La ruta elegida para este luminoso y soleado viernes ha sido una caminata muy cercana a mi domicilio.
No he querido calentarme la cabeza y me he dirigido hasta el Molino La Calera y en el parking que lo rodea he dejado el coche.
Desde este punto, por senda, he llegado hasta el Barranco de Paco el Mañaco.
Una rambla con mucha vegetación en su entorno y con una senda bastante clara y definida.
En un punto determinado dejo el barranco y asciendo con alguna dificultad por una de sus laderas (sin vereda definida), pasando por un abrigo/cueva y llegando a la pista que me llevará, en dirección norte, a otro de los barrancos de mi caminata.
Ahora estoy en el camino que lleva al Barranco del Salt.
Este, junto al anterior, es una de las depresiones más importantes de esta serranía.
La senda que bordea este barranco me conduce hasta el Aljibe del Salt.
Aquí retrocedo unos cientos de metros y tomo el camino que me lleva de nuevo hacia el sur.
Después de la pista y setecientos metros de carretera, tomo la senda que me acerca a la tercera de las ramblas de esta caminata, el Barranco de la Fulla Roja.
Un lugar bastante abierto y luminoso, con muchos eucaliptos y una vegetación colorida.
Dejo este hermoso paraje y, ahora también por vereda y camino, me dirijo nuevamente, muy cerca de Les Cases de Meleja, a cruzar el Barranco de Paco el Mañaco.
Este cruce me acercará a la pista que me llevará hasta el inicio de esta caminata.
Ya sólo queda seguir el camino que va en paralelo al primer barranco, pasar por un gran depósito de gas y llegar, al fin, al Molino La Calera, donde se encuentra mi coche.
Regreso a casa.
Valoración: 2**
Recomendable: Totalmente. Han sido cerca de 14 kilómetros, con un desnivel que no ha superado los 125 metros, en una mañana de calor veraniego y todo ello hecho por sendas, pistas, veredas y caminos que han sido, en un 90%, una total novedad, a pesar de ser ésta una sierra en la que he hecho muchas caminatas. La serranía en cuestión, la Sierra de Santa Pola.