Sierra de la Solana (Beneixama), en Wikiloc.
Sierra de la Villa (Campo de Mirra), en Wikiloc.
Un día de calor sofocante en este penúltimo lunes de un mes de mayo absolutamente atípico.
No he tenido ninguna duda a la hora de salir a caminar por las sierras alicantinas. Lo único que, teniendo en cuenta las altas temperaturas, me he animado a hacer rutas de corto recorrido.
Hoy he realizado dos itinerarios, en dos localizaciones diferentes, no muy alejada la una de la otra.
Primeramente he llegado hasta la población alicantina de Beneixama y por la CV-657, la carretera que une esta localidad con Fontanar dels Alforins (ya provincia de Valencia), en el kilómetro 12,5, he dejado el auto para comenzar la primera caminata.
Desde la zona de recreo de La Talaieta, asciendo hasta llegar a la Ermita de Sant Isidre.
Después, por senda y en una brusca bajada, llego al Albergue de la Talaieta para rodear por pista el monte y llegar de nuevo a la zona recreativa.
Paso al otro lado de la carretera CV-657, ahora la zona es La Boquera, y por pista, entre los barrancos de Franco y del Pozo, me dirijo al Pou de Neu de Beneixama, pasando antes por el Corral de Lluna.
Aquí el paisaje aún tiene las cicatrices del último incendio, una zona que le está costando recuperarse.
Este pozo de nieve se construyó a principios del siglo XVIII y, según la documentación de la época, Beneixama aportaba hielo a la ciudad de Alicante en el año 1723. Esta gran cava está situada a la altura de 760 m.s.n.m. cuando lo más habitual es estar por encima de los 1000 metros. Su capacidad es de 1800 m3 cuando lo más frecuente es de 600 metros cúbicos.
Siguiendo en ascenso la pista, llego hasta el Pouet de Bellot y volviendo sobre mis pasos, para tomar el sendero de regreso, paso por la Barraca del Pou (construida con la técnica de la piedra seca), el abrevadero y el Horno de Cal.
Sólo queda seguir el sendero, algo de asfalto y llegar a la zona donde se encuentra el coche.
Me dirijo a la siguiente localización, para efectuar la segunda caminata.
Llego a las inmediaciones del municipio de Campo de Mirra, localidad vecina a Beneixama, donde comenzaré esta otra pequeña ruta.
Dejo el vehículo en un claro de la Ronda del Calvari y la carretera del Cementeri.
Comienzo el camino en ascenso hasta la cima de esta sierra, donde se encuentran los restos del Castillo de Almizra y la Ermita de Sant Bartomeu.
Sobre el Castillo de Almizra:
Los materiales hallados aquí muestran un poblamiento que se inició en la Edad del Bronce (restos cerámicos y óseos) y continuó ininterrumpidamente hasta la época ibérica y, tras un vacío poblacional, la Edad Media. El castillo de Almizra dependió del castillo de Biar hasta bien entrado el siglo XIII. El 10 de agosto de 1243 el caballero cristiano Llorens de Escals conquistó el castillo, venciendo al alcaide Ab-Albah Marhop.
Esta fortaleza, que no destaca por sus dimensiones ni por sus características, debe su gran importancia histórica al acto que tuvo lugar el 26 de marzo de 1244, cuando el monarca Jaime I el Conquistador y el infante Alfonso de Castilla, futuro rey Alfonso X el Sabio, firmaron el Tratado de Almizra en sus salas, por el que se establecían las primeras fronteras del antiguo Reino de Valencia, alcanzándose la paz entre ambos reinos delimitando sus conquistas y zonas de influencia en la zona.
Este castillo fue reconstruido durante los reinados de Jaime I, Pedro III y Jaime II, habiendo sido siempre de patrimonio real. Era cedido a los correspondientes alcaldes que, por su situación fronteriza, lo mantuvieron en buen uso hasta bien entrado el siglo XIV.
En los siglos posteriores, el castillo, entró en un lastimoso proceso de abandono que lo dejó en la más absoluta ruina. Las posteriores actuaciones para su reconstrucción han dejado la fortaleza con una controvertida imagen (para mi gusto, bastante dudosa)
Prácticamente unida a la fortaleza se encuentra la Ermita de Sant Bartomeu (de hecho una de las torres del castillo, muy modificada, se adosó a la ermita).
El templo, construido en el siglo XVIII, tiene desde el cerro una panorámica del valle y las sierras de los alrededores envidiable.
Destaca también entorno a ella la zona recreativa.
Hago una parada en uno de sus bancos para beber y comer una fruta.
Desciendo del cerro en dirección al coche.
Antes sigo la bajada por la Ronda del Calvari para llegar al punto donde se encuentran los petroglifos, último punto de interés de este día tan completo.
Un rodeo por esta gran piedra para admirar estos grabados en la roca.
Vuelvo al camino y al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro, totalmente recomendable. Han sido, en total, cerca de siete kilómetros, con un desnivel que no ha superado los 200 metros. Un día de máximo calor y lleno de puntos de interés.