Una subida dura y un recorrido por su cresta largo y arriesgado, con peligrosos

cortados (sobre todo en su cara norte), pero de una gran belleza.

Muy distinta ha sido la bajada... Esto ya merece un comentario especial...

Como la ruta la he descargado de internet, la ascensió ha sido correcta. Ahora bien,

el descenso, siguiendo el gps, ha sido campo a través, horrible... nos hemos

encontrado con multitud de obstáculos, agujeros, rocas infranqueables, aliagas

repletas de pinchos, pendientes de vértigo, suelos resbaladizos, etc...

Eran las 14:00 y aún estábamos intentando llegar a algún camino decente.

Por fin, y con muchísimo esfuerzo, hemos llegado hasta la zona del Masserot

dels Triscannes y ya, desde allí, por veredas y senderos hemos accedido a la

carretera. Casi un kilómetro de asfalto y, por fin, hemos llegado hasta el coche.

Rotos, hemos llegado magullados, cansados y rotos. A unas horas demasiado

intempestivas que hemos decidido comer en una venta en la misma carretera.

Esto también es para comentar. Menú único, precio desorbitado, servicio nefasto y

encima lo llevan unos alemanes que no hablan ni papa de español (no te jode la

marrana!!!)

Después de toda esta odisea hemos tomado el camino a casa.

Vaya horas de llegar!!!

Ahhh... los perros se han portado como auténticos héroes.

Valoración: 18€ (esta vez no son estrellas, es el abusivo precio de la comida)

Recomendable: No... A no ser que quieras acabar magullado, despeñado o timado

por una banda de germanos.