Para este segundo martes de abril, Reme, Pedro, Jesús, Óscar, Elena, Raúl y yo, nos hemos dirigido hasta la población de Sax, municipio de la comarca alicantina del Alto Vinalopó, para iniciar una caminata por la cercana Sierra de Cabrera y sus alrededores.
Esta pequeña serranía, también conocida como Los Picachos de Cabrera, se extiende entre los términos municipales de Sax, Villena y Salinas.
Nosotros llegamos, por el Camino de Carboneras o Alto del Mesonero, hasta un pequeño grupo de viviendas donde aparcamos los vehículos y tomamos la senda ascendente que nos introduce a esta sierra.
Un camino, entre la Peña de la Moneda y las Peñas del Rey, que nos lleva a la Cueva del Tío Gregorio.
Seguimos el camino de subida, ascenso que se hace cada vez más acusado hasta llegar al vértice geodésico ‘Cabrera’ con sus 873m, (prácticamente el 80% del desnivel lo encontramos en estos primeros 2 kilómetros).
Aquí, en lo alto, las vistas son espectaculares y nosotros aprovechamos para hacer un receso, beber, comer alguna fruta y admirar las panorámicas.
Comenzamos el descenso y el regreso al punto de partida. En esta ocasión tomamos la senda que, por la ladera suroeste, nos conecta con la Cañada Real de Almansa y la Vía Augusta.
Ahora, siguiendo durante 1’2 kilómetros la cañada y la vía hacia el norte, llegamos a un desvío, a mano derecha, que nos lleva a pasar por los barrancos del Collado y de Cabreras.
La senda nos conduce hasta una importante intersección. Nosotros tomamos la pista de la derecha, que corresponde al Alto del Mesonero o Camino de Carboneras, y a los 2 kilómetros (+/-) llegamos al lugar donde se encuentran nuestros coches.
Cada mochuelo a su olivo; regresamos a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Eso siempre. Han sido cerca de 10 kilómetros, con un desnivel de unos 360 metros, hechos en un tiempo más que correcto, en una mañana muy limpia y luminosa… y con una compañía de luxe.
La publicación de la Ley del 30 de agosto de 1907 sobre Colonización y Repoblación Interior, fue el origen, en la provincia de Alicante, de tres colonias agro-forestales: «Els Plans» en Alcoy, «El Montgó» en Dénia y «Sierra de Salinas» en Villena.
Reglamento para la aplicación de la ley, diciembre de 1907
Sobre la primera de las colonias trata esta entrada.
La colonia de «Els Plans» se localizaba en el término municipal de Alcoy, a unos 9 kilómetros, y se extendía por la ladera oeste de la sierra homónima, unas tierras con bastante pendiente y muy complicadas para el cultivo.
El núcleo habitado más próximo a esta colonia está a 3 kilómetros, La Sarga, actualmente una pedanía perteneciente al municipio de Jijona, que también fue un proyecto colonizador de finales del siglo XVIII.
Hay que pensar que tres kilómetros no es demasiada distancia pero debemos tener en cuenta que los accesos entre poblaciones no eran, en aquellos años, como los de la actualidad; vamos, en pocas palabras, con mucha suerte eran caminos de cabras.
El propósito de la ley era, sin duda, tremendamente solidario… evitar la despoblación de amplias zonas rurales del territorio español, hacer productivas zonas agrícolas baldías y dar trabajo a familias pobres campesinas.
El proyecto establecía que el terreno, situado en la ladera de la sierra, en su parte alta, se roturaba para acoger a diez familias de colonos, cada una con su parcela y su casa correspondiente, y un espacio común que serviría para la residencia del guarda y una bodega. El desembolso inicial previsto para la creación de este espacio colonizado se elevó a 149.138’89 pesetas, presupuesto que englobaba la construcción de las viviendas para los beneficiarios, además de los medios de producción necesarios (aperos, ganado de labor, semillas, abonos, etc…), así como un anticipo de 1.500 pesetas a cada colono para el comienzo de la actividad agrícola.
La colonia se inauguró el 15 de diciembre de 1910 y los colonos procedían de Torremanzanas (4), Alcoy (3), Relleu (1), Benifallim (1) y del pueblo valenciano de Bufalí (1).
División territorial de las 10 parcelas de colonos y la de zona común.
En un primer momento el entusiasmo y el trabajo sobrehumano de los agricultores y sus familias para hacer productivas las tierras que se les habían asignado, y cuya titularidad pasaría a ser de su propiedad si a los cinco años se cumplían una serie de objetivos de producción y rendimiento previamente establecidos, se vio truncado al no llegar a las expectativas que demandaban las autoridades.
El entusiasmo inicial de los colonos se tornó en desánimo y desaliento y muchos de ellos abandonaron buscando un futuro y unas condiciones de trabajo con mejores perspectivas.
En septiembre de 1922 se produjeron los primeros abandonos de colonos, después de 12 años de arduos esfuerzos procurando sacar provecho a aquellos diez lotes agrarios montañosos.
El proyecto, que rozaba el ideal romántico y humanitario, tuvo como principal escollo la catalogación del terreno, determinando como agrícola la parte alta de la ladera, la más agreste, inhóspita y rocosa, y considerando la zona baja, la de las tierras con más posibilidades, como terreno forestal.
Ante esta enorme dificultad, el duro trabajo de los colonos no tuvo el éxito esperado y convirtió aquella tierra, aquel proyecto, en un auténtico fracaso. Todo ello, en plena época de la Restauración, bajo el reinado de Alfonso XIII, en unos años convulsos a los que siguieron la Dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República, la Guerra Civil y la dictadura de Franco.
Después de todas estas vicisitudes, en el año 1945, se dio por cancelada la colonia, las parcelas y sus viviendas, que eran propiedad del estado, cuando ya prácticamente se encontraban en un estado ruinoso, pasaron a ser propiedad de los colonos y sus herederos.
En la actualidad muy pocas son las que se han rehabilitado, sólo quedan los armazones o los muros de muchas de ellas y los caminos de acceso están, en muchos casos, ocultos bajo la maleza.
Hoy, después de casi 36 horas de malestar y fiebre, he despertado bastante despejado, he hecho algo de compra en el supermercado y me he animado a realizar una caminata, nada complicada y muy cercana, por algunos de los caminos de la Sierra de Santa Pola.
He aparcado el coche, como tantas y tantas veces, cerca del depósito de agua, próximo a Les Casetes de Meleja, y, desde este punto, he iniciado mi ruta.
Por el Camí del Far, hacia el este y durante unos cientos de metros, he tomado el desvío, a mano izquierda (PR-CV61), que me conduce a la Casa de la Pinada (ruinas).
Llego hasta la carretera del Faro, paso al otro lado y continúo, hacia el norte, por pista que me conecta con la PR-CV61 y con la Senda del Salt, ahora en dirección oeste.
Sigo en esta senda durante un kilómetro y medio, haciendo después un desvío a mano derecha y otro hacia la izquierda para conectar nuevamente con la carretera del Faro.
Vuelvo a cruzar al otro lado del asfalto y, doscientos metros después, enlazar, a mano izquierda y en sentido este, con la senda/trocha llamada del Conejo; interesante recorrido que me lleva, nuevamente, hasta la Casa de la Pinada.
Ahora camino en paralelo al asfalto hasta llegar a una pista, a mano derecha y en dirección sur, que me acerca hasta el Aljub del Tío Manyo.
Este espacio se presta para hacer un descanso y beber y comer alguna fruta.
Dejo atrás el aljibe, sigo hacia el sur, conecto con el Camí del Far y con una pista, en dirección sur/suroeste, que me da acceso a la Foia Roja; una pequeña y curiosa llanura de tierra colorada donde abundan los eucaliptos.
Ahora ya sólo resta salir de la Foia Roja, acceder al Camí del Far y, en dirección oeste durante un kilómetro, aproximadamente, llegar hasta el depósito de agua y al vehículo.
Regreso a casa.
Valoración: 2**
Recomendable: Por supuesto, aunque sea una caminata poco reseñable. Han sido cerca de 11 kilómetros, con un desnivel casi ridículo (86m), hechos en un tiempo más que correcto y en una mañana estupenda y luminosa.
Reme, Pedro, Óscar y yo llegamos hasta la entrada a la ciudad de Alcoy, en un claro de la carretera N-340, donde dejamos el vehículo y comenzamos esta primera caminata de abril.
Será ésta una ruta, entre rural y urbana, que nos hará recorrer, por sendas, caminos, pistas, etc…, los alrededores de Alcoy y podremos disfrutar de algunos de sus puntos de interés.
Pasamos al otro lado de la carretera y tomamos un camino/senda, en dirección suroeste, que nos hace pasar por la Caseta de la Sal, junto al Polideportivo Municipal Francisco Laporta, y después, caminamos en paralelo a la subida a la Font Roja, para acceder a uno de los tramos de la Vía Verde, concretamente junto a la fuente y al túnel de Cantagallet.
Antes de pasar por este túnel, nos dirigimos, en dirección sureste, al túnel de Caseta de la Sal, lo atravesamos, disfrutamos de las vistas que ofrece el otro lado, retrocedemos, volvemos a la fuente y, ahora, seguimos la Vía, hacia el oeste, pasando por los túneles de Cantagallet, del Mas de la Font de la Olivereta, del Mas de la Umbría del Manco y del Mas de Sant Benet.
En este último túnel, dejamos la Vía Verde de Alcoy y, por camino a la derecha y dirección norte/noroeste, llegamos hasta la Font del Quizet, una pequeña zona recreativa, muy popular en la ciudad, donde coinciden los cauces de los ríos Polop y Barxell en un pobre salto de agua, debido a la sequía.
Seguimos el cauce del río, que ahora se llama Riquer y más tarde será el Serpis, dirigiéndonos hacia la ciudad. Pasamos, por algunos de los molinos más populares del recorrido, el Molí de la Mesquita y el Molí del Romá.
La senda nos lleva ahora hasta el polígono industrial Sant Benet; comenzamos un tramo de recorrido urbano. Por entre naves industriales, después de un tramo totalmente desorientado (no me preguntéis ni cómo ni por qué), llegamos hasta la carretera N-340, pasamos al otro lado por una pasarela elevada y accedemos a una zona escolar y al Parque de Catagallet.
Este bonito parque nos da paso a un camino, el llamado Sendero del Molinar, que nos lleva directamente a una antigua zona industrial, junto al río Molinar.
Aquí, entre viejas construcciones de fábricas y molinos (Fábrica dels Solers, Molí Nou del Ferro, etc…), llegamos a la Font del Molinar, aporte acuífero del río Serpis.
Tomamos el camino de regreso, ahora es un trayecto corto que nos lleva hasta la carretera N-340 y al claro donde está aparcado nuestro coche.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido, entre unas cosas y otras, unos 13 kilómetros, con un desnivel superior a 390 metros, hechos en un tiempo bastante ajustado, con una mañana estupenda, unas hermosas vistas y una compañía insuperable.
Después del desapacible día de ayer, y pensando que hoy podía jugar una mala pasada el tiempo, han habido cambios de última hora, además de importantes ausencias, y se ha decidido hacer una caminata algo más relajada, aunque no exenta de máxima belleza.
Jesús, Reme, Pedro, Óscar y yo nos hemos dirigido a las proximidades de la población de Lorcha, municipio en el norte de la provincia de Alicante, limítrofe con la de Valencia, y perteneciente a la comarca de El Comtat, para iniciar un recorrido por la Vía Verde del Río Serpis.
Iniciamos el camino desde uno de los apeaderos del ferrocarril, junto a la fábrica de papel y la ladera del Castillo de Perputxent, construcción de gran interés histórico.
Seguimos, en dirección noreste, el antiguo trazado del tren de Alcoy-Gandía, que en 1893 supuso un gran aporte a la economía local. Dicho recorrido discurre en paralelo al río Serpis, algo que da a esta ruta un aire de frescor y unos rincones de muchísima belleza.
Dejamos atrás los restos del castillo y pasamos por una carrasca centenaria monumental, así como por diferentes casetas de ferrocarril, vestigios de la época industrial.
Llegamos, en nuestro recorrido, a la Font dels Boteros, un pequeño manantial que aporta agua a una balsa, rodeada de vegetación y haciendo que el lugar sea un rincón para el refresco.
Nuestros pasos por la Vía Verde no llevan hasta el primero de los túneles, de algo más de 100 metros de recorrido, que nos traslada al otro lado de un cerro por donde discurre el río, lleno de remansos y pozas.
Ahora llegamos al Azud de l’Infern, una presa que nos ofrece una bonita cascada y sus hermosas instantáneas.
Seguimos nuestro itinerario y nos encontramos con nuevas casetas de ferrocarril y un depósito de agua.
Accedemos a un puente, cruzamos el Serpis y nos encontramos al lado de la Fábrica de la Llum, una central eléctrica, y su pequeña área de descanso, con sus bancos y mesas.
Seguimos caminando hasta llegar a un segundo y diminuto túnel, el que llaman del Garrofer. Aquí iniciamos el regreso al punto inicial; ahora sólo hay que desandar lo recorrido y pasar por los mismos puntos que en la ida.
Todo se realiza con una mínima dificultad, volvemos a pasar por el depósito de agua, por las casas del ferrocarril, por el Azud del Infierno, por el túnel, por la Font dels Boteros, etc…
Y siempre acompañados por el río Serpis y el cantar de sus aguas.
Accedemos hasta las inmediaciones del Castillo de Pertputxent y al auto.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Han sido unos 13 kilómetros, con un desnivel casi imperceptible, en un día nuboso, ventoso, algo fresco pero muy agradable. La compañía, de lujo.
La ruta de este jueves se desarrolla entre los términos municipales de Bocairent (Valencia) y Alfafara (Alicante), en pleno Parque Natural de la Sierra de Mariola, un recorrido por entre algunas de las masías, pozos y fuentes de la zona.
FONT DE L’ALBORETMAS DE L’ALBORETBALSA DE L’ALBORET
Dejo el auto en las inmediaciones del Mas de l’Alboret, su balsa y su fuente; aquí comienza la caminata preparada en mi gps.
Tomo la pista, Camino del Figueral, en dirección sureste, para llegar hasta el Mas de Monserrades; antes, en la senda, y en todo momento de suave ascenso, encuentro una hermosa piedra de molino.
MAS DE MONSERRADESMAS DE MONSERRADES
Termina la subida y continúo llaneando en la pista, hacia el sur/sureste, accediendo al Mas de Mingol y el Mas del Cipreret, una construcción totalmente reformada y convertida en casa rural.
MAS DE MINGOLMAS DE MINGOLMAS DEL CIPRERETMAS DEL CIPRERET
Ahora el camino me lleva, hacia el este, hasta las ruinas del Mas de Casa Nova y el Pou y Mas de la Bassa Roja.
MAS DE LA CASA NOVAMAS DE LA BASSA ROJAPOU DE LA BASSA ROJA
Retrocedo unos metros y tomo una senda hacia el norte hasta llegar a un tramo de la GR7.
Desde este punto, y durante unos cientos de metros hacia el oeste, llego a un desvío, una pequeña senda a mano derecha, donde comienza el regreso y el descenso al punto de partida.
GR7CABEÇÓ DE MARIOLA O ALT DE LA COVA
Desde aquí la senda se complica, se torna en una diminuta trocha/torrentera que hace que la bajada se haga con muchísima dificultad. Por momentos se me pasa por la cabeza que si, en este lugar, tropiezas, caes y pierdes el conocimiento… no te encuentra ni Dios!!!
Ahora, un desvío, igual de complicado, hacia la derecha me lleva al Mas y el Teular de la Malagana (en ruinas).
TEULAR DE LA MALAGANAMAS DE LA MALAGANA
Durante casi un kilómetro de maldita trocha la senda se suaviza y llego a una fuente y una balsa.
Sigo hacia el noroeste y el camino conecta con una pista donde se encuentra el Mas y el Pou de les Dotze de d’Alt.
Esta masía está totalmente cercada y no encuentro una salida. Tengo que forzar una de las rejas para poder salir del recinto… O eso o dejo que me coman los caballos, jajaja.
MAS DE LES DOTZE DE D’ALTPOU DE LES DOTZE DE D’ALT
Una vez me incorporo a la pista, llego a una bifurcación, tomo el ramal de la izquierda, hacia el oeste, y accedo al Mas de les Dotze de Baix.
MAS DE LES DOTZE DE BAIXMAS DE LES DOTZE DE BAIX
Ahora la vía conecta con el Camí de l’Alboret, en dirección oeste, hasta llegar al Mas del mismo nombre, que es donde ha dado comienzo esta caminata.
Llego al auto y regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Ha sido una ruta algo arriesgada y novedosa que ha tenido cerca de 11 kilómetros de recorrido, con un desnivel de 400 metros, hecho todo en un tiempo más que aceptable y en una mañana bastante nublada, fresca y brumosa.
En esta mañana de marzo, he optado por una caminata, próxima a la población de Banyeres de Mariola, que me hará recorrer algunos puntos interesantes de la Serra de les Fontanelles.
Dejo aparcado el auto en la inmediaciones del paraje del Molí de la Umbría, zona de ocio junto al río Vinalopó, y, desde este punto, comienzo mi recorrido.
Me dirijo, por pista, hacia la colina de la Serrella. Una pequeña subida para llegar a la Cova homónima y contemplar, desde lo alto, el paisaje del Molí de la Umbría.
Sigo la pista, en dirección sur/suroeste, hasta una primera bifurcación, tomo el ramal de la derecha, el que me lleva hasta el Assagador del Perolitet, PR-CV313, y al Mas y la Font del Perolit.
Ahora el camino, sigue siendo la misma PR, comienza una subida, brutal y serpenteante, en dirección sur, hacia el Collado de la Blasca.
Aquí no hay más cojones que hacer una parada para tomar aire, beber agua y comer alguna fruta.
Tras el descanso quedan unos 400 metros de fuerte ascenso, incluso con alguna que otra trepada, para llegar al vértice de esta sierra, la Peña de la Blasca (1120 m.s.n.m.).
Las vistas, desde esta atalaya, son increíbles; las sierras de Biar, de Onil, de Beneixama, de la Villa, de Mariola, etc… están a mi alrededor con su máxima belleza.
Comienza el regreso. Ahora tengo que deshacer el sendero hasta el collado y tomar el camino de descenso por la cara sureste de la sierra; una bajada brutal, de unos 500 metros, por una pista llena de cantos y piedras sueltas.
Ahora llego a una pista de descenso, bastante cómoda y en sentido noreste, que me acerca a un horno de cal, un cortafuegos, la Caseta del Gallo, la Font de la Mata y al Assagador de la Fontanella para conectar con el camino inicial que me lleva hasta la zona del Molí de la Umbría.
Unos cientos de metros después, accedo al vehículo y regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro, totalmente. Han sido algo más de 10 kilómetros, con un desnivel de unos 500 metros, hechos en un buen tiempo y con una mañana espléndida.
En este viernes de marzo, mi amiga Fina y yo, hemos realizado una caminata urbana por una localidad a la que yo le tengo un cariño muy especial, Otos.
Este es un municipio de la Comunidad Valenciana que pertenece a la provincia de Valencia, en la comarca de La Vall d’Albaida.
Según Joan Coromines, el topónimo Otos proviene del íbero y significa ‘aliaga’, arbusto esclerófilo muy extendido a lo largo de su territorio.
Durante la dominación árabe, Otos fue una alquería de la que, cuando la conquista cristiana, el rey Jaime I dio tierras a varios caballeros el 2 de mayo de 1248.
En este pequeño pueblo, de apenas 436 habitantes, podemos admirar sus monumentos más destacables, que son:
Castillo de Carbonera.
Antigua fortaleza situada en el Tossal de Carbonera en la sierra del Benicadell a 630 m de altitud. Esta construcción musulmana, dotada de un doble muralla, ocupaba una extensión superior a 3.500 m2 y en el siglo XV ya estaba destruida. Todavía conserva parte de sus murallas y el aljibe, así como la distribución de su interior.
Iglesia Parroquial.
Está dedicada a la Purísima Concepción y se edificó en la primera mitad del siglo XVIII. Es de estilo jesuítico y cuenta con tres naves, crucero y cúpula encamonada. Dañada durante la Guerra Civil, posteriormente ha sido restaurada en varias ocasiones.
Ermita de la Virgen de los Dolores.
Edificio del siglo XVIII y remodelada en el siglo XIX y en 2005. Situada en la zona alta del casco urbano muestra en sus bóvedas interesantes pinturas al fresco de estilo romántico, seguramente de la escuela de Muñoz Degrain.
Palacio del Marqués de Sant Josep.
(Siglo XVIII). Edificio señorial que presenta la estructura característica de los palacios de la Corona de Aragón, con tres alturas destacando en la superior una lonja formada por 18 ventanas de medio punto. Tras constantes cambios de uso y de propietarios, el edificio fue rehabilitado entre 1996 y 2002. En la actualidad alberga la sede del ayuntamiento y de otros servicios públicos como la biblioteca municipal, la sala de exposiciones y una colección etnológica, además de un interesante jardín.
Y, por supuesto:
La ruta de los relojes de sol.
Por ello, a día de hoy, Otos es considerado el pueblo de los relojes de sol.
En el año 2005 se inauguró en el municipio la ruta de los relojes con estas primeras ocho piezas de autores de renombre:
1 – ‘La norma no es un dogma‘, de Andreu Alfaro.2 – ‘Reloj de barro‘, de Arcadi Blasco.
3 – ‘Unión‘, de Elisa Martí.4 – ‘Reloj de los pimientos‘, de Rafael Armengol.
5 – ‘Reloj bicicleta‘, de Antoni Miró.6 – ‘Venimos del norte, venimos del sur‘, de Rafael Amorós y Joan Olivares.
7 – ‘Polifemo‘, de Manuel Boix.8 – ‘Melón sol‘, de Artur Heras.
Desde entonces, se fueron incorporando muchos más relojes, ya no sólo de sol, también de luna, hasta superar, a día de hoy, los cuarenta.
SIMFONÍAELS FRUITS DEL FORN9 D’OCTUBREL’HORTA DEL TÍO BRUNORELOJ ECUATORIAL9 DE ABRILMUIXERANGAFRONTERA DEL PALACIOMUSSOLCARPE DIEMVIVERE MEMENTOSUM SI SOL SITPRIMAVERESQUI TÉ SOL QUÉ MES VOL?LA FONT DE LA VIDARELOJ DEL LAVADEROEL TIEMPO ENSEÑARELOJ DE LA DISCAPACIDAD Y LA SUPERACIÓNRELOJ AGNOMÓNICOEL AÑO 10RELOJ ANDALUSÍRELOJ DE LA ACOGIDARELOJ DEL REPOBLAMENTHOMENAJE AL TIEMPOPEDRA DE BASSETEL SOL BRILLA PER A TOTSSOL LUCIT OMNIBUSRELOJ EL PLANETARIRELOJ ANALEMÁTICCOMPENDIUMRELOJ ECUATORIAL IIIRELOJ ECUATORIAL IIRELOJ ECUATORIAL I
Fina y yo hemos intentado, al máximo, exprimir las bellezas que muestra esta población, a pesar de ser una localidad tan pequeña.
Hemos acabado la jornada comiendo en el restaurante de ‘Ca les Senyoretes’ para ponerle el broche de oro a este día tan especial.
Regresamos después a Alicante.
RELOJ ENSALADILLA RUSA 🙂
Valoración: 4****
Recomendable: Alguien puede pensar que voy a decir que no, al contrario… muy recomendable. Gran día e insuperable compañía.
Para este día tenía pensada otra caminata totalmente distinta a la que, finalmente, he decidido hacer.
Ya que para mañana tengo otra actividad preparada, he optado, este jueves, por una ruta cercana y ‘algo’ sencilla; elijo la sierra de la Argueña y la subida a su cumbre, la Replana.
Este es un recorrido que, con alguna que otra variante, he realizado en numerosas ocasiones, unas veces en solitario, otras en compañía, en días luminosos, en jornadas nubosas y de frío, con un calor bochornoso, con muchos y diferentes estados de ánimo, etc…
Hoy, mañana fresca y despejada, dejo el auto en las cercanías de la Font de la Carrasca y del depósito contra incendios, tomo la senda que sube, por la umbría de la sierra, hasta la pista donde se encuentra la magnífica finca del Mas del Carrascal, sigo subiendo, llego al Pou de Neu del Carrascal, una de las más bellas cavas de nieve de la provincia, continúo en ascenso hasta llegar al Collado de las Hermosas, aquí una breve parada y, seguidamente, me dispongo a afrontar el último trecho de fuerte subida para llegar a lo más alto y, después de llanear un rato, acceder al vértice geodésico de esta sierra de la Argueña, la Replana (1229 m).
Tiempo, en la cumbre, para el refresco y comer alguna fruta.
Seguidamente comienza el retorno al punto de partida. Sólo hay que deshacer los pasos realizados y pasar por los mismos lugares que en la ida, salvo que al llegar al Mas del Carrascal cambio el rumbo, sigo por la pista, rodeo el cerro de Cabeçó de Paella y accedo, por su ladera norte, al lugar donde se encuentra mi vehículo.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Han sido algo más de 9 kilómetros, con un desnivel superior a 400 metros, hecho todo en muy buen tiempo y con una mañana limpia y luminosa.
La caminata de hoy, cercana y sencilla, la iniciamos, Raúl, Paco, Pedro y yo, desde el parking del hotel de Xorret de Catí.
Dejamos el auto y nos dirigimos por pista, pasando por el área recreativa, con su arboleda, su fuente, su estanque y sus bancos, y nos encaminamos hacia el sur para realizar una caminata por esta estupenda zona del Paisaje Protegido de las Sierras del Maigmó y del Cid.
Llegamos hasta el cruce de caminos de la Ferrería; en esta encrucijada coinciden muchas de las rutas (pr’s) que atraviesan estas sierras alicantinas.
Tomamos la pista, a nuestra izquierda, para dirigirnos ahora hacia las Peñas de la Foradá, un curioso conjunto de elevados peñascos donde se practica escalada.
Rodeamos estos riscos y continuamos el camino, seguimos en dirección sur, llegando a la bifurcación que hay en la vertiente norte de los Rasos de Catí y las Lomas de Puça.
Siguiendo la senda de la derecha, entre un hermoso pinar, nos acercamos al Racó de la Servera.
Aquí nos incorporamos a la pista que, en dirección noroeste y pasando por la Casa del Calafate, nos lleva hasta el Cantal del Moro; otro gran peñasco también con vías de escalada.
Ahora, la estrecha senda nos dirige, hacia el oeste, al Albergue y Zona Recreativa de La Rabosa; un espacio de ocio muy conocido que pertenece al Centro Excursionista de Elda.
Un descanso en este lugar para beber y comer algo. Seguimos después el itinerario marcado.
Tomamos el camino de subida del Racó de la Bola, hacia el noreste, por donde pasa la PR-CV29 y la PR-CV33, y llegamos al Collado de Amorós; otra gran encrucijada de rutas.
Aquí seguimos la senda ascendente, por el noreste, hasta llegar a la pista, ahora hacia el oriente, como los Reyes Magos 😉 , pasando por la caseta de vigilancia y por la Ermita de la Purísima.
En este punto ya sólo nos queda volver al cruce de la Ferrería, deshacer el camino que nos llevó a ella, en el comienzo de la ruta, y volver al Hotel Xorret de Catí y al coche.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Siempre, por supuesto. Han sido cerca de 12 kilómetros, con un desnivel de unos 300 metros, en una jornada esplendida y una compañía fabulosa.
Hoy, la caminata me lleva hasta la población de ‘Les Cases del Senyor‘, pedanía de Monóvar, en la comarca del ‘Vinalopó Mitjà‘.
La ruta de este día comienza en el sur del municipio, en el ‘Barranc de la Caseta‘, a las faldas de Monte Coto (Sierra de la Taja), junto a la ‘Font de l’Almorquí‘, lugar donde dejo el auto.
Sigo la sinuosa pista del barranco que asciende, entre pinos, por la umbría de la sierra, hasta llegar al ‘Collado del Coto‘ y al ‘Pi Farola‘, un importante cruce de sendas, pasando antes por una curiosa carbonera y un horno de cal.
En esta encrucijada sigo, a mano izquierda y en dirección noreste, la misma pista, que lleva el mismo nombre, ‘Barranc de la Caseta‘, y que sigue ascendiendo hasta llevarme al puesto de vigilancia, en el ‘Alt Redó‘ (960 m), pasando por varias e importantes canteras de mármol.
Desde este punto, el más elevado de mi caminata, deshago mis pasos y vuelvo, por la misma pista, al ‘Collado del Coto‘. Ahora, en este cruce, tomo, en dirección suroeste, el ‘Camí de Robles‘.
En suave ascenso y durante unos 500 metros, paso por la Cueva de la Campana y un bonito mirador, desde el que se contempla la inmensidad de la sierra y sus alrededores. Llego a una primera bifurcación, tomo el ramal de la derecha, dejando la pista, y ahora la senda me conduce, durante 2’6 kilómetros, en suave descenso y en dirección oeste, a una importante bifurcación, pasando por ‘El Reclot‘ (914 m), el ‘Alt de la Cova dels Ninyos‘ (887 m) y el depósito contra incendios.
Una vez llegado aquí, tomo el ramal de la derecha, conecta con la PR-CV3, sigo en ella durante unos 700 metros, en dirección norte, y conecto con la vereda que me lleva al ‘Collado de les Enzebres‘.
En este último tramo (desde prácticamente el depósito contra incendios) estoy próximo a la población de Enzebras, pedanía del municipio de Pinoso.
Por pista de tierra, cemento y asfalto, llego al collado, aquí otra importante intersección, tomo, en este punto, el camino asfaltado de la derecha, coincidente con la GR7, que me lleva, de nuevo por el término municipal de Monóvar, hasta la ‘Font Canaletja‘.
En este manantial y en dirección este, dejo la GR7 y tomo la senda, a mano derecha, que me conduce hasta la ‘Font de l’Almorquí‘ y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro que sí, sin duda. Han sido, entre unas cosas y otras, cerca de 13 kilómetros, con un desnivel de algo más de 400 metros, hechos en un tiempo bastante correcto y en una mañana espectacular.
Para este primer martes de marzo, Paco, Raúl, Jesús, Óscar y yo, nos hemos dirigido a la población de Benilloba, en plena comarca de El Comtat, para realizar un recorrido por los alrededores de esta localidad y admirar algunos de los rincones interesantes de su término.
Dejamos el auto en plena ‘Avinguda de Valéncia‘, carretera CV-70, y comenzamos nuestra caminata dirigiéndonos, hacia el sur, por el callejón que entra al lavadero público.
Seguimos saliendo del pueblo, por el sur, llegando al cruce con el río Frainós (o río Penáguila).
En una primera bifurcación, tomamos el ramal de la derecha (vía cementada) que nos comunica con el cruce de la CV-787 (carretera de Benilloba a Benifallim).
Cruzamos al otro lado de la CV-787, seguimos la vía llamada ‘Costera de la Condomina‘, ahora en dirección suroeste y en ascenso, durante 900 metros, pasando por el ‘Maset d’Iborra‘.
Tomamos una pequeña senda, a mano izquierda, en sentido sureste/este, hasta llegar al ‘Alt de la Condomina‘ y, en este punto, comenzar a descender…
En nuestra bajada encontramos un pequeño y descuidado abrevadero y las ruinas de una antigua casa de cazadores; aquí hacemos una pausa para beber y comer algo.
Seguimos descendiendo hasta llegar a la CV-787.
Pasamos esta intersección, seguimos, ahora ascendiendo por senda, para llegar al ‘Tossal de Espinós‘ y, en este punto, nuestra intención es llegar al ‘Barranc del Pont‘, conectar con el antiguo viaducto y alcanzar el curso del río ‘Frainós‘.
Misión imposible, se queda sólo en la intención, no encontramos el camino que enlaza con el otro lado del barranco. Realizamos varios intentos, por otros caminos vecinos y no tenemos éxito.
Finalmente optamos por volver a la carretera y llegar a Benilloba por la calle cercana al lavadero público.
Entramos al pueblo, callejeamos por los alrededores de la Iglesia y tomamos la pista ‘Camí de la Teulería‘ que nos conduce, dirección norte, al ‘Paraje del Molí del Salt‘.
En este rincón del municipio podemos encontrar un recorrido corto y asequible, siguiendo las aguas del río Frainós/Penáguila, un área recreativa, un puente de piedra, unas pozas y el ‘Molí del Salt‘; una interesante construcción (en ruinas) del siglo XVIII y su bello salto de agua, aunque con esta persistente sequía apenas si tiene un hilo de agua.
Ahora ya sólo nos queda deshacer lo andado en esta zona de recreo, volver al pueblo, comer en uno de sus restaurantes, llegar al vehículo y… cada mochuelo a su olivo.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Absolutamente aconsejable. Han sido cerca de 12 kilómetros, con un desnivel de 400 metros, hechos a buen ritmo, en un día despejado y luminoso, y una compañía de lujo.
La caminata de este jueves, último día de febrero, es una de las que estaban preparadas para el martes pasado pero, debido al fuerte vendaval, se tuvo que posponer.
Hoy, en una mañana mucho más agradable, me he acercado a las inmediaciones de la localidad de Biar, concretamente a la bifurcación de pistas, la que conduce al Mas de Fontalbres y la que sube a la cima del Reconco. Allí, en una replana junto al depósito contra incendios, aparco el vehículo y comienza la ruta de esta jornada.
Mas de BovoMas de Soler
Tomo la pista hacia Fontalbres, que también es el Camino de Santiago del Sureste y la PR-CV55, y paso por los alrededores de algunas fincas, como el Mas de Bovo y el Mas de Soler.
Llego hasta el paraje de la Fonteta de Soriano y, unos 200 metros después, en la bifurcación, tomo el ramal de la izquierda para llegar al Mas de Camarasa.
Font de Soriano
Quinientos metros de descenso, en dirección norte, y llego al barranco de Fontalbres, 700 metros de pista y me incorporo, a mano derecha, a una senda estrecha que sube zigzagueando por la sierra, hacia el noreste, y me lleva a la zona de la Loma Rasa.
Mas de CamarasaBarranco de FontalbresAl fondo la población de Biar y su castillo
Ahora camino por la parte más alta de mi recorrido, la pista me lleva a conectar con la PR-CV55, muy próximo al Alt de la Creu.
Loma Rasa
Sigo en la PR, tomando la pista a mano derecha, y llego en descenso a una importante encrucijada; la pista de la derecha, que es la opción que tomo, me lleva hasta el paraje de la Font del Xorro.
Por una pequeña vereda llego a la fuente. Aquí, un rato de descanso en este surtidor de agua para beber y comer alguna fruta.
Font del Xorro
Deshago mis pasos y regreso a la pista (PR-CV55), ahora en dirección sureste.
Paso por las inmediaciones del Mas de Fontalbres y por el desvío al sendero botánico del Reconco.
Mas de FontalbresInicio sendero botánico
Poco después llego al cruce/desvío que me llevó, al comienzo de la ruta, hasta el Mas de Camarasa.
Font de Soriano
Ahora conecto con el camino inicial, paso nuevamente por la Fonteta de Soriano, las fincas del Mas de Soler y Mas de Bovo, llego hasta el depósito contra incendios y al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Han sido, entre subidas y bajadas, unos 12 kilómetros, con un desnivel de 330 metros, hechos en un tiempo correcto y una mañana espléndida.
Una jornada que ha comenzado bastante caótica; el fortísimo viento ha sido uno de los motivos por el que Paco no ha podido realizar la caminata y Raúl por asuntos familiares tampoco. Así que, finalmente, nos hemos animado Óscar, Jesús, Reme, Pedro y yo (aunque con bastantes reservas).
La rachas de viento han hecho que hayamos cambiado un par de veces de destino a la hora de hacer una caminata.
En el último momento hemos decidido acercarnos a la población de Biar para hacer una ruta urbana.
Primeramente nos hemos dirigido por el ‘Camí de la Mare de Déu’ hasta el ‘Santuari de la Mare de Déu de Grácia’, pasando antes por el pozo de nieve de la población.
Hay que sumarle al caos del día el hecho que, hasta la llegada al santuario, mi móvil, que funcionaba perfectamente, ha decidido morir (así como suena) y todas las fotos realizadas han desaparecido.
Las instantáneas que completan este reportaje son la realizadas por Pedro y, en su mayoría, por Óscar; sin su bondad y generosidad, esta entrada en la web sería una auténtica ‘cagarruta’.
Hemos hecho un recorrido por el pueblo y hemos subido al castillo desde donde hemos admirado sus bellísimas panorámicas.
Una bajada por la ladera norte y nos hemos puesto en camino hacia la ‘Avinguda de Banyeres’ para llegar, por sendas y trochas, al acueducto.
Unas cuantas fotos en esta maravilla arquitectónica y nos hemos puesto en marcha nuevamente para llegar al pueblo, por la ‘Rambla del Derramador’.
Callejeando llegamos hasta el restaurante donde vamos a comer; ahora todo perfecto.
Al terminar, nos dirigimos a los vehículos y… regresamos a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: A pesar de las dificultades iniciales, totalmente recomendable. Biar es un pueblo lleno de historia y de encanto. Han sido algo más de 6’50 kilómetros, con un desnivel de 170 metros, en un día algo chungo pero llevadero y con una compañía de lujo (echando de menos a los ausentes, por supuesto).
Curioseando en una página de senderos me fijé en una ruta que me llamó la atención; una zona que conozco bastante bien y me sorprendió lo que en ella podía encontrar.
No he dudado ni un momento, hoy me he dirigido al sur de la población de Ibi y, por hacer algo más de recorrido, he preparado una caminata que, primeramente, me llevará hasta la sierra del Quartell y, dando un rodeo por entre barrancos, me hará llegar hasta el punto que ha llamado totalmente mi atención.
Dejo el coche cerca del parking de camiones que hay entre la autovía del Mediterráneo y la rambla Gavarnera (barranco de Ibi), comienzo la andadura, en sentido norte, por la senda que va en paralelo al camino de servicio.
Giro a la derecha por la pista cementada que lleva al Pla de Sempere y 400 metros después tomo la senda de la derecha hasta llegar al viejo caserón (algo ruinoso).
Desde este lugar se pueden contemplar los campos de olivos y almendros de la zona; ya el almendro está perdiendo la flor y verdea.
Ahora sigo la vereda, en ascenso y dirección sureste, que me lleva a las estribaciones de la sierra del Quartell.
Ascenso primero, descenso después para llegar al barranco y el camino de Daroqueta, a la casa de los ‘colorinchis’ , la pista cementada de subida a la cima del Quartell y al collado Roch.
Vistas espectaculares de las sierras de los alrededores y de los distintos picos que, desde aquí, se contemplan.
Llegado al punto más elevado de esta caminata (988 metros) comienzo el regreso.
Tomo la senda/trocha, en dirección noroeste, del barranco dels Argamells, en ocasiones en brusco descenso,
Comienza ahora una subida hasta una pista para seguir descendiendo hasta llegar al barranco de Daroca, pasando antes por una pequeña caseta (seguramente de labranza) donde hago un receso para beber y comer una fruta.
La pista asfaltada me lleva en paralelo por el barranco de Daroca hasta llegar a la carretera CV-798, la que une las poblaciones de Ibi y Tibi.
Caminando unos pocos metros por esta vía para desviarme, a mano derecha, por los caminos que me acercan al Mas de la Riba Roja y nuevamente al barranco dels Argamells.
Paso por una antigua construcción y un pozo (en ruinas) y por una cantidad de parcelas de cultivos (campo a través) que me hacen pensar que hay que replantear esta parte del itinerario.
Pese a todo, por fin, accedo al Paraje Natural de la Font Negra.
Esto es realmente lo que ha motivado toda esta caminata.
Cuando vi las fotografías que otros senderistas y caminantes habían puesto en sus páginas y webs me quedé loco; no me esperaba que tan cerca de Ibi hubiera este magnífico salto de agua y esta poza.
Una pequeña área recreativa, con sus bancos, sus mesas y la fuente (la Font Negra en cuestión) con un abundante chorro de agua.
Sorprendido y ojiplático abandono esta zona de recreo y tomo la pista que, unos cientos de metros después, me acerca hasta el vehículo.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido, entre unas cosas y otras, cerca de 11 kilómetros y unos 350 metros de desnivel, en una mañana algo más fresca que en días anteriores, bastante ventosa pero agradable.
En esta ocasión, Jesús, Raúl, Paco, Reme, Pedro y yo, nos hemos dirigido a Catamarruch, localidad pedánea de la población de Planes, perteneciente a la comarca de El Comtat, para realizar una caminata por la vecina Sierra de la Almudaina y visitar algunos de sus puntos de interés.
Dejamos los autos en esta aldea, en la calle de Jeroni Bernat, junto a la estupenda plaza/terraza/mirador, y, desde aquí, damos comienzo nuestra andadura.
Tomamos la pista que, en dirección sur, se aleja del pueblo y nos lleva hasta el barranco de Benialfaquí. Comienza, desde este punto, el ascenso. Llegamos a una primera e importante bifurcación, tomamos el ramal de la derecha y, con una importante subida, por pista y por senda después, alcanzamos las imponentes paredes de las Peñas de la Cova Negra, en la cara norte de la Sierra de la Almudaina.
Llegamos a las peñas de la cueva y, en este abrigo, se debería poder contemplar el curioso petroglifo de una cruz sobre una piedra de sus paredes; algo que nos ha resultado totalmente imposible por más que hemos observado el lugar.
De todas formas, adjunto una foto del petroglifo tomada por otro usuario, para que veáis a qué me refiero.
Algo decepcionados, seguimos nuestro itinerario, bordeando la espectaculares paredes, hasta llegar al Corral de Cendra, una construcción en plena sierra, con unas magníficas vistas del Valle de Planes.
Continúa nuestro ascenso, por pista, pasando por el Bancal de Cabota y unos cientos de metros después, la dejamos para tomar una pequeña senda, a mano izquierda y en descenso, al camino de regreso.
No sólo iniciamos el retorno al lugar de partida, también, en este punto, el paisaje da un drástico giro y nos encontramos en los límites del incendio que hubo hace un par de años y que devastó más de 20.000 hectáreas.
Ahora caminamos en dirección este, hasta llegar a una nueva pista, en la zona de Els Cocons.
Pasaremos por El Portell y los corrales de Cantacuc y del Retor, rodeados de esqueletos de árboles calcinados.
Seguiremos por la serpenteante vía, en dirección noroeste, y llegaremos a la zona de La Planissa, ahora algo más verde y frondosa.
En esta parte del recorrido accedemos a la pista por donde comenzamos la ruta y, 1’3 kilómetro después, llegamos a Catamarruch y al auto.
Hacemos una parada en Planes para comer y…
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente. Han sido cerca de 12 kilómetros, con un desnivel de unos 500 metros.
Francamente se nos ha hecho bastante pesada, sobre todo el regreso por pista, muy pedregosa y con tanta arboleda quemada. El día caluroso y despejado y la compañía de lujo.
En el término municipal de Albaida, concretamente en un claro de la carretera CV-6170, la que conduce a la Casa del Guarda Forestal y a la Cova Alta, da comienzo la caminata de este jueves de febrero.
Dejo el auto y tomo la pista que, a mano izquierda, se adentra en el Paisaje Protegido de la Umbría del Benicadell, en su vertiente oeste, para efectuar una ruta por algunos lugares interesantes de esta parte de la sierra.
A pocos metros de la pista, tomo una senda, por la izquierda, que me lleva hasta las ruinas de la Ermita Monasterio de Santa Ana, una serie de construcciones, cercadas para su protección, que datan de entre los años 1410 y 1560, que se trata de un Bien de Relevancia Local y que, en su día, fue visitado por San Vicente Ferrer.
Ahora me dirijo, en dirección norte, hasta el Molí de d’Alt / Casa Molino Martínez, tomando después, hacia el este, la senda que me lleva, en suave subida, a la Fuente de San Luis.
FONT DE SANT LLUIS (APENAS UNAS GOTAS)
Sigo ascendiendo durante unos 400 metros para llegar a pista descendente, en dirección norte, que me conduce hasta el Albergue Municipal El Regit y la entrada al municipio de Atzeneta de Albaida.
Aquí, sin entrar en el pueblo, me desvío por pista, hacia el sureste y siguiendo el Barranco de Atzeneta, hasta llegar a la Font de l’Arrier.
FONT DE L’ARRIER (SECA)
En este punto la pista se torna senda y me lleva, en subida algo más potente, a una nueva fuente, la de l’Anohueret.
FONT DE L’ANOHUERET (SECA)
Conecto con una nueva pista, que casualmente es parte del Camino de Santiago del Sureste, y me conduce a otra de las fuentes de esta ruta, la Font de Pla de Roda.
FONT DE PLA DE RODA (TOTALMENTE SECA)
En este punto, hay varias sendas, toda ellas en distintas direcciones. La que me señala el gps es otra totalmente diferente, intento seguir los pasos marcador por la máquina y me lleva a un campo a través, lleno de maleza, aliagas y espinos. Hago algún que otro intento y, finalmente, decido retroceder, volver al cruce que me llevaba a la Font del Anohueret… y allí replantearme la ruta.
Al llegar al cruce decido continuar la pista, el Camino de Santiago del Sureste, pero, esta vez, en dirección suroeste.
A unos 300 metros tomo una trocha, a mano izquierda, que me llevará a incorporarme al camino que me indica el gps.
Llego hasta Les Tosquetes, un lugar que cuando hay lluvias (algo que hace muchísimo tiempo ni se ve por la zona) se forma una curiosa y atractiva cascada. Aquí surge otro contratiempo, la senda que lleva a Les Tosquetes está llena de maleza, ramas, troncos y, todo esto, hace casi imposible realizar la visita.
Un ligero retroceso para tomar la pista que, primero hacia el este, unos 200 metros al sur y después al oeste, andando en paralelo a la autovía A7, pasando por la Casa del Sau (en ruinas), hará que comience el regreso al punto de partida.
Continúo en la pista, durante unos 2,5 kilómetros, y paso por debajo de la autovía para encontrarme con el Nacimiento Sequia del Port.
Ahora toca seguir, en dirección norte, el curso del río Albaida hasta llegar a la pista que me lleva al claro donde se encuentra mi auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Para nada. Nooooo, es broma!!! Claro que es recomendable. Han sido, entre unas cosas y otras, algo más de 11 kilómetros, con un desnivel de 300 metros, hechos en un tiempo aceptable y en una mañana estupenda.
A unos 2’5 kilómetros al sur de la población de Relleu, en la zona de ‘Les Cases de les Rigueres’, en un claro del ‘Camí d’Amadorio’, dejamos los vehículos y, Reme, Paco, Pedro, Raúl, Jesús, Elena, Óscar y yo, damos comienzo la ruta que nos llevará, en este término de la comarca de ‘La Marina Baixa’, a visitar algunos de los puntos de interés de la misma.
Tomamos la senda que durante 1’7 kilómetros, y en dirección sureste, nos conduce hasta la presa del pantano. Llegamos hasta la caseta de acceso al llamado ‘caminito del rey alicantino’, a eso de las 11:15, tenemos reservadas las entradas, pagamos los tiques y realizamos el recorrido por la Pasarela de la Presa de Relleu.
En abril del 2022, algunos de los componentes, ya realizamos este trayecto pero, en esta ocasión, el grupo se ha incrementado y a la pasarela le han añadido un nuevo tramo, que no nos lo queríamos perder.
Terminada la visita, comenzamos el camino hacia el pueblo, en dirección noroeste, bordeamos el pantano por la zona de ‘Les Pequerines’, atravesamos el río Amadorio, accedemos a la pista asfaltada del ‘Camí d’Amadorio’ y, ascendiendo 2,5 kilómetros después, llegamos al municipio.
Nuestra idea, dependiendo de la hora de llegada a Relleu, es la de recorrer sus calles y visitar su castillo.
Hemos llegado con tiempo suficiente y, finalmente, unos hemos preferido quedarnos en el pueblo y tomarnos unas cervezas en la plaza de la iglesia de Sant Jaume, junto a Andrés y Carmen (dos colegas que han venido a comer con nosotros), mientras otros se han marchado a visitar el castillo, la ermita de Sant Albert y el lavadero municipal.
Después hemos llegado todos, a la hora convenida, al restaurante donde tenemos hecha la reserva y nos hemos pegado una comilona de tres pares de narices.
Al terminar la comida nos despedimos de Andrés y Carmen e iniciamos el regreso al punto de partida.
Tenemos que tomar la senda ‘Camí de la Depuradora’ que sale de Relleu, en paralelo a la CV-775, y nos conduce por ‘Las Mediasas’, cruzando nuevamente el río, pasando por el ‘Pla del Sagal’ y llegando al ‘Camí d’Amadorio’ y al lugar donde tenemos los coches.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: De todas todas. Han sido unos 11,23 kilómetros para los que han hecho el ascenso al castillo, 9,35 km para los que nos hemos quedado en el pueblo, con un desnivel que oscila entre los 305 y los 260 metros, según la opción, en un día estupendo y con una compañía magnífica.
Una vez más, como tantas otras, la caminata a realizar será por el Paisaje Protegido de las Sierras del Maigmó y del Cid, más concretamente en el espacio de la Replana del Pino, cerca del Collado del Portell de Catí.
Aquí dejo el coche y da comienzo la ruta preparada para este hermoso día de febrero.
En esta ocasión, Óscar y yo, tomamos una de las pistas que, hacia el este, rodea la Sierra del Carrascalet por su ladera de la umbría hasta llegar a una primera bifurcación. En este punto optamos por el ramal de la derecha, y en dirección sur, coincidiendo con las PR-CV 85 y PR-CV 31, nos dirigimos hacia el Alt de Guisop y las Antenas de Pedro Payá.
Obviamos el desvío al Alt de Guisop y llegamos a la zona de las antenas.
Aquí, ante las magníficas vistas de las cimas de los alrededores (Maigmó, Maigmonet, Alt de la Ximenera, Peñas de la Foradá, El Cid, etc…) y la costa alicantina, hacemos una pausa para contemplar, beber y comer algo.
Comienza ahora el camino de regreso al punto de partida. El descenso lo hacemos por la pista asfaltada de acceso a las antenas; una carretera zigzagueante, en sentido norte, que nos lleva en descenso, pasando por el depósito contra incendios, hasta la senda, a mano izquierda, que nos dirige al Pou de Neu de Planisses.
Llegamos a esta cava de nieve y seguimos la pista que nos conduce a las Casas de Planisses.
Después del paso por estas edificaciones (en estado ruinoso) y sus campos de cultivo, la pista, en dirección oeste, da paso a una estrecha senda, a mano derecha, que nos lleva, por entre un hermoso bosquecillo de carrascas y pinos, a conectar con la pista inicial (desde donde comenzó esta ruta) .
Sólo nos queda llegar hasta la Replana del Pino y acceder al auto.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido cerca de 11 kilómetros, con un desnivel de 320 metros y en una mañana, aunque algo brumosa, espléndida y luminosa.
Hoy estoy acompañado por Jesús, Pedro, Óscar, Paco, Reme y Raúl, nos dirigimos hasta la ciudad de Alcoy, concretamente al barrio de Batoi y, a las afueras del mismo, en un claro del ‘Sendera del Blai Giner al Regadiu’ dejamos el auto y comenzamos nuestra caminata de febrero por estos parajes alcoyanos.
Por pista, nos acercamos hasta la Font del Quinzet, lugar donde, además de la fuente (ahora sin agua), se reúnen los ríos Polop y Barxell. formando una pequeña zona recreativa, con su pequeña cascada (con esta sequía, muy muy pequeña), sus mesas y sus bancos.
Tomamos la pista que, en dirección sureste, nos incorpora, en suave ascenso, hasta un tramo de la Vía Verde. En este punto, ahora hacia el oeste/noroeste, caminamos por dicha vía atravesando dos de sus túneles y pasamos por un área de descanso para llegar al ‘Pont de las Set llunes’.
Seguimos por la Vía Verde, pasamos por un nuevo túnel, llegamos al Viaducto del Barxell y, poco después, a mano izquierda, encontramos una pequeña fuente y una senda ascendente que serpentea y nos conduce hasta las Casas del Salt.
Este núcleo urbano, situado al suroeste de la ciudad, próximo a la carretera CV-795, la que lleva a Banyeres de Mariola, destaca por estar ubicado sobre un gran acantilado desde, sobre todo en tiempos de lluvia, donde se puede disfrutar de su famoso Salt, una cascada efímera que ofrece el río Riquer o Barxell al precipitarse al vacío.
Dejamos las Casas del Salt y nos dirigimos, pasando al otro lado del río Barxell, a una senda donde se encuentra una cueva/abrigo y una serie de ‘miradores’ (las vistas son especialmente espectaculares). Seguimos el camino, ahora en descenso, para llegar a la zona del ‘Racó de Sant Bonaventura’.
En este gran espacio recreativo, el río Polop tiene una serie de saltos de agua que le dan un atractivo especial, una explanada con mesas y bancos, una hermosa arboleda y la ‘Font del Molí de Baix’.
Tras unos minutos de disfrute en este hermoso lugar tomamos la senda que, siguiendo el curso del río Polop, nos lleva hacia el este y nos hace pasar por debajo del Puente de las Siete Lunas.
En varias ocasiones tenemos que atravesar, entre la frondosa vegetación, las aguas por diferentes pasarelas, pasamos por algunas pozas, un azud y, finalmente, el camino nos lleva hasta la ‘Font del Quinzet’, unos doscientos metros después llegamos donde se encuentra el auto.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Ya sabéis, eso siempre. Han sido algo más de 10 kilómetros, con un desnivel de unos 313 metros, en una mañana relinda y con una compañía guapa, guapa, la matraca.
Hoy, para estrenar el mes, decido hacer una ruta nada complicada por uno de los montes alicantinos.
En el kilómetro 17’8 de la carretera CV-780, la que une las localidades de la Torre de les Maçanes con Benifallim, a la altura del puerto de montaña de la última población (1010 m), dejo el coche y comienzo la caminata de esta jornada.
Early morning: 0 clouds, 0 winds, 0 degrees.
Tomo la pista que, en dirección suroeste, me lleva primero en suave ascenso, por el llamado Azagador del puerto, hasta el depósito contra incendios.
Ahora la subida va en aumento, pasando por la senda que rodea la falda sur de la Serra de Rontonar, hasta llegar al Pou de Neu del mismo nombre.
Un breve descanso en esta cava de nieve para beber y contemplar las vistas de los alrededores y comienzo el último tramo hasta la cumbre.
Un ascenso algo más exigente por la cara sur de la Serra dels Plans, por vereda en un primer momento y por la pista, la Costera de la Mare de Déu, después, hasta alcanzar el vértice geodésico de esta sierra, Plans (1330 m).
Después de unos minutos en lo alto, gozando de las magníficas vistas, comienzo el regreso al punto de partida.
En esta caminata, tanto la ida como la vuelta, se hace por el mismo sitio. Ahora el sentido es hacia el noreste y paso por los mismos puntos que en el comienzo…
La Costera de la Mare de Déu, la vereda, el Pou de Neu, la senda por la cara sur de la Serra de Rontonar, el depósito contra incendios, la pista Azagador del puerto y el coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto, sin dudarlo. Han sido algo más de 9 kilómetros y con un desnivel de 310 metros.
En este día, y para despedir el mes de enero, Jesús, Paco, Pedro, Reme, Raúl y yo, hemos optado por una caminata conocida y sin demasiada dificultad por las sierras de la Carrasqueta y del Cuartel.
Dejamos el auto a unos trescientos metros del Mas de Sant Ignasi (1025 m) y a cuatrocientos del puerto de montaña de la Carrasqueta, donde comenzamos la ruta de esta jornada, fría y gris.
Tomamos, hacia el oeste, el Camí de Vivens, pasando por el Maset de Brossa y la Casa de Miralles.
Continuamos la pista, dejamos atrás el Mas de Don Francisco y llegamos al Puntal de los Quemados.
Las panorámicas, desde este punto, de las sierras alicantinas de la Penya Roja, con el Migjorn, de la Grana, de Almaens, del Cabeçó d’Or, etc… son realmente espectaculares.
A los pocos metros de pasar por el Puntal, cogemos una senda a mano derechaque nos hace pasar por la Penya Pina y nos acerca hasta la pista, ahora en dirección noreste, llamada Camino de la Umbría.
Por la cara norte de la sierra del Cuartel llegamos hasta el Refugio de montaña de Esbarzerets (1161 m) y, continuando la pista, accedemos al vértice geodésico, Carrasqueta (1205 m).
Aquí, las ya inevitables instantáneas en la cumbre.
Iniciamos el regreso al punto de partida, deshacemos nuestros pasos hasta el refugio y, ahora, tomamos una senda, a mano izquierda, Camí Vell de la Torre de les Maçanes, que, en suave descenso, nos comunica con el Camí de Vivens (a la altura, más o menos, de la Casa de Miralles).
Aquí sólo tenemos que seguir la pista hasta llegar al Mas de Sant Ignasi y, antes de llegar al coche, visitar el pozo y la cava de nieve de esta masía. Después, alcanzar el auto y…
Regresar a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido algo más de 11 kilómetros, con un desnivel cercano a los 300 metros, en un día estupendo y con una compañía fabulosa.
Para este último jueves del mes la ruta elegida ha sido una caminata por los alrededores de la población de Tibi, localidad a la que acudiremos, al finalizar la actividad, para realizar una comida de aniversario.
Jesús, Pedro, Paco, Reme, Raúl y yo hemos dejado el auto a la entrada del pueblo, cerca de la CV-8102, junto al cauce del Río Verde. Desde este lugar hemos comenzado nuestro itinerario tomando la senda que, yendo contra corriente, acompaña al río en dirección norte.
Pasamos por los molinos de David y de Colau, así como la casa de la Volta Blanca, teniendo que cruzar en varias ocasiones las aguas y llegando a la zona de la Foieta del Conill desde donde, ahora por camino asfaltado, nos dirigimos en dirección este, hasta el sendero que nos conduce, nuevamente hacia el norte, a la zona de El Cantalar.
El Cantalar es un monte coronado de grandes formaciones rocosas en el que se encuentran los restos de un asentamiento de la Edad de Bronce, grabados rupestres y multitud de cazoletas. Así como, en un punto del camino, restos de una gran carrilada, surcos que han dejado en la roca el paso de antiguos carruajes o carretas.
En su base, y de camino al norte, nos topamos con una enorme piedra, a modo de gran hito, con muchos e importantes símbolos cruciformes.
Seguimos ahora la pista, llamada Camí del Cantar de l’Orgue, pasamos por la Pedrera del Senyor Robat y por el Barranc del Fort, accediendo a las primeras casas de la Finca Terol.
Aquí, cambiamos de dirección y nos dirigimos al sur, primero por pista y por vereda después, llegando de nuevo al río Verde.
La senda, durante unos 400 metros, nos lleva a seguir el curso de las aguas, teniendo que cruzarlas con bastante dificultad en repetidas ocasiones.
Tenemos, algunas veces, que dar marcha atrás por la imposibilidad de seguir adelante, teniendo que optar por cruzar algunos campos de cultivo, pasando por los alrededores de la Caseta de Tararol, el Clot, Cases de Torrosella y la Casa de Gasparet.
Llegamos a la pista donde se encuentran las Casas de Cantallop y sus cuidados olivares.
En este punto volvemos hasta la senda que nos llevó a la Foieta del Conill y, desde aquí, volvemos a caminar siguiendo el curso del Río Verde y llegando sin mucho esfuerzo hasta donde tenemos aparcado el auto .
Nos dirigimos a Tibi para celebrar la comida que antes comenté, pero… eso ya es otra historia.
Al llegar al pueblo, en el restaurante se han unido al grupo Óscar, Elena, Andrés y Carmen; buena comida, mucha bebida, risas y momentos inolvidables.
Valoración: 2**
Recomendable: Totalmente. Han sido casi 9 kilómetros, con un desnivel de 150 metros, hechos en un buen tiempo, con una mañana maravillosa y una compañía estupenda.
La lluvia (por fin!!!) del pasado viernes ha hecho que se retrase, hasta hoy lunes, la salida a la sierra; una caminata nada complicada, por una zona muy conocida y cercana.
Me he dirigido hasta el parking del hotel de Catí para iniciar un recorrido por los alrededores, en pleno Paisaje Protegido de las Sierras del Cid y del Maigmó.
Tomo la pista, en dirección sur, coincidente con las PR-CV 29 y PR-CV 30, hasta llegar al cruce de caminos donde se encuentra La Ferrería.
Continúo hacia el sur, pasando por el Collado Vista Mar y llegando hasta las Peñas de la Foradá, elevaciones rocosas en las que se practica escalada. Las rodeo por el norte y llego a su cara sur hasta acceder, unos quinientos metros después, a otra confluencia de sendas (en este punto hay unas magníficas vistas del entorno).
Ahora tomo una vereda, que me lleva por entre pinos, en dirección oeste, al Racó de la Servera y a la Casa del Calafate (ruinas), en la zona homónima.
Sigo en la misma dirección, entre pistas y caminos, para llegar, primero, al Cantal del Moro y, después, al Albergue y Zona Recreativa de La Rabosa.
Aquí hago un stop para beber y comer algo, continuando luego con el itinerario preparado; realmente comienza en este momento el regreso al punto de partida.
Ahora retrocedo y, a los 500 metros, tomo una senda a la izquierda, en dirección norte, que me lleva en ascenso hasta el Collado de Amorós, un pequeño respiro para continuar subiendo hasta la pista cercana al Alto de Ponce.
Esta vía, en dirección este, corresponde a las PR-CV33 y PR-CV34, y me conduce hasta la torre de vigilancia, la Ermita de la Purísima y el cruce de la Ferrería.
En esta encrucijada sólo queda seguir la pista que tomé en un principio, llegar al Hotel de Catí y al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Por supuesto. Han sido cerca de 12 kilómetros, con un desnivel de uno 300 metros (+/-), hechos en un tiempo correcto, en una mañana bastante agradable y con la compañía de… 😉 ‘just myself’.
Una caminata realizada en muchas ocasiones, en solitario o en compañía, ha sido la elegida para el día de hoy. El grupo que me acompaña esta mañana está compuesto por Pedro, Reme, Óscar, Raúl y Jesús.
Nos dirigimos hasta la población de Onil y, después, por la CV-803, la carretera que conecta con Banyeres, llegamos hasta el desvío, a mano derecha, que lleva a la ermita de Santa Ana y la Casa Tápena, continuamos por dicha carretera llegando al Mas de l’Arcada. Frente a esta masía aparcamos el vehículo y comenzamos la ruta de la jornada.
Ascendemos suavemente, en dirección norte, por el barranco/rambla de la Arcada, tramo de nuestro recorrido que coincide también, y cómo no, con la GR7.
Una primera bifurcación y nosotros tomamos el ramal de la derecha, dejando en el de la izquierda la GR7, mientras nos adentramos, hacia el este, por el barranco de Monvarí.
Unos cientos de metros después visitamos el Mas de Monvarí, una finca con su casa, su fuente, su alberca y sus campos de cultivo.
Este barranco se extiende, hacia el oriente, entre las sierras de Biscoi y del Serral. Nosotros seguimos en ascenso por la pista que circula entre el margen derecho de la rambla y la falda norte de Biscoi, hasta llegar a un cruce de caminos.
En esta intersección encontramos, de nuevo, la GR7 y, después de hacer un ‘break’ para beber y comer algo, optamos por seguir la gran ruta, en dirección oeste, hasta el Mas del Palomaret, una importante finca situada en el otro margen de la rambla de Monvarí.
A pocos metros de la masía tenemos una bifurcación, tomamos el ramal de la derecha, dejando atrás la GR7, y encaminándonos hacia el collado del Xocolater por la ladera de la sierra de El Serral.
Una vez que llegamos hasta la colina, el camino nos lleva ahora, en dirección suroeste, al barranco de Taguenga, en el que a 1 kilómetro (+/-) volvemos a incorporarnos a la GR7.
Ahora ya seguiremos en ella durante todo el recorrido por la rambla de Taguenga.
Incluso seguirá con nosotros cuando nos incorporemos al barranco de la Arcada y lleguemos al Mas homónimo, donde tenemos el auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Eso, siempre. Han sido algo más de 11 kilómetros, con un desnivel de unos 250 metros, hechos en un tiempo más que aceptable, en una mañana fresca y algo nubosa, y con una compañía de 10.
Entre la Serrella y la Sierra de Aitana, en la Vall de Guadalest, un lugar por donde, entre otros, discurre el río Frainós, uno de los principales aportes del Serpis, da inicio la caminata preparada para esta mañana de enero.
Dirijo el auto hasta la población de Penáguila , en la comarca de l’Alcoiá, y, desde las afueras de la misma, muy cerca del Pont de l’Arcada, Óscar (que sorprendentemente se ha unido a esta salida) y yo comenzamos el recorrido de esta helada jornada.
Tomamos el camino/pista, en dirección este, que nos conduce hasta la localidad de Alcoleja, en la comarca alicantina del Comtat.
En este caso, entramos al pueblo por el norte y hacemos un recorrido por su centro donde se encuentra la Torre d’Alcoleja (o Palacio de Malferit), la iglesia de Sant Vicent Ferrer y el ayuntamiento.
Salimos ahora por el sur de la localidad y nos dirigimos hacia el noreste, pasando por el río Frainós, las casas de Cabrera y la piscina municipal.
Seguimos el camino en la misma dirección hasta llegar a la pequeña pedanía de Beniafé, un conjunto de casas pertenecientes al término de Alcoleja, con una bella ermita del siglo XVII en honor a la Mare de Déu dels Desamparats y una hermosa fuente, balsa y lavadero, en un rincón con espectaculares panorámicas.
Llegados a este punto, comenzamos el regreso al punto de partida.
Tomamos el camino de Beniafé, en dirección oeste/noroeste, pasando por el puente sobre el río Frainós y llegando a la carretera CV-770.
Después de 500 metros de asfalto, conectamos con el sendero/pista que nos llevó a Alcoleja, ahora vamos en sentido contrario hasta llegar a Penáguila.
En poco más de 2’5 kilómetros de sinuoso recorrido, con algún que otro desvío, llegamos al Pont de l’Arcada, a la población de Penáguila y al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro que sí… Alguien lo puede poner en duda? Han sido cerca de 10 kilómetros, con un desnivel de 360 metros, en una mañana gélida y luminosa, y con una compañía muy agradable con la que no han habido silencios incómodos, jajajaja.
La caminata elegida para este segundo martes de enero ha sido una ruta que realicé (exactamente la misma) en marzo del 2018. En esta ocasión estoy acompañado por Raúl, Jesús y Pedro, y hasta la población valenciana de Bocairent nos hemos dirigido para, dejando el coche en el centro de la localidad, iniciar el recorrido de esta jornada invernal.
Tomamos la avenida de España, continuamos por travesía Obispo Miró, entramos por el Arc a la plaza del Ayuntamiento y, desde aquí, nos dirigimos por el camino del Santísimo Cristo al puente y a la zigzagueante subida por el Vía Crucis para llegar a la Ermita del Santo Cristo.
Hermosa atalaya desde la que se contempla toda la villa de Bocairent, así como la espectacular Sierra de Mariola.
Después de este ascenso, una breve pausa y seguimos el itinerario marcado.
Por pista, en dirección noroeste primero, noreste después, pasamos por el Alt del Quincaller, en la zona del mismo nombre.
En el kilómetro 4’9 de esta caminata, cogemos un desvío a mano derecha, el Camí dels Enginyers, que nos acercará, ahora en suave descenso hasta la entrada al Barranc dels Tarongers.
Aquí comienza el camino de regreso al punto de partida, encontramos primeramente a nuestro paso la Font del Barranc y continuamos en suave ascenso, a contracorriente, el curso de uno de los aportes principales del río Clariano.
Este es un bello recorrido, con abundante vegetación, por el que se pasa por una serie de construcciones, antiguos molinos (algunos en ruinas), como el de Lluna, el de Pep Joan, etc…
A la altura de este último molino, en el kilómetro 8’6 de la ruta, dejamos el curso del río y comienza un ascenso algo más acusado por la zona de la Massarra.
Esta pista nos lleva a las proximidades de la Ermita de Sant Antoni y las primeras casas en la entrada del pueblo.
Llegamos hasta la Font y Llavador d’en Ferris y, a los pocos metros, al Pont Medieval de Darrere la Vila (aquí, una magnífica postal de Bocairent).
Entramos al pueblo bordeando el barrio medieval hasta llegar a la Plaza del Ayuntamiento, el Arco de la Villa y, por la travesía Obispo Miró y la avenida de España, acceder al auto.
Regresamos a Alicante.
Valoración 4****
Recomendable: Totalmente recomendable. Han sido algo más de 12 kilómetros, con un desnivel que ha rozado los 500 metros, hechos en un tiempo bastante aceptable, en una jornada nubosa y con una agradable compañía.
Para esta primera caminata del 2024, hemos elegido una ruta que ya estaba pensada desde hace varias semanas. Raúl, Paco, Óscar, Jesús y yo, nos hemos dirigido hasta las proximidades de los términos de Villajoyosa y Finestrat, concretamente a la cala de la segunda localidad, aunque nuestro itinerario se hará en un 99% por el municipio de Villajoyosa.
Dejamos el coche en la calle ‘Tramuntana’ de la Cala de Finestrat y, desde este punto, comenzamos nuestra andadura.
A mano derecha tomamos el acceso que sube al monte en el que, a través de diferentes caminos y sendas, visitaremos algunos de los distintos puntos de interés que contiene esta montaña.
Primeramente, en dirección este, nos encontramos con el primero de los miradores, después, hacia el suroeste, pasamos por una serie de construcciones abandonadas.
Estas edificaciones son el antiguo cuartel de Carabineros que fueron entre 1824 y 1940 los encargados de la vigilancia de costas, fronteras y aduanas. Su principal función era evitar el contrabando. Los guardias civiles solían alojarse en casas como estas, situadas en puntos estratégicos de la costa. El cuerpo toma su nombre del arma reglamentaria, la carabina Máuser. Ahora esta zona de montaña situada entre la Cala de Finestrat y Villajoyosa se ha convertido en una zona ‘cruising’ o sea una zona gay al aire libre
Ahora, desde aquí, nos encaminamos, hacia el norte/sureste, ascendiendo el cerro ‘Castilla’ hasta llegar al vértice geodésico homónimo (166 msnm).
Momento en lo alto para hacer una breve parada, admirar las hermosas vistas y hacernos las típicas instantáneas en la ‘cumbre’.
Desandamos nuestros pasos hasta llegar nuevamente a las casas en ruinas y seguir nuestro recorrido planificado.
Tomamos una de las muchas pistas, en dirección suroeste, que hay en el monte y que nos acercará hasta el acceso de la ‘Cala del Racó del Conill’.
Seguimos hacia el este, pasando por las estribaciones de la ‘Cala Fonda’ y nos vamos acercando hasta la ‘Playa del Torres’, lugar en el que se encuentra uno de los puntos importantes de esta ruta, la Torre de Sant Josep o de Hércules.
Construida en tiempos del emperador Hadriano, a mediados del s. II, forma parte probablemente de la necrópolis urbana del municipio de La Vila Joiosa, una de las diez ciudades romanas de la Comunidad Valenciana. Fue el sepulcro de un personaje importante, cuya identidad se desconoce, y es la torre funeraria mejor conservada de la Comunidad. Midió originalmente 12 m de altura, de los que se conservan en pie unos 8, aunque los elementos dispersos por los alrededores permitirían su reconstrucción.
Ubicada en la Playa del Torres (llamada de este modo por ser la desembocadura del río/rambla del mismo nombre).
Después de hacer un corto recorrido por el paseo marítimo de esta playa, comenzamos el regreso. Volvemos sobre nuestros pasos, en dirección este, haciendo algún que otro desvío por otras sendas, más o menos complicadas (más bien más) admirando las vistas del mar desde alguno de sus miradores y de las cercanías de la ‘Cala del Racó del Conill’, llegando, después, hasta los alrededores de las ruinas de las casas de los carabineros.
Desde aquí, y por pista, ascendemos hasta el otro punto de interés de esta caminata, la ‘Torre del Aguiló’.
La torre del Aguiló es una torre defensiva construida en el siglo XVI bajo el reinado de Felipe II situada en el término municipal de Villajoyosa y que formó parte del sistema de torres vigías de la costa alicantina contra la piratería.
Desde esta atalaya las vistas de la costa son espectaculares, la Cala de Finestrat, la ciudad de Benidorm y sus playas, la Serra Gelada, el islote de Benidorm, etc…
Comenzamos el regreso al punto de partida, desandamos nuestro camino, descendiendo por pista, cerca de las casas de los carabineros y, nuevamente por pista, accedemos a la calle ‘Tramuntana’ y al auto.
Volvemos a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente. Han sido casi 10 kilómetros, con un desnivel de 345 metros, en una mañana espectacular, unas vistas (y alguna cuesta que otra) de infarto y una compañía de cinco estrellas.
El año empieza a decirnos adiós y, por circunstancias extraordinarias y personales, prefiero hacer una caminata en solitario. Para ello decido sacarme de la chistera este ‘conejo’; un recorrido no demasiado complicado que me puede permitir, contemplando el entorno, conectar con mi interior y dejar que se atenúen mis temores y mis miedos.
Comienzo mi recorrido muy cerca de la ciudad de Alcoy, a las faldas de la Serreta. Una subida generosa por la umbría de esta sierra (es una caminata que he realizado en multitud de ocasiones), me lleva hasta su cresta, en la que hay unos restos arqueológicos, un monolito, las ruinas de una casa y el vértice geodésico…
Además de unas panorámicas impresionantes.
Unas vistas de las sierras del alrededor que, sentado un buen rato para contemplarlas, te llenan el corazón y el alma de energía, te hacen volar, te ayudan a verlo todo con otra perspectiva y te hacen comprender lo grande que es la Naturaleza y lo pequeños que somos ante ella.
Inicio el regreso al punto de partida, todo el camino por el mismo sendero de la ida. Sólo a pocos metros de la llegada, tomo un desvío para visitar la Font de la Salut, un manantial muy conocido por las gentes de Alcoy.
Salud, salud… en estos momentos la pido con anhelo.
Después de un pequeño rodeo, vuelvo al camino original y llego al auto.
Con las pilas recargadas, regreso a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente recomendable. Han sido cerca de 9 kilómetros, con un desnivel de unos 460 metros, hechos en un tiempo más que aceptable y en un día frío y luminoso.
A pesar de no tener el ánimo como para lanzar cohetes, he decidido hacer, en esta despejada y gélida mañana de jueves, una caminata por una de las sierras de la provincia.
Me he dirigido a los alrededores de la población de Biar, concretamente a un claro de la calle ‘Partida del Figueral’, donde he aparcado mi coche. Desde este punto he comenzado, como en otras muchas ocasiones, mi ruta por la Sierra del Fraile.
Asciendo la pista (PR-CV 155) que me lleva hasta la zona de ‘El Balconet’; aquí ya hay unas vistas magníficas de la población y de su maravilloso castillo.
Sigo por la pista y, en un momento dado, la abandono para incorporarme, a mano derecha, a una senda que me llevará en ascenso moderado hasta el ‘Alto de las Vueltas’.
En este cruce de caminos, una pequeña pausa y… sigo con el recorrido planificado.
Tomo la senda, a mano derecha, que me conduce nuevamente en ascenso, primero en dirección noroeste y suroeste después, al ‘Alto Redondo’ y al ‘Paso del Contador’ (un collado de montaña).
También, desde este lugar, las vistas son espectaculares.
Continúo mi camino, ahora hacia el oeste/noroeste, y después de 1’1 kilómetro llego al vértice geodésico de la sierra, Fraile (1043 msnm).
Una pausa para beber y comer algo, disfrutar de las panorámicas y hacer algunas fotos.
Comienza, desde aquí, el regreso al punto de inicio.
Desciendo por el cordal de la sierra, en dirección suroeste, para llegar a ‘El Rebolcador’, un cruce de pistas. Tomo el ramal derecho que me conducirá, hacia el noreste, por la pista ‘Camino del Estallador’, en la umbría de la sierra, y la entrada a las primeras casas y urbanizaciones de las afueras de Biar.
Dejo la pista y tomo un sendero que me conduce a la calle ‘Partida del Figueral’ y al coche.
Vuelta a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto, es una bocanada de aire fresco que alivia cualquier preocupación. Han sido algo más de 10 kilómetros, con un desnivel de 380 metros, hechos en un tiempo aceptable y en una mañana preciosa para dar la bienvenida al invierno.
Para este despejado martes prenavideño, el grupo, compuesto por Reme, Pedro, Jesús, Raúl y yo, tenemos muy clara, desde hace días, la caminata que pensamos realizar.
Nos hemos dirigido a Jávea/Xábia, población de la costa norte de la provincia de Alicante, perteneciente a la comarca de la Marina Alta, desde donde vamos a comenzar la ruta de esta jornada.
Aparcamos el auto en el estacionamiento público de la avenida ‘Lepanto’ y nos encaminamos por la calle ‘Santísimo Cristo del Mar’ hacia la playa de la ‘Grava’, la ‘Lonja’ y el ‘Puerto’ de la ciudad, abandonando este itinerario urbano para tomar la senda que asciende serpenteando hasta lo alto del cabo de San Antonio.
Un camino por el que se pueden observar magnificas vistas de Jávea y del impresionante Mediterráneo, desde algunos de sus miradores.
Llegamos al edificio en el que se encuentra el faro del cabo; aquí tenemos una visión panorámica del entorno, el cabo de la Nao, el Montgó, la sierra de Bernia, el peñón de Ifach y, en ocasiones, si el horizonte está muy despejado, la isla de Ibiza.
Tomamos ahora la senda que discurre en paralelo a la carretera del cabo, en dirección oeste hasta llegar a una amplia zona recreativa y a un horno de cal para llegar al cruce de carreteras donde se encuentra el ‘Santuari de la Mare de Déu dels Ángels’.
Aquí cambiamos de dirección, ahora vamos hacia el sur por pista hasta la zona llamada ‘La Plana dels Molins’; como su nombre indica es el lugar donde se levantan los molinos harineros.
Son un grupo de 11 molinos de viento, alineados de suroeste a noroeste a unos 190 metros de altura. Uno de ellos es del siglo XIV, y los demás son del siglo XVIII. Tienen forma de grandes cilindros de aproximadamente siete metros de altura y seis metros de diámetro. Constan de dos plantas: la planta baja se utilizaba como almacén, y la alta era donde se molía. Solía haber una estancia intermedia, la habitación del molinero. El nivel superior estaba sostenido por una bóveda de tosca que albergaba los mecanismos de madera carrasca que movían las muelas de piedra y soportaban las aspas. Todo esto desapareció a finales del siglo XIX, cuando dejaron de funcionar como consecuencia de la industrialización. Ahora mismo se pueden ver, pero sin cubierta y sin aspas.
Después de visitar estas estructuras, desandamos nuestros pasos hasta el primero de ellos. Aquí tomamos una senda en la ladera sur que desciende, de manera más o menos acusada (más bien más), hasta llegar a las primeras urbanizaciones y entrar de lleno en la ciudad.
Por las calles ‘Puig dels Molins’, ‘Beniganim’ y avenida del ‘Port’ accedemos al aparcamiento donde se encuentra el vehículo.
Por la hora y estando tan lejos de Alicante, comemos en un restaurante de Jávea.
Volvemos, después, al coche y… cada mochuelo a su olivo.
Valoración: 3***
Recomendable: Muy recomendable. Es una ruta que habíamos realizado en febrero de este año (aunque no todos) y nos había gustado mucho. Han sido algo más de 9 kilómetros, con un desnivel de 260 metros en un día muy agradable, con unas vistas de escándalo y una compañía de lujo.
En un claro del camino, junto a la entrada a la urbanización l’Estepar de Alcoy, aparco el auto y me dispongo a comenzar una ruta por la zona; recorrido que me hará visitar algunos de los puntos más interesantes de estos parajes.
Paso por la pequeña área recreativa y me incorporo a la pista que corresponde a la Vía Verde de Alcoy, muy cerca del túnel que lleva el nombre de la urbanización (l’Estepar).
Dejo el paso subterráneo de la vía a mi espalda y me dirijo, hacia el sur, camino de La Sarga, pedanía perteneciente a la población de Jijona.
Tras 1’7 kilómetros la Vía Verde queda atrás y, por senda, llego a la CV-786 que me hace entrar en La Sarga, pequeña población de unas 20 casas que se encuentra en el límite territorial de Alcoy.
Este conjunto de viviendas estaba considerado como municipio independiente pero la despoblación lo relegó a ser una pedanía de Jijona.
Tomo ahora, frente a los abrigos, la senda que discurre por la cara norte del cerro, en el que se encuentra el Mas de la Cova; un descenso en zigzag que me acerca hasta el Mas dels Ginerets.
Esta masía se encuentra en un cruce de caminos, yo me incorporo a la pista que, en dirección noreste/norte, bordea la Urbanización l’Estepar, su hermosa arboleda y sus magníficas casas.
Camino por esta pista, en la partida alcoyana de La Canal Baixa, dirigiéndome hasta las inmediaciones del Mas de Montllor y al cruce donde se encuentra la subida cementada al Puig.
Después de un ascenso por asfalto, en una zona de grandes y señoriales chalés, llego a una senda que me conduce hasta el Puig de les Florencies.
El oppidum ibérico de El Puig d’Alcoi es uno de los asentamientos fortificados más importantes de la Comunidad Valenciana.
Es una excelente muestra de la construcción de un poblado ibérico, con sus edificios perfectamente definidos, su trazado de calles y los elementos intrínsecos de su fortificación, representados por los lienzos de muralla que todavía perduran.
Los vestigios arqueológicos indican que los primeros pobladores se instalaron en este poblado aproximadamente entre finales del siglo IV a.C. y principios del siglo III a.C. En este sentido, el yacimiento ibérico de El Puig es un perfecto ejemplo de urbanismo íbero y un patrimonio arqueológico de primera magnitud en Alicante.
Un buen rato disfrutando de esta maravilla, además de recrearme, desde su bello mirador, de las estupendas vistas de las montañas de los alrededores, así como de la imponente ciudad de Alcoy.
Ahora sólo toca comenzar el regreso al coche, desandar lo andado, bajar por la senda hasta el asfalto donde se encuentran las casas señoriales y llegar al cruce de caminos.
Un kilómetro y medio después, en dirección oeste y por asfalto, paso por la entrada a la urbanización L’Estepar y llego al auto.
Vuelvo a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Esta es una caminata que ya he realizado en varias ocasiones, ya fuera solo o acompañado, y siempre me ha resultado muy estimulante. Han sido unos 11’5 kilómetros, un desnivel de casi 300 metros, hechos en un tiempo más que aceptable y en una mañana fresca, despejada y luminosa.
En este cuasi primaveral 12 de diciembre, el grupo de caminantes está compuesto por Jesús, Pedro, Reme, Paco, Óscar y yo.
La caminata de esta jornada da comienzo en la misma localidad de Agres, un recorrido por los alrededores de la población, así como por su centro urbano, visitando algunos de los muchísimos puntos de interés que tiene.
Desde la avenida de la Mare de Deu (CV-7930), lugar donde aparcamos los autos, iniciamos nuestra ruta.
Nos dirigimos, en dirección oeste, hacia la ‘Font de Bonell‘, seguimos por la misma avenida para desviarnos, a mano izquierda, por la pista asfaltada que pasa por ‘La Torreta‘ y nos lleva, en ascenso, hasta el área recreativa del ‘Refugio Zamorano‘.
Desde aquí, unos 500 metros hacia el oeste, llegamos al paraje del ‘Molí Mató‘, un bello lugar rodeado de frondosa vegetación.
Deshacemos nuestros pasos y volvemos al refugio, en este punto tomamos la pista cementada, a mano derecha, que nos llevará, durante casi 1 kilómetro, hasta el ‘Camí del Convent‘, a la ‘Font y Cova del Convent‘ y al ‘Santuari de la Mare de Deu d’Agres‘.
Desandamos el camino y nos dirigimos al pueblo, por la calle de la Purísima llegamos a la ‘Font del Raval‘, por las calles de los Santos de la Piedra y la de San Cayetano nos encontramos con la ‘Iglesia de San Miguel Arcángel‘ y la plaza de España.
Ahora, por las calles San Roque y San Miguel accedemos a la ‘Font d’Enmig‘ y por el carrer Major llegamos a la ‘Fonteta‘.
Por la misma calle, en dirección sur, nos dirigimos hasta la ‘Font de l’Assut‘, la ‘Font del Molí‘ y el ‘Llavador‘ del municipio.
Salimos, desde este punto, del núcleo urbano para tomar, en dirección este, el camino de la Mola que, durante 1’7 kilómetros nos conduce hasta un cruce de sendas que llevan, por el ramal de la izquierda, al ‘Poblado Íbero de la Mola‘ y tomando el de la derecha llegamos a la ‘Font del Anficosset‘.
Optamos por acercarnos primero a la fuente, tomamos la estrecha vereda hasta llegar a ella y, en este lugar, hacemos una pequeña parada.
Retrocedemos por la misma vereda hasta llegar al cruce, ahora tomamos la pequeña senda de la derecha, entre grandes rocas y en acusado ascenso, que nos lleva hasta el yacimiento arqueológico del ‘Poblado Íbero de la Mola‘, un gran conjunto de restos de enorme interés cultural.
Descendemos el cerro donde se encuentran los restos arqueológicos y comenzamos ahora el regreso a Agres. Lo hacemos por la misma pista (camino de la Mola) que nos llevó hasta el yacimiento, volvemos a pasar por el lavadero municipal, por la plaza del ayuntamiento, un par de fuentes y la calle mayor.
En este punto, hacemos una parada para ‘comer’ algo en un bar de la localidad; voy a ahorrarme entrar en el detalle.
Ya sólo nos queda llegar a la plaza de Vilana, seguir por la calle de Enmedio, donde se encuentra la ‘Font de Barxeta‘, y unos metros más al norte acceder al Llavadoret.
Deshacemos nuestros pasos y, finalmente, por la calle San Antonio llegamos a los autos.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Muy recomendable, a pesar de tanto asfalto; es una caminata muy completa, con muchísimos puntos de interés. Han sido algo más de 2 leguas, con un desnivel de 400 metros, en un día espléndido y con una compañía muy especial.
Para este jueves de diciembre, fecha entre dos festivos, y a pesar de poder encontrarme con medio mundo en mi caminata, he decidido realizar una ruta cercana y cómoda.
Me encamino a la zona de las ‘Casetes de Meleja’, a las afueras de la población de Santa Pola, lugar donde dejo aparcado mi auto e inicio el itinerario previsto.
Desde el depósito de agua tomo la pista ‘Camí del Far’ (PR-CV 61) y a los pocos metros me dirijo, a mano izquierda y por sendero, hacia la carretera del faro.
Atravieso el ‘Barranco de Lillo’ y, unos cien metros antes de llegar al asfalto, cojo un desvío, a la derecha, que llaman ‘Senda del Conejo’.
Este camino culebrea hasta llegar a la zona de la ‘Casa de la Pinada’, una importante casa de campo, ahora totalmente en ruinas.
Desde aquí, me dirijo por camino paralelo a la carretera del faro para llegar, por la derecha, a una de las pistas que conecta con el ‘Camí del Far’ (PR-CV 61), pasando, antes, por el ‘Aljub del Tío Manyo’.
Después de unos 400 metros de pista en dirección este, tomo un desvío a la derecha, hacia el sur, que me lleva al ‘Camí de la Torre’ y, 700 metros más allá, a la ‘Senda de Roberto Castro’.
Continúo en dirección sur, por pista, para llegar a la ‘Torre Escaletes’, una de las 26 torres vigías de la costa alicantina; ésta en concreto construida entre los siglos XV y XVI.
Comienza, desde aquí, el regreso al punto de inicio.
Tomo ahora la pista cementada, hacia el oeste durante 300 metros, para incorporarme por la derecha a la ‘Senda de la Torre’ que, en dirección norte/noroeste, me lleva al paraje de la ‘Foia Roja’, a la PR-CV 61, al depósito de agua y al coche.
Vuelvo a casa.
Valoración: 2**
Recomendable: Eso, siempre. Ha sido una caminata de 12 kilómetros, con muy poco desnivel, hechos en tiempo más que aceptable y en una mañana despejada, fresca y agradable.
Para esta mañana de diciembre en la que ya podemos decir eso de… ‘Winter is coming’.
Reme, Óscar, Jesús, Paco, Pedro y yo, nos hemos dirigido hasta la población valenciana de Bocairent, concretamente a la zona del polideportivo municipal, donde hemos dejado los vehículos y hemos dado comienzo a la caminata de este día.
Iniciamos nuestro recorrido, por pista y por senda después, pasando por la zona del ‘Pla de les Coques’ y la de ‘Els Terrers’, para enlazar con la carretera CV-794 (en el Km 2’5), la que une Bocairent con Alcoy.
En este punto, junto a la carretera y a varias de las pistas que recorren esta sierra, hacemos una breve parada, comer alguna fruta y beber.
Caminamos en paralelo al asfalto, por su margen derecho, (cuatrocientos metros después, la senda pasa a ser la GR7) y en el kilómetro 3 de la carretera, a la altura de la ‘Casas del Portell’, giramos a la izquierda, tomando una pista que asciende por entre algunas casas de campo.
Caminamos en paralelo al asfalto, por su margen derecho, (cuatrocientos metros después, la senda pasa a ser la GR7) y en el kilómetro 3 de la carretera, a la altura de la ‘Casas del Portell’, giramos a la izquierda, tomando una pista que asciende por entre algunas casas de campo.
Un recorrido de unos 1’4 kilómetros para llegar al vértice geodésico, Sant Jaume (956 msnm) y, cien metros más allá, la Creu del Alt de S. Jaume.
Aquí, en lo alto, el frío es muy intenso y hacemos la parada justa para las fotos de rigor, tanto en el vértice como en la cruz, así como disfrutar de las hermosas vistas de la población de Bocairent y de los valles del Parque Natural de la Sierra de Mariola.
Deshacemos lo andado, volvemos a la CV-794, seguimos por la GR7, y en un momento, antes del Km 4, la gran ruta continúa por senda y nos hace llegar hasta la Ermita de Santa Bárbara y la Font del Pla.
Un breve descanso para disfrutar de este hermoso paraje y… nos disponemos a regresar al punto de inicio.
Cambiamos totalmente de dirección, vamos ahora hacia el noroeste bordeando el cerro de Sant Jaume, por su cara norte, hasta llegar en suave descenso hasta la Font de la Cova; lugar que merece una parada para el disfrute y las fotosde rigor.
Ahora la pista sigue descendiendo y llegamos, ya estamos cerca de Bocairent, al paraje de la Ermita de Sant Jaume y los ‘chaleses’ que lo rodean.
Por asfalto caminamos el último 1’5 Km, por la zona de ‘Las Alquerías’, ‘En Palau’, ‘El Maset del Doctor’, etc… hasta llegar al polideportivo municipal, su parking y nuestros vehículos.
Vuelta a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Para nada!!! Noooo, es broma!!! Totalmente recomendable. Han sido unos 10 kilómetros, con un desnivel de 330 metros, hechos a buen ritmo, con unos paisajes fabulosos, con unas vistas de escándalo y una compañía maravillosa.
Para este primer día de diciembre la ruta seleccionada es una novedad para todo el grupo, compuesto en esta ocasión por Óscar, Pedro, Reme, Paco, Jesús y yo.
Nos hemos dirigido a las afueras de la población de Banyeres de Mariola, concretamente al paraje del Molino de la Umbría; aquí da comienzo nuestra caminata por la ruta de los Molinos y el camino de los Miradores.
Desde el parking del área recreativa tomamos dirección noreste, ascendiendo suavemente el río Vinalopó por su margen derecho, para visitar, por senda (PR-CV 313), un antiguo horno de cal y, más adelante, un balsa que recoge las aguas de la Acequia del Reg.
En todo momento el protagonista es el Vinalopó, con sus saltos y sus rincones de abundante vegetación.
Estas aguas canalizadas van a parar al Vinalopó en el lugar donde hay un azud y un salto de agua.
Deshacemos nuestros pasos unos cientos de metros, pasamos un tosco puente y recorremos el área recreativa, ahora por el margen izquierdo, donde podemos contemplar las zonas de acampada y sus instalaciones para el picnic.
Un lugar cercano a Banyeres, en plena naturaleza, que merece la pena visitar, ya sea verano o invierno; realmente hermoso.
Después de todo este recorrido, comenzamos ahora, y tomando una senda junto al área recreativa, una pequeña caminata en ascenso, en dirección sur/suroeste, que nos llevará por el llamado ‘Camí de los miradores’.
Antes de llegar a una de las primeras atalayas, nos encontramos con una hermosa cueva.
Seguimos subiendo por pista (PR-CV 4) hasta llegar a un cruce de sendas.
En este punto, erróneamente, tomamos el ramal derecho, con lo que reducimos nuestra caminata en algo más de dos kilómetros.
Tendríamos que haber cogido el ramal derecho y haber llegado hastaotro mirador yla Font de la Mata pero nuestro despiste nos hace llegar mucho antes a la Font del Teularet de Roc (que también estaba en nuestros planes).
La senda nos conduce, en suave descenso, hasta una gran balsa, cercana a fincas de cultivo, y continuando la bajada llegamos hasta la Font y el Molí de l’Umbría.
Acompañamos al río por su margen izquierdo, una estrecha senda que nos muestra pozas y saltos de agua rodeados de abundante vegetación, para el regocijo de más de un senderista.
Rincones de una belleza sublime.
Llegamos al final del área recreativa, pasamos al otro lado del camino asfaltado (el que conduce hasta la peña ‘La Blasca’) y comenzamos el último tramo de la ruta de los Molinos.
Siempre, en todo momento, el Vinalopó es el máximo protagonista.
La primera de las construcciones que nos encontramos es la del Molí Sol, con su elevada chimenea y su enorme balsa de aguas cristalinas.
Continuamos nuestra senda para llegar al Molí Pont, otra descomunal edificación con su gran chimenea, que da muestra de la importancia que tuvo la industria del papel en estos parajes.
Por debajo del puente llegamos al tercer molino, este algo más pequeño, aunque igual de importante; el Molí l’Espenta.
Comienza ahora el regreso al parking, desandamos nuestro camino, volvemos a pasar por estos tres molinos, por sus maravillosas arboledas y la gran balsa. Todo ello acompañados por el sonido del viento agitando las ramas y la música de las aguas correteando.
Llegamos hasta el aparcamiento del Molí de l’Umbría y a los autos.
Regresamos a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Han sido casi 8 kilómetros, con un desnivel que no ha superado los 150 metros, en una caminata llena de puntos de interés, una jornada espléndida, aunque nublada, y una compañía de lujo.
Para este día vamos a realizar una caminata por cinco términos municipales de La Vall d’Albaida, en la provincia de Valencia; se trata de un recorrido por la Umbría de la Sierra del Benicadell.
En esta ocasión, el grupo compuesto por Jesús, Raúl, Paco, Óscar, Elena y yo, iniciamos esta ruta dejando el coche en el puerto de montaña de Albaida, en la zona de parking de la vía de servicio…
Desde este punto caminaremos por los términos de Adzaneta d’Albaida, El Palomar, Bufalí, Bélgida y Carrícola.
Comenzamos la ruta por la senda que se adentra, en dirección noreste, a la sierra del Benicadell, llegando a una primera bifurcación en la que se encuentra la Font de Fontanares.
Aquí tomamos el ramal de la derecha, que nos llevará, durante 1’6 kilómetros y en suave ascenso, a la Cava de Carcaixent y la Casa de Don Miguel (dos puntos interesantes de este recorrido).
Aquí, en la Casa de D. Miguel, hay una bifurcación, tomando la pista de la derecha llegaríamos hasta el Coll de Turballos, un importante cruce de caminos que nos podría llevar, siguiendo recto, a la cima de la sierra.
Nosotros cogemos el ramal de la izquierda que nos lleva, por pista y en suave descenso, hasta otro de los cruces de caminos donde se encuentra el Corral de Diego y su Cava de Nieve.
En el descenso tenemos ante nosotros la majestuosidad del la Vall d’Albaida, con sus numerosos pueblos y su embalse de Bellús.
Ahora , en el cruce, nos dirigimos hacia el norte/este, para llegar a la Font Freda, su área recreativa y el mirador del valle.
En este interesante punto de nuestra ruta hacemos una parada para el refresco y el disfrute del lugar y de sus bellas panorámicas.
Minutos después continuamos nuestro itinerario, seguimos hacia el oeste/suroeste, dejamos la pista forestal (PR-CV 213.4), tomamos el camino, a mano izquierda, que nos conduce nuevamente al Corral de Diego y su cava de nieve.
Ahora tomamosla senda en dirección sur, la que nos conectará con la Font de Fontanares (la primera bifurcación en nuestra ruta)
Desde aquí ya sólo nos queda desandar los pasos y llegar hasta el final de nuestro camino, el parking de la vía de servicio, donde se encuentra el auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Alguien puede dudarlo? Totalmente recomendable. Han sido unos 9’45 kilómetros, con un desnivel de 330 metros, hechos en tiempo más que aceptable, en una mañana magnífica y una compañía de lujo.
En este frío y despejado viernes de noviembre me dirijo por la autovía A7 a la población de Muro de Alcoy desviándome después por la CV-705, pasando por Gaianes y llegando hasta Beniarrés.
Es en esta localidad, a la altura del cementerio municipal, donde da comienzo la caminata de esta jornada.
Una ruta realmente sencilla, ida y vuelta por el mismo sitio, que me llevará hasta el embalse de Beniarrés y su presa, ofreciendo en el recorrido unas hermosas vistas y panorámicas.
Recorro la presa y, al otro lado del embalse, tomo el camino que desciende suavemente hasta el río Serpis, continúo siguiendo el curso del río, en dirección norte/noreste, hasta el Molí de Ros, el área recreativa y el inicio del Barranco de la Encantada.
En esta zona hay una subida, por un estrecho camino, que conduce al Alto de Senabre.
En su inicio han colocado un cartel que advierte que ‘L’Ajuntament no es fa responsable de possibles accidents’, por lo que, y viendo que es un sendero angosto y pedregoso, da un poco de ‘canguele’ ( 😮 ).
Aún así, yo comienzo el ascenso, procuro ir con calma, con mucho cuidado y asegurando el paso pero…
cuando llevo caminados unos 200 metros oigo unos ‘ronquidos’ muy cerca de mi, entre la vegetación, y lo primero que pienso es que puede que algún jabalí esté cerca, por lo que, sinceramente, no pienso darle opción al animal de encontrarse conmigo… desciendo y vuelvo al camino inicial.
Ahora hago una parada en la entrada al Barranco de la Encantada, una zona rocosa donde se ha preparado artificialmente, en los tiempos de lluvia, la canalización del agua.
Después del descanso comienzo el retorno. Como ya he comentado, se hace por el mismo sitio que la ida. Vuelvo a pasar por los mismos lugares, por el Molí de Ros, por la ribera del río, por la presa y por la carretera que lleva al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Sí, claro, por supuesto. Han sido sólo unos 9’4 kilómetros, con un desnivel que no ha superado los 200 metros y hecho todo con mucha tranquilidad, disfrutando de la mañana y en un tiempo más que correcto.
Al contrario que en días anteriores, las temperaturas de hoy están algo más acordes con el otoño, aunque no hay que hacerse muchas ilusiones; siempre pueden volver a ser primaverales.
Para este martes de noviembre la caminata elegida es una de las clásicas en esta estación del año. Paco, Jesús, Óscar, Elena, Pedro, Reme, Raúl y yo, nos hemos dirigido hasta Alcoy, concretamente al santuario de la Font Roja donde realizaremos un itinerario por el Parque Natural del Carrascal de la Font Roja.
Dejamos el auto en el parking del santuario y, como novedad, iniciamos nuestra caminata por la senda de la ladera norte de la sierra, en dirección a las fuentes ‘Dels Xops’ y ‘Del Rossinyol’, tomando después, hacia el oeste, el camino del ‘Barranc de l’Infern’ y ascendiendo por la zona de ‘El Cremat’ para llegar a la ‘Cova del Carlista’.
FONT DELS XOPSFONT DEL ROSSINYOL
Esta parte del camino, que para la gran mayoría de nosotros es una novedad, nos sorprende regalándonos la maravillosa combinación de los colores otoñales.
BARRANC DE L’INFERNCOVA DEL CARLISTA
A los 400 metros nos incorporamos, en el área del ‘Pla dels Galers’, a la GR7 , pista clásica en el itinerario de este parque.
Por ella, y en dirección suroeste, llegaremos al ‘Mirador de Pilatos’ donde podemos admirar las maravillosas vistas que ofrece la ‘Foia d’Alcoi’.
Continuamos ascendiendo por la pista para llegar al ‘Mas de Tetuán’, aunque a los pocos metros, y como novedad, accedemos a esta masía por un ramal, a mano derecha, que nos lleva a su fuente homónima.
Una parada en la zona recreativa para el refresco y la contemplación de esta finca y su tejo centenario, árbol emblemático en la zona.
En el cruce de caminos que hay junto al ‘Mas de Tetuán’ tomamos la pista (PR-CV 160) que asciende, en dirección este, llegando a la ‘Cava Coloma’ y, seguidamente, hasta el depósito contra incendios.
Llegados a este punto, Raúl, Paco y yo preferimos esperar al grupo, que decide continuar… Un último ascenso hasta la caseta forestal, el mirador y la cumbre del ‘Menejador’, con su vértice geodésico (1356 msnm.)
Ellos realizan una nueva parada y las ya típicas fotos en la cima.
Comienzan el descenso, se unen al resto e iniciamos el regreso al punto de partida.
Tomamos una pista que, en dirección noreste/norte, nos adentra en pleno carrascal de la sierra, lugar donde estallan los colores del otoño y convierte este recorrido en una explosión de sensaciones.
Accedemos a una de las pistas principales, por donde pasa la GR7, llegamos hasta un mirador, el de ‘La Mina’, con sus hornos de leña y de cal, seguimos camino del santuario, pasamos por la ‘Cova Gelada’, la zona recreativa y, por fin, al estacionamiento y al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Naturalmente que sí. Han sido algo más de 10 kilómetros, con un desnivel de 500 metros, hechos en un tiempo más que correcto, en un día más que agradable y con una compañía más que increíble.
En esta luminosa mañana de veroño, el grupo de caminantes está compuesto por Raúl, Óscar, Jesús, Paco, Reme, Pedro y yo. Nos ha parecido interesante realizar una ruta por las sierras del Cuartel y la Llibrería y visitar algunos rincones especiales de estos parajes.
En la autopista A7 cogemos la salida 464 (Ibi-Polígono l’Alfaç), al llegar a la rotonda tomamos la tercera salida (vía de servicio), circulamos durante 2’2 kilómetros en paralelo a la autovía, hasta la bifurcación (stop), aquí seguimos por el ramal de la derecha (esto ya corresponde a la PR-CV 112) y 1’5 kilómetros después llegamos a las Antenas de Villalobos, lugar donde dejamos el vehículo y damos comienzo a la caminata de este soleado martes de noviembre.
Termina en este punto el asfalto y comienza la pista (PR-CV 112 – Assegador del Camí Vell de Xixona) que nosotros seguimos en ascenso hasta llegar al ‘Collado del Cuartel’, en plena sierra homónima.
Aquí (un claro cruce de caminos) tomamos la pista de la derecha que nos llevará, durante 200 metros, en un importante ascenso, hasta el vértice geodésico, Cuartel (1037 m.s.n.m.).
Momento ideal para disfrutar de las vistas, pequeño descanso y las fotos de rigor.
Deshacemos nuestros pasos hasta el collado (200 metros de bajada tocahuevos) y seguimos ahora por la PR-CV112 en dirección sureste hasta llegar a la zona recreativa de la ‘Font de Vivens’, con su hermoso pinar, sus mesas, sus bancos y el refugio.
También en dirección sureste tomamos una pista, por momentos en zigzag, que nos lleva por otra de las sierras, la de la Llibrería, y ascendiendo nos hará llegar hasta el Alt de la Martina (1085 msnm), un collado de montaña con su caseta de vigilancia desde donde se pueden admirar las panorámicas de las sierras de los alrededores.
Comienza ahora el regreso al punto de partida, descendemos, en dirección noreste, por pista durante casi un kilómetro hasta llegar a la PR-CV112, en un cruce de caminos.
Seguimos por esta pista, dirección noroeste, hasta llegar al cruce que nos llevó al área recreativa de la ‘Font de Vivens’, nosotros seguimos rectos y ahora en ascenso, llegamos al Collado del Cuartel.
Ya sólo nos queda deshacer el camino del inicio y encontrarnos en las Antenas de Villalobos y con el auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto que sí. Han sido cerca de 10 kilómetros, con un desnivel de 460 metros, hechos en un buen tiempo, un día magnífico, unas grandes vistas y una compañía de lujo.
La ruta de este lunes es la que tenía pensado hacer el viernes pasado; circunstancias X la han pospuesto para el día de hoy.
Me he dirigido a la ‘Font de la Carrasca’, en el término municipal de Castalla, y, desde este punto, he comenzado mi caminata, un recorrido por la zona norte de la sierra de la Argueña visitando algunos puntos de interés hasta llegar a su vértice geodésico, Replana, con sus 1229 msnm.
Dejo el auto a pocos metros de la fuente, donde también se encuentra un depósito contra incendios. Tomo un sendero que sube hasta una pista que conduce al ‘Mas del Carrascal’, una gran y hermosa finca, cuidada hasta el extremo.
Cuando llevo un kilómetro andado cojo el ramal, a mano izquierda, que me conduce por el ‘Camino de la Replana’ hasta el ‘Collado de las Hermosas’.
Antes, a unos 400 metros, a mano derecha, tomo un desvío hasta el ‘Pou de Neu del Carrascal’.
Una cava de nieve muy reformada y cuidada, una de las más bellas de la provincia.
Deshago mis pasos, vuelvo a la pista y sigo, en ascenso, hasta el ‘Collado de las Hermosas’. Un pequeño descanso para continuar en un nuevo ascenso, éste algo más difícil, que me lleva hasta la parte alta de la sierra.
En un punto concreto la subida da lugar a una pista sin mucho desnivel que me dirige al vértice de la sierra (Replana). Aquí, en la cumbre, a 1229 m.s.n.m., un momento de descanso, algo de bebida, de comida y las ya habituales fotos.
Comienzo ahora el regreso; sólo tengo que desandar lo caminado, volver al ‘Collado de las Hermosas’, a la pista que lleva al pozo de nieve y al ‘Mas del Carrascal’.
En este punto vuelvo a la ‘Font de la Carrasca’ y al auto pero lo hago dando un rodeo, por la cara norte del cerro ‘Cabezo de la Paella’.
Llegada a la zona del depósito contra incendios, a la fuente y… al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente recomendable. Han sido algo más de 8 kilómetros, con un desnivel de 400 metros, hechos en un tiempo más que aceptable, una mañana espléndida y unas vistas de escándalo.
Para este martes de noviembre vamos a realizar una caminata por el oeste de la provincia, en las proximidades de la localidad de Pinoso, ya lindando con la Región de Murcia.
En esta ocasión el grupo está compuesto por Reme, Pedro, Óscar, Jesús, Paco, Raúl y yo, y nos dirigimos a la población de Pinoso para efectuar una ruta por la sierra de Centeneras, visitar su vértice geodésico y algunos de sus puntos de interés, así como un recorrido por sus alrededores para admirar sus ‘cucos‘ y ‘ribazos‘.
A la entrada del pueblo, en la rotonda, tomamos la carretera CV-836, la que une Pinoso con Yecla, y en el km 4’2 cogemos el ramal asfaltado de la derecha y, 600 metros después, en un claro del camino (de Lel) dejamos los autos; aquí da comienzo nuestro itinerario.
CUCO DEL TÍO BLANES
Justa enfrente de nuestros vehículos ya se encuentra el primero de los cucos (el llamado del ‘Tío Blanes’).
En la zona se llaman ‘cucos‘ a estas pequeñas construcciones que sirven de refugio eventual a pastores trashumantes, ideados para resguardarse de eventuales tormentas en pleno campo, o a los realizados por los propios lugareños, con el mismo fin, para sus labores agrícolas. Todos ellos construidos con la técnica de la ‘piedra seca’.
Seguimos en dirección a Lel (es una de las diez pedanías de Pinoso) y a muy pocos metros tomamos un ramal, a mano derecha y en dirección este, que nos conduce a la Casa de Rua y a la pista Volta Rodada; en todo este recorrido encontramos múltiples muestras de ‘ribazos‘.
Se llaman ‘ribazos‘ a los muros de contención, construidos para limitar y controlar los desniveles en parcelas y terrenos; también hechos con el procedimiento de la ‘piedra seca’ (el conocimiento y técnica del arte de construir muros en piedra seca es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, desde el año 2018).
RIBAZOSRIBAZOS
Llegamos a un cruce, tomamos, por la izquierda, el camino ‘Vereda de la Cova’ que nos conduce directamente hasta las faldas, en su cara sur, de la sierra de Centeneras.
Esta sierra no es más que un cerro calizo de poca altura que se levanta entre los llanos que se extienden entre las sierras de Salinas y la del Reclot.
En este punto tomamos la pista de la derecha, rodeando el cerro hasta llegar a la cara norte.
Aquí encontramos vestigios de una antigua calzada, posiblemente romana. Continuamos por la pista hasta llegar a unos campos de cultivo en los que se encuentra nuestro segundo ‘cuco‘, el llamado del ‘Tío Quito’.
CUCO DEL TÍO QUITO
Volvemos sobre nuestro pasos hasta llegar a las marcas en la pista, las que daban a entender que se trataba de una calzada romana. Aquí nos desviamos, campo a través, subiendo por la ladera del monte, encontramos ahora restos mucho más evidentes de la pista romana.
Seguimos ascendiendo campo a través, entre matorrales espinosos y muros de ramas asesinas, hasta llegar, con alguna que otra magulladura, hasta el maltrecho punto geodésico de este cerro (Centeneras, 686 msnm).
Las ya clásicas fotos en el vértice.
Y comenzamos ahora a buscar con desespero los petroglifos perdidos de esta pequeña sierra.
Nos ha llevado un buen rato dando vueltas hasta que, finalmente, algunos del grupo han podido encontrar estas piedras marcadas por el hombre.
Iniciamos el descenso por la cara sur del cerro hasta llegar a una pequeña cantera y al tercero de los ‘cucos‘ de este recorrido, el llamado de ‘Isabelita’.
CUCO DE ISABELITA
Llegamos a la pista por la que, caminando hacia el noreste, llegaremos hasta otra pequeña cantera y al cuarto ‘cuco‘ de nuestra ruta, el que lleva el nombre de la ‘Centenera’,
Más adelante alcanzaremos la carretera ‘Camino de Lel’, giraremos hacia la izquierda para seguir por asfalto el camino que nos llevará hasta los autos.
CUCO DE LA CENTENERA
Antes, haciendo algún que otro desvío a mano izquierda, accederemos a los ‘cucos‘ que nos faltan por visitar.
Primero llegamos a nuestro quinto ‘cuco‘, algo deteriorado, que me hace pensar que se trata del llamado de ‘la Tía Gila’, aunque en este caso no lo tengo muy claro.
CUCO DE LA TÍA GILA (¿?)
A pocos metros encontramos el siguiente ‘cuco‘, el sexto. Tampoco me queda claro su nombre, aunque creo que se trata del llamado ‘de Marco’.
Volvemos a la carretera y, después de 1’2 kilómetros de asfalto, entramos a una pista, a mano derecha, que nos conduce a los últimos ‘cucos‘ de nuestra ruta.
CUCO DE MARCO (¿?)CUCO DE DAVID
El séptimo es el espectacular ‘cuco‘ de David, muy bien conservado y rematado con detalles tanto por fuera como por dentro.
Muy cerca de este se encuentra uno, algo más pequeño y discreto, nuestro octavo ‘cuco‘, el llamado de ‘Marrulles’.
CUCO DE MARRULLES
Retrocedemos hasta volver a la carretera y antes de llegar al asfalto tenemos, a mano derecha, dentro de una finca privada, el noveno y último de nuestros ‘cucos’, el que creo que lleva el nombre de ‘Pepe el Templao’.
Seguimos caminando por la carretera y a unos 600 metros llegamos a los autos.
Antes de regresar a nuestras casas, hemos quedado en Pinoso con un grupo de amigos para comer todos juntos, en un restaurante de la localidad, un arroz con conejo y caracoles, que pone el broche de oro a esta estupenda jornada senderista/cultural.
CUCO DE PEPE EL TEMPLAO (¿?)
Valoración: 3***
Recomendable: Sin duda alguna. Han sido casi 12 kilómetros, con un desnivel de unos 115 metros, hecho todo en un tiempo más que aceptable. Una mañana fresca y soleada para disfrutar de lo que la caminata nos ha ofrecido, muchos puntos de interés y una agradable compañía.
Para este primer viernes de noviembre la caminata no ha tenido ningún misterio; ha sido bastante sencilla y cómoda.
Me he dirigido hasta la población de Guardamar del Segura para realizar una ruta por los alrededores de la zona militar que rodea la antena de la Radio Estación Naval y visitar el vértice geodésico de Moncayo.
Pasada la localidad de Guardamar, en la N-332, tomo dirección a Los Montasinos, en una de sus rotondas, y a unos trescientos metros, a mano derecha, entro en la Carretera de la Torre… Unos 400 metros después, en un pequeño claro, dejo el auto y comienzo mi caminata.
Una senda, en suave ascenso y bastante clara, me conduce, entre pinos y en dirección noreste, hasta el vértice geodésico Moncayo.
Ya desde un principio, el mar es un clarísimo protagonista de esta caminata.
Hoy, concretamente, ha sido un día muy especial, las aguas estaban muy tranquilas y las vistas, debido a los últimos vientos, eran extremadamente claras.
Cómo no!!! Las ya clásicas fotos en el vértice.
Aunque no es demasiada altura, las panorámicas de los alrededores son brutales; las sierras de Callosa y Orihuela por el oeste, el Parque Natural de las Salinas de la Mata y Torrevieja por el sur, la inmensidad del Mediterráneo y Guardamar del Segura por el este y el Parque Natural de las Salinas de Santa Pola y el cabo homónimo por el norte.
Tomo ahora una senda descendente, en dirección oeste/noroeste, por la Cañada del León, pasando por la valla norte de la zona militar.
Llego hasta la Cañada de la Tía Rita, al Camino del Dos (asfalto) y a unos doscientos metros cambio de dirección, ahora voy por pista (Camino del Campo) hacia el este, iniciando el regreso.
Entro en una senda, entre pinos, paralela a la N-332 y la sierra del Moncayo; a media altura.
Un camino bastante bien señalizado que me conduce en ascenso, pasando por un horno de cal y un par de balsas en desuso, llenas de grafitis (alguno muy curioso), hasta un punto del camino inicial.
Sólo tengo que volver por esta senda para llegar hasta el auto.
Regreso a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro que sí. Han sido sólo 7 kilómetros, con un desnivel de unos sencillos 130 metros, en un día luminoso con las vistas siempre relajantes del mar.
Bueno, la caminata de hoy es la primera después del viaje a Chile y Bolivia. No va a ser una ruta larga y complicada; es más bien una toma de contacto con las sierras alicantinas, una forma de romper el hielo.
He elegido las sierras del Carrascalet y del Flare para este último día de octubre, en el que me acompañan Pedro, Reme, Jesús y Paco.
Dejamos el auto en la Replana del Pino, junto a la carretera CV-8170, la que une Petrer con Castalla, y tomamos la pista que conduce a las casas (ruinas) de Planisses.
Esta pista llega hasta otra (PR-CV 85) y nosotros nos dirigimos, por el ramal derecho, en ascenso, hasta el cruce con el Pou del Carrascalet.
Descendemos después hasta llegar al Collado del Portell.
Aquí el camino vuelve a ascender llegando hasta lo alto del Despeñador, con su vértice geodésico homónimo (1.259 msnm)
Ahí, en lo alto, con unas magníficas vistas de las sierras del alrededor, junto al vértice, las fotos de rigor.
Comenzamos ahora el descenso y el retorno, tomamos la pista (PR-CV 141) que, en dirección noroeste, lleva hasta las Peñas del Soldado.
Antes de llegar a ellas, hay un desvío a mano derecha, que desciende hasta enlazar con la PR-CV 85, que, en dirección sureste conduce hasta la carretera de Petrer-Castalla y 500 metros de asfalto después llegamos al vehículo.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Han sido cerca de 8 kilómetros, con un desnivel de 360 metros y, todo ello, hecho en un tiempo más que correcto.
Primera salida de septiembre y, casi con toda seguridad, una de las pocas que haré este mes en tierras alicantinas.
En esta ocasión, Jesús, Pedro, Reme y yo, nos hemos dirigido hasta el parking de la Casa Tápena, a las afueras de la población de Onil, para comenzar una caminata por sus alrededores.
Antes de comenzar la caminata propiamente dicha, hemos aprovechado la entrada al laberinto de esta gran zona de ocio y nos hemos hecho un recorrido por su interior.
Después de andar durante bastantes minutos, como pollos sin cabeza, por entre los hipnóticos pasillos de este dédalo hemos logrado salir del mismo y nos hemos dirigido al otro lado de la carretera CV-803 para iniciar nuestra ruta (dejamos para la vuelta el recorrido por este hermoso espacio natural)
Tomamos ahora la senda, llamada de Les Penyes Roges, y entramos de lleno en el barranco de Les Planets.
Complicado se nos ha hecho caminar por esta rambla llena de maleza y zonas embarradas, siendo víctimas de los arañazos de todas las plantas espinosas del sendero, de las zancadillas de los juncos enemigos, de los tropiezos con las raíces de los pinos, etc…
Vamos, un barranco muy entretenido!!!
Por fin hemos llegado a una senda un poco menos agresiva, no sin antes tener que hacer una subida bastante arriesgada.
El camino, algo más tranquilo, nos ha conducido hasta un claro en el que se encontraba la Font de les Penyes Roges.
Ahora, y seguimos en ascenso, llegamos hasta el Mas del Collado.
Puede que se deba a los doce días sin actividad que llevaba pero, hasta este punto de la caminata, me ha costado horrores.
Pasamos por la misma puerta de esta masía, seguimos subiendo por pista, hasta un punto determinado, y comienza el regreso, descendiendobruscamente por una vía muy pedregosa hasta llegar a la pista asfaltada; el barranco de la Escalera.
Entramos a la población de Onil y por entre calles de las afueras, en dirección este, nos dirigimos por asfalto hasta la entrada de la zona recreativa de la Casa Tápena.
Dejamos los bártulos en el coche y nos disponemos a darle un buen paseo a esta magnífica finca.
Diferentes espacios, jardines, huertos, fuentes, estanques, manantial, embalse, zonas de juego y recreativas. Un total de 8 hectáreas tremendamente cuidadas y listas para el disfrute del visitante.
Después de toda esta maravilla, nos dirigimos al coche y… regresamos a Alicante.
Valoración: 2**
Distancia: Cerca de 10 kilómetros.
Desnivel: Próximo a los 250 metros.
Dificultad: Fácil/Moderada.
Recomendable:Por supuesto, todas las caminatas, hasta la más sosa, son recomendables.
A medio camino entre las poblaciones de Onil e Ibi, pero dentro del término municipal de la primera, da comienzo la ruta del día de hoy, último de un mes que ha destacado por sus extremas temperaturas.
En un claro, frente al Mas de l’Arcada, aparco el vehículo y comienzo mi recorrido, que me llevará a visitar algunos puntos interesantes de estas serranías.
MAS DE LA ARCADARAMBLA DE LA ARCADA
Tomo la pista, en suave ascenso, que entra al Barranco de l’Arcada.
Pocos metros después me incorporo, por esta misma rambla, a la GR7 hasta llegar a la bifurcación donde, a mano izquierda, continúa esta ‘gran ruta’, mientras yo tomo el camino de la derecha que me lleva al Barranco de Monvarí (en algunos mapas, Montvarí) y al Mas y la fuente homónima.
En esta masía, en la zona de la fuente y la alberca hago una breve pausa para admirar este bello rincón.
MAS DE MONVARÍFONT DE MONVARÍBARRANCO DE MONVARÍ
Este barranco se extiende hacia el nordeste, entre las sierras del Serral y el Cantalar y la sierra del Biscoi.
La pista, paralela al barranco, me lleva hasta el área del Rincón de los Ratones y el Palomaret.
En toda esta parte del camino se están efectuando trabajos de limpieza del monte (algo que era muy necesario). Las máquinas están trabajando duro para dejar saneados los pinares.
La pista me conduce hasta un importante cruce (aquí se han acumulado muchísimos troncos), encrucijada que coincide nuevamente con la GR7.
En este punto hago una parada, me tomo unas uvas, algo de agua y disfruto durante un buen rato de esta magnífica y refrescante mañana.
MAS DEL PALOMARET
Me dirijo hacia el este, siguiendo la GR7 durante un kilómetro, pasando por delante del Mas del Palomater, otra importante masía de estas sierras.
Nuevamente, otra bifurcación, yo tomo la senda de la izquierda, dejando atrás la gran ruta (ya me volveré a encontrar con ella más adelante).
Esta vereda, llamada camino del Xocolatero, bordea hacia el noroeste la sierra del Serral, y conduce a la zona del Collado con el mismo nombre.
Hay que decir que esta parte del monte también necesita, desde hace muchísimos años, una buena limpieza (esperemos que le toque en esta ocasión!!!).
El final del camino me lleva a conectar con una pista que coincide con el recorrido del último barranco de esta caminata, el de Taguenga.
Ahora, en dirección sur/suroeste, el recorrido, salvo alguna suave subida, me lleva en descenso a recorrer esta rambla, durante 1’7 kilómetros, para enlazar primero con la GR7 y, finalmente, con el barranco de la Arcada.
BARRANCO DE TAGUENGA
Llego a la primera bifurcación de esta caminata, ahora sólo tengo que deshacer el camino inicial, llegar hasta el Mas de la Arcada y al claro donde tengo el auto estacionado.
Regreso a Alicante.
MAS DE LA ARCADETA
Valoración: 3***
Distancia: Cerca de 12 kilómetros.
Desnivel: Unos 250 metros.
Dificultad: Fácil.
Recomendable:Totalmente recomendable. Una mañana luminosa y limpia, con una temperatura fresca y muy agradable .
Ultimo lunes del mes de agosto, por fin han bajado algo las temperaturas y todo parece que puede ser un poco más llevadero.
Para este día la ruta que he preparado me lleva hasta la población valenciana de Agullent (Vaya, parece que le tengo un cariño especial a este pueblo!!!). He dejado el coche a las afueras, junto a las piscinas y el polideportivo municipal, lugar en el que se encuentra también el Fornet de la Neu de la población y desde donde comienza mi caminata.
FORNET DE LA NEU
El Fornet de la Neu d‘Agullent es uno de los símbolos del municipio. Construido entre los siglos XV y XVI, se trata de un gran patrimonio valenciano de pequeñas dimensiones que es rematado con una bóveda.Es el claro ejemplo de la actividad del comercio ya extinguido de la nieve, aunque hay que decir que, en el caso de este pozo, su actividad era exclusivamente a nivel local.
TURMALETTURMALET
Comienzo mi recorrido tomando, en dirección sur, la senda de fuerte subida a la sierra, la llamada ‘Turmalet’.
AGULLENT DESDE EL ‘TURMALET’TURMALETTURMALET
El final de la misma me lleva hasta la pista denominada ‘Camino del Torrater’ que coincide también con un tramo del Camino del Alba/Beniarrés-Ontinyent y sirve además de límite entre las provincias de Valencia y Alicante.
CAMÍ DEL TORRATER
Ahora me dirijo por la pista hacia el oeste, paso por el Alto del Torrater y 1’6 kilómetros después, en una bifurcación, tomo el camino de la derecha que me lleva al Alt de les Olles, las antenas de telecomunicación y al vértice de esta parte de la sierra, Alt (674 msnm).
CAMÍ DEL TORRATERVÉRTICE ‘ALTO’
Un pequeño descanso en este punto, algo de refresco, un poco de uva, las típicas fotos en lo alto y comienzo el regreso al punto de partida.
SENDA DELS ENGINYERS
En un principio deshago mis pasos hasta unos metros después del Alt del Torrater, aquí tomo un camino, a mano izquierda, que me lleva en dirección norte/oeste por la senda dels Enginyers.
La misma senda, después de un kilómetro, me acerca hasta un cruce, tomo el caminode la derecha, en dirección norte, y con un importante descenso, paralelo al Barranco del Sapo, llego hasta el Altet del Aire.
ALTET DEL AIREBARRANCO DEL SAPO
En el kilómetro 8’5 de mi caminata el sendero hace giro a la derecha, ahora el descenso es menos acusado, y durante 1’7 kilómetros me dirijo hacia el comienzo de la ruta; antes llego al paraje de la Font Masiana y su área recreativa.
FONT MASIANA
Unos minutos en este espacio de recreo para tomar aire y beber e inicio el último tramo de vuelta al pueblo, al lugar del Fornet de la Neu, el polideportivo y el coche.
Regreso a Alicante.
ÁREA RECREATIVAFONT MASIANA
Valoración: 3***
Distancia: Algo más de 11 kilómetros.
Desnivel: Unos 300 metros.
Dificultad: Fácil.
Recomendable:Muy recomendable. La bajada de temperatura ha hecho que la caminata se haya realizado con más comodidad.
Para este jueves caluroso, despejado y luminoso, la caminata elegida no ha tenido una gran dificultad, aunque han sido cerca de 11 kilómetros con un desnivel próximo a los 500 metros; un recorrido de ida y vuelta por el mismo sitio, todo por pista forestal, sin sendas, ni veredas, ni trochas…
Pero, eso sí, hay que decirlo, con unas vistas A-CO-JO-NAN-TES.
Me he dirigido hasta el puerto de montaña de Confrides, he dejado el coche en un pequeño claro de la carretera CV-70 y, desde este punto, he comenzado la caminata de esta jornada por la Sierra de Serrella.
Ya nada más empezar a caminar, el ascenso, más o menos importante, se realiza sin descanso hasta la caseta de vigilancia forestal y el vértice geodésico.
Llego a un pequeño collado, un cruce de caminos, entre las poblaciones de Benasau y Cuatretondeta.
Yo continúo subiendo por la pista forestal en dirección al depósito contra incendios y… sorpresa!!! justo delante, en medio del camino, se encuentra una pareja de arruís (muflón del Atlas), en una actitud bastante tranquila a pesar de mi presencia.
Sigo acercándome y ellos, con una pasividad pasmosa, se retiran, subiendo por la ladera de la sierra hasta desaparecer de mi vista.
La verdad es que ha sido un momento genial!!!
Llego al depósito de agua contra incendio, también es un pequeño collado y cruce de caminos.
Sigo ascendiendo, ya queda un último tramo hasta la cumbre, el calor es importante y las vistas de sierras como la de Aitana, Aixortá, Bernia, etc… y peñas como la de Meralda, alucinantes.
La pista forestal entra ahora en un pinar durante unos 700 metros, en el que se agradece la sombra y la temperatura más suave.
Depués, unos doscientos metros de senda y llego, por fin, a la caseta de vigilancia y al vértice (Serrella, 1359 metros).
Un rato de charla con el muchacho que cubre la vigilancia, unas pocas fotos con el vértice y sus grandiosas panorámicas, algo de refresco, un poco de uva y… comienzo el regreso.
Como ya dije, es el mismo camino de ida que de vuelta: lo único que ahora todo es en descenso.
La bajada, en esta caminata, es mucho más rápida que la subida; aunque no siempre es así.
Paso por los mismos puntos, el collado del depósito, el del camino de Benasau a Cuatretondeta, etc… y, sin mucha dificultad llego al puerto de Confrides y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Distancia: Cerca de 11 kilómetros.
Desnivel: Próximo a los 500 metros.
Dificultad: Fácil.
Recomendable:Totalmente, con unos paisajes alucinantes .
Después de una semana de ‘obligado’ descanso hoy, lunes agosteño, decido hacer un recorrido por alguno de los montes alicantinos.
En esta ocasión he optado por una sierra cercana, la de Castalla, en la que recorreré un tramo de la GR7 (Dios mío, cómo no!!!), así como algún que otro punto de interés.
Dejo el coche en la zona llamada Litero, al borde de la pista (camino de Petrer a Castalla-GR7-PRCV141), muy cerca de las vallas que sólo permiten el paso a caminantes y vehículos autorizados.
Aquí comienza mi caminata; un suave ascenso que me acerca, a muy pocos metros, hasta las ruinas del Corral de Roig y sus antiguos hornos de cal y yeso.
Después el sendero me hace pasar por el Mas de Litero y las Penyas homónimas.
A los 2’3 km de la salida llego al Collado de Roque, donde se encuentra la Caseta y el Pino del Ángel; aquí el camino se suaviza, aunque sigue en ascenso.
Cuatrocientos metros después llego a una importante bifurcación. La PR-CV141 continúa por la senda de la izquierda que es la que conduce hasta la cumbre del Despeñador; yo sigo recto, en dirección suroeste (GR7 y camino de Petrer a Castalla).
En el kilómetro 4’6 la pista tiene, a mano izquierda, una senda que conduce hasta el Alt del Bubo.
En este punto busco un lugar, bajo una sombra, para hacer un receso, beber agua, comer una fruta y tomar una decisión.
Mi plan era dejar la GR7, tomar la senda de la izquierda y subir hasta el Alt del Bubo pero… hay tres motivos que me hacen cambiar los planes; primero: el calor sofocante, segundo: la molestia en las costillas que aún tengo del trompazo de hace unos días y tercero: se ha terminado de romper una de mis zapatillas (parece una excusa barata pero… los tres motivos son realmente ciertos).
Disfruto, sin prisa, de la pausa y comienzo el retorno por el mismo sitio que me llevó hasta este lugar.
Nuevamente llego al cruce en el que la PR-CV141 tomó otro camino y ahora se vuelve a incorporar a la GR7.
Se deshacen los pasos del comienzo de la ruta, se pasa nuevamente por el Collado de Roque, las Peñas y el Mas de Litero, los Hornos, etc… y llego al auto.
Primer jueves del mes de agosto; tengo la impresión que la mañana es menos calurosa que días anteriores y eso pienso que va a facilitarme la caminata que voy a realizar. Me dirijo a las inmediaciones de la población de Lorcha, concretamente al paraje de la Fábrica de Papel, lugar donde hoy doy comienzo el recorrido por la Vía Verde del Serpis.
Dejo el coche a los pies del Castillo de Perputxent, importantísima fortaleza de origen musulmán, construida entre los siglos XII y XIII, que tuvo una gran trascendencia en la llamada ‘reconquista’.
Me adentro por la pista de la Vía Verde y me encuentro, en un primer momento, con una inmensa carrasca centenaria, continúo caminando en paralelo al río y paso por una de las casetas del ferrocarril.
El recorrido me lleva, en un suave descenso, hasta la Font de Boteros (un arroyo que alimenta una bonita alberca) y que servirá en el camino de vuelta para sofocar el calor.
En todo momento el río acompaña mis pasos y pone sus sonidos al camino.
Llego hasta el primer (y único) túnel de mi caminata; apenas hay que activar la linterna del móvil ya que al poco de entrar ya se ve la luz del final.
El siguiente punto de interés en mi trayecto es el Azud del Infierno, una curiosa presa que debía servir, en su día, para desviar el agua por acequias y llevar su caudal a la Fábrica de la Llum (que va a ser el destino final de esta ruta).
Ahora paso por el Molí de l’Infern y, poco después, por otra de las casetas del ferrocarril y la base de un antiguo depósito de agua.
Casi un kilómetro después llego hasta la zona del puente que cruza el río y a la Fábrica de la Llum.
En este lugar hay una pequeña área de descanso, con sus mesas y sus banco, donde hago un receso para beber y comer algo de fruta.
Coincido con Carmina y Paco, una pareja de caminantes con los que intercambio, en esta pausa, una agradable conversación.
Llega el momento de volver al punto de inicio.
La senda de regreso es por el mismo camino que la ida; aunque en esta ocasión se hace en un ligero ascenso.
Vuelvo a pasar por el depósito de agua, por la caseta del ferrocarril, por el Molí del Infern…
La mañana está avanzada y el calor arrecia.
Paso por el Azud del Infierno…
Por el túnel y por la Font de Boteros y su balsa.
Es ahora, como dije antes, el momento de aprovechar la frescura de sus aguas para remojar la gorra, la cara y parte del cuerpo.
Esto me sirve de gran ayuda para terminar el camino más aliviado.
Dos kilómetros después llego hasta la zona de la Fábrica de Papel y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Distancia: Cerca de 11 kilómetros.
Desnivel: No creo que llegue a 100 metros.
Dificultad: Fácil.
Recomendable:Totalmente, es una caminata que se puede hacer en plan familiar.