve loca!!!). Se aproxima para verlas y… ya la tenemos contenta el resto del día, jejeje.
Llegamos al auto y…, antes de regresar a Alicante, paramos en el ‘Restaurante la Venta’, en Confrides, y nos pegamos una comilona que no se la salta un gitano. Chapó por ese menú de categoría!!!
Ahora ya sí… Volvemos a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Han sido unos 8’5 kilómetros, con un desnivel de 330 metros, hechos en un estupendo tiempo. Una sierra con unas vistas alucinantes, una ruta sencilla y hermosa y… una compañía de fábula. Nos hemos reído como chiquillos!!!
La mañana ha comenzado amenazante, nubes, bruma, etc… Pero, finalmente, a medida que llegábamos a la población de Benilloba, inicio de nuestra ruta, el día se ha tornado luminoso y con muy buena temperatura.
A la entrada del pueblo hemos aparcado el coche y, Fuen, Pauli, Carol y yo, hemos iniciado nuestro recorrido por los alrededores de este municipio, a fin de visitar algunos puntos de interés.
Nos dirigimos hacia el sur, por pista, carretera y senda, cruzando el río y rodeando la llamada Costera de Penáguila, con una vegetación frondosa y otoñal, una explosión de llamativos colores.
Aquí tomamos la pista, en descenso, que nos lleva al río Penáguila por el Barranc de Cuixot. Alguna casa diseminada por los alrededores con sus campos de cultivo.
Estas chicas, sobre todo Fuen, en cuanto encuentran algún vegetal con frutos… se vuelven unas locas ladronzuelas, jejeje
Llegamos hasta el río y aquí hacemos nuestro primer cruce.
En un punto determinado de la senda nos tropezamos con el acueducto. Cruzamos de nuevo el río sobre esta construcción y nos dirigimos, por senda casi imperceptible, en dirección norte con la intención de llegar al pueblo.
Vuelta a tropezarnos con frutales y las muchachas saqueadoras se ponen locas de contentas, jajaja.
Nuevamente, otro cruce de río.
A partir de aquí la vegetación es tan frondosa que perdemos la senda de vista. Tenemos que preguntar a un campesino que encontramos en la zona, nos da unas cuantas indicaciones, las malinterpretamos o no ha sabido darlas correctamente. Damos tumbos de aquí para allá, vamos y volvemos unas cuantas veces por caminos equivocados.
Finalmente, y guiándonos por nuestro sentido de la orientación, pasamos por unos cuantos campos de cultivo hasta llegar a la carretera.
Aquí ya no hay pérdida posible. Llegamos hasta Benilloba, caminamos por sus calles y nos vamos al otro lado del pueblo, en dirección a la Senda de los Molinos.
Por asfalto llegamos a este paraje, la Senda de los Molinos.
Hacemos una parada en una de sus áreas recreativas para refrescarnos.
Fuen aprovecha la parada para hacernos una pequeña demostración de los que esconde en la mochila (Dios mío, se ha llevado medio monte, jejeje)
La senda nos lleva hasta el río Penáguila, sus puentes, sus pozas y hasta el Molí del Salt.
Llegados a este lugar, con un especial encanto, volvemos sobre nuestros pasos y nos volvemos hacia Benilloba.
En este último punto de la ruta hay un strong moment. Hay tiempo para todo, jajaja
Llegamos al pueblo y al coche. Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Ha sido una caminata muy variada, hasta las equivocaciones le han dado un toque de aventura a la ruta. Al final han sido cerca de 10 kilómetros, con un desnivel de 300 metros y, a pesar de todo, hechos en muy buen tiempo. Muchos puntos interesantes y… lo mejor de todo, la compañía.
En este estupendo y último miércoles de octubre, Jesús y yo (esta vez Pedro no ha podido acompañarnos), nos hemos acercado a las proximidades de la población de Biar, concretamente al parking de la Ermita de los Santos de la Piedra, para, desde ese mismo punto, realizar un recorrido por la Sierra de Fontanella.
Próximo a la ermita comienza nuestro ascenso por una senda que bordea la sierra, a media altura, y nos conduce directamente a La Cova Negra.
En este amplio abrigo es muy posible, según cuentan los expertos, que se realizaran enterramientos, allá en la Edad de Bronce.
Aquí hacemos una parada y aprovechamos para refrescarnos y contemplar, desde esta atalaya, las hermosas vistas de las sierras de Biar, Onil y Reconco.
Seguimos nuestro camino. Continúa el ascenso, llegamos al gran cortafuego y al Pas del Runal. Aquí comienza la bajada, llegamos a la zona de Les Pedrisses y las Casetes de Gil.
Enlazamos ahora con la gran pista forestal, por donde discurre la PRCV-155, y comienza el regreso al punto de inicio.
En un suave descenso pasamos por el Espacio Recreativo Forestal de la Cova Negra, por la Casa Forestal, la Casa Segura y la Casa de Campaneta, así como por las inmediaciones del Paraje Buenos Aires, Las Lomas de la Jara, para llegar a la Ermita de los Santos de la Piedra y al coche.
Desde este punto, y ya en coche, nos dirigimos, a unos cientos de metros, hasta el lugar donde se encuentra el Acueducto Ojival de Biar.
Unas cuantas fotos para inmortalizar la visita y volvemos al auto para regresar a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Cómo no, absolutamente recomendable!!! Han sido aproximadamente unos 12’50 kilómetros, con desnivel que ha rozado los 360 metros, hecho en un tiempo más que razonable y en muy buena compañía.
En este último lunes de octubre hemos hecho una caminata que mis compañeras de ruta no tenían ni idea de cual era.
La mañana se ha presentado entre claros y nubes, y con unas rachas de viento bastante fuertes y una temperatura muy fría. Carol, Fuen, Pauli y yo nos hemos dirigido al aparcamiento del santuario que hay en la Font Roja, dentro del Parque Natural que lleva el mismo nombre, en el término municipal de Alcoy.
He elegido esta ruta por ser una de las indispensables de la provincia de Alicante y la ideal, pienso yo, para disfrutar del espectáculo otoñal que ofrece el carrascal de esta sierra.
Hemos tomado la pista que asciende hasta el Mas de Tetuán, pasando por la Cova Gelada y la Carbonera, dos puntos importantes de este recorrido.
Otra de las paradas obligatorias es la del Mirador de Pilatos. Desde aquí se tiene una alucinante panorámica de la ladera norte de este Parque Natural, con su amalgama de colores, y unas vistas increíbles de la Foia de Alcoi , la Sierra de Mariola y la ciudad de Alcoi.
Continuamos la subida, llegamos al Mas de Tetuán. Una pequeña parada para ver las ruinas de esta masía, su pequeña ermita y el teixo centenario que tiene su zona de descanso.
Dejamos la pista y nos incorporamos a una pequeña senda que, de nuevo en ascenso, nos conduce hasta la Teixereta, una de las dos cumbres que vamos a visitar en nuestro recorrido.
Aquí, con un viento helado que nos deja casi sin respiración. Tanto que llegamos a pensar que no hemos traído la ropa adecuada para este día; aunque vamos abrigados, no es suficiente. La sensación térmica es, diría yo, cercana a los 0º
Seguimos la senda, nos incorporamos a la pista que nos lleva a la caseta de vigilancia y al vértice geodésico (Menejador, 1356 m.s.n.m.)
Las fotos de rigor y comenzamos ahora el regreso.
Bajamos por la senda que atraviesa el carrascal, en un brusco descenso escalonado, rodeados de distintos tipos de árboles, de hoja caduca, de hoja perenne, y ahora, en pleno otoño, con sus hermosas tonalidades.
El camino nos lleva hasta la pista que nos sirvió para el ascenso, a la altura de la Carbonera. Solo un kilómetro después, llegamos al parking y al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Esta sierra siempre es altamente recomendable. Han sido cerca de 8 kilómetros, con un desnivel de unos 405 metros, hechos en un tiempo más que aceptable y con una compañía fabulosa.
También hoy hemos realizado una caminata por esos montes de nuestra comunidad.
En esta ocasión, Jesús, Pedro y yo, nos hemos acercado a la carretera CV-795, la que une la ciudad de Alcoy con la población de Banyeres, y en el kilómetro 13’5 hemos dejado el coche para tomar la pista que asciende por la montaña de utilidad pública de Sotorroni.
Comenzamos subiendo por la pista hasta llegar al depósito contra incendios y un primer cruce, donde seguimos las indicaciones (hacia la izquierda) para llegar a la Font Freda.
Ahora el camino llanea y llegamos a la siguiente señal indicadora de la fuente.
Pasamos por campos de cultivo y balsas para el riego, nos acercamos hasta el punto en el que se encuentra, sobre una colina, el vértice geodésico de esta caminata; Eixar, con 1094 m.s.n.m.
Algunos minutos para contemplar el paisaje desde esta atalaya, hacer las ya habituales fotos de rigor y, seguidamente, continuamos en dirección al siguiente punto de la ruta.
Llegamos, por fin, en acusado descenso, a la Font Freda.
Aquí también dedicamos solo unos minutos para disfrutar del entorno y volver al sendero.
Ahora toca ascender de nuevo por una vereda bastante estrecha y con una densa vegetación que nos ha acercado hasta el Mas del Somo.
La casa está en plena reforma y ampliación, tiene una valla que impide acercarse a la vivienda, así que la hemos bordeado hasta llegar al camino. Hemos estado tomando una y otra pista, dando un rodeo por la zona llamada del Somo, con el fin de hacer un poco más larga esta caminata.
Accedemos ahora a la pista que nos sirvió en un principio para llegar hasta aquí y comenzamos el regreso al lugar donde tenemos el coche.
Hay que decir que durante el trayecto de este sendero hemos estado caminando entre dos provincias, la de Alicante y la de Valencia, entre dos municipios, el de Alcoy y el de Bocairent.
Final de la ruta, tomamos el auto y volvemos a casa.
Valoración: 2**
Recomendable: Qué creéis que voy a decir? Sí, por supuesto. Han sido 13 kilómetros, con un desnivel de 360 metros, hecho en un tiempo estupendo, en una mañana, a pesar de las nubes, muy calurosa y con una compañía excepcional.
Para este fantástico lunes, Salva, Fuen y yo, hemos hecho una caminata muy sencilla y cercana.
Hemos tomado la carretera CV-810, la que lleva a la población de Tibi, y nada más pasar el puente, antes de entrar al municipio, a mano izquierda, hemos dejado el auto, a la altura del Molí de David.
A muy pocos metros del río. Hemos comenzado nuestra ruta siguiendo su cauce, a contracorriente. Pasamos por la Caseta de l’Horteta, por la Casa de la Volta Blanca, en la zona de l’Horteta y de la Era Orma Sabé.
El río, que en un par de veces ha habido que cruzar, bajaba con más caudal del que yo le había visto en otras ocasiones y ésto ha provocado algunos momentos de aprieto y, cómo no, de carcajada.
Después nos hemos dirigido, por pista y entre campos de cultivo, a la zona de la Casa de Gasparet, dejando atrás el cauce del Río Verde.
Nos vamos acercando, en dirección sur, hasta el Pla de la Magdalena.
Rodeados de los picos de las sierras de la zona, Migjorn, Maigmó, Maigmonet, Alt de Guisop, Despeñador, etc…
La Casa del Pla de la Magdalena esuna impresionante masía de 1899 que deja entrever, por su majestuosidad, la grandeza de aquellos años en la zona.
Una parada en los alrededores de esta construcción para beber y comer algo y, a continuación, iniciamos el último tramo de esta ruta.
Seguimos la senda que nos lleva hasta la Rambla de Torró, barranco que se encuentra entre la carretera CV-810 y la Urbanización Pinares de Mecli.
Senda estrecha y fascinante, en ocasiones frondosa, en otras inquietante, que nos conduce directamente al río.
Antes, y habiendo encontrado un granado, hacemos un alto para el expolio y el saqueo del pobre frutal, jejeje
Después del saqueo, solo nos queda cruzar las aguas y encontrarnos con el coche que nos llevará a Alicante, aunque antes hemos hecho una parada en Tibi para tomar una cerveza.
Valoración: 2**
Recomendable: Alguien lo pone en duda? Han sido cerca de siete kilómetros, con un desnivel nada destacable, hechos en tiempo más que aceptable. Comentar que mis compañeros de ruta no conocían estos parajes y han quedado encantados, cosa que me da mucha alegría.
En este, parece ser, productivo mes de octubre, también hoy ha habido una caminata por la sierra.
En esta ocasión, Pedro, Jesús y yo, nos hemos dirigido hasta el corazón de la Sierra de Mariola, concretamente a la zona recreativa de la Font que lleva su nombre, para realizar un recorrido por algunos de los puntos de interés de estas montañas.
Comenzamos por tomar la pista que conduce, en ascenso, hasta las ruinas del poblado fortificado del Cabeçó y a la Cova Bolumini.
Una vuelta por entre los restos del poblado íbero y, seguidamente, tomamos la senda que nos lleva hasta la Cova Bolumini.
El poblado fue descubierto y confirmado en julio de 2013, y su origen data de finales del siglo I hasta la Edad de Bronce (siglo IX).
Hermosas panorámicas de los alrededores.
Por debajo del poblado se encuentra la “Cova Bolumini” o “Cova Blanca”, que es un yacimiento de época Neolítica en la que se han encontrado cerámicas incisivas, cuentas de collar, ídolos oculados y un enterramiento. Los materiales hallados se encuentran depositados en el Museo Arqueológico Municipal de Alcoy.
Continuamos nuestro recorrido.
Ahora tomamos la pista y la estrecha senda que nos lleva, nuevamente en ascenso, hasta el Vértice Geodésico de El Portín (1087 m.s.n.m.)
Las ya habituales fotos en el vértice y seguimos la senda, en dirección noreste, para encontrarnos con el siguiente punto de interés; la Cava de Don Miguel.
Este monumental nevero recibe el nombre de alguno de sus propietarios y forma parte de las llamadas “Caves de Xàtiva”, ya que fue la ciudad de Xàtiva (o mejor dicho San Felipe, que es como se la conocía en el siglo XVIII) la que mandó construir una serie de neveros a lo largo de la Serra Mariola para su propio abastecimiento.
Si bien es cierto que los neveros suelen ser en su mayor parte pozos subterráneos, en este caso la dureza del terreno hizo que se dificultasen las tareas de excavación del suelo y construcción del nevero y se optase por elevar la construcción sobre el nivel del suelo. Se tuvo que construir un gran muro exterior. Destacan los ocho gruesos contrafuertes sobre los que descansa el peso del muro.
Ahora solo nos queda regresar al punto de inicio. Son algo más de las 13:00 horas y, aunque teníamos pensado hacer un recorrido mucho más largo y llegar hasta la Cava Arquejada, pensamos acortar la ruta para poder llegar con tranquilidad a comer a casa.
Tomamos la estrecha senda que desciende de la sierra y nos lleva hasta la Font del Mas dels Arbres y, después, por pista hasta el lugar donde tenemos aparcado el auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Fuera el recorrido que fuera por esta sierra, siempre es totalmente recomendable. Han sido unos 9 kilómetros, con un desnivel de unos 350 metros y hechos sin prisa pero sin pausa. Los puntos de interés encontrados han merecido su tiempo para el deleite, en una jornada entre nubes y claros, y una compañía entre el humor y la buena conversación.
Preparados, listos… ya!!! Hoy también nos hemos ido de caminata por esas sierras y esos lugares pintorescos de Alicante.
En esta ocasión, Fuen, Carol, Pauli, Salva y yo, hemos llegado al término municipal de Petrer, concretamente a la zona de la Rambla de la Arconal, donde se encuentra el Arenal del Almorxó, y desde aquí hemos comenzado nuestra ruta.
El Arenal del Almorxó, cuenta con una superficie de 50,80 ha, se localiza en el Monte de Utilidad Pública denominado «Cotxines».
Destaca fundamentalmente por su geomorfología y su litología. Se trata de una formación dunar propia de las zonas litorales, que se sitúa en el interior, contando con la presencia de suelos, flora y fauna característicos de los ecosistemas dunares litorales.
En cuanto a la fauna destaca el grupo de los coleópteros, y la presencia de tres especies de lagartijas: la lagartija colilarga, la lagartija cenicienta y la lagartija colirroja.
Fue declarado Paraje N.M. por Acuerdo del Consejo de la Generalidad Valenciana de fecha 8 de febrero de 2002
Tomamos la senda que bordea estos arenales. Nos dirigimos hacia el norte, en dirección a Caprala.
Cruzamos la Rambla de la Arconal, pasamos por las inmediaciones del Campamento de Caprala (más tarde lo visitaremos) y subimos en acusado ascenso por la senda de la Umbría del Rullo. Nos dirigimos ahora al Valle de l’Avaiol.
En este valle se encuentra el Albergue Adaptado de Montaña, que lleva el nombre del valle.
Estamos en el primer espacio natural adaptado de la Comunidad Valenciana. En sus 126 ha se han instalado diversos elementos recreativos, una zona de hipoterapia y un itinerario, totalmente accesible, que permite el contacto directo con la naturaleza.
La Diputación ha rehabilitado el albergue existente para convertirlo en un centro ambiental, con capacidad de alojamiento para 38 personas, al que se ha dotado de un aula sensorial para realizar actividades de educación ambiental.
Existe también otro itinerario circular no adaptado, de 5 km de longitud, que discurre alrededor del valle.
Hacemos aquí una parada para beber y comer algo, además de contemplar este magnífico paraje.
Volvemos a retomar nuestro camino. Ahora, por el norte, pasamos l’Estret de Caprala, damos la vuelta a la sierra y seguimos el sendero que, en dirección sur, nos acercará hasta el Campamento de Caprala.
Esta zona de acampada pertenece al Ayuntamiento de Petrer, en ella se pueden realizar un montón de actividades, siempre siguiendo los horarios y las normas que están marcadas. Es un espacio de una gran belleza y cuidado al máximo por la corporación.
Salimos del espacio del campamento, seguimos la senda y nos dirigimos hasta el coche, al lado del magnífico Arenal del Almorxó.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: De todas, todas. Han sido cerca de 10 kilómetros, con un desnivel de unos 285 metros, hecho en un tiempo más que aceptable, con unos paisajes que enamoran y una compañía, que entre risas y bromas, le han dado un toque mágico a esta caminata.
Un día más de caminata, en esta semana de octubre. En esta ocasión, Jesús, Pedro y yo nos hemos dirigido hasta la población de Castell de Castells, municipio del Valle de Pop, en plena Comarca de la Marina Alta.
En la carretera CV-752, que lleva desde Castell de Castells a Tárbena, hemos dejado el auto en el km 7 y hemos comenzado una ruta que nos ha acercado, entre otros puntos de interés, hasta el doble arco de roca caliza, declarado Paraje Natural Municipal dels Arcs en el año 2005.
Seguimos la pista (PR-CV 49) que se adentra en la sierra y nos acerca, en un primer lugar, al Corral del Somo y el Corral de Sénsio.
Continuamos por la misma PR y, en un cruce, tenemos la opción de visitar las ruinas de una antigua casa.
Volvemos al cruce y, ahora, seguimos por la misma PR para llegar al Aljub de Xorquet.
De nuevo al cruce y, en esta ocasión, tomamos un camino asfaltado que nos lleva a la PR-CV 151
Esta nueva PR, en un momento dado, nos da la opción de llegar hasta el Arc de Xorquet. Allí nos dirigimos por una pequeñísima senda hasta llegar a esta peculiar formación rocosa.
Damos media vuelta y volvemos a la pista que, ahora ya, nos conducirá hasta el paraje del Arcs.
Aquí tenemos ante nosotros el lugar estrella de esta caminata.
Els Arcs se han desarrollado en la ladera norte de la Sierra de la Aixortá, en rocas calizas.
En el Paleógeno (hace de ello más de 30 millones de años), y cuando esta región estaba cubierta por el mar, se depositaron sedimentos carbonatados que posteriormente se transformaron en estas rocas.
Cómo se formaron estos arcos:
* Afloran dos tipos de piedra caliza. Una: gris oscura, más resistente. Dos: gris blanquecina, más maleable.
* El agua y el viento golpea la roca menos resistente y crea pequeñas oquedades y abrigos.
* El paso del tiempo hace que las oquedades y los abrigos de ambas paredes queden conectados y formen esos arcos naturales.
Después de esta interesantísima visita, volvemos a la pista inicial, la PR-CV 151, y la seguimos en la dirección del comienzo de esta ruta.
Llegamos al coche y regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Sin duda alguna. No han sido muchos kilómetros (casi 9 kilómetros), con un desnivel que apenas ha superado los 250 metros y todo ello hecho en un tiempo más que aceptable, pero esta parte de la Sierra de Aixortá, con sus valles y las montañas de los alrededore, además de la gratísima compañía, ha transformado esta mañana en fabulosa.
Para esta luminosa mañana de octubre, la ruta elegida ha sido un recorrido por la umbría de la Sierra de la Argueña.
Fuen, Carol, Salva y yo nos hemos acercado hasta la Font de la Carrasca, en el término municipal de Castalla. Allí hemos dejado el auto y ha comenzado nuestra mini aventura en este miércoles otoñal.
Desde la Font, y por estrecha senda, hemos ascendido hasta llegar al Mas del Carrascar; una enorme y cuidada finca a la que no le falta detalle.
Por no faltarle, no le falta ni su Pou de Neu. Este nevero es uno de los más bonitos de la provincia. Desde esta atalaya se pueden contemplar las sierras de los alrededores, en una panorámica extraordinaria.
Dejamos la cava y tomamos la pista que continúa en ascenso por la parte norte de la Sierra de la Argueña.
Llegamos al cortafuegos de esta montaña, descendemos unos metros por él y nos dirigimos, de nuevo, hacia el suroeste, por pista, llegando casi al límite del municipio de Castalla con Sax.
Hacemos, en un cruce de sendas, un giro y una bajada brusca a la derecha y nos ponemos en dirección a la Font del Llop.
Avanzamos en dirección norte por la pista que, rodeada de pinadas y campos de cultivo nos conduce al Mas de la Font del Llop de Baix y el Mas de la Font del Llop de Dalt, así como a la propia fuente.
El camino, con un suave ascenso, nos acerca de nuevo hasta el Mas del Carrascal y, siguiendo la pista, a la Font primera y al lugar donde tenemos el coche aparcado.
Regreso a Alicante, aunque antes una parada en Castalla para beber unas cervezas y tomar un aperitivo.
Valoración: 3***
Recomendable: Por descontado. Han sido aproximádamente unos 10’50 kilómetros, con un desnivel de unos 365 metros, hechos en un muy buen tiempo. A destacar, la buena compañía y las risas que nos hemos pegado.
Para este primer lunes de octubre he optado por una caminata que hacía casi un año y medio que no realizaba; la Serra de Biscoy(en algunos mapas está escrito con ‘i’ latina, en lugar de griega).
Me he dirigido a la población de Ibi y en la carretera CV-801, que une ésta con Banyeres de Mariola, poco antes de llegar a la Venteta dels Cuernos, he aparcado el coche y he comenzado esta ruta.
Prácticamente casi todo el desnivel de este recorrido está en el primer kilómetro. Una subida muy pronunciada por una senda bastante bien visible.
Una vez llegado a la cumbre de la sierra (aquí no hay vértice geodésico) se puede observar la hermosa panorámica de las sierras de los alrededores.
El punto más elevado del Biscoy (1.164 m.s.n.m.) está señalizado por una pértiga clavada en un montón de piedras y coronada por una larga cinta que ondea al viento.
Comienza el descenso. Ahora me dirijo por senda a la parte oeste de la sierra en dirección a la Penya Roja y al Alt del Palomaret.
Me encuentro en mi camino con una amplia zona que ha sufrido los efectos de algún reciente incendio (la última vez que estuve aquí, este desastre no se había producido)
Por otra parte tampoco me extraña que pasen estas cosas. La gran mayoría de las sierras están muy abandonadas. Ésta en concreto, de todas las que he visto últimamente, es una de las que más. Tiene un montón de pinos caídos (seguramente debido a los últimos temporales de nieve y lluvia). Necesita con urgencia una limpieza y un saneamiento a fondo.
Dejo la sierra de Biscoy, tomo el camino que me conduce al Cantalar y, por un sendero lleno de troncos y ramas de árboles caídos, llego a la pista por donde pasa la GR7 y me lleva al Mas del Palomaret.
Esta pista discurre por la cara norte del Biscoy y me acerca hasta la Venteta dels Cuernos y a la zona donde tengo aparcado el auto.
Llegada al vehículo y regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Absolutamente sí. Han sido casi ocho kilómetros, con un desnivel de unos aproximados 350 metros, hechos en un tiempo más que aceptable. Una mañana algo fresca y despejada que ha dado luminosidad al paisaje.
Las previsiones para hoy no auguraban buen tiempo y un potente Garbino ha terminado por anunciar posibilidad de lluvias en la provincia.
A pesar de todo, yo me he animado y me he lanzado a hacer una sencilla ruta por los alrededores de Castalla, concretamente por la zona de Les Planisses.
Igual que hice hace doce días, me he dirigido hasta la Replana del Pino, en plena carretera CV-837, la que une Petrer y Castalla, he dejado el coche y he iniciado una caminata que, en esta ocasión, me ha hecho disfrutar de toda la zona de Planisses.
En el Collado de Portell tomo la pista de la izquierda, un ascenso que me lleva al Pou de Neu del Carrascalet.
Más arriba, siguiendo esa misma pista y tomando una pequeña senda a la derecha (bastante bien señalizada con un hito) llego hasta el Alt del Carrascalet (1.245 m.s.n.m.), también señalizado con un buen montón de rocas.
Vuelvo a la pista y, a no demasiados metros, encuentro un nuevo hito que marca otro de los altos de esta sierra, el de Planisses (1.241 metros). Éste me cuesta un poco más encontrarlo, la senda está poco pisada y no muy bien señalizada.
También este punto elevado tiene su conjunto de rocas.
Vuelvo, tras varias equivocaciones, a la pista inicial, que me llevará, ahora con facilidad, al siguiente punto de interés, la Cova de Mossén Francés.
Las vistas del valle de Catí, desde la entrada de la cueva, son una auténtica maravilla.
Vuelvo de nuevo a la pista, ahora en descenso, y en un cruce de sendas, tomo la que me va a llevar, por entre una espesa pinada, al Pou de Neu y las Casas de Planisses.
También, desde estos hermosos campos de cultivo, la panorámica de las sierras cercanas es brutal.
Una visita a la cava de nieve y las casas, todo ello en progresiva ruina, pone punto final a los puntos clave de esta caminata.
Ya solo queda seguir la pista, tomar una senda (la que lleva a la Cova del Tío Melchor) y volver al camino que nos conduce hasta el coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Absolutamente. Han sido cerca de 8 kilómetros, con un desnivel que ha rozado los 300 metros y hecho todo en un tiempo más que interesante.
Para este último lunes del mes de septiembre, una mañana fresca y luminosa, Salva, Fuen y yo, hemos decidido hacer una caminata por una de las zonas con mejores panorámicas de prácticamente toda la provincia de Alicante.
Hemos dejado el vehículo a las puertas del Hotel-Restaurante Pou de Neu (Pou del Surdo), en plena Serra de la Carrasqueta. Desde aquí hemos iniciado nuestra ruta que nos ha llevado hasta la Serra de Plans y su vértice geodésico.
Ya desde el comienzo las vistas son espectaculares. Ante nosotros tenemos en un alto porcentaje la costa alicantina, impresionante incluso a pesar de la neblina.
También las sierras de los cuatro puntos cardinales se muestran con toda su belleza.
Serra d’Aitana, Puig Campana, Bernia, Ponoig, Castellet, Carbonera, La Grana, Cabeçó d’Or, Galiana, Penya Migjorn, Fontcalent, Maigmó, Serra d’Onil, Serra del Menejador, Serra Mariola, Montcabrer, Benicadell, Serreta, Serrella, Almudaina, y algunas más
Ascendemos por el Racó de Matet y el Racó de Xomarra para descender hasta llegar al Collado del Portell y volver a subir por la Costera de la Mare de Déu y llegar, por fin, al vértice geodésico de Plans (1.330 m.s.n.m.)
Aquí tenemos una parada para refrescarnos, comer y beber algo, y hacernos las fotos de rigor en el punto más elevado.
Comenzamos ahora el regreso. El camino se realiza por el mismo sendero que nos ha llevado al vértice. Lo que fue ascenso, ahora es bajada… y al contrario.
Las vistas siguen siendo grandiosas. Llegamos al auto.
Vimos al principio de la caminata que el Hotel-Restaurante está abierto (según nos cuentan, el local ha estado seis años cerrado al público pero ahora vuelve a funcionar) y, una vez llegados al coche, nos hemos tomado unas cervezas en la zona que rodea el edificio.
Después, regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente. Han sido 10’30 kilómetros, con un desnivel de cerca de 400 metros y realizado en un tiempo prudencial. Un día estupendo y una compañía de lujo.
La verdad es que hoy, nada más levantarme, asearme y desayunar, me he preparado para hacer una caminata por la sierra; ha sido ‘pensat y fet’.
Me he dirigido, por la autovía que va por el interior, hasta Castalla y, desde aquí, a la Replana del Pino (cerca del Collado del Portell, camino de Catí), donde he aparcado el coche.
Un recorrido bastante corto, aunque muy bonito, que me ha llevado hasta el vértice geodésico de esta sierra, la del Despeñador.
En el Collado del Portell dejo la carretera y comienza un ascenso acusado hasta la cumbre.
Un buen rato allá arriba, haciendo las habituales fotos de rigor y disfrutando de las alucinantes vistas.
El regreso al coche lo hago por la pista que hay en la cara noroeste y que desciende rodeando la sierra.
El camino me lleva, sin ninguna dificultad, a la carretera y, está, al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto que sí. No han llegado a ser ni seis kilómetros, con desnivel de unos 289 metros, hecho sin prisa pero sin pausa.
Para este caluroso domingo de septiembre hemos preparado una salida por la Comarca alicantina de la Marina Alta, concretamente a la Vall de Pop.
En esta ocasión el grupo ha sido numeroso. Eva, Julia, Carmen, Fuen, Pilar, Carol y yo, hemos salido desde Alicante. A la altura de Benissa se nos ha unido Salva, y desde aquí ha comenzado nuestra excursión dominguera.
Por autopista hemos llegado a Pedreguer y, en esta localidad, hemos tomado la carretera CV-733 que nos acerca al Valle de Pop por el norte. Pasamos por Benidoleig y Orba, pero antes de llegar a estas dos poblaciones hacemos una parada para visitar la Cueva de las Calaveras.
La verdad es que yo esperaba otra cosa, sinceramente.
Se pagan 4 euros por persona. Control de tiques, inexistente. Vigilancia, cero. Límite de aforo (sobre todo ahora con la pandemia), nulo. La cueva no es más que una curiosa cavidad, eso sí, con unas formaciones rocosas bastante interesantes en la que no hay estalactitas, estalacmitas y columnas. Adornada con un muy dudoso gusto… Unas calaveras de plástico, unos horribles muñecos simulando los habitantes de aquel lugar y unas figuras de cartón piedra en la entrada a modo de trogloditas y dinosaurios (totalmente incongruente)… Vamos, decepción máxima.
A la entrada, en un bar, nos hemos repuesto de tal disgusto, tomando unas cervezas.
Hemos continuado con nuestro proyectado recorrido.
Pasamos por Benidoleig y Orba y tomamos, ahora sí, la carretera que nos conduce al Valle de Pop.
Primeramente llegamos a Murla y vamos directamente a visitar su Iglesia/Fortaleza de San Miguel Arcángel. Este es, según los expertos, el verdadero Castillo de Pop.
El tiempo se nos ha echado encima y la hora de la comida se acerca. Así que nos dirigimos a Llíber, la localidad en la que hemos reservado mesa.
En Bar Plaça, unos ricos aperitivos, un arroz senyoret, frías cervezas, postres, cafés y licores, todo ello acompañado de buena conversación y unas abundantes risas.
Damos una vuelta por el pequeño pueblo para bajar la comida.
Visita a la Iglesia de los Santos Cosme y Damián, paseo por el vía crucis que llega hasta el cementerio y una parada en el mirador desde donde se aprecia todo el Valle de Pop.
Volvemos a los coches y retrocedemos hasta llegar a la entrada de Jalón (Xaló), otro de los emblemáticos pueblos de este valle.
Aquí tomamos un sendero que atraviesa la zona llamada El Pla de es Hortes y que nos lleva hasta la Bassa dels Arcs.
Esta singular balsa fue construida a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Su principal característica es la de estar protegida bajo una serie de arcos que, cubiertos de cañizo, evitaba la evaporación del agua que contenía.
Tras esta interesante visita, volvemos a los coches e intentamos buscar un lugar donde tomar un café o algún helado. Entramos en Xaló y damos vueltas como tontos por todo el pueblo… hasta que encontramos una cafetería abierta en plena plaza de la iglesia de Santa María.
Después de refrescarnos, tomamos los autos y ya nos dirigimos hasta Benissa, el pueblo donde el grupo había comenzado juntos la excursión.
Una vez allí, cada mochuelo a su olivo y… regreso a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Ha sido una jornada tan interesante como calurosa. Buena comida y mejor compañía, bonitos pueblos con lugares atractivos y cautivadores.
La primera caminata de septiembre, una ruta que no he comunicado a los compañeros de travesía hasta hoy mismo, presentándola como ‘la ruta sorpresa’, nos ha llevado a Salva, Fuen y yo (al final ha fallado Carol) hasta el área recreativa de L’Estepar, donde comienzan (o acaban, según se mire) los túneles de la Vía Verde d’Alcoi.
La ruta preparada inicialmente era un trayecto por la zona de L’Estepar y ver alguno de los puntos de interés que la rodea.
La caminata comenzaba a partir del primer túnel de la Vía Verde, sin ninguna intención de entrar por él, pero al ver que está iluminado (y además muy bien iluminado) hemo optado por hacer el recorrido de ida y vuelta por el mismo y después seguir con la ruta estipulada.
Una vez completado este añadido a nuestra caminata nos hemos puesto manos a la obra con nuestra idea inicial.
Siguiendo la Vía Verde, la dejamos a la altura de una enorme carrasca y tomamos una pequeña senda que nos adentra en ascenso hasta las proximidades del Mas de la Cova.
Desde aquí se puede, a pesar de lo nublado del día, contemplar la extensión de l’Estepar con El Puig y la Serreta al fondo.
Tropezamos con una higuera cuajadita de verdales y, como posesos, nos ponemos a disfrutar del dulzor de sus higos.
Estamos ya muy cerca de las paredes donde se encuentran las Pinturas Rupestres de la Sarga.Esta hermosa manifestación de arte, junto a muchas otras en todo el Arco Mediterráneo, está considerada Patrimonio de la Humanidad.
Seguimos ahora por vía pecuaria hasta llegar al Mas dels Ginerets, aquí otra higuera en el sendero, un pequeño expolio, estos frutos están menos dulces, continuamos nuestro camino.
Al fondo, la urbanización del Estepar y campos de cultivo.
Un grandioso nogal nos sorprende y nos lleva a la senda que conduce al cruce asfaltado y a la subida al Puig.
Llegamos, al fin, al Puig de les Florencies.
El Puig de Alcoy es un buen ejemplo de poblado fortificado en altura de época ibérica, entre los siglos VII y IV aC. Al amparo de una abrupta topografía se construyó un pueblo que ocupaba la práctica totalidad de la colina y que estuvo protegido por un excepcional torreón.
El poblado tenía una extensión próxima a 1,5 ha donde vivirían unas trescientas personas. Tuvo un aspecto compacto y un trazado urbanístico regular con grupos de casas cruzados por calles rectilíneas. Los rellanos naturales estaban ocupados por bloques de viviendas formando pequeños barrios y entre ellos se encontrarían espacios abiertos, donde se desarrollaban trabajos cotidianos, como el procesamiento de los frutos del campo, o el trabajo de la lana.
El yacimiento arqueológico de El Puig, conocido desde la década de 1910, ha sido objeto de excavaciones a lo largo de más de cien años. Junto con La Serreta (Alcoy, Cocentaina, Penáguila), es un referente que ha contribuido valiosamente al conocimiento de la cultura ibérica en las tierras valencianas.
Un tiempo disfrutando de este poblado/yacimiento, aprovechando para comer y beber algo y, después, volvemos, por carretera al lugar donde hemos aparcado el coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Hemos disfrutado de una mañana bastante fresca (algo que ya estábamos deseando) y nubosa. Han sido, con el añadido del túnel, unos 12’150 kilómetros, con un desnivel de 368 metros y, todo ello, hecho en un tiempo más que óptimo.
En esta tórrida mañana, último miércoles del mes de agosto, de un verano muy muy atípico pero absolutamente caluroso, nosotros, Carol, Fuen, Salva y yo, nos hemos acercado hasta la población de Alcalá de la Jovada, en plena comarca del Comtat, para realizar una caminata que nos ha llevado hasta la Serra de la Foradá, frontera entre los valles de Gallinera y Alcalá.
Salimos desde la misma población y, a muy pocos metros, pasamos el cauce del Río Girona (naturalmente, en agosto, sin rastro de agua) y nos encontramos con el despoblado morisco de Adzubieta, unos de los más importantes de esta zona.
Hay que recordar que esta parte del Comtat, en los valles que lo componen, fue el territorio del caudillo andalusí Al Azraq (1208-1276) (El de los ojos azules). Personaje al que se le atribuye su nacimiento en Alcalá de la Jovada y que tuvo tremenda importancia en los años de la que se ha llamado ‘Reconquista’, rebelándose contra Jaime I en diferentes ocasiones.
Después de la expulsión de los moriscos (1609) estos poblados se ocuparon por viejos cristianos llegados de otras tierras que, poco a poco, fueron dejaron abandonados.
Hay gran cantidad de despoblados, que actualmente se pueden recorrer mediante una ruta senderista.
Tomamos la senda que nos lleva en suave ascenso por el valle hasta la Penya Foradá, un gran arco de piedra que corona esta sierra y que domina los dos valles.
Allá arriba, y bajo la sombra del arco, hacemos una parada para el refresco y la observación de los alrededores. Maravillosas vistas desde esa atalaya.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta llegar, por estrecha senda, hasta otro de los puntos de interés de la parte alta de la sierra; el corral/cueva del Moro que hay en la Penya Alta.
Un abrigo que se abre a la cara norte de la montaña y que ha sido tapado con rocas para servir como corral y refugio de los animales en tiempos adversos.
Iniciamos el regreso, descendemos por senda para pasar por los corrales de L’Urbá y de Vicent el Salauero.
En algunos momentos caminamos por la misma pista del inicio, hasta un cruce que nos acerca, pasando el cauce del río, al área de recreo que hay a pie de carretera (CV-712), próximo al camino del nevero.
Una nueva parada para refrescarnos a la sombra de los árboles y… tomamos dirección al Pou de Neu de Baix.
El pueblo está ya muy cerca. Llegamos y damos una vuelta por algunas de sus calles. Vamos hasta el coche y nos dirigimos a la salida de Alcalá, donde hay un bar, nos bebemos una cuantas cervezas, nos echamos unas risas ya relajados y…
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: El salir a caminar a la sierra siempre es recomendable, aunque el sol te castigue con toda su crudeza. Han sido 7,50 kilómetros, con un desnivel de 202 metros, hechos sin prisa pero sin pausa. Muchos puntos de interés, muy buenas vistas y una compañía de lujo.
Agosto comienza su recta final y nosotros teníamos preparada esta caminata para dar un broche de oro a la visita de Carmen a estas tierras alicantinas.
Hasta las cercanías de la ciudad de Alcoy, concretamente en un claro de la carretera CV-795, frente al restaurante Font dels Patos, hemos aparcado el auto y, Carmen, Fuen, Salva y yo, hemos comenzado nuestra ruta.
Nuestra primera visita ha sido al Castillo de Barxell y, por pequeña senda, hemos llegado, entre pinos, al mirador del Salt.
Era difícil que en el Salt , a estas alturas del verano, encontráramos agua pero las vistas panorámicas de Alcoy y los valles y sierras que lo rodean es algo espectacular.
Después hemos tomado el sendero que desciende hasta el Racó de Sant Bonaventura, el área recreativa con sus bancos y su arboleda, donde el río Polop, con sus saltos de agua y pozas, ofrece un paraje muy especial para tener momentos de relax.
Hemos continuado, después de una pausa para el refresco, por sendas en ascenso, siguiendo el cauce del río, en algunos momentos sencillos, en otros algo más complicados, ayudándonos de cadenas para evitar caídas.
Llegamos hasta la zona de Els Canalons, unos enormes peñascos de forma fantasmagórica que le dan un toque al paisaje muy especial.
Hacemos un breve descanso en un abrigo en la roca, en el cruce con la GR7, y, desde aquí sólo queda seguir en dirección a la Font dels Patos, el Castillo de Barxell y el coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Totalmente. Han quedado encantados. Era una ruta que desconocían y les ha parecido muy especial. Son sólo algo más de 8 kilómetros, con un desnivel de unos 290 metros pero… la combinación entre los puntos de interés y una cierta dificultad hacen tremendamente atractiva esta ruta.
En este soleado lunes de agosto, Carmen, Fuen, Salva y yo, nos hemos dirigido a las afueras de la población de Banyeres para realizar una caminata por la Sierra de Mariola.
Un recorrido que, desde las puertas del cementerio del pueblo, nos ha llevado, por vía pecuaria, hasta la carretera CV-794, la que une la ciudad de Alcoy con Bocairent, pasando por el Massif de Benifarraig, el Cabecet del Águila, el Morro del Porc y el Pla de l’Ánima.
Llegados a la carretera, tomamos el desvío a la derecha que nos conduce al Mas de la Rambla. Desde este punto comenzamos a seguir el curso del río Vinalopó.
Un río que por esta zona aún no luce en todo su esplendor (mucho menos en pleno agosto) pero… ya comienza a intuirse.
Llegamos hasta la zona de la Font de la Coveta y, ahora sí, vemos el Vinalopó en toda su belleza gracias a las pozas, saltos de agua y, sobre todo, el aporte de agua que le da la Font.
Seguimos disfrutando de la vegetación que abunda en los márgenes del río y del frescor de sus aguas hasta llegar al Molí de Blanes, donde el Vinalopó sigue su curso y nosotros tomamos el desvío que nos llevará hasta la población y hasta el coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Los compañeros no conocían esta ruta y han quedado bastante sorprendidos. Han sido 11’2 kilómetros, muy sencillos y con un desnivel de unos 138 metros.
Llevamos dos semanas del mes de agosto respirando auténtico fuego (mucho más a través de las mascarillas).
Hoy hemos hecho de tripas corazón y nos hemos animado a realizar una excursión por uno de los pueblos más bonitos de nuestra provincia, Biar.
El grupo ha estado compuesto por Carmen, Carol, Fuen, Eva, Julia y yo.
El primer punto de interés que hemos visitado ha sido el Acueducto Medieval que se encuentra al norte de Biar, a pocos metros de la carretera CV-804 que lleva hasta la población de Banyeres de Mariola.
Esta construcción del siglo XV, realizada por el arquitecto gerundense Pere Compte, se compone de tres arcos, dos ojivales y uno de medio punto, y conducía las aguas salvando el desnivel de la Rambla de los Molinos.
Después, y no muy lejos de este primer monumento, nos hemos dirigido hasta la Ermita de los Santos de la Piedra.
Este pequeño templo está dedicado a los Santos Abdón y Senén, primeros mártires del cristianismo (siglo III).
Esta es una de las tres ermitas del siglo XIII, que rodean la población, y que fueron ordenadas construir por Jaime I (las otras dos son las de San Ramón o del Rosser y la de Santa Lucía) que sirvieron al rey conquistador para asediar a los musulmanes en la fortaleza de Biar.
Aprovechando los bancos que hay en la pinada que rodea la ermita, hemos hecho una pequeña parada para refrescarnos y tomar un piscolabis.
Una sorpresa que nos ha dado la mañana ha sido la aparición de un señor con su perro, paseando por el monte, y al que le seguía, por hache o por be, un enorme ‘jabalí’, que parecía estar domesticado.
Dejamos la ermita, tomamos los coches y nos dirigimos directamente al pueblo y al parking del castillo.
Unas buenas vistas de los alrededores y una pequeña y sencilla caminata hasta el interior de la construcción. Llegamos a la puerta de la Torre del Homenaje y Carol, Fuen y yo hemos subido por su empinada escalinata hasta lo alto del castillo.
Esta fortaleza, que data de la época árabe, del siglo XII, guarda entre sus muros una amplia sucesión de acontecimientos históricos, desde la conquista por parte de Jaime I, pasando por la participación en la Guerra de los dos Pedros, numerosas acciones bélicas, la Guerra de Sucesión, la Guerra de la Independencia, etc…
En el año 1931 se declaró Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico Artístico.
Mobiliario y techo de una de las salas (Torre del Homenaje)
Dejamos el castillo, volvemos a los coches y nos vamos hasta la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia.
En los alrededores del templo, nos agenciamos una mesa con bancos de piedra, a la sombra de los pinos y… desplegamos todo lo que llevamos en el coche para comer tranquilamente a la fresca. Neveras con cervezas frías, empanadillas, aceitunas, coca de Muchamiel, panecillos con tomate y aceite, lomo, jamón, queso, salchichón, sandía etc…
Ahhh… y un sandwich que se había traído Fuen, jajajaja 😉
Después de la comida, recogemos los bártulos y nos vamos a visitar la iglesia. Tenemos la suerte de encontrarla abierta. Una vuelta por su interior y, más tarde, nos dirigimos al nevero de Biar (siglo XVIII).
Este ya es el último pedazo de historia que visitamos.
Regresamos a Alicante, pero antes hacemos una parada en la población de Castalla para tomar un café y unos helados.
Valoración: 4****
Recomendable: Ha sido una mañana muy agradable, visitando una bella localidad, viendo elementos históricos interesantes y gozando de una buena comida y una excelente compañía.
En este último lunes del mes de julio, día de temperaturas tan altas que la calle es puro fuego, nosotros, Carmen, Salva y yo, nos hemos atrevido a hacer una ruta por la sierra.
Nos hemos acercado hasta el puerto de montaña de Albaida y, desde allí, hemos comenzado la caminata que recorre la umbría de la Sierra de Benicadell.
Es la ruta que yo hice, hace poco menos de un mes, en solitario, pero… me apetecía mostrársela a estos compañeros.
Hemos comenzado por la senda que lleva hasta Fontanars d’Albaida. Desde allí hemos tomado la vereda de la derecha, ascendiendo hasta el Pou de Neu de Carcaixent.
Seguimos hasta la Casa de Don Miguel y, por pista, comenzamos el descenso por la ladera norte de la sierra, llegando al cruce donde se encuentra el Pou y el Corral de Diego.
Aunque el día ha tenido bastante bruma, las vistas de los alrededores no han perdido su belleza.
Seguimos la pista, llegando a la cruz que domina el valle y la zona de recreo de la Font Freda.
Aquí hemos hecho, con este agobiante calor, una merecida parada…
Agua fría, empanadillas, coca en tonyina, frutos secos, etc… y buen rato recuperando aliento.
Después, comenzamos el regreso.
Volvemos a pasar por la cruz, por el cruce con el pou y el corral de Diego y seguimos la senda que conduce a Fontanars d’Albaida.
Ya sólo queda volver por el camino del inicio hasta la zona donde está aparcado el coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto que sí. Han sido cerca de 10 kilómetros, con un desnivel de unos 350 metros, hechos sin prisa y con una compañía estupenda. Lo peor, el calor… por lo demás, todo fabuloso.
Para este penúltimo viernes de julio, Fuensanta, Carmen, Salva y yo, hemos hecho la caminata que teníamos, hace días, preparada.
Hemos dejado el coche el el parking del hotel de Catí para realizar una ruta circular que nos ha llevado por algunos de los lugares de interés de la zona.
Hemos dejado el hotel, pasando por sus jardines y su bloque de boulder, y nos hemos dirigido, por pistas, hasta el lugar donde se encontraba hace unos años la Casa de la Administración.
Ahora sólo queda el solar vallado de la misma, su pozo de nieve (bastante deteriorado) y en sus campos, el magnífico castaño de indias y el viejo roble.
Desde este punto, seguimos la senda que nos adentra de lleno en pleno Barranco de Badallet.
Encontramos, al final de esta sección de la rambla, los pozos y las ruinas del Molí del Sofre, poco antes de llegar a la carretera (CV-837) y la Casa del Pantanet.
Desde aquí comienza el regreso y dejamos el descenso del barranco para tomar la senda que asciende por la Sierra de Catí, en dirección al Alto de Ponce, la torre de vigilancia forestal y la Ermita de la Purísima.
Unas fotillos en los alrededores del templo y… ya sólo queda tomar la pista que nos conduce, sin más dificultad, hasta el parking del hotel y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Por supuesto. Han sido unos 10 (+/-), con un desnivel de aproximadamente unos 220 metros, hechos sin prisa. La mañana ha sido tremendamente calurosa. He elegido esta ruta por ser sencilla y para ver cómo respondían mis acompañantes y… el que casi se deja los hígados he sido yo, jajajaja 😮. Los cabrones tienen buena forma física!!!
Para este caluroso lunes de julio he optado por una de las rutas más conocidas de la provincia de Alicante; la que recorre, en uno de sus diversos itinerarios, el Parque Natural del Carrascal de la Font Roja.
Zona Recreativa
Dejo el coche en el parking del Santuario y, desde aquí, comienzo mi caminata.
Atravieso la zona recreativa cercana al templo y tomo la pista que asciende por la falda norte de la sierra, entre carrascas, pinos y multitud de vegetación que lo convierte en un lugar de belleza extraordinaria.
Cova Gelada
Carbonera
En mi ascenso me encuentro con la Cova Gelada y la Carbonera.
Mirador de Pilatos
Sigo mi subida y me detengo en el Mirador de Pilatos, desde el que se contemplan unas panorámicas de la Foia d’Alcoi y las sierras que la rodean increíbles.
La pista me acerca hasta el Mas de Tetuán, su Teix (Tejo) centenario y la zona recreativa.
Una brevísima parada para beber y sigo mi camino, esta vez abandono la pista y camino por una vereda que me llevará hasta La Teixereta.
Teix centenario
Mas de Tetuán
Zona Recreativa
Teixereta
Este es uno de los picos más visitados de este Parque Natural (1.341 m.s.n.m.).
Una cruz, entre otros objetos (un buzón, una veleta, etc…), sobre un montón de piedras lo convierte en un punto peculiar.
Continúo mi ruta. Ahora me incorporo a la pista y me dirijo al depósito contraincendios, a la caseta de observación/vigilancia y al vértice de la sierra, El Menejador (1.356 m.s.n.m.)
Menejador
Observatorio y Vigilancia
La ciudad de Alcoy desde lo alto
Comienza ya el regreso. En un principio, y esperando que me acompañara gente, la ruta iba a tener un retorno diferente al que finalmente he elegido.
Iba a ser más corta (7 kilómetros), atajando por la senda que baja por el carrascal.
Cava del Menejador
He decidido volver por la misma pista de subida, visitar la Cava de Nieve del Menejador y pasar de nuevo por el Mas de Tetuán hasta llegar al Santuario y al coche. Esto le ha dado a este solitario recorrido unos kilómetros de más.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Naturalmente que sí. Finalmente han sido unos 10’5 kilómetros, un desnivel de 375 mts. y, todo ello, hecho en un tiempo más que aceptable.
Lunes, 13 de julio. Día de fuego. La verdad es que cuando la mañana comienza con estos calores… a uno se le quitan las ganas de salir pero… una vez que te animas y decides ir a la sierra, todo cambia y… no te arrepientes de haber salido.
Me he dirigido hasta los alrededores de Castalla, concretamente al espacio natural de la Font del Carrascal, en la umbría de la Sierra de la Argueña (Argüeña, según algunos mapas).
Desde aquí, he tomado la senda que asciende, entre hermosos pinares, al Mas del Carrascal; una finca magnífica, cuidada con un esmero exquisito.
Cojo la pista que me acerca al Pou de Neu de la finca. Un nevero perfectamente reformado, situado en un lugar privilegiado y con unas panorámicas espectaculares.
Continúo con el ascenso y me dirijo ahora hasta el cortafuegos que hay en la sierra.
Aquí, en pleno cortafuegos, resbalo con unos guijarros, pierdo el equilibrio y me doy una leche de tres pares de narices con la rodilla izquierda. Quedo un buen rato sentado en el suelo dolorido, muy dolorido.
Limpio la herida con el agua que llevo y decido volver al punto de partida, en lugar de retomar la ruta; no tanto por la herida como por lo dolorido que me encuentro.
Eso hago, comienzo el regreso.
Vuelvo a pasar por el Pou de Neu, por el Mas del Carrascal y… ,en lugar de tomar la senda hasta la Font del Carrascal, sigo la pista que rodea el Cabeçó de la Paella y así acceso también a la fuente y… al coche.
Antes de tomar la dirección a Alicante, paso por el pueblo de Castalla, localizo una farmacia y compro Betadine y gasas, para curar mi rodilla.
Ahora sí, regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Siempre, a pesar de los pesares. Han sido unos 6’5 kilómetros (cuando tenían que haber sido unos 10) y con un desnivel de 280 mts. (+/-).
Esta semana está siendo tan calurosa que las ganas de caminar por la sierra se han evaporado, pero hoy he decidido aventurarme.
Me he dirigido al puerto de montaña de Biar y por la carretera que accede a las antenas del Reconco, a la altura de la explanada del depósito contra incendios, he aparcado el coche.
El recorrido planeado ha sido bien sencillo, llegar a la Font de Soriano…
Tomar la pista que lleva hasta el campamento de Fontarbres y llegar al cruce con la pista a Benassait y la del Mas de Fondoma y Onil.
En este punto, en la ladera del Alt de la Creu, mi intención ha sido la de encontrar uno de los petroglifos que hay en la zona.
He estado un buen rato, bajo un sol que era puro fuego, peinando la zona en busca de la piedra con el grabado rupestre, pero sin éxito.
He seguido la pista que conduce a Benassait y, en otro de los cruces, he tomado el camino de la Font del Xorro.
Aquí, ahora ya he comenzado el regreso, hago una parada para aprovechar las aguas frías de esta fuente y evitar la sofocante mañana.
Ya solo queda retomar el mismo camino del inicio, volver a pasar por el Mas de Fontarbres, por la Font de Soriano y, 1’3 kilómetros después, llegar al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Claro, eso siempre. Han sido 10’5 kilómetros, con un desnivel de unos 250 mts. hechos en un buen tiempo, a pesar del bochornoso día.
A pesar de que las previsiones anunciaban lluvias (luego, al final de la tarde ha caído algo). la mañana se ha presentado poco despejada pero luminosa y calurosa, muy calurosa.
Nosotros, hoy ha sido un grupo bastante numeroso compuesto por Carmen, Carol, Fuensanta, Pilar, Salva, Eva, Julia y yo, hemos tenido una jornada en una localidad de la provincia de Valencia, a la que yo, personalmente, le tengo bastante cariño; Otos, el pueblo de los relojes de sol.
1: ‘L’HORTA DEL TÍO BRUNO’
2: RELOJ DE CA IRMA
3: RELOJ DE CA GLORIA
Otos es un municipio de la Comunidad Valenciana que pertenece a la provincia de Valencia, en la comarca de La Vall d’Albaida.
Según Joan Coromines, el topónimo Otos proviene del íbero y significa ‘aliaga’, arbusto esclerófilo muy extendido a lo largo de su territorio.
Durante la dominación árabe, Otos fue una alquería de la que, cuando la conquista cristiana, el rey Jaime I dio tierras a varios caballeros el 2 de mayo de 1248.
4: ‘VIVERE MEMENTO’
5: ‘SUM SI SOL SIT’
6: ‘CARPE DIEM’
7: ‘SOL LUCIT OMNIBUS’
8: ‘RELOJ DE LOS PIMIENTOS’ RAFAEL ARMENGOL
Sus monumentos destacables son:
Castillo de Carbonera.
Antigua fortaleza situada en el Tossal de Carbonera en la sierra del Benicadell a 630 m de altitud. Esta construcción musulmana, dotada de un doble muralla, ocupaba una extensión superior a 3.500 m2 y en el siglo XV ya estaba destruida. Todavía conserva parte de sus murallas y el aljibe, así como la distribución de su interior.
Iglesia Parroquial.
Está dedicada a la Purísima Concepción y se edificó en la primera mitad del siglo XVIII. Es de estilo jesuítico y cuenta con tres naves, crucero y cúpula encamonada. Dañada durante la Guerra Civil, posteriormente ha sido restaurada en varias ocasiones.
Ermita de la Virgen de los Dolores.
Edificio del siglo XVIII y remodelada en el siglo XIX y en 2005. Situada en la zona alta del casco urbano muestra en sus bóvedas interesantes pinturas al fresco de estilo romántico, seguramente de la escuela de Muñoz Degrain.
Palacio del Marqués de Sant Josep.
(Siglo XVIII). Edificio señorial que presenta la estructura característica de los palacios de la Corona de Aragón, con tres alturas destacando en la superior una lonja formada por 18 ventanas de medio punto. Tras constantes cambios de uso y de propietarios, el edificio fue rehabilitado entre 1996 y 2002. En la actualidad alberga la sede del ayuntamiento y de otros servicios públicos como la biblioteca municipal, la sala de exposiciones y una colección etnológica, además de un interesante jardín.
9: RELOJ DEL LAVADERO
10: ‘UNIÓN’ ELISA MARTÍN
11: RELOJ DE CA ISMAEL
12: ‘RELOJ DE BARRO’ ARCADI BLASCO
13: ‘LA NORMA NO ES UN DOGMA’ ANDRÉS ALFARO
Ruta de los relojes de sol.
Serie compuesta por más de 30 relojes de sol (en constante ampliación) repartidos a lo largo de todo el casco urbano. Algunos de ellos son obra de reconocidos diseñadores y artistas plásticos como Andreu Alfaro, Antoni Miró, Arcadi Blasco, Artur Heras o Manolo Boix, entre otros. De hecho, es el municipio europeo que cuenta con una mayor densidad de relojes de sol. La ruta turístico-cultural Otos, el poble dels rellotges de sol fue diseñada por el gnomista local Joan Olivares y por el pintor Rafa Amorós y ejecutada por el Ayuntamiento, contando con la ayuda de fondos europeos PRODER. Desde su inauguración el 12 de marzo de 2005 ha recibido a miles de visitantes (se organizan visitas guiadas) y la Diputación de Valencia le otorgó el 1º premio de Turismo en 2006.
14: COLUMNA RELOJ DE LA IGLESIA
15: S/NOMBRE
16: S/NOMBRE
17: ‘BICIRELOJ’ ANTONI MIRÓ
18: RELOJ DEL PALAU DEL MARQUÉS DE SAN JOSÉ
19: RELOJ DEL PATI DEL PALAU
IGLESIA DE LA PURÍSIMA
A excepción del castillo de Carbonera, hemos hecho un recorrido, más o menos extenso, por sus principales monumentos.
Haciendo, sobre todo, especial hincapié en la ruta de los relojes.
20: RELOJ DE LA CALLE MAULETS
21: RELOJ ECUATORIAL
22: RELOJ DEL REPOBLAMENT
Hemos hecho una parada para comer en el restaurante de ‘Ca les Senyoretes’.
Fabulosos aperitivos, ensaladas y espectacular arroz de montaña.
Después, en su gran terraza, rodeados de relojes de sol, hemos tomado los postres, los cafés y los licores.
23: RELOJ FESTINA
24: RELOJ FESTINA
25: RELOJ FESTINA
26: RELOJ FESTINA CA LES SENYORETES
Terminamos nuestro recorrido con los últimos relojes que nos faltaban por ver y finalizando con el que se sitúa a las afueras de la población, camino del Castillo de Carbonera, en el mismo depósito de aguas.
Un total de 34 relojes visitados.
27: ‘POLIFEMO’ MANUEL BOIX
28: ‘MELÓ SOLEIL’ ARTUR HERAS
29: RELOJ CALLE S. JOSÉ
30: ‘A LA NIT PA… AL DÍA SOL’
31: RELOJ DE CA JUANVI ‘EL SOL BRILLA PER A TOTS’
32: RELOJ DE CA ERNESTO ‘QUI TE SOL QUE MES VOL’
33: RELOJ DE LA CALLE ANTIGA CASA DEL METGE
Ha sido una gran salida en la que ha destacado tanto el lugar visitado como la buena compañía.
Tras esto, hemos regresado a Alicante.
ERMITA DE LA MARE DE DÉU DELS DOLORS
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Reunirse para pasar una gran jornada y visitar lugares interesantes, entre risas y buen rollo… cómo no va a ser recomendable?
Para este caluroso lunes de junio he seleccionado una caminata por la Serra dels Plans.
Una mañana que ha comenzado algo brumosa pero, con el paso de las horas, se ha tornado en un día claro, luminoso y de elevadas temperaturas.
Comienzo la ruta dejando el auto en el puerto de montaña de Benifallim.
Aquí tomo la senda que rodea la cara sur de la Serra de Rontonar (Rontomar/Rentonar/Rentomar, depende del mapa que consultes) y me dirijo al Pou de Neu.
Poco antes de llegar a la Cava de Nieve, me desvío a la derecha por la senda, ahora ya en la Serra dels Plans, que asciende al vértice geodésico.
A medida que se asciende las vistas son cada vez más espectaculares.
Ante mí, las sierras de los alrededores… Aitana, Puig Campana, Serrella, La Grana, Carrasqueta, Font Roja, etc… Y las poblaciones más cercanas… Jijona, Alcoy y Torremanzanas.
Último tramo, por la Costera de la Mare de Deu, hasta la llegada al Vértice (Plans, 1330 m.s.n.m.), con sus fotos de rigor.
En una peña cercana, un grupo de cabras tomando el sol en lo alto.
Comienzo el regreso. Todo lo que era subida ahora se vuelve en bajada. El camino, salvo un pequeño desvío de 1’6 kilómetros para llegar al Pou de Rontonar, es el mismo que el del inicio.
Una pequeña parada en el nevero para beber y comer algo y comienzo el descenso hasta llegar al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Sin duda, sí. Han sido, entre unas cosas y otras, algo más de 8’5 kilómetros, con un desnivel cercano a los 330 mts, hechos en un tiempo, teniendo en cuenta el calor, más que correcto.
En este último viernes de junio, me he dirigido a las proximidades de la localidad de Biar para realizar una ruta por la Serra del Frare.
Una mañana extremadamente calurosa que ha invitado a efectuar la caminata con calma y cabeza, procurando hacer mini paradas, preferiblemente a la sombra de algún árbol, para beber agua.
Dejo el coche a las afueras del pueblo, en un claro de la pista, próximo al Racó de Santonja.
Tomo la senda que asciende, entre una magnífica pinada, hasta el Altet de les Foyetes.
Desde aquí, las vistas, tanto de una vertiente de la sierra como de otra, son espectaculares.
A lo lejos se pueden contemplar las poblaciones de Sax y Biar, así como las sierras de los alrededores, Reconco, Fontanella, Argëña, Salinas, Cabrera, Camara, Marín, etc…
Continúo en ascenso para llegar al Alt Redó y sus majestuosas panorámicas.
Ahora me dirijo, entre algún pequeño descenso y unos cuantos ascensos más, hasta el vértice geodésico de esta sierra, Frare, con sus 1044 metros sobre el nivel del mar.
Desde este punto se pueden ver algunas poblaciones más, a lo lejos, como Villena, Beneixama, etc…
Comienzo el descenso y el regreso al punto de inicio.
En esta ocasión, sigo la senda que me lleva hasta El Rebolcador, en la pista que une ésta sierra con la de Peñarrubia de Villena.
Ahora la pista recorre de Oeste a Este la cara norte la la sierra (la Umbría del Frare) y me dirige en un descenso bastante cómodo hasta el auto.
Sólo hay un tramo, casi al final del recorrido, de ascenso ‘tocapelotas’ por un camino entre pinos y, poco después, se llega finalmente al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente. Han sido cerca de 9 kilómetros, con un desnivel de unos 380 mts., hechos en un tiempo más que aceptable. Sencillo recorrido, con vistas alucinantes y donde la única dificultad ha sido el calor.