La Vall de la Gallinera-Serra de la Foradada en Wikiloc.
Entre nubes y claros, este último lunes del mes, nos hemos dirigido hasta uno de los valles más hermosos de la provincia, La Vall de Gallinera, uno de los lugares donde se cultiva la cereza de la montaña de Alicante, producto con Indicación Geográfica Protegida.
Jesús, Pedro y yo hemos dejado el coche en el parking que hay en la población de Benialí, desde donde hemos iniciado nuestra travesía por el valle, en busca de los campos de cerezos en floración y ascender por la Sierra de la Foradada para visitar el arco y la zona de los corrales.
Seguramente si hubiéramos visitado estos parajes dos semanas antes habríamos encontrado los campos en plena floración; ahora ya la gran mayoría están verdeando e incluso algunos ya tienen desarrollando sus frutos.
Pasamos por Benissivá y Benitaia, llegamos a la entrada a las ruinas del Convento de Sant Andreu y seguimos en acusado ascenso hasta llegar a la Cova de Moragues y su manantial.
Desde aquí, por una empedrada senda zigzagueante, nos dirigimos a la parte alta de la sierra y a su gran peña con su arco.
Una vez allá arriba, hacemos una parada para comer algo, refrescarnos y disfrutar de las alucinantes vistas, tanto de la Vall de Gallinera, por el norte, como de la cara sur, la Vall d’Alcalá.
Iniciamos el regreso y, en esta ocasión, tomamos la senda que recorre la cresta de la montaña, en dirección este, llegando al Corral del Moro, una construcción de piedra a la entrada de una cueva que ha servido, desde hace mucho tiempo, para el abrigo y la recogida del ganado.
Seguimos hacia el este para llegar, muy cerca de una serie de corrales en ruinas, al llamado Passet.
Comienza aquí el descenso por la cara norte de la montaña.
Una bajada importante que nos llevará, por sendas, caminos y pistas, hasta el Convento de Sant Andreu.
Seguimos después la pista para llegar a los pueblos de Benitaia, Benissivá y Benialí.
Llegada al coche y regreso a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Totalmente. Han sido 10 kilómetros, con un desnivel de 640 metros, hechos en un tiempo muy aceptable, con una vistas espectaculares y con una compañía inmejorable.