Embalse de Almansa-Vértice Cabezo, en Wikiloc.
Para este viernes la ruta estaba ya muy pensada y preparada. Incluso estaba previsto que fuéramos más los caminantes. Lástima que algunos hayan fallado.
Desde Alicante, por la autovía A-31, la que llega hasta Madrid, hemos tomado, en la provincia de Albacete, la salida 146, la que conduce, entre otros destinos a Montealegre, Hellín y el Embalse de Almansa, Jesús, Pedro y yo hemos llegado a una de las zonas de parking del pantano para comenzar nuestro recorrido.
Iniciamos la caminata por la pasarela flotante que va desde la orilla norte a la sur y nos acerca a la enorme pinada y las zonas de ocio.
Desde aquí, a través de sus sendas y caminos, se pueden hacer multitud de rutas, desde las más simples y sencillas hasta otras algo más complejas.
Siguiendo la pista, ascendemos hasta llegar a un par de pequeños miradores donde se puede contemplar la longitud del embalse y, a pesar de la niebla que nos ha regalado la mañana, sus hermosas vistas.
Paraje excelentemente cuidado y lleno de multitud de carteles informativos.
Tomamos un camino, en dirección oeste, que bordea el embalse y nos conduce a uno de los puestos de observación de aves.
Ahora nos dirigimos, entre altos pinos, al final de esta arboleda, al principio de campos de cultivo y a la llamada Casa de los Capitanes.
Es este otro de los caminos de acceso al embalse.
Esta finca, lindante con la carretera CM-412, nos hace recorrer con máxima atención un kilómetro de la misma para cruzarla y tomar la pista que nos llevará hasta la colina que tiene en su cumbre unas antenas de telefonía y el vértice geodésico ‘Cabezo’, desde el que tenemos una gran panorámica de los alrededores.
Bajamos ahora la colina, cruzamos de nuevo la carretera y nos incorporamos a una de las pistas que, por la zona llamada ‘El Vínculo’, nos llevará nuevamente al gran bosque de pinos y al embalse.
Antes, pasamos por la Laguna del Vínculo, lugar de gran valor ecológico.
De nuevo entre pinos y con las aguas del pantano a nuestro lado.
Tomamos otra de las sendas, la que nos lleva a un gran embarcadero y al Centro de Actividades Acuáticas.
Siguiendo las señales nos acercamos a la presa del pantano. Esta obra hidráulica se comenzó en 1578 y es, junto al Pantano de Tibi (1580) en Alicante, la presa más antigua de Europa. Una construcción, además de antigua, súper original. Tiene forma de arco y su muro de contención lo configuran 16 gradas escalonadas.
Ya va quedando poco de nuestra ruta. Después de la presa seguimos por el camino que nos lleva al Museo y las oficinas del Pantano.
Pasamos por el Mirador de la Senda del Pantano. Unos minutos en él, contemplando la magnitud del embalse y… al coche.
Esta vez, antes del regreso a casa, hacemos una parada en el Restaurante ‘La Ventica’ y nos metemos entre pecho y espalda unos buenos aperitivos, unas croquetas de gachamiga, unas cervezas, una ensalada y unos sabrosos gazpachos manchegos.
Ahora ya sí, regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto, muy recomendable. Han sido cerca de 12 kilómetros y medio, sin un gran desnivel (sólo 193 metros), hechos en muy buen tiempo y con una compañía excelente.