Última jornada de estas mini vacaciones; hoy tenemos que dejar el alojamiento en Altura.
No hay una hora concreta del día para salir de esta maravillosa casa, así que nosotros desayunamos tranquilamente, preparamos nuestros bártulos y los dejamos listos para cuando volvamos de la última excursión.
Nos dirigimos con el coche hasta la población de Montanejos, donde realizaremos una corta caminata y disfrutaremos de sus pozas de agua.
Montanejos.
La villa es una pequeña localidad de unos 500 habitantes situada en el interior de Castellón, en la comarca del Alto Mijares, atravesada por el río homónimo.
La historia de Montanejos va ligada indiscutiblemente al río y a todo lo relacionado con el agua. Nos remontamos al período neolítico (como ejemplo, el yacimiento arqueológico de la Cueva Negra) y al paso de la cultura islámica con sus fuentes, molinos, batanes, puentes, lavaderos, huertas y regadíos, sobre todo en La Alquería, barrio primigenio de la localidad, resultado innegable de la prolongada presencia árabe.
Dejamos el auto a la entrada de la villa, por el norte, en la CV20, la carretera de Tales, junto a Fuente Montanejos.
Entramos a la localidad por la avenida Fuente de Baños, llegamos a la plaza de España, centro del pueblo, donde se encuentra el ayuntamiento y la Iglesia de Santiago Apóstol.
Por la calle Cantón volvemos a la carretera de Tales y, por una pequeña senda, a mano izquierda, accedemos al paseo Paraje Fuente de los Baños que siguiendo contracorriente el curso del río Mijares y pasando por algunas zonas de recreo, diferentes alamedas y puentes accedemos al balneario natural Fuente de los Baños.
Llegamos a una hora prudencial en la que no había demasiada gente y, por lo visto, hemos tenido mucha suerte ya que, según la foto que acompaño, entre semana y hasta el 30 de junio no hay que pagar entrada.
Una vez en la gran poza, con su playa de guijarros, su restaurante y sus aseos, nos pegamos un pedazo de baño que quita el ‘sentío’.
Incluso nos adentramos nadando por el estrecho cañón, donde las aguas cubren, y llegamos hasta un abrigo desde donde brotan aguas termales.
A medida que ha avanzado la mañana, el lugar se ha llenado de visitantes… Hora perfecta para recoger, tomar algo refrescante en el bar y regresar a Montanejos, donde tenemos reserva en uno de sus restaurantes para comer.
Después de la comida, y con una ‘chicharrera’ mortal, dejamos el pueblo y volvemos a Altura.
Aquí, Pedro, que es quien conduce, se toma un descanso para hacer una pequeña siesta y… cargamos el equipaje en el auto y regresamos a Alicante, dando por finalizados estos maravillosos días en tierras castellonenses.
La caminata desde Montanejos hasta la Fuente de los Baños, ida y vuelta, ha tenido un total de unos 5’5 kilómetros y un desnivel de sólo 75 metros. Todo en un entorno de fábula que ha puesto el broche de oro a estos cuatro días.