09 de agosto de 2023
Llegada a la Comunidad Foral.
Pedro, Reme, Pablo y yo, salimos de Alicante a primera hora de la mañana, en dirección a Navarra.
Nuestra intención es la de pasar unos días en esa comunidad y disfrutar al máximo del entorno del río Irati y la selva que lleva su nombre.
En el camino hacemos un par de paradas antes de llegar a Navarra para repostar, refrescarnos y comer algo.
Llegamos a pocos kilómetros de Iruña (Pamplona) y, a la altura del acueducto de Noáin, cambiamos a la autovía del Pirineo, en dirección oeste, y tomamos la salida 39 para realizar nuestra primera visita en estas tierras; la Villa Romana de Liédena.
La Villa romana de Liédena es un yacimiento arqueológico perteneciente a la época bajoimperial romana situado en Liédena, Navarra. Su yacimiento se localizó en febrero de 1921. Fue la primera villa romana en España objeto de excavación, estudio y publicación al completo, sirviendo de referencia posterior a estudios similares, y fue inicialmente llevada a cabo por Blas Taracena Aguirre y Luis Vázquez de Parga entre 1942 y 1947. Forma parte de la Ruta de la Navarra romana junto a lugares como Andelos, la Villa romana de Las Musas (Arellano), la ciudad romana de Cara (Santacara), Santa Criz de Eslava, la Villa romana del Ramalete (Tudela) y la calzada romana de Ablitas.
Volvemos nuevamente a la autovía del Pirineo, ahora en sentido Pamplona, y tomamos la salida 35, que nos lleva hasta Lumbier.
Teníamos la intención de hacer el recorrido le la Foz de Lumbier pero es tarde y hace tantísimo calor que lo dejamos para la vuelta.
La carretera, ahora en dirección norte, nos lleva, a contracorriente, por el curso del río Salazar.
De camino, hacemos un pequeño stop para contemplar la Foz de Arbaiun.
Se trata de un profundo cañón excavado por el río Salazar en la roca caliza de la Sierra de Leyre, que tiene unos 6 km de longitud y casi 400 m de profundidad de paredes verticales.
Está declarada Reserva Natural como protección a la mayor colonia de buitres leonados de Navarra, además de contar con otros tipos de rapaces como el águila real, el alimoche y el quebrantahuesos.
De nuevo nos ponemos en ruta y llegamos hasta Ezcároz, el pueblo donde tenemos el alojamiento.
Es demasiado tarde como para encontrar algún sitio donde poder comer algo, así que optamos por esperar a la hora de la cena. Mientras, dejamos el equipaje en nuestras habitaciones, nos aseamos y nos dirigimos directamente a la zona de baño del río Salazar.
En esta playa fluvial, con el agua congelada, nos damos unos chapuzones.
Cuesta hacerse a la idea de entrar en el agua pero… el día es tan agobiante que al final acabamos por lanzarnos.
Dejamos la zona de baño y, hasta la hora de la cena, decidimos tomar el coche y visitar Ochagavía.
Estos pueblos tienen un encanto especial, sus fachadas de piedra, sus balconadas, sus macetas, etc…
Damos una vuelta por sus calles, nos tomamos unas cervezas en uno de sus bares y volvemos a Ezcároz.
Por último cenamos en la terraza de nuestro hotel; beber, comer, charlar, reír… es un buen final para esta jornada.