COMARCA DEL BAIX VINALOPÓ
ELCHE.
Este municipio y ciudad es la capital de la comarca del Baix Vinalopó, en la provincia de Alicante. Con un total de 232.517 habitantes (censo 2019) y en toda su extensión tiene las partidas de Algoda-Matola, Algorós, Altabix, El Altet, Arenales del Sol, Asprella, Atsavares, Las Bayas, Carrús, Daimés, Derramador, La Foia, Jubalcoi, Maitino, La Marina, La Perleta, Pla de Sant Josep, Puçol, Torrellano y Vallverda.
Historia:
Elche ha tenido dos emplazamientos a lo largo de su historia. El primero en el yacimiento de l’Alcudia, situado dos kilómetros al sur del actual núcleo urbano, habitado desde el neolítico hasta la etapa visigoda y que ofrecía la ventaja estratégica de su fácil defensa gracias al río Vinalopó. El núcleo primitivo se desarrolló hasta configurar en el siglo V a. C. la ciudad ibérica de Helike, que perduró hasta la invasión cartaginesa en el 280 a.C. Fue la época esplendorosa de la cultura ibérica, en la que esculpió la Dama de Elche. En el año 209 a.C. la ciudad ibérica se romaniza, y ya en el siglo I a. C. adquiere el título de Colonia Iulia Illice Augusta. Desde aquí en adelante fueron constantes las destrucciones y reconstrucciones a consecuencia de la llegada de los bárbaros y la etapa final de los visigodos.
Con la llegada de los árabes a la ciudad se traslada a su emplazamiento actual entre los siglos VIII y IX, al barrio conocido como la Vila Murada. La ciudad cambió mucho con su llegada, pues tenían costumbres totalmente contrapuestas a los cristianos. La población árabe disponía de 1.500 casas, siendo un gran número de ellas de ricos y potentados. El gobierno recaía en manos de un tribunal llamado Aljama y tenían su consejo en la mezquita principal, cuyo edificio se situaba donde hoy está la Basílica de Santa María.
Tenían, asimismo, dos establecimientos para baños públicos, uno dentro del convento de monjas de la Clarisas. Como los árabes eran muy dados a la agricultura, esta fue la principal ocupación después de la guerra. Esto llevó a que el término de Elche fuera enormemente rico, cosechando una gran cantidad de aceitunas, con las que fabricaban un aceite de gran calidad, abundante cebada, además de las cosechas de granadas, dátiles, almendras y el gusano de seda que importaban.
En el interior de los huertos dispusieron extensos algodoneros, que les permitía fabricar tejidos de algodón, así como otras industrias muy lucrativas. En el campo de Elche se ubicaron más de 300 aljibes.
En virtud del tratado de Almizra (1244) por el cual las coronas de Castilla y Aragón se repartieron el reino de Murcia, Elche entró dentro la zona de conquista castellana. La conquista cristiana se efectuó por el infante Alfonso (futuro Alfonso X el Sabio) alrededor del año 1250, pasando así Elche a la corona de Castilla. A raíz de la conquista, fue constituido el señorío de Elche, encomendado al infante D. Manuel, hermano de Alfonso X y padre de uno de los grandes escritores castellanos de la Edad Media, D. Juan Manuel. Tras una sublevación musulmana en el año 1265, Alfonso X de Castilla debió de pedir ayuda al monarca aragonés Jaime I; éste ayudó a los castellanos a recuperar la villa, junto con los territorios cercanos. Como represalia, los musulmanes fueron expulsados de la ciudad y se vieron obligados a edificar una nueva población en las cercanías de la Vila Murada, conocida actualmente como el Raval de San Juan. En 1296 Jaime II de Aragón atacó los territorios castellanos situados en la mitad sur de la provincia de Alicante y conquistó, entre otros lugares, la ciudad de Elche. En 1305 se firmó en la villa el Tratado de Elche, un acuerdo realizado entre los reinos de Castilla y de Aragón en donde se fijaron nuevos límites fronterizos de estos reinos, pasando Elche, junto con otros lugares como Alicante u Orihuela, al Reino de Valencia. Sin embargo, el señorío siguió en manos del castellano don Juan Manuel, príncipe de Villena.
En el siglo XIV, el día 4 de mayo de 1334, en la catedral de Santa Eulalia de Barcelona, Jaime II hizo donación con cláusula de reversión a la Corona a su quinto hijo, el infante Ramón de Berenguer (1308-1364), conde de Prades, de la villa de Elche, con su puerto Cap de l’Aljub, más tarde llamado de Pueblo Nuevo y por último Santa Pola. Posteriormente, Elche y Crevillente pasaron a manos de Juan de Aragón y en 1358 a las del infante Martín, segundo hijo de Pedro IV de Aragón.
Los siglos XVI y XVII son socialmente conflictivos. Por una parte, la rebelión de las Germanías (1519-1523), conflicto en los reinos de Mallorca y Valencia a comienzo del reinado de Carlos I. Por otra, la expulsión de los moriscos (1609-1613) que supuso la pérdida de un tercio de los habitantes.
En los años posteriores, la repoblación del territorio intentó no sólo rehacer una grave situación económica sino, también, recomponer un estado de debilidad política
El siglo XVIII empieza marcado por la abolición de los Fueros, en 1707, lo que da la oportunidad de aplicar sin estorbos la jurisdicción señorial, que crea la figura del alcalde mayor, nombrado personalmente por el señor. A partir de esa década, hay un crecimiento de la economía. Todo ello favorece la aparición de nuevas fortunas y recorta las posibilidades de los estratos más bajos. Esta situación, más la estructura administrativa y fiscal de naturaleza feudal actuando en coyunturas de baja producción y retraimiento comercial, provocó la revuelta antiseñorial, en 1766, a favor del libre comercio.
En el siglo XIX surgió una importante actividad alpargatera, origen de la actual industria del calzado que potenció el crecimiento de la ciudad. En 1871 el rey Amadeo I visita Elche y le otorga el título de Ciudad. En 1875 se instala la primera máquina de coser y se empezó a importar lona, progresivamente se sustituirá por la de producción local. Comienza el uso del telar mecánico.
Antes de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), existían unas cien fábricas de alpargatas, yute y trenza, que absorbían el 80% de la población obrera. El proceso de industrialización dio paso a la aparición de una nueva oligarquía. Fabricantes de alpargatas y calzado en general comenzaron a crear entidades financieras, cajas de ahorros, patronales, etc… Durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) se unieron las clases burguesas y la media burguesía. Los obreros, por su parte, comienzan a organizarse y crean los primeros sindicatos y partidos políticos. La Segunda República Española (1931-1939) fue un período convulso lleno de huelgas, cierres patronales, confiscación de fincas. El sentir mayoritario de la ciudad de Elche optó por el socialismo. La tensión social entre las distintas ideologías estalló con la quema de la Basílica de Santa María, antes de la Guerra Civil Española. Durante el conflicto, Elche se mantuvo fiel a la República y colaboró activamente con el Ejército Popular. Al término de la guerra, una ciudad inmersa en la miseria y el hambre, sufrió fuertes represalias por parte del bando vencedor, al ser Elche una ciudad mayoritariamente republicana. La situación económica empezó a despuntar a partir de los 50, debido sobre todo a la industria del calzado, consolidándose entre 1965 y 1975, con una importante recuperación demográfica.
Patrimonio, Monumentos y lugares de interés:
* Basílica de Santa María. Construída sobre la antigua mezquita. Siglos XVII y XVIII.
* Torre de la Calahorra. Estilo almohade. Siglos XII y XIII
* Torre del Consell. Siglo XV.
* Palacio de Altamira.
* Torre del Gall. Modernismo valenciano.
* Cine Alcázar.
* Misterio de Elche. Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
* El Palmeral. Patrimonio de la Humanidad.
* Parque Municipal.
* Huerto del Cura.
* Parque del Filet de Fora.
* Yacimiento Arqueológico de la Alcudia.
* Los Baños Árabes.
Museos:
* Museo Arqueológico y de Historia de Elche ‘Alejandro Ramos Folqués’
* Museo de la Festa.
* Museo del Palmeral.
* Centro de Cultura Tradicional Museo Escolar de Pusol.
* Museo Paleontológico.
* Museo de la Virgen de Elche.
* Museo de la Alcudia.
* Centro de Exposiciones de la Lonja.