Hemos aprovechado este sábado tan magnífico, aunque algo fresco, para realizar una salida a la sierra.
En esta ocasión, Pablo, Yuma y yo nos hemos desplazado hasta el norte de la Comunidad Murciana, frontera con Albacete (Castilla la Mancha), concretamente a la carretera (MU-404) que une la población murciana de Yecla con la albaceteña de Fuente Álamo, a la altura del km. 15’300, para adentrarnos en el Monte Arabí y realizar en él la llamada ruta de la Montaña Mágica.
En el km. antes mencionado encontramos, a la derecha, el cartel que indica el camino que conduce al Monte Arabí.
Por pista de tierra pasamos por la Casa de Don Lucio, nos desviamos después a la izquierda llegando hasta la zona vallada donde comienza la ruta propiamente dicha, dejando el auto aparcado en la pinada del exterior.
Caminamos en ligero ascenso en dirección al monte, pasamos por la Casa del Guarda y el curioso pino gigante que se eleva en su entrada, encontramos unos estanques para el desarrollo de anfibios en la zona y tomamos la pista que sube entre paredes rocosas.
Entre pinos, carrascas, esparto, romero, tomillo, aliagas, jaras, etc… subimos y las piedras adquieren curiosas formas que despiertan la imaginación.
Llegamos por fin al vértice geodésico Arabí, con sus 1065 m.s.n.m.
Una hermosa atalaya desde la que se domina todo el altiplano de la zona de Yecla y desde el que se pueden divisar sierras como la de Los Gavilanes, de La Magdalena, de Lacera, etc…
Las típicas fotos en lo alto.
Comenzamos la bajada, el regreso. Esta vez dando rodeo a este monte, por el norte, entre una hermosa pinada, en dirección a la Cueva de la Horadada.
Llegamos a la parte alta de la cueva.
Lo curioso, lo mágico, de esta enorme cavidad es la gran apertura que tiene su techo a modo de claraboya, por el que la luz entra y juega a darle a la cueva múltiples variedades de forma y de color.
Seguimos descendiendo, ahora nos disponemos a tomar el camino que nos lleva a la entrada de la Cueva de la Horadada.
La mala suerte es que Pablo, en la bajada, resbala y se hace daño en la rodilla, dejándosela bastante resentida. Él opta por no descender hasta la entrada de la cueva y se espera en la senda que nos conduce hasta el auto.
Yo hago una rápida visita, unas cuantas fotos y me vuelvo a encontrar con Pablo.
Todo esto hace que las posibles paradas en el recorrido para ver puntos interesantes como son los Petroglifos, la Cueva y los Abrigos del Mediodía y el Yacimiento Arqueológico de la Edad de Bronce, se queden pendientes para otra ocasión.
Nuestro máximo interés ahora era llegar al auto.
Así ha sido y… hemos regresado a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: De todas, todas. Han sido unos 8 kilómetros hechos a una muy buena velocidad y con una gran cantidad de puntos interesantes, aunque algunos se hayan quedado sin ver, por las circunstancias.