En la primera parte del recorrido el agua es la gran

protagonista. Elemento que está colaborando mucho

en la recuperación de esta zona después de los

últimos incendios provocados que ha padecido.

El camino se hace cómodo cuando a tu paso se oye

su murmullo y te cobijas bajo las sombras de la

vegetación que te rodea.

En una segunda parte, más alta, el monte se muestra

más despoblado y desnudo. Aquí el bochorno y la

humedad hacen que el sendero sea más pesado pero

no se tarda en llegar a Bocairent y la vista de su

magnífica estructura impacta en los sentidos.

A la entrada hacemos una breve parada en la fuente

que hay al lado del lavadero donde nos refrescamos

y damos de beber a los animales.

Nos dirigimos a la plaza de Ayuntamiento y allí, esto

ya es un clásico, hacemos un largo descanso en

la cafetería de mis amigos Manoli y Carlos. Unos

refrescos, unas cervezas y muy buena charla... antes

de comenzar el regreso.

Iniciamos la vuelta por el mismo camino de la

ida. Ahora el calor es más acusado, así que

aligeramos la marcha aprovechando que,

en este sentido, es descenso.

Llegamos al coche y... regresamos a Alicante.

Valoración: 3***

Recomendable: Ni se pregunta. Si esta caminata

se ha convertido en un clásico, por algo será.

Son unos 10 kilómetros con muy poco desnivel,

fáciles de hacer y con unas vistas fabulosas

de la Sierra de Mariola.

Nosotros felices y los perros ni te cuento.