Por unos motivos u otros hoy ha sido un sábado de sendero en solitario.
Bueno, Yuma ha estado conmigo, claro.
He estado pensando muy mucho hacia donde se dirigirían nuestros viejos huesos.
Por fin, me he decidido por la amplia Sierra de Mariola, llena de senderos para todos los gustos.
Si ya el sábado pasado estuvimos en ella subiendo por el este, desde la población de Muro de Alcoy, hoy la hemos iniciado por el sur desde las Casetes de Vilaplana, un grupo de viviendas en plena sierra, cercanas al Barranc del Cinc.
Casualmente en esta zona hubo hace exactamente dos años (13/07/12) un terrible incendio que arrasó 574 hectáreas de este Parque Natural, pertenecientes a las poblaciones de Alcoy y Cocentaina.
Aún se pueden ver los resultados de esa catástrofe, aunque, bien es verdad, la naturaleza sigue su curso y ya hay bastantes brotes verdes pero… las imágenes todavía, dos años después, son dantescas.
Desde las Casetes de Vilaplana ascendemos hasta llegar al Collado de la Zapata. Aquí se puede contemplar gran parte de la Comarca del Alcoiá en un día de calor sofocante.
Llegamos hasta un cruce de caminos. Por la derecha continúa la GR7 y nos lleva a la cumbre del Montcabrer, por la izquierda la PR-V37 que nos acerca a varias fuentes y al Barranc del Carrascalet.
Optamos por la senda de la derecha, la de la izquierda la tomaremos al regreso.
Seguimos en ascenso por la GR7 hasta llegar a otro cruce de sendas, a la altura de las ruinas de la Cava de les Monteses.
Ante nosotros el Moncabrer, majestuoso y desafiante.
El calor ya es insoportable y, aunque una de las opciones era llegar a la cumbre, en este cruce, decido comenzar el regreso.
Bajada, en ocasiones importante, en otras suave, por el Barranc del Carrascalet.
Aquí el fuego no llegó y la vegetación es frondosa y abundante.
Vaya diferencia!!!
Pasamos por delante de dos de las tres fuentes que hay en esta parte de la sierra, la Font del Carrascalet (cómo se iba a llamar si no?) y la Font de Juliá. Mi pretensión no era encontrar demasiada agua, la verdad. Con este largo año de sequía no podemos esperar, con mucha suerte, más que un hilillo de agua.
Llegamos al cruce del principio, volvemos sobre nuestros pasos y nos encontramos con las Casetes de Vilaplana y el coche.
Vuelta a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: El recorrido es bastante sencillo, son unos 9 kilómetros (haciendo la cumbre pueden llegar a ser 11) y el desnivel acumulado unos 600 mts. Está claro que antes del incendio tuvo que ser una pasada este sendero. Ahora no está mal hacerlo y ver los desastres que causa el fuego. Claro que es recomendable.
Además, también me ha servido, sobre todo en los descensos, para plantearme el recorte de las uñas de los pies, jajajaja.