Partiré.
Un día el susurro del viento me hablará de ti.
Me iré despacio, intentaré no hacer ruido.
Procuraré dejar en orden mis asuntos,
me despojaré de este envoltorio y marcharé
por el camino luminoso de las estrellas,
más allá de lo conocido, de lo comprensible,
para encontrarme con tu mirada,
con tu sonrisa, con la paz de tu rostro,
con el roce invisible de tu eterna piel.
Y allá, juntos de nuevo,
disfrutar con lo único que de aquí llevamos,
la llave que abre la puerta del paraíso,
la clave que desvela todos los misterios.
El amor.