En los últimos tres días, en la provincia, hemos estado en alerta naranja por fenómenos metereológicos (lluvias torrenciales, fuertes vientos, etc…) pero… esta mañana , aunque con una potente niebla, se ha presentado bastante tranquila y con muy buena temperatura.
Fuen, Carol y yo (ha fallado Salva!!!), nos hemos acercado a la población de Confrides y, desde aquí, por estrecha carretera, hemos llegado a la Font de l’Arbre para comenzar nuestra caminata por la Sierra Aitana.
La Font de l’Arbre se encuentra en plena reparación, por lo que no hemos podido disfrutar de su agua.
Hemos ascendido por la pista por la que discurre la PR-CV20, en plena cara norte de la sierra, hasta llegar al Coll del Ventisquer.
Encontramos rincones donde las rocas sirven de mirador para contemplar el magnífico panorama de las sierras vecinas.
Desde allá arriba nos ‘observa’ la base militar, con todas sus antenas y artilugios.
Y allá abajo, las montañas envueltas en un mar de nubes.
Nos vamos acercando a la Font de la Forata.
Esta fuente nos espera sin ningún problema. Está perfecta, con sus pequeñas pilas escalonadas dejando correr el agua con su agradable música.
Comenzamos el regreso, ahora por otra senda que desciende por un espeso bosque de pinos hasta llegar al Fondo d’Aitana.
Termina el descenso y el bosque. Ahora la pista llanea por la zona llamada El Clavilló.
Poco queda ya hasta llegar nuevamente a la Font de l’Arbre.
Al fondo, a través de campos de cultivo, se observa la Sierra de Aitana, magnífica, con el techo de la provincia de Alicante (1559 m.s.n.m.)
El coche ya está cerca. Antes Carol ve, a través de una cerca de un corral, un gran rebaño de cabras (se vuelve loca!!!). Se aproxima para verlas y… ya la tenemos contenta el resto del día, jejeje.
Llegamos al auto y…, antes de regresar a Alicante, paramos en el ‘Restaurante la Venta’, en Confrides, y nos pegamos una comilona que no se la salta un gitano. Chapó por ese menú de categoría!!!
Ahora ya sí… Volvemos a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Totalmente. Han sido unos 8’5 kilómetros, con un desnivel de 330 metros, hechos en un estupendo tiempo. Una sierra con unas vistas alucinantes, una ruta sencilla y hermosa y… una compañía de fábula. Nos hemos reído como chiquillos!!!