23-11-2021 LOS CRISTIANOS (SUR DE LA ISLA DE TENERIFE)
Mi vuelo sale a eso de las 11;30. Una hora antes ya me encuentro en el aeropuerto.
Todo comienza a desarrollarse según lo previsto. Despegue en tiempo y dos horas y cincuenta minutos después, a pesar los vientos desfavorable, según el piloto, llego a Tenerife Norte (Los Rodeos).
Al poco estoy frente a un bocata de jamón/queso y una cerveza en la cafetería. Tengo tiempo suficiente hasta que tome la guagua (línea 343) y me lleve al sur de la isla, pasando antes por el aeropuerto Tenerife Sur (Reina Sofía) y llegando a la población de Los Cristianos, que será el destino final de este ajetreado día.
A esta jornada le quedan pocas horas de luz, lástima que los días son más cortos. Tiempo justo para hacer el check-in, deshacer el equipaje y alucinar con las hermosas vistas desde el apartamento. Como muestra sirva este atardecer.
Hago una pequeña compra en un supermercado cercano, bajo al paseo marítimo para dar una vuelta, me acerco hasta el puerto y compruebo, pensando en el día siguiente, cuánto de lejos está del alojamiento, ceno en un chino frente al mar y me vuelvo al apartamento para descansar.
24-11-2021 ISLA DE LA PALMA (VOLCÁN CUMBRE VIEJA)
A las 5:00 ya estoy despierto. Momento, con tranquilidad, para el aseo, el desayuno, preparar la mochila, un par de bocadillos, agua, chubasquero (por si las moscas), la cámara reflex con la batería a tope y… poco más.
Termino de vestirme y, por el paseo marítimo, me dirijo al puerto.
A eso de las 7:45 hay que estar frente a la taquilla de la naviera (Fred Olsen Express) para recibir un billete (reservado y pagado con anterioridad, por internet) de manos de un trabajador de la empresa organizadora de esta excursión.
El plan es pasar un día en la isla de La Palma, ida y vuelta en barco, visitar la capital, Santa Cruz de La Palma, y, en autobús acceder a varios de los miradores desde los que, más o menos cerca, se podrá contemplar la erupción del volcán Cumbre Vieja. Además está incluida una parada en un restaurante para realizar la comida.
A la llegada al puerto de La Palma, ya nos esperaba una guagua con su guía correspondiente, una excelente anfitriona, que domina el alemán (principal turista del archipiélago), el francés y, por supuesto, el castellano.
Los tiempos de las paradas, absolutamente medidos y controlados. Suficientes para ver, en tiempo récord, lo básico del lugar.
Después de la capital, primeramente, nos acercamos al Mirador de la Concepción, un lugar hermoso que nos muestra la capital desde lo alto y ya se puede apreciar la gran columna de humo que expulsa en volcán.
El autobús nos lleva después al Mirador de la Cumbrecita, en plena Caldera de Taburiente. Un paisaje espectacular, repleto de bosques de pino canario, y desde donde se puede ver el pico más alto de la isla, El Roque de los Muchachos.
Desde aquí nos dirigimos hacia la playa de Tazacorte, por el camino se puede ver el horrible destrozo que han causado las diferentes coladas, así como la columna eruptiva que se eleva desde el cono.
En esta playa, afortunadamente algo alejada de la zona de exclusión, se detiene la guagua para poder almorzar en uno de los restaurantes del paseo marítimo.
Comida sin grandes lujos pero típica, básica y suficiente para poder continuar nuestro recorrido.
Al finalizar, y como algo que no está previsto, según nuestra guía, accedemos al Puerto de Tazacorte, lugar que sí tiene el acceso restringido debido a la proximidad del encuentro de la lava con el océano, la plataforma ganada al mar por las distintas coladas, que recibe el nombre de isla baja, aquí en La Palma se le llama fajana.
Sencillamente, alucinante.
Nos queda un último mirador, el que se encuentra en Tajuya, en la Parroquia de la Sagrada Familia. Lugar que se ha convertido en un punto de observación importante para los turistas e imprescindible para los medios de comunicación.
Por la tremenda afluencia que tiene esta atalaya, los guías piden máximo respeto hacia el lugar y las gentes que viven en los alrededores (que además muchos son damnificados de esta catástrofe).
Aunque mi cámara es un aparato muy sencillito, yo no tengo un dispositivo profesional, ni térmico, ni ningún artilugio super moderno, ni nada de eso… las imágenes me parecen abrumadoras, teniendo además que valorar que ese día el volcán estaba muy tranquilo.
Después de esto, sólo nos queda… volver al autobús, llegar a Santa Cruz de La Palma, despedirnos del conductor y la guía, subir al barco y regresar a Tenerife.
Poco le queda a este día tan especial. Yo regreso a mi apartamento, donde ceno tranquilamente y me preparo para el siguiente día.
Destacar, sobre todo, el trabajo de Sabrina, la guía, que ha estado durante toda la jornada, tanto dentro de la guagua como fuera, dando explicaciones, en tres idiomas, de todo cuanto sucedía a nuestro alrededor, anécdotas, historias y evolución de la isla, etc…
Dios mío, y todo por 109€!!! Ayuda a los palmeros incluida!!! El dinero mejor gastado que sin duda he tenido.
25-11-2021 RUTA URBANA: LOS CRISTIANOS-MONTAÑA DE CHAYOFITA
Hoy el día ha amanecido super ventoso y amenazante. Pocas ganas de hacer nada, la verdad.
Pero… he venido para disfrutar, está claro.
Con toda la tranquilidad el mundo, he desayunado, momento de aseo, he preparado la mochila y he comenzado por callejear por la población.
Por el paseo marítimo, por la playa de los Tarajales, la de Los Cristianos, la playa de las Vistas, la de la Carnada y, en dirección al Parque de los Morros, y frente a él, he comenzado a subir por el sendero que lleva a la parte alta de la Montaña de Chayofita.
Termino mi recorrido por esta elevación y vuelvo callejeando por Los Cristianos en dirección al alojamiento.
En mi recorrido, hago una parada en la plaza de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, donde me tomo un aperitivo (prácticamente comida) en una tapería típica. Después comienzo el regreso al apartamento.
Esta caminata ha sido bastante sencilla, con unos ocho kilómetros y un desnivel de 122 metros.
La tarde se pone oscura y caen algunas gotas. Doy un breve paseo y paro en el super para comprar alguna cosa y… a descansar hasta el día siguiente.
26-11-2021 LOS CRISTIANOS-MONTAÑA DE GUAZA
Para hoy estaban previstas lluvias abundantes pero he visto que ha amanecido tan despejado que me he animado a hacer esta ruta que había preparado, desde casa, en el gps.
De todas formas, tengo que aclarar que aunque esté nublado, sople un fuerte viento y llueva, las temperaturas no han bajado de los 24º, que yo he estado durmiendo en calzoncillos todos estos días.
Preparo la mochila, le pongo un bocata, unas botellas de agua, mi gps, meto el chubasquero por si acaso, y me lanzo a la Sierra de Guaza, que la tengo delante de los apartamentos y la veo y… me llama.
Comienza un primer ascenso, suave pero sin descanso, por la ladera de Candelaria.
Se llega a los Llanos de las Mesas desde donde se puede ver el Atlántico, Los Cristianos, Playa de las Américas, la Reserva Natural del Malpaís de la Rasca, etc… entre otras muchas cosas.
Aquí, en los Llanos de las Mesas, se ven los restos de viejos campos de cultivo, ahora en desuso y abandonados.
Sigo, ahora por pista, en dirección norte y en importante ascenso, hacia la cumbre.
Llego a la parte alta, donde se encuentran un montón de antenas de tv y telefonía, además del vértice geodésico de esta montaña.
El tiempo, que no lo parecía, se empieza a poner ‘chungo’ por momentos… Así que comienzo el regreso.
Me limito a deshacer lo andado.
Sí, sí… mucha sonrisita en las fotos pero… en los dos últimos kilómetros empieza a jarrear de lo lindo.
El bocata se quedará para el apartamento, jajaja
La caminata han sido unos nueve kilómetros, con un desnivel de unos 425 metros y eso a muy buena velocidad.
El resto del día no ha sido nada destacable. Comer, dormir siesta y, ya en la tarde, una vuelta por las calles mojadas del pueblo y algo de cena en una tasca (por llamarlo de alguna manera) que ha sido un auténtico desastre, servicio horrible, calidad pésima y… para qué, no merece ni comentarlo.
En la noche, un poco de tele, un café y a la cama.
27-11-2021 REGRESO A ALICANTE
Bueno, llegó el día de la partida.
Hoy es una jornada totalmente de transito. Amanece el pueblo con un cielo despejado y una temperatura muy elevada (28º). Desayuno con tranquilidad y preparo el equipaje, dejo el apartamento y me dirijo a la estación de guaguas. Allí, en una cafetería, me tomo una bebida refrescante y hago tiempo esperando la llegada del autobús que me ha de llevar, pasando por el aeropuerto Reina Sofía, al aeropuerto de los Rodeos, Tenerife Norte.
Una vez en este aeródromo, me toca esperar unas cuantas horas (eso es lo más inaguantable) a que llegue la hora de facturar, pasar a la puerta de embarque e iniciar el vuelo de regreso a casa.
Por fin, y todo a su debido tiempo, llego a eso de las 00:00 a mi tierra.