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Del 09 al 30 de Noviembre de 2013
NUEVA ZELANDA
AOTEAROA
Cuando comenzamos a perjeñar este 'peazo' de
viaje ni nos imaginábamos todo lo que sería.
Nueva Zelanda o Aotearoa (El pais de la nube
blanca, en Maorí) nos esperaba con toda su
luminosidad, con todo su esplendor, con toda su
belleza.
Nunca habíamos viajado al hemisferio sur.
Nunca habíamos pisado Oceanía.
Nunca habíamos estado en la tierra de los tres
kiwis; el neozelandés, el pájaro y la fruta.
Han sido más de 3600 kilómetros en coche
y cerca de 160 kilómetros andados en siete
senderos
DIARIO DEL VIAJE
Sábado 09 de noviembre: COMIENZA EL VIAJE
Tomamos el tren, a una hora muy temprana, desde Alicante, en dirección Madrid.
Llegamos a la capital, tomamos taxi hacia el aeropuerto.
A eso de las 12'00 sale nuestro primer vuelo, dirección Londres.
Según lo previsto llegamos a la capital inglesa. Heathrow ya prepara sus instalaciones para la
Navidad.
Después de la espera oportuna, sale nuestro siguiente vuelo; dirección HongKong.
Aquí ya el recorrido es tan largo que cenamos, dormimos y cambiamos de día.
Domingo 10 de noviembre: EL VIAJE CONTINUA
Éste y parte del siguiente día es tiempo que se pierde en vuelos que se hacen eternos y cambios
de horario.
Llegamos a HongKong y aquí nos esperan un 'puñao' de horas hasta el siguiente vuelo a Auckland.
Tiempo más que suficiente para dormitar en los sillones, visitar todas las tiendas de la zona franca,
comer en uno de sus restaurantes chinos (nunca mejor ocasión que ésta) y desesperarnos hasta
la extenuación (y aún nos quedaba el último avión; 10 horas más hasta llegar a N.Z.)
Lunes 11 de noviembre: LLEGADA A AUCKLAND
Por fin, aterrizamos, en el mediodía de un lunes primaveral en un pais del hemisferio sur, del
continente Oceánico, atontados como si estuviéramos borrachos perdidos.
Y aquí, aunque acaba este capítulo de vuelos y aeropuertos, no termina la aventura...
Ahora toca recoger el auto que tenemos reservado en alquiler y, toma del frasco carrasco,
dirigirnos hasta New Plymouth, 348 kilómetros - 5 horas de viaje , y conduciendo por la
izquieeeerdaaaaa!!!! jajajaja
Llegamos en el atardecer, tiempo suficiente para encontrar el hotel, dejar el equipaje, buscar
un lugar para cenar algo (una típica y conocida hamburguesería) y vuelta a la habitación a
descansar de toda esta aglomeración de acontecimientos y sensaciones.
Mañana será otro día y... jejeje... qué día!!!
Martes 12 de noviembre: 1ER TRACK, EGMONT NAT. PARK
Un día bastante despejado, aunque algo fresco y con un viento
molesto.
El hotel no ha estado mal; digamos que ha sido políticamente
correcto.
Hemos buscado un sitio en el centro de la ciudad para poder
desayunar tranquilos y comenzar el día con la fuerza necesaría.
Una pequeña vuelta por sus calles, al hotel para recoger el
equipage y camino hacia nuestro primer track; el Monte Taranaki,
Tomamos dirección sur, hacia la población de Stratford, y en el
cruce que va hasta Pembroke nos adentramos ya en pleno Parque
Nacional. Dejamos el coche en una de las zonas de aparcamiento
y comenzamos el primero de los senderos en estas tierras.
Para comenzar a hacer travesías he elegido una no demasiado
larga dentro de este parque, la que va desde la zona donde se
deja el auto hasta el Tahurangi Lodge, pasando por las pequeñas
instalaciones de esquí que hay en la zona. En total poco más de
nueve kilómetros que le dan un pequeño rodeo al monte Taranaki,
que con sus 2.518 mts. de altura le dan a este pico volcánico del
noreste de la isla norte un aspecto francamente majestuoso.
Unos bocadillos han sido la comida en pleno track. Al terminar la caminata, hemos tomado la
carretera camino de Ohakune, población situada a los pies del Tongariro National Park. Lugar
desde el cual haremos el siguiente día otro de los senderos preparados.
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Miércoles 13 de noviembre: SEGUNDO TRACK , TONGARIRO NATIONAL PARK
El alojamiento en Ohakune es francamente bonito, un apartamento de techos altos abuhardillados,
con amplias camas y cómoda zona de estar.
Nos hemos levantado temprano, un buen desayuno y... directos hasta la entrada al Parque
Nacional. Hay que decir que éste es un parque con mucha solera. Fue el primer P.N. considerado
como tal en 1887 y Patrimonio de la Humanidad. En él hay multitud de espacios para hacer
diferentes actividades al aire libre y muchos tipos de senderos, desde los cortos, medios y largo
recorrido.
Nosotros hemos hecho, partiendo de Whakapapa Village, el sendero hasta los Lower y Upper Tama
Lakes, volviendo por el mismo camino, tomando al final la variante por Taranaki Falls para regresar
de nuevo al Village.
Un total de cerca de 20 kilómetros de una belleza sublime, teniendo en todo momento, como telón
de fondo los montes Ruapehu y Ngauruhoe. Este último archiconocido por ser el Monte del Destino
en la saga del Señor de los Anillos.
De vuelta en el coche tomamos camino hacia el sur, concretamente a la capital, Wellington.
Aquí nos espera, al día siguiente, el paso a la isla sur en barco.
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Jueves 14 de noviembre: VAMOS A LA ISLA SUR
Nos pegamos un buen madrugón; tenemos el primer ferry del día para pasar a la otra isla.
Llegamos al puerto y hasta encontrar la zona de embarque de la compañía que tenemos contratada
nos cuesta unos cuantos despistes y algún pequeño 'sustillo'; cosas del tener que manejarse por
la izquierda.
Al hecho de tener que cruzar el estrecho de Cook en el barco, que dura unas tres horas el trayecto,
le sumamos el retraso de una hora y media en la salida... eso te hace perder toda la mañana.
Lo cierto es que el recorrido en barco y además en un día muy despejado te hace disfrutar de unas
vistas espectaculares de las dos costas, sobre todo de la entrada a la isla sur por unos fiordos
bellísimos.
Llegamos a Picton e inmediatamente, sin pausa alguna, tomamos la carretera que nos conduce
a la población de Franz Josef Glacier, en pleno Westland National Park, donde se encuentra
nuestro motel y los dos glaciares que veremos al día siguiente.
Han sido muuuchos kilómetros. Estamos verdaderamente agotados. El apartamente super chulo.
Hacemos algo de cena, que habíamos comprado por el camino en una especie de super de la
carretera, y rápidamente a la cama.
Viernes 15 de noviembre: TERCER Y CUARTO TRACK, FRANZ JOSEF Y FOX GLACIERS
Madrugamos. Desayuno en el apartamento.
El día está un poco tristón y nublado pero, desde los ventanales del salón, se contemplan las
montañas cubiertas de nieve.
Abandonamos el motel y nos dirigimos a la entrada del primer glaciar, Franz Josef.
Aparcamos el vehículo y comenzamos la caminata. Un recorrido nada importante; apenas son
cinco kilómetros, entre la ida y la vuelta.
Sinceramente, este glaciar me decepciona bastante. Yo había llegado a pensar que era otra
cosa. Es muy posible que debido a la contaminación y el efecto invernadero se haya quedado
en nada, tal y como indica un cartel que hay en un punto del camino.
Nos vamos dirección sur, hacia el glaciar Fox. Ahora ya estamos casi convencidos que veremos
más de los mismo... Pues, mira tú por dónde... este glaciar es bastante más mono y se ajusta
a las expectativas que teníamos al principio. También la visita a este elemento de la naturaleza
supone una caminata de unos 5 kilómetros por lo que hoy ya nos hemos metido en el cuerpo
10 kms. de ruta.
Terminados estos dos pequeños tracks nos hacemos unos capuccinos y unos trozos de
newzealander pie en el Fox Glacier Village, una visita a la tienda de souvenirs y...
tomar el coche dirección al sur, que queda aún mucho camino, muchos kms. hasta llegar
a Te Anao.
No queda mucho para llegar cuando el coche, por poco, casi nos deja tirados en la carretera...
Es un coche pequeño, un turismo de ciudad, que a la bajada de un puerto de montaña se le
calientan los frenos y empieza a echar humo como una locomotora... Uffff...
Esperamos un buen rato a un lado, en la cuneta, hasta que se le pasara el sofoco al aparato...
Finalmente retomamos el camino y llegamos a Te Anao sin más incidencias.
Llegamos al motel, aseo personal, compra en el super de lo necesario para los próximos
tres días, cena rápida, preparar las mochilas y... a la cama a descansar
que el día ha sido muy complicado y mañana es el día del Kepler.
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Sábado 16 de noviembre: QUINTO SENDERO, KEPLER TRACK - PRIMERA JORNADA
Hoy empieza el quinto sendero en este país, el primero importante; el Kepler Track.
Bien temprano, desayuno y dejar las maletas en la consigna del motel.
Con las mochilas llenas con lo básico y necesario para los tres días de track nos vamos
hasta el Centro de Visitantes para recoger los pases/permisos de este sendero.
Ya tenemos todo en regla y dejamos el auto en el Carpark, a la entrada de este track.
Comienza la caminata. En este primer día son 14'80 kilómetros, primero en suave ascenso
bordeando el lago Te Anao, después una importante subida hasta llegar al primer albergue,
Luxmore Hut. Prácticamente todo el camino se hace por un abundante bosque neozelandés,
cuajado de helechos y árboles autóctonos y atravesado por multitud de arroyos y
riachuelos que buscan su camino hacia el lago. En el último tramo, antes del hut,
abandonamos la vegetación de altura y el sendero está rodeado de monte bajo.
Llegamos al albergue, elegimos la cama, preparamos la comida, un poco de siesta...
En la tarde, hacemos una salida por los alrededores para ver una cueva en la que hay
un ejemplar de araña único... (debe ser único y exclusivo, nosotros no vimos nada más
que la cueva).
Volvemos al hut, algo de cena y a la cama.
El atardecer, desde este albergue, es algo sublime y especial... la vista de los valles,
impresionante... y el lago, allá abajo, inmenso,... no tiene palabras.
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Domingo 17 de noviembre: KEPLER TRACK - SEGUNDA JORNADA
Comienza el día y, con él, la segunda travesía.
Si el ocaso de la jornada anterior fue la 'releche'... no te digo 'ná' con este amanecer que
se nos planta delante de nuestras narices... 'la repanocha total'!!!
El lago ha desaparecido. Los valles se han cubierto de un mar de nubes que sólo nos dejan
ver las cumbres de las montañas, desafiantes, contrastando con el profundo y limpio azul
del cielo.
Desayunamos. Y yo os digo una cosa, aunque la primera comida del día hubieran sido
boñigas de cabra... ante ese espectáculo, habría sido un desayuno de lujo.
Dejamos el alberegue.
Hoy tenemos que caminar unos 14,60 kms. (casi como el día anterior) pero se me antoja
que van a ser más sencillo. Comienza con una pequeña y empinada subida para seguir luego
con una serie de 'arribas y abajos' sin demasiado desnivel y terminar con una bajada algo
brutal (al menos vista en el papel)... llegando así al segundo albergue, Iris Burn Hut.
Lo que realmente estamos haciendo es 'crestear' por las distintas montañas que nos rodean,
pricipalmente por el monte Luxmore, Jackon Peaks y Kepler mountains... teniendo a
nuestro alrededor macizos y cumbres importantes como Mount Lyall, Mount Owen, Black
Cone, Mount Maury, Forward Peak, Spire Peak, etc... lagos como el propio Te Anao
y el Manapouri Lake y fiordos como Doubtful Sound, Bradshaw Sound, Thompson Sound,
entre otros... Todo ello compone una pequeña parte de esta fabulosa región del país,
llamada Fiorlands.
Con más dificultad de la que pensaba (sobre todo por la última bajada tocahuevos) llegamos
al hut, nos acomodamos en nuestras literas, algo de aseo, preparamos de comer y una
buena siesta.
A media tarde, Sergio prefiere descansar un poco más, Pablo y yo damos un paseo por
los alrededores para visitar las Iris Burn Falls. Un rincón muy bello que merece la pena ver.
Hacemos la cena, un rato de charla y a dormir... que el día que se avecina va a ser de los
buenos.
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Lunes 18 de noviembre: KEPLER TRACK - TERCERA JORNADA
Hoy nos hemos pegado el madrugón del siglo y cuando nosotros ya llevamos un puñado
de kilómetros andados seguro que el resto del albergue empieza la jornada.
La explicación es bien sencilla. Este track completo está pensado para hacerlo en 4 días,
descansando en 3 huts o albergues... pero nosotros, que somos así de chulos, nos
saltamos la última noche y nos hacemos dos trayectos de una sola atacada...
Venga, no queréis huevos... Toma huevos!!! jajajaja
Nuestro cálculo es el de hacernos hoy unos 26 kilómetros, kilómetro arriba, kilómetro
abajo.
El perfil de esta gran ruta es de llanear siguiendo el curso del Iris Burn River hasta el
Manapouri Lake, pasar por el albergue Moturau Hot y seguir por Forest Burns, bordeando
el Waiau River que nos deja en Dock Bay del Te Anao Lake... que es donde tenemos el
auto esperando.
Todo parece sencillo, verdad? Ja Ja Ja
Cuando llegamos a Moturau Hot ya nos hemos hecho 16,2 kms, estamos cansados,
evidentemente.
Miramos detenidamente el mapa/plano/perfil de lo que nos falta y... aún nos queda
un tanto igual a lo que llevamos... Ufffff!!!
Bueno, para no alargar más este sufrimiento, jejeje... Ahora no es cuestión de llamar
al 112 y que nos ponga una limousine a la puerta, no... Lo hacemos, sí o sí.
En ello nos ponemos... Lo logramos... Nos hemos hecho cerca de 32 kilómetros en un sólo
día, con dos únicas y cortas paradas... Y en un tiempo más que aceptable.
Aún fuimos al motel, un buen aseo, lavado de ropa y a un retaurante para darle al cuerpo
el lujo de una cena con carne... uhmmmm... divino!!!
Ahora, eso sí, cuando nos levantamos de la mesa para volver al motel... parecíamos
Robocops, jajajaja!!!!
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Martes 19 de noviembre: DÍA DE RELAX
Depués del Kepler Track (sobre todo de la traca de los 31/32 kilómetros), hoy es un día para
relajarnos y dedicarlos a tocarnos las narices...
No mucho que contar, hemos estado durmiendo hasta tarde, hemos aprovechado para lavar
algo de ropa (hace buen día y seguro que seca rápido), aseo personal concienzudo... Pablo, leer
y sus cosas... Sergio, con sus aparatos electrónicos que le mantienen en contacto con otras
realidades... y yo, con mis escritos sobre esta experiencia... Hemos hecho compra en el Super
para abastecernos para estos días y el próximo track... En fin, una jornada de transición sin más.
Miércoles 20 de noviembre: SEGUNDO DÍA DE RELAX EN TE ANAO
Esta era realmente la jornada de tránsito entre un track y otro pero como en el Kepler hicimos
las dos últimas en un sólo día... hoy es, por tanto, el segundo día de relax en Te Anao.
Bueno, yo no he querido que fuera al 100% de relax y... nada más levantarme me he puesto
ropa cómoda y me he lanzado a la calle a caminar por los alrededores de la ciudad y del lago.
A eso de las 6'00, más o menos, he comenzado. No me he puesto ni límite ni meta. He estado
andando por todo el paseo de la orilla del lago, de un lado al otro, y luego por un bosquecillo me
he dirigido hasta el puente donde se inicia el Kepler Track (ida y vuelta)... A eso de las 8'30 he
regresado al hotel. Me he puesto a ver cuánto era el trayecto realizado y... sorpresa!!! he hecho
unos 9,50 kms. (joooder!!!)
En el resto del día, casi un calco del día anterior. Relax total.
Jueves 21 de noviembre: MILFORD TRACK
Hoy es el día del Milford Track.
Ha amanecido muy, muy, nublado. La noche pasada
estuvo lloviendo bastante y la mañana es fresca y
oscura. Hemos dejado el motel y, con el coche, nos
hemos dirigido hasta el punto donde debemos tomar
el barco que recorrerá el Lago Te Anao y nos dejará
en el inicio de este track.
Vaya pasada de trayecto por el Lago!!!
Impresionante, la verdad. Las montañas gigantescas
que nos rodean, semicubiertas de nubes, hacen que
'el barquito' parezca una cáscara de nuez...
y nosotros somos insignificantes hormigas.
Han sido momentos verdaderamente emocionantes; muy especiales.
Llegamos al embarcadero. El día promete clarear pero, de momento, se mantiene cubierto.
Iniciamos el camino. En esta primera jornada, además del recorrido en barco, sólo nos esperan
5'2 kms. de cómodo trayecto, hasta llegar al primero de los albergues; Clinton Hut.
Llegamos por delante del resto por lo que tenemos tiempo de sobra para elegir con comodidad los
camastros y prepararnos sin agobios la comida. Un poco de siesta y toda la tarde, ahora sí super
despejada, para explorar los alrededores. Las montañas se muestran con toda su máxima belleza.
Empieza a ocultarse el sol y las cuarenta plazas del albergue ya están ocupadas. Los compañeros
comienzan a hacerse sus cenas y, poco a poco, empezamos a retirarnos a nuestras literas.
El día siguiente promete ser 'algo' más duro que este.
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Viernes 22 de noviembre: 2º DÍA MILFORD TRACK
Cuando he abierto los ojos y he comprobado que el día ya clareaba, intentando no hacer demasiado
ruido, he salido del dormitorio común para ir al aseo. En ese momento he comprobado que había
ya bastante gente levantada y preparándose, en el patio central, para iniciar el sendero de ese día.
Rápidamente he alertado a Sergio y Pablo y nos hemos puesto en marcha, hemos recogido nuestros
bártulos, nos hemos aseado, desayunado y, de inmediato, hemos comenzado el sendero.
No hemos tardado demasiado en adelantar a los que ya llevaban rato en el camino.
Uno de los motivos principales de tener la 'estrategia' de ir por delante es que nos da la opción
de poder elegir cómodamente las literas... y como la jornada anterior descubrimos que habían
un par de 'monstruos' (osea, niños) entre los compañeros y con lo 'porculeros' que son, esto nos
proporciona un margen de libertad para estar lo más alejado posible de estos pequeños seres.
En esta segunda etapa hay que hacer varias menciones especiales.
La primera, y no por ello la principal, es la absoluta belleza que nos ha rodeado durante todo el
trayecto. No hay palabras para describir tanta hermosura, las laderas cuajadas de torrentes y
cascadas, de vegetación, de restos de nieve... Los valles rebosantes de bosques... y los cantos
de los pájaros llenándolo todo.
Una segunda mención (y esta sí es importante) es la de tener, a eso del mediodia, un recuerdo
especial para nuestro padre y abuelo, respectivamente, por ser hoy su fecha de nacimiento.
Hoy, 22-11-2013, cumple 100 años... Casi ná!!!
Una tercera es el recuerdo que, cuando me encuentro en lugares especiales como el de hoy, tengo
para con las personas que ya no están conmigo en el plano físico pero que van a mi lado en el
espiritual.
Una etapa que marcada en el papel tiene un perfil de
suave ascenso al principio y una fuerte subida después
hasta llegar al 'hot'; Mintaro Hut.
Ha sido más sencilla de lo que me esperaba. Finalmente
han sido 17 kms., entre unas cosas y otras.
Por mucho que tres españoles en el otro confín del
mundo quieran socializar con sus compañeros de track,
sin saber ni zorra de inglés, pues... es bastante difícil.
De hecho, y es totalmente lógico, los compañeros antes
se comunican con los demás que con nosotros... Pero,
bueno, unas palabras mal chapurreadas por aquí, unos
gestos de complicidad por allá... hacen que finalmente
no seamos del todo unos apestados, jejeje.
Una vez establecidos en el albergue, después de este espectacular trayecto, ya sólo queda tiempo
para el aseo, la comida. algo de siesta, un pequeño paseo por los alrededores. la cena y, bien
temprano, a dormir... El día siguiente se espera también bastante intenso.
* Un pequeño comentario. Al principio de la noche, aún había algo de luz, nos sorprendieros unos
graznidos, saltamos de la cama, yo, cámara en mano, para poder plasmar al ejemplar de Kea que
andaba paseando por los alrededores.
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Sábado 23 de noviembre: 3ER DÍA MILFORD TRACK
Hoy la etapa del día no es tan larga como la de ayer, son sólo unos 14 ó 15 kms. que comienzan
con una fuerte subida que zigzaguea por entre los valles y llega al Mackinnon Pass para, en una
bajada vertiginosa, alcanzar el otro albergue, Dumpling Hut, y pasar allí la última noche de este
track.
Todos nos hemos levantado casi al unísono. El motivo no ha sido otro que la visita de numerosos
ejemplares de Kea que han estado paseándose por los alrededores de las instalaciones con su
torpe caminar y sus gritos de 'cotorras' maleducadas, jejeje.
Allí estábamos todos, cámara en mano y legañas en los ojos, para sacar la mejor instantánea
de los bichos.
Luego, aseo rápido, rápido desayuno y... al camino!!!
De nuevo, hemos sido de los primeros en ponernos en marcha. Un buen rato atravesando el típico
bosque de la zona, acompañados por el sonido de las aves, los riachuelos y las cascadas... Al poco,
dejamos la abundante vegetación, comenzamos el brusco ascenso y nos encontramos rodeados de
imponentes colosos de piedra y praderas casi verticales, moteadas con manchas de nieve, que nos
enseñan sus cientos de saltos de agua... Impresionante!!!
Un quebrado sendero de roca nos conduce hasto lo más alto, Mackinnon Pass. Aquí, la vista de los
picos de alrededor es tan alucinante que no hay palabras (ni las fotos le hacen justicia).
Un buen rato allí para inmortalizar ese 'momento' y de nuevo al camino.
Ahora ya es todo bajada (y qué bajada!!!) por el otro lado hacia otro valle. Descenso brutal y
rompepiernas por una zona muy pedregosa y húmeda. Aquí el agua es un elemento presente en cada
metro del camino. Cientos, yo diría miles, de arroyos bajan por las laderas en un espectáculo
sublime.
Descendemos y volvemos al húmedo bosque. Las piernas, al menos las mías, han notado el esfuerzo
y están bastante 'tocadas'. Sergio y Pablo se adelantan y yo cojo otro ritmo más lento. Hago más
descansos, cortos pero necesarios. En unos de ellos, al intentar reiniciar la marcha, doy un ligero
traspiés y caigo de rodillas (vaya, precisamente de rodillas!!!). No pasa naaaada, intento
incorporarme y... cuando lo hago, estoy tan cansado que el peso de la mochila me tira hacia atrás
y quedo... tendido en mitad del camino, boca arriba, como una cucaracha, y sin fuerzas para
volver a la posición vertical, jejeje... Vaya numerito... Finalmente, después de varios intentos, lo
consigo.
Continuo el sendero, cansado, bastante cansado y tras algunos juramentos y exabruptos llego al
albergue. Otro día más, incluso el ranger se sorprende de ello, llegamos muy pronto y los primeros.
Al estar solos durante bastante tiempo nos facilita un cómodo aseo, una comida relajada y una
sobremesa sin ningún contratiempo. Cuando nos disponemos a dormir algo de siesta empiezan a
llegar los demás compañeros. Después, un rato de escritura y lectura, breve paseo por el 'hut', la
cena y a dormir.
Mañana ya es la última jornada y, aunque no parece difícil, es larga y requiere estar fuerte y
repuesto para afrontarla.
A Sergio y Pablo se les ocurre algo. Como yo me levanto a la hora de las gallinas, y en este pais
es alrededor de las 5 de la mañana, y ellos no tienen ni 'puñeteras' ganas de madrugar, me
proponen que yo me levante cuando me salga de los..., que desayune, que me aseé y que coja mi
mochila y arreé hacia la meta... que ellos ya me alcanzarán... Yo acepto.
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Domingo 24 de noviembre: 4º DÍA MILFORD TRACK
Como ya habían vaticinado, me levanto a la aurora, hago mis pis, mi
pos, mi flis y mi flos, desayuno y agarro mi mochila (que ya me tiene
la espalda 'estrozá del tó') y tomo el camino hacia 'la meta'. Soy el
el primero del campamento. Hoy el día está muy nublado y en algunos
puntos del sendero, con la abundante vegetación, parece noche
cerrada. Me viene bien hacerlo en solitario, la verdad... lo tomo como
un reto personal y me ayuda a estar conmigo mismo. Esta etapa no es
demasiado complicada. Son sólo unos 18 kms. (coño, he puesto 18??)
y no tiene apenas desnivel. Precioso. Atravieso bosques espesos,
riachuelos, centenares de torrentes, puentes colgantes, cascadas...
Dos grandes cataratas, por las que pasa el camino, son Mackay y
Giant Gate Falls. Impresionantes!!!
Ciertamente se puede denominar, al menos en esta época del año,
este track como 'El sendero de las Cien Mil Aguas'.
Sigo valle abajo, siguiendo el curso del Arthur River hasta llegar al Ada Lake y... unos kilómetros
después, llegar a la meta, el Sandfly Point, lugar donde hay que esperar el bote que nos cruzará
el fiordo Milford Sound para llegar al pueblo del mismo nombre y, por carretera, dejarnos en el
lugar donde tenemos aparcado el vehículo.
Lo cierto es que he estado mucho tiempo en el trayecto pensando... 'en cualquier momento estos
"dos pájaros" me alcanzan'... pero no ha sido así y he llegado al Sandfly Point una hora y media
antes que ellos... jejeje... y 2 antes que los demás... España 1 - Resto del Mundo 0, jajaja...
A las 14'00 hemos tomado el bote... A las 17'00 el bus y a eso de las 19'00 ya estábamos en el
motel de Te Anao. Ducha, ropa limpia y... como locos a cenar en un restaurante... algo con
sustancia que no se pareciera a esas comidas de sobre de los últimos cuatro días!!!
Unos buenos filetes con patatas, un gran postre y un café en un local próximo al lago... atendidos
por una simpática camarera... peruana, con la que hemos podido platicar a gusto sin tener que estar
buscando palabras en inglés en nuestras cabezas... Gracias, Diana.
Llegando al apartamento ha comenzado un tormentón de 'no te meneés'.
El día siguiente dejamos Te Anao para hacer un montón de kms.... ya veremos qué pasa!!!
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Lunes 25 de noviembre: SÉPTIMO SENDERO, HOOCKER TRACK
Para variar, me he levantado el primero.
Uffff... sigue lloviendo, y bastante.
El plan de hoy es dejar la población de Te Anao y dirigirnos hacia Geraldine, donde se encuentra
el próximo motel, bastante cerca de la ciudad de Christchurch, en la costa este.
Recogida de enseres, desayuno, aseo y..., bien tempranito, tomamos el camino.
Antes de llegar a Geraldine queremos hacer una parada, a mitad del trayecto, y desviarnos por la
carretera que nos conduce al Monte Cook pero... con este tiempo???
Sigue lloviendo y cada vez más... Al llegar al cruce, al que lleva a la cima de Nueva Zelanda, Aoraki
como se le llama en maorí, con sus 3.754 mts., el día sigue siendo de auténticos perros...
Paramos, nos miramos y alguien dice... 'pero, no queríamos aventura???'... Y hacia el monte que nos
vamos. Estacionamos el auto en una amplia explanada, a pocos metros del inicio de este sendero;
Hoocker Track. Cargados con ropa de abrigo y lo más impermeabilizados posible, comenzamos una
caminata bajo una lluvia ligera pero continua que cala que te cagas. Las montañas están totalmente
ocultas por unas nubes cargaditas de agua y mala leche, jejeje
A Aoraki no lo llegamos a ver, se no escondía tras las nubes, pero nos hemos hecho, entre la ida y
la vuelta, cerca de 9 kilómetros... que con esas condiciones atmosféricas es como hacer el doble.
Volvemos al coche como auténticas sopas, nos cambiamos y volvemos a la carretera con la idea
en la cabeza de haber intentado, al menos, ver al ansiado Monte Cook.
Llegamos a Geraldine, tomamos las habitaciones, algo de aseo, cena y, muy cansados y tristes, nos
vamos a dormir.
El día siguiente se presenta una jornada de mucho coche y el tiempo no parece que vaya a mejorar.
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Martes 26 de noviembre: FOCAS A LA VISTA
Comienza la mañana con el cielo gris ceniza y lloviendo.
Vamos, ideal para desayunar y hacerse 400 kilómetros. Nos dirigimos hacia Christchurch, la ciudad
más importante de la isla sur, aunque no entraremos a ella.
Bordeamos la costa este, viendo un océano Pacífico rompiendo con
fuerza en esta rocosas playas. Llegamos hasta la península donde se
encuentra la población de Kaikoura y ya podemos ver los carteles
en la carretera de 'avistamiento de focas'.
Lloviendo a mares, no importa, en cuanto vimos los primeros
ejemplares de estos animales, nos lanzamos a las rocosas playas en
busca de las mejores fotos. Lo conseguimos a pesar de volver a
acabar mojados. Una gozada!!!
En Kaikoura, ciudad dedicada a la pesca y al turismo, hemos hecho una
parada para comer en un Tai, con una camarera super atractiva y
mega fashion.
Ya la lluvia deja de ser tan intensa y retomamos el camino, ahora
hacia la ciudad de Picton. Llegamos, nos acomodamos en el
apartamento, aseo, cena, un rato de charla y a dormir.
Mañana nos espera también un día agotador; es el cruce de islas con el ferry y un montón de kms.
Miércoles 27 de noviembre: REGRESO A LA ISLA NORTE
Hoy es un día en el que nada es destacable. No madrugamos demasiado, ya que la salida del barco
es a las 11'00 y hay que estar en la zona de checking a las 10'00. Desayunamos tranquilamente
nos vamos al puerto, cola de coches para facturar y... retraso en la salida. Una hora y media de
retraso. Tres horas de trayecto bajo una lluvia que no deja ver nada durante el recorrido hacen
que la mañana sea terriblemente aburrida.
Llegamos a Wellington y, sin pausa, tomamos la carretera que nos lleva al siguiente motel, en la
ciudad de Turangi, a unos 321 kilómetros.
Parada en Bulls para comprar algo para la cena y tomar un café.
Vuelta a la carretera.
Llegamos a Turangi. Es tarde, casi ya ha anochecido. Nos muestran el apartamento. Es una pasada.
Una casa completa, salón, cocina, baño, dos habitaciones dobles y una tercera triple en la buhardilla.
Preciosa. De las mejores, si no la mejor, de toda nuestra estancia en este pais.
Hacemos un poco de cena, unos cafés, disfrutar de la terraza de esta casa un rato y... a la cama.
Jueves 28 de noviembre: LA CIUDAD DESDE LA TORRE
Esto ya va llegando a su fin. Es el día de Auckland.
Dejamos muy temprano la bonita casa de Turangi y nos dirigimos al norte de la isla norte.
Una mañana muy desapacible, con un cielo muy nuboso y con lluvia intermitente.
Próximos a la población de MataMata, la ciudad que ha saltado del anonimato a la fama por ser el
Hobbyton del Señor de los Anillos, el tiempo empieza a mejorar.
Llegamos a Auckland a eso de las 13'30, localizamos el hotel (en esta ocasión también hay que
decirlo, el peor de todo este viaje) y nos dicen que hasta las 14'00 no se puede ocupar el
'cuartucho' de los cojones... Puagggg... Dejamos el equipaje en una cosigna y nos vamos a comer
algo en un centro comercial cercano.
Volvemos, ocupamos la habitación y nos vamos después al centro de la ciudad para dar una
vuelta. Paseo por sus calles, por la zona comercial de unos de sus puertos deportivos, vamos de
tiendas y sobre todo... subimos a uno de sus íconos, su gran torre 'SkyCenter' desde la que se
puede dividar toda la ciudad (incluso, en días muy claros, se llega a tener una visión de 80 kms.
a la redonda). No es este el caso de hoy pero... las vistas son espectaculares!!!
Ya por la tarde, vuelta al hotel, descanso, algo de cena y a la cama.
Las siguientes jornadas son de infarto, así que hay que descansar.
Viernes y Sábado, 29 y 30 de noviembre: VUELTA A CASA
En las primeras horas del día ya estábamos en el aeropuerto de Auckland.
Los vuelos, la verdad, han sido muy puntuales... por lo que las horas de espera han sido las justas,
aunque, todo hay que decirlo, muchas y agotadoras.
Vuelo Auckland - Hong Kong, 10 horas en el aire.
Vuelo Hong Kong - Londres, 10 horas en el aire.
Vuelo Londres - Madrid, 3 horas en el aire.
Tren Madrid - Alicante, 3 horas.