Todo listo para realizar la primera caminata de este mes.
Ya en el coche, en plena carretera,… un mal presentimiento (ya alguna vez me ha pasado).
De repente, cambio de planes… La ruta prevista, la que tenía preparada desde hacía varios días, la pongo en la reserva, para otro momento, pienso, más adecuado.
Hoy me decanto por algo más cercano y conocido. Me dirijo al parking del Hotel del Xorret de Catí y, desde este conocidísimo punto, comienzo la caminata de este martes.
Con toda sinceridad, ésta es una ruta más larga y, posiblemente, con más desnivel que la que tenía preparada, pero… me resulta mucho más familiar.
Me dirijo hacia el sur, por pista, caminos y sendas, hasta llegar a las Peñas de la Foradá, pasando por el cruce de la Ferrería y el Collado Vista Mar.
Este conjunto elevado de rocas, con sus agujeros, cual queso gruyere, es una formación pétrea con un montón de vías de escalada, ideal para los practicantes de este deporte.
Rodeos las peñas y sigo el camino en dirección sur hasta un cruce de sendas. Tomo una de ellas, a mano derecha y, por entre grandes pinos y alguna que otra ardilla, cambio de dirección; ahora camino hacia el oeste por el Racó de la Servera.
El sendero me lleva hasta la zona de la casa (en ruinas) del Calafate y, ahora hacia el noroeste, al gran peñasco del Cantal del Moro; una enorme mole de piedra, también con vías de escalada, que sobresale del paisaje.
Sigo la senda hacia el oeste hasta un cruce, en el Racó de la Bola. Aquí, dentro de las opciones, me puedo dirigir al Albergue de la Rabosa pero yo, acortando un poco el itinerario por el calor, prefiero tomar el camino, hacia el norte, que me lleva en ascenso hasta el Collado de Amorós.
Con esta decisión está claro que estoy comenzando el retorno al punto de partida.
Después del collado, la senda, en dirección noreste/este, continúa subiendo hasta la pista que me conduce a la caseta de vigilancia forestal y a la Ermita de la Purísima.
Por esta pista, una de las principales del itinerario, pasan muchas PR-CV’s, la 029, la 030, la 034, la 143, la 430, etc… Ah, y la GR7 (esa no puede faltar 😉 )
Una breve visita a la ermita y vuelvo a la pista, llego al cruce de la Ferrería y… ahora sólo tengo que tomar el camino en sentido contrario, hasta llegar al espacio recreativo del Hotel del Xorret de Catí y al parking donde se encuentra mi coche.
Regreso a Alicante.
Valoración: 3***
Recomendable: Por supuesto. Han sido algo más de 11 kilómetros, con un desnivel cercano a los 280 metros, hechos en un tiempo más que aceptable y en una mañana luminosa y, cómo no, calurosa.
Quizá no tenga nada que ver con mi mal presentimiento pero… después de la caminata he ido a la gasolinera a poner carburante, me han rechazado la tarjeta, me dicen que está inactiva, llego a mi casa y tengo un mail de mi banco que me dice que la han bloqueado por haber visto un movimiento sospechoso de estafa, me pongo en contacto con ellos, efectivamente hay un cargo fraudulento, elimino la tarjeta y recibiré una nueva en breve.