Primer lunes de junio y, para realizar la caminata de hoy, me he dirigido, por la N-340 (la carretera que entra a Alcoy, pasando por el barranco de la Batalla), al desvío, a mano derecha, que lleva a la Urbanización l’Estepar. A la entrada de esta colonia he aparcado el auto y he iniciado la ruta del día.
Camino unos pocos metros hasta llegar al área recreativa, junto a la entrada del túnel de l’Estepar, primero de los 14 que componen el recorrido de la Vía Verde de Alcoy.
En esta ocasión, caminaré por dicha Vía Verde durante un buen tramo pero mi recorrido lo haré en el sentido contrario; en dirección a la población de Ibi.
En el kilómetro 1’7 tomo un desvío, a mano izquierda, que me conduce hasta La Sarga, pasando antes por el Mas de la Sarga de Baix.
La Sarga es una pedanía que pertenece al municipio de Jijona, situada entre esta localidad y la ciudad de Alcoy, a los pies de las sierras de la Carrasqueta y Els Plans. Con no más de 20 casas, que en la actualidad sólo habitan dos vecinos durante todo el año. En el siglo XVIII llegó a constituirse como municipio independiente, en cambio, y debido al descenso de población, en el siglo XIX volvió a ser reabsorbido por Jijona.
Ahora sigo mi camino y me dirijo hacia el norte por pista.
La pedanía es más conocida por las pinturas rupestres que se hallan en las cuevas situadas junto al denominado Mas de la Cova, a unos 800 m de La Sarga, ya en el término municipal de Alcoy. En estos abrigos, se descubrieron en 1951 las Pinturas Rupestres de la Sarga que actualmente se encuentran en una zona vallada para su protección (se debe concertar la visita con el Museo de Arqueología de Alcoy). En ellas se aprecian las figuras de antiguos cazadores, animales, entre otras figuras geométricas.
Las pinturas, en buen estado de conservación, fueron declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad el 19 de diciembre de 1998 junto con la totalidad de las manifestaciones de arte rupestre prehistórico del arco mediterráneo de la península ibérica.
Junto al vallado de las pinturas, dejo la pista y tomo una senda, a mano izquierda, que me lleva por campos de cultivo y por vereda zigzagueante, descendiendo el cerro en el que me encuentro.
Llego finalmente a una pista que me conduce al Mas dels Ginerets.
En este punto el camino me conduce en dirección noreste/norte, rodeando la Urbanización l’Estepar, hasta la subida, en un principio asfaltada, del Puig de les Florencies.
Tramo ascendente de asfalto rodeado de grandes y espectaculares chalés, pertenecientes a la zona norte de la Urbanización l’Estepar. Seguidamente continúa una senda que me acerca al poblado íbero del Puig de les Florencies.
La historia del lugar, tal y como figura en la distinta cartelería que allí está dispuesta, cuenta que fue un asentamiento humano durante gran parte del primer milenio antes de la Era. Los restos más visibles son los de su último momento de ocupación en época ibérica clásica, en el s. IV a. C.
Una comunidad de unas 300 personas, escogieron el monte donde se encuentra el poblado para construir el asentamiento con casas cuadrangulares de piedra, articuladas en torno a calles rectas, siempre que lo permitía la topografía del lugar.
Las necesidades estratégicas y defensivas llevaron a los íberos a emplazar sus poblados en lo alto de montes y a protegerlos con sólidas fortificaciones. En El Puig las construcciones defensivas se concentran en el único camino de acceso. Un sólido torreón de forma cuadrangular, de 5 x 12 metros, fue construido hacia el s. IV a. C. coincidiendo con una gran reforma del poblado.
Una vez realizada la visita a este paraje de enorme interés arqueológico e histórico vuelvo atrás sobre mis pasos para regresar al lugar donde dejé el coche.
Paso nuevamente por la zona de grandes casas de la Urbanización l’Estepar; ahora es carretera totalmente asfaltada. Poco más de un kilómetro después llego al auto.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Distancia: Algo más de 11 kilómetros.
Desnivel: 270 metros.
Dificultad: Fácil
Recomendable: Por supuesto, sin ninguna duda. Ha sido una gran caminata, llena de espacios muy interesantes, en una mañana limpia, fresca y agradable.