Hoy me he decidido a efectuar una caminata en la que la máxima dificultad será, sin duda alguna, el calor sofocante. Comienzo bastante temprano y voy provisto de agua, creo que suficiente.
La ruta será la que comienza desde las afueras de la localidad de Lorcha, concretamente cerca de la Fábrica de Papel, la antigua estación de tren y el camino de subida al Castell de Perputxent, donde, en un claro de la pista, aparco el coche y doy inicio a este recorrido.
El itinerario va a ser el mismo de ida como de vuelta y lo voy a hacer, siguiendo el cauce del río Serpis, por la llamada Vía Verde del río homónimo.
Me dirijo hacia el noreste, ahora en la ida en suave descenso, encontrando a mi paso una gran carrasca centenaria, alguna de las casetas del ferrocarril y un acceso, a mano derecha, a la Font de Boteros, con su pequeña y, con estos calores, mermada balsa.
Continúo por la vía y en el kilómetro 2’8 del recorrido se encuentra el túnel, de unos 200 metros de longitud, que me hace pasar por debajo de la Penya dels Coloms.
Al otro lado, y a unos 500 metros, se encuentra el Azud de l’Infern, con su salto de agua, y las ruinas de la Casella de Parres y del Molí de l’Infern.
Hay que resaltar durante toda la caminata los extraordinarios paisajes que rodean al río Serpis.
Reflejar también que la Vía Verde, además de ser el antiguo itinerario del ferrocarril que unía las poblaciones de Alcoy y Gandía, llamado también el Tren dels Anglesos, es en la actualidad una maravillosa ruta senderista/cicloturista, la PR-CV207 y el Camino del Alba.
En el kilómetro 4’8 llego hasta otra nueva caseta del ferrocarril y un antiguo depósito de agua.
Por último, en el kilómetro 5’5 del recorrido, me encuentro con uno de los puentes de la Vía Verde y, al otro lado del Serpis, la Fábrica de la Llum y su pequeña área de descanso. En este lugar, aunque la vía continúa siguiendo al río hacia tierras valencianas, yo hago un stop para el refresco y considero esta parada como el final de mi caminata.
Comienza ahora el regreso al punto de partida. Nada a destacar, vuelvo a pasar por los mismos lugares que en la ida. Sólo que ahora el recorrido es en suave y sinuoso ascenso hacia el suroeste.
Dejo atrás la Fábrica de la Llum, el depósito de agua, la caseta del ferrocarril, la Casella de Parres, el Azud de l’Infern, el túnel y la Font de Boteros, entre algunos puntos de interés. Finalmente, llego a la Fábrica de Papel y al parking donde se encuentra el coche.
Vuelta a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Claro que sí, sin duda alguna. Han sido algo más de 11 kilómetros, con un desnivel sin relevancia, en un día de máximo calor y unos paisajes extremadamente hermosos.