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SÁBADO, 27 DE JULIO DE 2013
RÍO CAZUMA-CUEVAS DE LA ARAÑA-GOLA DE LUCINO.
Una mañana muy calurosa y nosotros no
hemos madrugado demasiado; nuestro
pensamiento era estar todo el día fuera.
Algo parecido a lo que sucedió el sábado
pasado.
En esta ocasión, José, Pablo, Brutus, Yuma
y yo, nos hemos dirigido hacia la provincia
de Valencia, concretamente al Mazizo del
Caroig, para hacer una ruta pequeña y
desconocida por nosotros pero de una
belleza absolutamente sublime. Una zona
del interior sur de esta provincia que tiene
multitud de rincones llenos de rutas con
mucho interés. La elegida para hoy ha sido
la del Río Cazuma, cerca de la población de
Bicorp.
Desde Alicante hemos tomado la autovía que va hasta
Xátiva, pasando por Ibi, Alcoi, Cocentaina, Agullent,
LÓllería y Canals, entre otros pueblos. Cogemos luego
la que se dirige a Albacete y, en una primera salida, la
carretera que va a Enguera. Nos desviamos después por
la que nos acerca a Anna, Chella, Bolbaite, Navarrés y
Quesa. En este último paramos para comprar el pan y
algo de embutido, necesario para los bocadillos.
Seguimos en dirección a Bicorp y, poco antes de llegar,
nos adentramos en pista asfaltada que nos llevará a las
inmediaciones del Río Cazuma. Nunca jamás habíamos
oído hablar de este río, la verdad.
En un principio, y por las altas temperaturas, pensamos
que sería casi imposible encontrar agua en él.
Llegamos hasta la zona de inicio de nuestra ruta y,
muy sorprendidos, comprobamos que tiene un volúmen
de agua bastante bueno (hombre, no es el Ebro, por
supuesto!!!). Aparcamos el coche y comenzamos a
caminar siguiendo contracorriente su cauce, unas veces
por pista, otras por el mismo río.
El camino se encuentra salpicado de pozas, algunas
más grandes que otras. Nuestra primera meta son
las Cuevas de la Araña. Tres abrigos en la roca que,
según tenía entendido, tienen una gran cantidad de
pinturas rupestres. Alucinados nos quedamos al
ver su buen estado y el número de muestras
que contienen estas hoquedades. Destacar uno de
los motivos, el de un humano recogiendo miel en
lo alto de un árbol (podría ser también una pared).
Dos de las cuevas están protegidas por rejas, la
tercera está abierta y, en ella, se pueden encontrar
en las paredes conchas de crustáceos fosilizadas.
Realmente alucinante!!! Después de unos minutos
de deleite seguimos nuestro camino. Volvemos a
descender hasta el río y seguir en ascenso su curso
hasta llegar al paraje llamado la Gola de Lucino,
una majestuosa garganta de rocas retorcidas y
de una gran hermosura. Volvemos a sorprendernos.
Comenzamos el regreso, volvemos sobre nuestros
pasos y siguiendo las aguas paramos en una primera
poza. Esta es la elegida para hacer el gran descanso,
darnos unos baños y tomarnos el bocata. Hay que decir
que calor es insoportable, la humedad llega a niveles
extremos y el baño nos sienta de maravilla. Casi una
hora después retomamos el regreso. Ahora pasamos
por un par de pozas bastante conocidas, los llamados
Charco de Las Conchas (por la cantidas de ellas
fosilizadas en las rocas) y el Charco de los Morteros
(una gran poza de profundidad considerable).
Seguimos por pista, pasamos por una acéquia
hecha en la roca pura, la llamada Azud de los Moros.
Ya queda poco hasta el coche. En una de las pozas
cercanas al auto volvemos a darnos los últimos
chapuzones. Luego al vehículo, parada en Quesa para
tomar unos refrescos y regreso a Alicante.
Valoración: 4****
Recomendable: Absolutamente. Nos ha dejado sin
palabras. Una ruta corta (apenas 8 Kms.) pero muy
completa y cautivadora. Para repetir, sin duda.