Para este último jueves del mes, Pedro, Reme, Paco, Jesús y yo, nos hemos dirigido, desde la A7 hasta Cocentaina, Benilloba, Gorga y Balones para llegar a Benimassot, donde hemos elegido una caminata que, partiendo de esta última población, nos llevará a recorrer distintos puntos de interés de esta parte de la sierra.
Benimassot.
Esta pequeña población, pegada a la falda meridional de la Sierra de la Almudaina, está situada en la valle de Seta y es conocida como ‘el balcón de la Serrella’, por su privilegiada situación paisajística. El término, de 9,5 km², ofrece interesantes excursiones: las formaciones rocosas como el Tossal Blanc, el Penyal de Cantacuc, les Covetes Roges (arte rupestre). El casco urbano, al que se accede a través de un túnel, mantiene las típicas calles empinadas y con los balcones llenos de macetas con flores.
Aparcamos el coche a la entrada del pueblo y nos encaminamos, por la calle Raval y la avenida del Pont, al centro urbano, pasamos por el Túnel y llegamos a la plaza Mayor, en la que se encuentra el ayuntamiento y la Parroquia católica de la Purísima Concepción, construida en el siglo XVII.
Salimos de Benimassot por la calle Camí la Font y nos dirigimos hasta la Font de Baix y uno de los lavaderos públicos del pueblo.
Seguimos por la pista, en dirección suroeste y, a pocos metros, en un cruce, tomamos el camino de la derecha, hacia el norte, que nos conduce a otra de las fuentes y su lavadero, el de Perelló.
La misma pista, ahora en dirección este, nos hace pasar por la zona llamada El Freginal y nos acerca hasta el Corral de la Peña, situado en el barranco homónimo.
Comienza, en este punto, una estrecha vereda, la senda morisca, que sigue en ascenso el barranco y nos lleva, en dirección norte, a otro de los corrales de nuestro recorrido, el Corral del Ferrer Roig.
También por esta parte de nuestra caminata se pueden contemplar en las laderas de la sierra los efectos de un pasado incendio, algo que le resta belleza al paisaje y nos da mucho coraje.
Obviamos el cruce de caminos que hay en este corral y seguimos en línea recta por la misma angosta vereda, caminamos en dirección noreste, entre laderas peladas y árboles chamuscados, hasta incorporarnos a una pista cementada desde la que podemos contemplar el Corral dels Estanquers, la Font del Frau y su área recreativa, con los alrededores carbonizados; sólo se han salvado algunos campos con cerezos y manzanos.
A partir de ahora la ruta, entre el tremendo calor de la mañana y la dureza del asfalto, se nos hace excesivamente dura; y así va a ser hasta finalizar esta caminata.
Seguimos por la misma pista cementada y, durante cerca de 2 kilómetros en dirección oeste, llegamos hasta el Corral de Seguí, que lo podemos contemplar al fondo, en el margen derecho de la carretera.
Seguimos por la misma pista y, 200 metros después, nos desviamos por senda, a mano derecha, para intentar encontrar Les Covetes Roges (Se trata de un abrigo de 4 metros de largo por 3 de profundidad donde hay representados varios plafones macro esquemáticos).
Llegamos, incluso, a salirnos de la senda, caminamos campo a través y damos por finalizada la búsqueda sin éxito.
Volvemos, de nuevo, al camino inicial y aproximadamente en el kilómetro 8’3 de nuestra caminata, cuando estamos ya hasta los mismos cojo… de tanto asfalto, nos damos casi de frente con el despoblado morisco de la Torreta.
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Un kilómetro más por la misma pista, pasamos de nuevo por el lavadero y la Font de Baix y entramos en el pueblo, ahora por el Camí de la Font, pasamos por la plaza Mayor, El Túnel, y salimos de Benimassot por la avenida del Pont y la calle del Raval hasta llegar al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Distancia: 10’10 kilómetros
Desnivel: 298 metros
Dificultad: Fácil
Recomendable: Simplemente recomendable. Ha sido una ruta bastante complicada por el calor y el asfalto, sin lugar a dudas lo mejor ha estado en los primeros 3 kilómetros, por veredas y sendas, y, por supuesto, la compañía.