Esta vez la salida la hemos adelantado al martes; tal vez por estar en plena Semana Santa y esas cosas…
También en esta ocasión hemos sido pocos los caminantes. Tan sólo Isabel y yo.
La ruta, una sencilla y cómoda; un recorrido por los márgenes del Río Verde, un rodeo al Pinar del Plá, una visita a la Casa del Pla de la Magdalena y un paseo por el barranco que hay a las espaldas de la urbanización Pinares de Mecli.
Hemos dejado el coche en un recodo del camino, muy cerca de la entrada a la población de Tibi.
Siguiendo el sendero que acompaña al Río Verde (esta vez algo negro en el primer tramo, seguramente por algún tipo de vertido) en ocasiones por el margen derecho, otras por el izquierdo, llegamos hasta el Corral del Reconco; una gran masía con buenos campos de cultivo.
A esta altura el río se esconde entre abundante vegetación y, también en este punto, aparece con sus aguas bastante cristalinas.
Dejamos las aguas para ascender por pista hasta varias casonas de campo, algunas mucho más cuidadas que otras.
Llegamos así hasta el caserío del Pla de la Magdalena. Imponente e inquietante.
Desde aquí ya sólo nos queda tomar el sendero que conduce al barranco.
Barranco que he procurado averiguar el nombre pero sin éxito. Tan sólo sé que recorre las espaldas de la urbanización Pinares de Mecli.
Estrecho y sinuoso nos lleva sin ninguna dificultad hasta, nuevamente, el Río Verde.
Aquí, cerca ya del camino de inicio, nos topamos con una ‘bicha’, seguramente mucho más asustada que nosotros, cruzamos las aguas, volvemos al auto y, habiendo sido una caminata fácil y corta, aprovechamos y nos tomamos unas cervecitas en el pueblo.
Luego, regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Vamos, eso ni se duda!!! cerca de siete kilómetros, con un desnivel de risa y hechos con la tranquilidad máxima. Recorrido de observación del paisaje, buena conversación y abundantes risas. Lo más de lo más, jejeje