La salida de hoy es una mezcla de rural y urbana, en realidad es un recorrido por la población de Guardamar del Segura y sus alrededores, un itinerario por algunos de los puntos más importantes, a nivel histórico y arqueológico, de este municipio.
Comienzo dejando el auto en el polígono industrial de Santa Ana, en la ladera oeste del castillo de esta ciudad alicantina, perteneciente a la comarca de la Vega Baja del Segura.
Guardamar, por ser precisamente el municipio en el que desemboca el río Segura, tiene una importancia arqueológica que se remonta a la prehistoria. El paso de los pueblos íberos, fenicios, romanos y árabes han dejado en esta ciudad un sello cultural indiscutible, convirtiéndola en el año 2023 en una de las ciudades Capital Cultural de la Comunidad Valenciana.
En mi caminata voy a recorrer algunos de los lugares que arquitectónica e históricamente merecen su visita.
Me dirijo, desde el polígono industrial, hacia el norte, a uno de los márgenes del río, lugar donde se encuentra el…
Una construcción hecha sobre un edificio medieval. Este molino harinero y su azud son los últimos en la desembocadura del río.
Ahora, siguiendo la senda que recorre el camino del meandro del Segura, en dirección oeste, me alejo de la localidad para llegar hasta el yacimiento arqueológico…
Este yacimiento fenicio (siglos VIII y VII a.C.) y el yacimiento íbero de Cabezo Lucero (siglos del VI al III a.C.) son piezas fundamentales para entender el paso de esta cultura en la zona. En Cabezo Lucero se encontró la Dama de Guardamar.
Después de disfrutar de este espacio tan interesante (ya estuve en enero del 2022 y quedé maravillado) tomo la senda, en dirección norte, y accedo al margen derecho del río, el llamado Corredor Verde del Segura, y ahora, hacia el este, vuelvo de nuevo hacia la ciudad, cruzo el puente del meandro y llego, entre avenidas y calles, hasta la zona de las dunas.
En este espacio natural, y durante 500 metros de camino, llego hasta dos de los puntos clave de la zona: La Rábita y La Fonteta.
La Rábita Califal de las Dunas.
Este es un yacimiento del siglo X, lugar en el que los musulmanes se dedicaban a la piedad y la guerra santa.
Muy próximo a la Rábita se encuentra la ciudad portuaria fenicia de…
Data de los siglos VIII al VI a.C. y son los restos de una ciudad construida en la desembocadura del río que servía como puerto de salida y entrada de mercancías.
Dejo estos dos lugares de máximo interés y me dirijo, por entre las sendas de las dunas y en dirección sur/suroeste, hacia el municipio de Guardamar.
Ahora, por la avenida de la Dunas y la calle Alicante, llego hasta las inmediaciones del Castillo de la localidad.
Aunque los restos de esta construcción son árabes (siglo XII), se cree que podrían ser aún más antiguos (sobre el siglo VI a.C.). Ha tenido numerosas modificaciones, reformas, épocas de abandono e incluso los efectos de un gran terremoto. Actualmente ha sido parcialmente restaurado y se siguen realizando excavaciones arqueológicas.
Después de esta última visita ya sólo me queda rodear el castillo por la senda que desciende del cerro donde se encuentra, por su ladera oeste, llegar al polígono de Santa Ana y acceder al coche.
Regreso a casa.
Valoración: 3***
Recomendable: Absolutamente recomendable. Han sido algo más de 11 kilómetros llenos de riqueza cultural, con un desnivel que no merece comentario, en un día espléndido y luminoso.