Después del desapacible día de ayer, y pensando que hoy podía jugar una mala pasada el tiempo, han habido cambios de última hora, además de importantes ausencias, y se ha decidido hacer una caminata algo más relajada, aunque no exenta de máxima belleza.
Jesús, Reme, Pedro, Óscar y yo nos hemos dirigido a las proximidades de la población de Lorcha, municipio en el norte de la provincia de Alicante, limítrofe con la de Valencia, y perteneciente a la comarca de El Comtat, para iniciar un recorrido por la Vía Verde del Río Serpis.
Iniciamos el camino desde uno de los apeaderos del ferrocarril, junto a la fábrica de papel y la ladera del Castillo de Perputxent, construcción de gran interés histórico.
Seguimos, en dirección noreste, el antiguo trazado del tren de Alcoy-Gandía, que en 1893 supuso un gran aporte a la economía local. Dicho recorrido discurre en paralelo al río Serpis, algo que da a esta ruta un aire de frescor y unos rincones de muchísima belleza.
Dejamos atrás los restos del castillo y pasamos por una carrasca centenaria monumental, así como por diferentes casetas de ferrocarril, vestigios de la época industrial.
Llegamos, en nuestro recorrido, a la Font dels Boteros, un pequeño manantial que aporta agua a una balsa, rodeada de vegetación y haciendo que el lugar sea un rincón para el refresco.
Nuestros pasos por la Vía Verde no llevan hasta el primero de los túneles, de algo más de 100 metros de recorrido, que nos traslada al otro lado de un cerro por donde discurre el río, lleno de remansos y pozas.
Ahora llegamos al Azud de l’Infern, una presa que nos ofrece una bonita cascada y sus hermosas instantáneas.
Seguimos nuestro itinerario y nos encontramos con nuevas casetas de ferrocarril y un depósito de agua.
Accedemos a un puente, cruzamos el Serpis y nos encontramos al lado de la Fábrica de la Llum, una central eléctrica, y su pequeña área de descanso, con sus bancos y mesas.
Seguimos caminando hasta llegar a un segundo y diminuto túnel, el que llaman del Garrofer. Aquí iniciamos el regreso al punto inicial; ahora sólo hay que desandar lo recorrido y pasar por los mismos puntos que en la ida.
Todo se realiza con una mínima dificultad, volvemos a pasar por el depósito de agua, por las casas del ferrocarril, por el Azud del Infierno, por el túnel, por la Font dels Boteros, etc…
Y siempre acompañados por el río Serpis y el cantar de sus aguas.
Accedemos hasta las inmediaciones del Castillo de Pertputxent y al auto.
Regresamos a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Han sido unos 13 kilómetros, con un desnivel casi imperceptible, en un día nuboso, ventoso, algo fresco pero muy agradable. La compañía, de lujo.