En este primer lunes de marzo me dirijo a las afueras de la ciudad de Alcoy, concretamente al barrio de Batoi. A la altura del parking que hay frente al área de descanso de la Vía Verde, dejo el vehículo y comienzo la caminata que me llevará por algunos de los puntos de interés del Paisaje Protegido del Serpis y la Foia d’Alcoi, espacios comprendidos entre los parques naturales de las sierras de Mariola y de la Font Roja.
Me alejo de la ciudad caminando unos 400 metros por la Vía Verde y, antes del túnel de Riquer, tomo un desvío, a mano izquierda, incorporándome al Camino de la Font, que me llevará directamente a la zona recreativa de la Font del Quinzet.
Font del Quinzet.
En esta pequeña área recreativa, muy próxima a la ciudad de Alcoy, se encuentra esta fuente de agua potable. Dispone de varios bancos y mesas, de piedra y madera. En este paraje discurren y se unen los ríos Polop y Barxell, formando varias pequeñas cascadas de agua.
Dejo el paraje de la fuente y, por la Sendera de Blai Giner al Regadiu, comienza una suave subida, por entre campos de cultivo y pinares, hasta una entrada a la Vía Verde, a la altura de túnel del Mas de Sant Benet.
En este recorrido se pueden disfrutar de las vistas excepcionales de la ciudad de Alcoy (al norte) y de las laderas del Parque Natural del Carrascal de la Font Roja (al sur).
Al entrar a la Vía Verde, sólo camino durante un tramo de ella; el que corresponde a los túneles de las instantáneas que acompaño (de la lista, los que están marcados con un asterisco).
Vía Verde de Alcoy.
Para dar salida a la producción industrial de la ciudad de Alcoy, existía un ferrocarril de vía estrecha que iba hasta el puerto de Gandía en la provincia de Valencia. Sin embargo, desde Alcoy se pensó en construir un tren de vía ancha para comunicarse con el puerto de Alicante. Desde 1873 se pensaron varios proyectos para enlazar ambas ciudades. Finalmente, el trazado elegido llevaba desde Alcoy hasta Agost, donde se hacía enlace con la vía ya existente hasta Alicante.
El proyecto se realizó en 1927 y los trabajos se iniciaron el 8 de marzo de 1928, con un plazo de ejecución de tres años. Llegaron a explanarse los 66 km del recorrido total, terminándose las obras de la traza en 1932.
La Guerra Civil Española dejó el proyecto a medias y a su término, un informe del Banco Mundial para la concesión de un préstamo a España, aconsejó no realizar este trazado ante la falta de rentabilidad.
La vía verde ha sido ejecutada por el Ministerio de Fomento. En febrero de 2006 se publica en el Boletín oficial de la provincia la Ordenanza regulatoria del uso y funcionamiento de la vía verde, aprobada en 2005 por el pleno del Ayuntamiento.
En todo el recorrido de la Vía Verde, además de los túneles, encontramos también diversos miradores, áreas recreativas y puentes, como el de las Siete Lunas y el viaducto del Barxell.
Puente de las Siete Lunas.
Se encuentra situado en la partida rural de Salterres, a las afueras de Alcoy en dirección a Bañeres, más allá del barrio de Batoi. No se trata de un puente urbano, sino que se construyó para que pasara por aquí la línea ferroviaria del tren Alcoy-Alicante, que no llegó a circular nunca.
El proyecto de esta línea de ferrocarril corrió a cargo del ingeniero de caminos José Roselló Martí que se encargó en 1927 de la redacción del proyecto de este viaducto sobre el río Polop.
A finales de los años 20 del siglo XX se pudo llevar a cabo, después de bastantes dificultades, el trazado de la línea férrea que uniría Alicante y Alcoy.
De esta línea destacan los numerosos puentes y túneles que se tuvieron que hacer y que hoy sirven como ruta de la Vía Verde para el turismo de interior en estas comarcas.
El puente permite salvar el barranco de San Antonio. Con el tiempo, el barranco de San Antonio también pasó a llamarse barranco de las Siete Lunas, de 230 metros de longitud y 46 de altura sobre el río Polop (la verdad es que no son siete, son 8 las ‘lunas’).
Después de circular por el puente de las Siete Lunas y pasar por el último túnel de mi caminata, el de la Glorieta del Salt, me encuentro con otro de los viaductos de la Vía Verde, el de Barxell que, con unos 150 metros de recorrido y unos 30 metros de altura, pasa por encima del río homónimo.
Al final de este puente hay una fuente y, a mano izquierda, una senda que lleva, en ascenso, a las Casas del Salt.
Casas del Salt.
Barrio de Alcoy (722 msnm) a las afueras de la ciudad, en la carretera que se dirige a Banyeres de Mariola.
Situado al borde de unos cortados rocosos y junto al río Barxell, ofrece ocasionalmente una caída de agua (El Salt) de más de 70 metros que se convierte en un espectáculo digno de ver.
Pasadas las Casas del Salt, continúo con la senda que lleva hasta el Racó de Sant Bonaventura.
Pero, antes, hago una breve parada en el mirador del Salt; en esta ocasión no lleva nada de agua.
Racó de Sant Bonaventura.
Paraje Natural Municipal del Racó de Sant Bonaventura-Els Canalons, un entorno protegido que coincide con el tramo alto del río Polop. Destaca, principalmente, por presentar diversos puntos de interés y un curso de agua considerable durante todo el año, aunque evidentemente merma en verano, con la flora y la vegetación características de este tipo de ecosistemas.
Destaca el área recreativa de Sant Bonaventura, entre hermosos árboles, con diversas pozas y cascadas o saltos de agua.
Siguiendo el río Polop.
En otras ocasiones, desde el Racó, he seguido el curso del río por la senda de la derecha, la que me lleva directamente a la Font del Quinzet. Hoy he optado por seguir el camino del margen izquierdo; este me acerca al Camino de la Font (más cerca del auto).
La senda me conduce por el Mas y la font del Molí de Baix, la Caseta del Francés y el Mas dels Perellons.
El camino me hace pasar por debajo del Puente de las Siete lunas, y llegar a la Caseta d’Albors y, por el sendero de Blai Giner al Regadiu, al Saltet de la Carrasca y al Camino de la Font.
Desde aquí, ya sólo queda acceder a la Vía Verde y al parking donde se encuentra el vehículo.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto que sí, han sido unos 10’30 kilómetros, con un desnivel cercano a los 350 metros, hechos en un tiempo más que aceptable y en una mañana fresca y agradable.