La caminata elegida para este lunes de septiembre es, muy posiblemente, una de las rutas estrella de la provincia de Alicante.
Dentro de las variadas posibilidades para acceder hasta la cumbre del Montcabrer, la que yo he escogido en esta ocasión es la que da comienzo desde las Casetes de Vilaplana, grupo de viviendas, en plena sierra, próximas al Barranc del Cinc y pertenecientes a la ciudad de Alcoi.
Dejo el auto en un claro al lado de la carretera, junto a las casas. Doscientos metros de pista en dirección norte hay una senda, a mano derecha, que sube hasta el Collado de la Zapata (Coll de Sabata).
Toda esta zona, aunque está bastante recuperada, sufrió un incendio en el año 2012 que calcinó 574 hectáreas de los municipios de Cocentaina y Alcoi, aún sigue teniendo graves cicatrices de aquel desastre.
Una vez llego al collado, continúo por pista, compartida con la PR-CV37 y la GR7, hasta llegar a una bifurcación donde se dividen.
A la izquierda sigue la PR y por la derecha la GR. Yo tomo esta segunda opción, que me llevará en un ascenso considerable hasta las Penyes Monteses.
Ya he llegado a alturas que superan los 1300 metros y en el horizonte resalta la silueta del Montcabrer.
El Montcabrer es la cima más alta de la Sierra de Mariola. Forma parte de los Sistemas Béticos, situados en la zona sur de la península. Ubicada en el término municipal de Cocentaina, tiene 1390 metros de altura, con lo que es el tercer mayor pico de montaña de la provincia de Alicante.
Desde este vértice geodésico, que necesitaría una reforma urgente, las ya clásicas fotos en la cima, una parada para beber y unos minutos para contemplar, a pesar de lo desapacible que está el día, las increíbles vistas de los valles y pueblos de los alrededores.
Comienzo el retorno, ahora lo hago por la vertiente oeste, siguiendo también la GR7, en una bajada bastante abrupta y pedregosa (a veces son más peligrosas las bajadas que las subidas).
La senda me lleva directamente hasta el Mas de la Foia Ampla, un hermoso caserío con sus campos de cultivo y sus animales.
Aquí, en los alrededores de esta finca, dejo la GR7 y tomo una senda, en dirección sur, que me llevará, entre estrechos ascensos y complicados descensos, hasta el Barranc del Carrascalet.
Una nueva bifurcación me hará elegir la vereda, en dirección sur, que me acerca a algunas de las fuentes de la zona.
Esta ha sido, para mi, la parte más difícil de la ruta. Subidas y bajadas por caminos muy estrechos, intentando esquivar multitud de ramas que se cruzan y te arañan y, todo ello, con un calor que a estas horas del día se hacía insoportable. Confieso que esto ha sido lo peor de todo.
Al final he llegado hasta la Font de Juliá y la Font dels Bassiets (con muy poco caudal, pero, claro, en el mes que estamos y con el verano que llevamos,… qué esperaba!!!)
Llego también hasta el Coll de Sabata y ahora sólo me queda seguir el camino que tomé en el comienzo de la caminata, ahora en descenso, accedo a las Casetes de Vilaplana, al coche y…
Regreso a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Por supuesto, muy recomendable. Han sido unos 11’5 kilómetros, con un desnivel de 630 metros, hecho todo en más tiempo del que yo desearía… pero ha merecido la pena.