Hoy domingo también hemos tenido nuestra salida senderista a pesar de las altísimas temperaturas.
José, Carlota, Pablo, Simón, Brutus, Yuma y yo nos hemos acercado hasta las inmediaciones de la población de Hondón de los Frailes, concretamente a la zona del Racó del Moreno, en la ladera norte de la Sierra de Crevillente, para ascender por pistas, vías pecuarias y senderos a dos de los picos emblemáticos de esta sierra, el Pico de Sant Cayetá y el Alt de Sanyuri.
En las proximidades de la Casa Rural San Cayetano, en plena vía pecuaria, hemos dejado el auto.
Hemos comenzado a caminar por la pista forestal que recorre la ladera norte en dirección al oeste. A la altura, más o menos, del Racó de Tarabillo hemos tomado la vereda que asciende a la sierra y nos lleva directamente al Pico de Sant Cayetá.
Llegamos a lo alto y ya se puede ver el margen sur de esta sierra.
Por la cara norte podemos observar las sierras de L’Algaiat, dels Frares, de Cofer, de la Cava. del Rollo, etc…
Por la cara sur, las Sierras de Callosa y Orihuela, El Hondo y poblaciones como Albatera, Cox, Granja de Rocamora, San Isidro, Catral, Callosa, etc…
Llegamos al Pico de Sant Cayetá, éste no tiene ni un hito, ni un mojón, ni nada que distinga de qué se trata, pero es indiscutible, por su altura, su composición rocosa y esa vistas acojonantes, de qué se trata.
Descendemos unos 600 metros y volvemos a ascender unos 800 y nos encontramos con otro de los puntos importantes de este sendero; el Alt de Sanyuri.
De nuevo aquí las fotos de rigor.
Comenzamos ahora el suave descenso hasta la zona donde dejamos el coche.
Llegamos primero hasta las Lloms de la Hoya. desde donde se ven las antenas y la cima más alta de la Sierra de Crevillente.
Continuamos hacia la Fita del Coronel. Desde aquí se ve el hermoso Embalse de Don Francisco Mira Cánovas.
Algún despiste que otro, por mi parte, hace que a la ruta se la añada un kilómetros más.
Llegamos por fin al auto, una parada para el refresco y el cambio de ropa y… regreso a Alicante.
Valoración: 2**
Recomendable: Por descontado. Han sido unos 8’300 kilómetros de un día de calor insoportable, hechos a una muy buena velocidad (a eso de las 13’00 ya estábamos en Alicante) pero ha merecido la pena. Dos picos visitados y unas vistas espectaculares hacen que sea muy recomendable.