Hotel de Catí-Peñas de la Foradá-Ermita de la Purísima-Torre de vigilancia-Hotel, en Wikiloc.
En este miércoles, con previsión de grandes tormentas en la comunidad, he decidido hacer una caminata en una de las sierras de la provincia. Para evitar que el cielo se desplome sobre mi cabeza he optado por una caminata sin mucha dificultad, sencilla y no demasiado larga.
He llegado con el auto hasta el aparcamiento del Hotel de Catí. En ese momento la lluvia caía con fuerza, aunque al poco ha calmado, quedando en un ligero chirimiri y es entonces cuando he comenzado a caminar por los alrededores del paraje del Xorret de Catí.
Me encamino por pista hacia el sur, a la zona de la Umbría Collida.
Llego a la bifurcación donde se encuentra una encina centenaria y la zona de la Ferrería.
Tomo la pista de la izquierda, la que me lleva a las formaciones rocosas de las Peñas de la Foradá, lugar de encuentros de escalada, ya que estas paredes tienen multitud de vías para la práctica de este deporte.
La llovizna, por momentos se detiene, en otros arrecia e incluso hay algunos ratos en los que algún rayo de sol se abre camino entre las nubes.
Por sendas y caminos llego a darle un rodeo a este macizo rocoso y, en un punto determinado, vuelvo sobre mis pasos e inicio el regreso hasta el cruce de la Ferrería, aunque no siendo fiel en todo momento a la senda de la ida.
Al llegar de nuevo a la bifurcación, tomo una vereda que me conduce a la Ermita de la Purísima, visitada en multitud de ocasiones.
Mi idea era la de hacer, en este lugar, una parada para beber y comer una fruta pero… la lluvia vuelve a hacer acto de presencia y paso de largo, siguiendo con el itinerario trazado.
Sigo la pista, en dirección oeste, hasta llegar a la ya archi conocida torre de vigilancia.
En este punto doy media vuelta y me dirijo, de nuevo al cruce de caminos.
Ahora ya sólo queda tomar la pista inicial, la que lleva de nuevo al Hotel de Catí y al coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Totalmente. Podrían haber sido algunos más pero, por la lluvia, han sido unos 9 kilómetros, con un desnivel insignificante y hecho en un tiempo fabuloso (el temor a pillar un gran chaparrón le ha dado velocidad a la caminata, jejeje). La gran gozada ha sido el pasear por entre los campos, con el aire súper puro, con ese olor a tierra mojada y totalmente en solitario (Guau, toda la montaña para mi!!!)