Mañana de viernes con nubes amenazantes y viento ‘tocahuevos’. Nosotros, Pedro, Jesús y yo, nos hemos lanzado a la sierra.
En esta ocasión hemos optado por una pequeña caminata por los alrededores de Beniarrés, a las faldas de la cara sur de la Sierra del Benicadell.
El recorrido ha sido, para nosotros, una auténtica novedad.
Hemos partido desde el kilómetro 1’5 (aproximadamente) de la Vía Verde que va en paralelo a la carretera CV-701, en dirección Lorcha desde Beniarrés.
Ascendemos por pequeñas sendas por la Loma de la Picadora, entre refugios, campos y terrazas del cultivo del olivo, y nuestro objetivo es el de llegar a la Cova de l’Or.
Las vistas de los alrededores, a medida que ascendemos, son espectaculares. Ante nosotros el embalse de Beniarrés, que contiene las aguas del Serpis y sus afluentes, la Sierra de Mariola, con su cima el Montcabrer, Sierra del Cantalar, la de la Albureca, el Barranco de la Encantada y la cresta de la Sierra del Benicadell, entre otras muchas.
A medida que nos acercamos a nuestro objetivo la senda es más estrecha y complicada.
Por fin llegamos a la Cova de l’Or.
La Cova de l’Or, considerada como B.I.C., es un yacimiento arqueológico que se encuentra en los relieves que conforman la Sierra del Benicadell, dentro del término municipal de Beniarrés en la comarca del Comtat, provincia de Alicante. Situado a 675 metros sobre el nivel del mar, se trata de un importante enclave neolítico datado sobre el sexto milenio antes de nuestra Era (alrededor del 5600 a. C.). De ella se han extraído una gran cantidad de materiales que se encuentran, la gran mayoría de ellos, en el Museo de Prehistoria de Valencia y en el Museo arqueológico Camil Visedo de Alcoy.
Hemos pasado una rato en la entrada de la cueva, descansando y refrescándonos para comenzar el regreso al automóvil.
Hemos podido comprobar que, para evitar el complicado ascenso que nos ha llevado hasta allí, hay otra senda más cómoda y sencilla que nos ayuda en la bajada y la conexión con la pista.
Seguimos las indicaciones del gps, pasamos por pista, sendas, campos de olivares y refugios, y llegamos hasta la carretera (Vía Verde) donde, unos cientos de metros después, nos espera el auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Han sido unos 8 kilómetros, nada complicados, con un desnivel de unos 350 metros, hechos con tranquilidad y disfrutando de las vistas, de la pureza del aire y de la compañía.