Maletas hechas, desayuno tranquilo en el hotel y, a eso de las 9:00, comenzamos el regreso a casa.
A nuestro paso por la población de Lumbier, tomamos el desvío que entra hasta el comienzo del recorrido por la Foz de Lumbier.
El recorrido completo se inicia en el área de aparcamientos y zona recreativa.
El sendero que comienza en el área de parking y, tras un ascenso por senda y luego por pista, alcanza el cordal montañoso, con amplias vistas a la sierra de Leire y las cuencas de Lumbier y Liédena, hacia donde desciende hasta alcanzar el trazado del antiguo tren del Irati (vía verde), a orillas del río.
Fue en 1987 cuando este espectacular paisaje unido al conjunto que forman la sierra de Leire y la Foz de Arbayún recibió la denominación de Reserva Natural.
Siguiendo el antiguo trazado ferroviario y tras dejar a la izquierda el Puente de Jesús (o del Diablo), hoy derruido, se atraviesa el primer túnel del trazado. Se accede así al interior de la foz, cuyos acantilados rocosos de tonos rojizos, blanquecinos y grisáceos contrastan con el verde de la vegetación de carrasca, boj, enebro, espino y mechones de té roca, y dan cobijo a una numerosa colonia de buitres leonados.
Al final de la foz se atraviesa otro túnel tras el cual se llega al área de acogida, inicio del recorrido. Este último tramo, sobre la plataforma del antiguo ferrocarril, es por sí solo un atractivo paseo muy fácil.
Nosotros hemos realizado el recorrido corto, el que comienza en el área recreativa y entra en la foz por el itinerario del antiguo tren, el que pasa por los dos túneles y llega hasta el desvío, a mano derecha, que conduce al derruido puente del diablo.
Después, la vuelta por el mismo sitio.
La pequeña caminata ha sido de unos 4 kilómetros y no ha superado los 60 metros de desnivel.
Llegamos al coche, tomamos la autovía hacia Pamplona y la que lleva hasta Zaragoza. Hacemos un receso, aún en tierras navarras, para tomar un café. Paramos en Cariñena (Zaragoza) para comer y en Barracas (Catellón) para tomar un refresco.
A eso de la media tarde llegamos a Alicante y… cada mochuelo a su olivo.
En este día, después de un buen desayuno en el hotel de Ezcároz, nos dirigimos hasta Ochagavía para pasar la mañana en la población, realizando una caminata que nos llevará, desde el parking de la Estación Patatera de Ochagavía hasta la Ermita de Nuestra Señora de Muskilda.
Callejeando por las calles de la población nos acercamos a los alrededores de San Juan Evangelista para ascender hasta el comienzo de la ruta a la ermita.
Iniciamos el recorrido por la Cañada de Intxusdoia, una vereda repleta de arboleda que, por momentos, se cierra y forma arcos sobre nuestras cabezas.
El bosque es de una belleza sublime que nos deja perplejos a medida que nos adentramos en él.
FUENTEHAYA DE LOS 17 BRAZOS
Pasamos por la zona de la fuente al borde de la senda y podemos contemplar la haya de los 17 brazos; todo muy alucinante.
El final de este sendero nos lleva hasta la pista, la GR11, y nos acerca a la ermita.
La Ermita de Nuestra Señora de Muskilda, se encuentra situada cercana a la población de Ochagavía, en la cumbre del monte Muskilda a poco más de 1000 metros de altura y enclavada en el valle de Salazar.
La construcción románica data del siglo XII, y se atribuye su realización durante el mandato del rey Sancho el Fuerte (1194-1234). El conjunto se compone además de la ermita, de una casa para el ermitaño y otra para el capellán, todo este recinto está rodeado por una pequeña muralla de piedra.
En su interior, en la parte de la cabecera hay un retablo con una inscripción de su realización en el año 1642, en su hornacina central se encuentra la imagen de la Virgen de Muskilda, patrona del valle.
Según una leyenda tradicional la imagen fue encontrada por un pastorcillo cuando vio a un toro que estaba escarbando bajo un roble, en ese lugar halló la imagen, después de un par de intentos de llevarla consigo al pueblo, la imagen desaparecía y volvía al lugar del encuentro. Ante estas señales, se levantó la ermita en dicho lugar.
Dejamos el templo e iniciamos el regreso a Ochagavía.
Ahora el descenso lo hacemos por el sendero que conforma un serpenteante vía crucis y que además es parte de la GR11.
Llegamos al pueblo y, en una terraza de la plaza Obispo Pablo Gúrpide, nos tomamos una cuantas cervezas. Compartimos charla y risas con Lucia, una simpática trotamundos de la vida. A la hora de comer nos dirigimos al Asador Sidrería Kixkia, donde teníamos hecha una reserva. Comida de 10, estupenda, de lujo.
La caminata de la jornada ha tenido un recorrido aproximado de unos 8 kilómetros, con un desnivel de 310 metros.
Por la tarde, una vez llegamos al hotel, una gran siesta… Tan grande que después, antes del anochecer, ya no teníamos ganas de nada, tan sólo de estar en la terraza del hotel, beber y apenas ni cenar.
El día siguiente es el último en la zona y el regreso a Alicante.
En esta ocasión vamos a realizar otra de las rutas emblemáticas de este bosque, la que comienza en el parking de las casas de Irati y se dirige al Embalse de Irabia.
Pasamos por la zona recreativa, en dirección oeste, por la pista que corresponde a la GR11, llegamos a la Fuente Iturria y a unos 100 metros, en la bifurcación, tomamos la senda de la derecha (SL-NA63A).
Estamos ascendiendo en plena selva, pasamos por uno de los árboles monumentales de este espacio natural y por la Loma del Cuervo.
Por entre sendas de cuento de hadas nos dirigimos hasta la pista, GR11, que nos acerca al Embalse de Irabia.
En el corazón del bosque del Irati, el embalse de Irabia, construido entre los años 1921 y 1947, entre los términos municipales de Ochagavía y Orbaizeta, es un enclave único con mucho encanto y una zona cada vez más reclamada y frecuentada por turistas y visitantes.
Hasta hace unos años los caminantes podían utilizar un puente levantado en la cola del embalse y que servía para hacer la ruta circular del pantano.
Dicha pasarela, con base de piedra y parte superior de hormigón, quedó destruida.
Hacemos una parada en una de las orillas y aprovechamos para comer y beber.
Comenzamos ahora el regreso. Pasamos por la casa forestal de Irabia y la casa de los guardas, caminamos por el sendero que circula en paralelo a la GR11 y el río Irati hasta acceder a la GR11.
Esta pista zigzaguea, entre subidas y bajadas, paralela al río y nos lleva, bajo las sombras del bosque, hasta el principio de nuestra caminata.
Finalmente llegamos hasta la zona recreativa, las casas de Irati y el parking, donde se encuentra el auto.
La ruta en total ha tenido unos 11 kilómetros (*/-) y un desnivel próximo a los 300 metros.
Nos dirigimos hasta Ezcároz, aunque antes hacemos una parada en Ochagavía para comer en el camping Osate, a las afueras de la población.
Sorprendente la comida, las raciones y el precio; todo de mucha calidad.
Después, llegada a Ezcároz, al hotel, siesta reparadora y, a eso de las 18:30 salimos a caminar por los alrededores y realizar una breve ruta para visitar la cascada del Xoxo.
Salimos del pueblo, pasando por la iglesia de San Román y por el cementerio de Ezcároz.
Seguimos las indicaciones de las señales que nos llevan hasta ‘la cascada’. Evidentemente en esta época no lleva nada de agua, por lo que sólo podemos contemplar las rocas por las que corre el líquido elemento cuando lleva caudal.
La tarde es tremendamente calurosa, así que el paseo se hace muy corto.
Volvemos al pueblo, la caminata ha tenido apenas 2 kilómetros de recorrido y un desnivel irrisorio.
Nos quedamos en la terraza del hotel, ahogando las penas con cerveza hasta la hora de cenar.
Después, unos cuantos pacharanes como fin de fiesta y… todos a las habitaciones hasta el día siguiente.
Después del desayuno dejamos Ezcároz y nos dirigimos hacia la Selva de Irati para realizar, en este magnífico bosque, una de las rutas que llevamos preparadas.
En el camino hacemos un alto en el Mirador de Tapla.
Desde esta amplia atalaya, en lo alto de la sierra de Abodi, las vistas son realmente alucinantes.
Seguimos nuestro camino, volvemos a la carretera hasta llegar a las casas de Irati.
Dejamos el auto en el parking y damos comienzo la primera de las rutas que llevamos en mente (y en el gps); Selva de Irati-Cascada del Cubo.
Selva de Irati
El bosque o selva de Irati (Iratiko oihana en euskera) es un bosque repartido entre el norte de Navarra (España) y los Pirineos Atlánticos en el suroeste de Francia.
Por su parte española está situada en el valle del río Irati, entre los montes de Orzanzurieta y Roncesvalles al oeste, y el monte Orhi al este. El límite sur lo pone la imponente mole de la sierra de Abodi. Los principales accesos son por el oeste por Orbaiceta (Valle de Aézcoa) y por el este por Ochagavía (Valle de Salazar).
Se trata de la mayor masa forestal de Navarra y uno de los mayores y mejor conservados bosques de hayas y abetos de toda Europa. A pesar de ser un bosque explotado forestalmente desde los siglos XVI-XVII, el respeto y el buen hacer de los habitantes de estos valles ha hecho que se conserve en total plenitud. Existen dentro de la zona diversos espacios protegidos: todo el Irati es una ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves), así como zonas protegidas como Reserva Natural o Reserva Integral del total de 17 000 ha del bosque.
Accedemos a la pista, perfectamente señalizada, en dirección norte/noreste, que nos acerca, subiendo en paralelo al curso del río, el Urbeltza, hasta llegar a la Cascado del Cubo.
Estos saltos de agua hacen que este paraje sea un punto obligatorio para los visitantes del bosque de Irati.
Volvemos al sendero y continuamos en dirección norte/noreste.
En nuestro trayecto encontramos multitud de regatas (arroyos) secas, en esta estación.
PASO ESPAÑA-FRANCIA
Nuestro recorrido lo estamos realizando en un progresivo y cómodo ascenso, aunque hay un par de subidas bastante importantes.
Llegamos hasta el límite entre España y Francia, cambiamos de país…
et maintenant nous suivons le chemin jusqu’aux panneaux indicatifs.
A cet endroit, on marche dans le sens sud/sud-ouest, de l’autre côté de la rivière.
Hacemos, después del paso por un viaducto, una parada junto a una leñera para comer (aún en territorio francés).
A menos de un kilómetro se encuentra un nuevo puente que sirve de límite entre los dos países.
PASO FRANCIA-ESPAÑAPASO FRANCIA-ESPAÑA
Seguimos el curso de las aguas del Urbeltza y nos acercamos, entre hermosas arboledas, hasta la zona de las casas de Irati.
Una parada, antes de volver al coche, para bebernos, en el bar de las casas, unas merecidas cervezas y refrescos.
La caminata ha tenido un total de unos 12 kilómetros (entre unas cosas y otras) y un desnivel cercano a los 300 metros.
Ahora ya, tomamos el auto y nos dirigimos nuevamente al mirador de Tapla.
Unas cuantas fotos en él y volvemos a Ochagavía y a Ezcároz.
Al llegar a Ezcároz decidimos tomar la carretera NA-140 que nos lleva a Jaurrieta, Garaioa y Aribe (entre otras poblaciones) para desviarnos, después, por la NA-2030 y llegar a Orbaizeta y la Fábrica de Armas homónima.
En el Valle de Aezkoa, en plena Selva de Irati, nos encontramos con la impresionante Real Fábrica de Armas de Orbaizeta, un complejo con una interesante historia a sus espaldas.
La explotación de esta fábrica comenzó en el siglo XVIII sobre una antigua ferrería del monte Aezkoa. La zona contaba con una gran riqueza maderera, además de minas de hierro y varios ríos, aspectos que favorecieron la instalación de la factoría.
Al principio su actividad se centró en abastecer al Ejército fabricando munición. En algún momento llegó incluso a elaborar cañones, aunque al final tan solo producía hierro de calidad que era enviado a las fábricas de Trubia y Oviedo, en Asturias, donde era transformado. Su proximidad con la frontera con Francia la convertía en objeto de numerosos saqueos e incendios, que también afectaban a los habitantes del pueblo. Sin embargo, la fábrica logró resistir hasta que en el siglo XIX cerró definitivamente. En 2007 fue declarada Bien de Interés Cultural.
Dejamos la visita a la fábrica, volvemos al coche y nos dirigimos a Orbaizeta buscando un lugar donde tomar un café.
No encontramos lo que buscábamos pero hicimos una visita a dos de los hórreos de la población.
Seguimos hasta Orbara y junto a la iglesia de San Román tomamos el café que andábamos buscando.
Paramos en la población de Aribe, aparcamos frente a la iglesia de la Inmaculada y, desde este lugar, comenzamos una pequeña caminata que nos llevará, siguiendo el curso del río Irati, hasta el puente colgante de Aribe.
Una caminata de apenas 3 kilómetros, entre la ida y la vuelta, y un desnivel inapreciable que nos acerca por entre hermosas arboledas hasta las ruinas de un antiguo balneario y el puente colgante.
Es en este punto, junto al balneario, donde me doy una leche que me deja ‘baldao’, lleno de magulladuras y, cómo no, las costillas resentidas.
Volvemos a Aribe y regresamos a Ezcároz. Paramos un par de minutos en Jaurrieta para las últimas fotos del día (a Pedro y a Reme este banco les trae recuerdos de viajes anteriores).
La jornada termina cenando en el hotel, ha sido un día muy completo en el que hemos caminado alrededor de 17 kilómetros y… una hostia.
Pedro, Reme, Pablo y yo, salimos de Alicante a primera hora de la mañana, en dirección a Navarra.
Nuestra intención es la de pasar unos días en esa comunidad y disfrutar al máximo del entorno del río Irati y la selva que lleva su nombre.
En el camino hacemos un par de paradas antes de llegar a Navarra para repostar, refrescarnos y comer algo.
Llegamos a pocos kilómetros de Iruña (Pamplona) y, a la altura del acueducto de Noáin, cambiamos a la autovía del Pirineo, en dirección oeste, y tomamos la salida 39 para realizar nuestra primera visita en estas tierras; la Villa Romana de Liédena.
La Villa romana de Liédena es un yacimiento arqueológico perteneciente a la época bajoimperial romana situado en Liédena, Navarra. Su yacimiento se localizó en febrero de 1921. Fue la primera villa romana en España objeto de excavación, estudio y publicación al completo, sirviendo de referencia posterior a estudios similares, y fue inicialmente llevada a cabo por Blas Taracena Aguirre y Luis Vázquez de Parga entre 1942 y 1947. Forma parte de la Ruta de la Navarra romana junto a lugares como Andelos, la Villa romana de Las Musas (Arellano), la ciudad romana de Cara (Santacara), Santa Criz de Eslava, la Villa romana del Ramalete (Tudela) y la calzada romana de Ablitas.
Volvemos nuevamente a la autovía del Pirineo, ahora en sentido Pamplona, y tomamos la salida 35, que nos lleva hasta Lumbier.
Teníamos la intención de hacer el recorrido le la Foz de Lumbier pero es tarde y hace tantísimo calor que lo dejamos para la vuelta.
La carretera, ahora en dirección norte, nos lleva, a contracorriente, por el curso del río Salazar.
De camino, hacemos un pequeño stop para contemplar la Foz de Arbaiun.
Se trata de un profundo cañón excavado por el río Salazar en la roca caliza de la Sierra de Leyre, que tiene unos 6 km de longitud y casi 400 m de profundidad de paredes verticales.
Está declarada Reserva Natural como protección a la mayor colonia de buitres leonados de Navarra, además de contar con otros tipos de rapaces como el águila real, el alimoche y el quebrantahuesos.
De nuevo nos ponemos en ruta y llegamos hasta Ezcároz, el pueblo donde tenemos el alojamiento.
Es demasiado tarde como para encontrar algún sitio donde poder comer algo, así que optamos por esperar a la hora de la cena. Mientras, dejamos el equipaje en nuestras habitaciones, nos aseamos y nos dirigimos directamente a la zona de baño del río Salazar.
En esta playa fluvial, con el agua congelada, nos damos unos chapuzones.
Cuesta hacerse a la idea de entrar en el agua pero… el día es tan agobiante que al final acabamos por lanzarnos.
Dejamos la zona de baño y, hasta la hora de la cena, decidimos tomar el coche y visitar Ochagavía.
Estos pueblos tienen un encanto especial, sus fachadas de piedra, sus balconadas, sus macetas, etc…
Damos una vuelta por sus calles, nos tomamos unas cervezas en uno de sus bares y volvemos a Ezcároz.
Por último cenamos en la terraza de nuestro hotel; beber, comer, charlar, reír… es un buen final para esta jornada.